Jin regresaba a lo profundo del bosque después de haber despedido a los niños, aún con la intriga de por qué esos niños humanos podían verlo.

Finalmente llegó a su hogar, un jardín de flores que se extendían por toda la superficie, en el cual había árboles de Camelias. Jin vivía en las Camelias blancas.

[Visual 1: Hogar de Jin ]

[Visual 2: Árbol de Camelias ]

[Visual 3: Camelia de Jin (él duerme dentro la flor) ]

Justo antes de ingresar a su capullo, una voz lo hizo detenerse.

—¿Por qué hueles a humano?— la voz parecía molesta haciendo que Jin voltee en su dirección asustado.

—Yo… yo…— Jin no podía articular palabra, los ojos del Kitsune pequeño, pero intimidante, parecían escrutar su alma.

[Visual: Kitsune]

—¡¿Te dejaste tocar por un humano?!— su voz parecía ahora realmente furiosa mientras olisqueaba al pequeño y sus dos colas de pelaje blanco se abrían a su alrededor en posición de ataque, intimidando al pequeño.

Jin no podía moverse ni un milímetro, esa vista del Kitsune lo tenía muerto de miedo y unas lágrimas empezaron a salir de sus hermosos ojos color lavanda.

Al ver esa reacción, el Kitsune se dio cuenta que estaba siendo muy agresivo y optó por calmarse, pues no quería que después a él lo castigara el dios de la montaña por hacer llorar a su preferido.

—Lo siento — dijo mientras se sentaba delante del árbol de Camelias —, no quería asustarte, sólo que me preocupaste, tu olor es muy fuerte y pareciera que pusieron las manos en ti.

—Ho… Hobi … lo siento mucho — finalmente logró hablar al ver más calmado al Kitsune, ahora que se veía como un cachorrito regañado — Sólo me tocó un humano — terminó confesando moviendo sus manitos en señal de nerviosismo.

—¿Y cómo pasó? Jin, eres un espíritu del bosque. Ellos no pueden tocarte y mucho menos verte — Hobi sentía que la sangre le empezaba a hervir nuevamente y no quería volver a asustar al pequeño, por lo que optó en caminar en círculos.

—No… no lo sé… ayer le ayudé a encontrar el camino de vuelta porque se perdió… y hoy me trajo un regalito— dijo lo último con un brillo en sus ojos, pues aunque no se lo había dicho a Tae, ese gesto le había encantado mucho más de lo que expresó.

Hobi soltó un sonoro bufido volviendo a estremecer al pequeño.

—Vamos a preguntar al dios de la montaña — dijo Hobi más calmado volteando su mirada al tenso unicornio.

—Pero...

—Pero nada, él debe saber la razón, también nos va a decir si eso es peligroso y si debemos evitar que regresen — explicó mientras ofrecía su lomo para que Jin subiera en él.

—Tengo miedo Hobi … — confesó el pequeño, evitando decir que en el fondo no quería dejar de ver al lindo niño que un día antes había ayudado.

—Sabes que él no te hará daño. Él nos protege.

Ambos salieron rumbo al santuario donde habitaba Namjoon, el Dios de la Montaña.

Después de unos minutos, ambos llegaron al santuario viendo que el Dios de la Montaña ya se encontraba afuera como si estuviera esperándolos.

Jin quedó sin habla, pues en su corta edad nunca había visto frente a frente a la divinidad. Su aura era poderosa, podía sentir esa sensación de protección y paz a su alrededor. Él era realmente alto con el cabello largo de color plateado y vestía un hermoso kimono blanco con bordados plateados haciendo juego con su cabello. Esos ojos celestes parecían contener al universo en ellos.

[Visual: Namjoon el Dios de la Montaña (pero imagínenlo con cabello largo porfis, no encontré un fanart así 🙈)  ]

—Disculpe nuestra interrupción— dijo Hobi haciendo una marcada reverencia siendo seguido por el pequeño unicornio.

—No es una interrupción, los estaba esperando — tomó asiento tranquilamente en una roca frente a ellos.

—Gracias, su divinidad — respondió Hobi aún con la cabeza en el piso.

—Levántense y díganme las dudas que quieren que les resuelva — pidió el dios con amabilidad, siendo obedecido inmediatamente.

—Verá… Seokjinnie… SeokJin… fue visto y tocado por un humano — logró explicar sin evitar los nervios por la confesión, pues bien sabía que su dios detestaba a los humanos.

—Lo sé — simplemente respondió haciendo que los contrarios lo vieran con asombro.

—Pe… pero… ¿por qué lo vieron y más aún, pudieron tocarlo? — preguntó Hobi claramente afectado.

—Hobi, debes mejorar en controlar ese malgenio — ordenó el dios haciendo que el nombrado se retrajera en su lugar apenado — por lo otro, no tienes que preocuparte, quien lo vio y tocó fue un niño. Los niños humanos aún conservan el alma pura por lo tanto pueden ver a los espíritus del bosque, aunque les doy la razón de que no cualquiera había logrado sentirlos físicamente. Ese niño debe ser especial ¿no te parece? — preguntó mirando fijamente al pequeño unicornio, quien se sonrojó en un instante al sentirse estudiado por la divinidad.

—S-sí… eso parece… pero sólo me dejé tocar con él — el pequeño hizo un puchero aún con las mejillas rojas.

—Lo sé, pequeño, lo sé… — rió el dios levemente, por el comportamiento del pequeño.

—Pero… ¿Puedo seguir jugando con él?— pidió temerosamente rezando por conseguir el permiso.

—Si lo deseas con tanto fervor, no te lo puedo negar — volvió la mirada acercándose hacia él — pero te advierto que no te acostumbres mucho a él, los humanos cuando crecen y dejan de ser niños, pierden la pureza en sus almas. Cuando ese día llegue, ya no podrá verte — explicó acariciando la mejilla del pequeño que no había podido entender en totalidad las palabras de la divinidad, pero de todos modos asintió con felicidad, pues ya contaba con el permiso de jugar tranquilamente con Tae.

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Holis! Les traigo el segundo capítulo del día! 🥰

Mañana seguiré con las actualizaciones 😘

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Una amiga me dijo que querías que te etiquete así que lo hago MorJinCrow gracias por seguir mi historia 😍😘
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Pdt. Las imágenes no me pertenecen, no conozco a los autores pero el crédito es de ellos 😅