Tae llegó a su casa. A toda prisa subió las escaleras rumbo a su habitación, agarró el frasco que contenía la camelia que aún permanencia cristalina, y sintiendo más miedo que antes lo guardó en su pequeño bolso.

Salió de la habitación encontrándose con su abuelita afuera.

—¿Y esas prisas? — la anciana preguntó preocupada por la tempestiva actitud de su nieto.

—Debo, debo hacer algo importante — Taehyung no quería dar muchos detalles o su abuelita se preocuparía más.

—Entiendo, ¿llevas el amuleto? — la anciana intuía lo que pasaba, además que también podía sentir el peligro que flotaba en el aire.

—Lo tengo— dijo mostrando su muñeca donde había atado dicho amuleto.

—Muy bien, entonces puedes salir. Recuerda que para proteger a alguien sólo debes desearlo con fuerza desde el fondo de tu corazón — la abuelita le dio el mejor consejo que podía haber recibido.

Aunque en ese momento Tae no entendió el mensaje.

Hoseok recorría el lugar a toda prisa cuando dejó de sentir la débil presencia de Jin. Preocupado, se detuvo de golpe.

En ese momento notó como dos Yokai de la oscuridad corrían hacia él para atacarlo.

—Un delicioso Kitsune —dijo uno lamiendo sus labios con una grotesca legua larga y bífida.

—Ni lo intenten — Hoseok rugió al momento de batir sus nueve colas listo para atacar.

El otro Yokai se lanzó a él con sus afiladas garras, pero Hoseok fue más hábil esquivándolo a una increíble velocidad.

—No tengo tiempo para ustedes, ¡Fuera de mi camino! — Hoseok lanzó una bola de fuego de su boca incinerando de inmediato a ambos Yokai.

Ahora estaba más alterado que antes.

—Dónde estás Jin — pensaba cuando volvió a correr — ¿Cómo te voy a encontrar si no te siento? ¡¿Por qué eres tan pequeño?!— Hoseok se estaba frustrando.

Volvió a parar. Sabía que si perdía el juicio no le iba a servir de nada, así que respiró profundamente para calmarse y usar otra estrategia.

—Lo tengo. Usaré el viento para buscarte, tu aroma… debo poder sentirlo — pensó al empezar a llamar a su poder del viento y así encontrar el rastro del aroma de Jin.

Taehyung salió de casa, acompañado de Yoongi. Se fueron rumbo a la montaña donde seguro estaba el unicornio.

El problema, ese bosque era extenso, sin contar la parte alta donde vivía Jin.

Una vez llegaron a los pies de la montaña, Tae sacó la flor para ser guiados por ella. Dieron unos pasos dentro y los vientos se hicieron más fuertes, tanto que a Tae le estaba costando avanzar.

—No me gusta el otoño por estos vientos — se quejó Tae por tener menos visibilidad. Con un brazo cubría su frente para proteger sus ojos y con la otra agarraba el frasco apegándolo a su pecho.

Yoongi no sufría con el viento ya que él también lo manipulaba, así que en ese momento envolvió a Tae en una especie de escudo para que pudiera movilizarse más libremente.

—Éste no es un viento de otoño, alguien lo ésta provocando— Yoongi explicó una vez había terminado la protección alrededor de Tae.

—Gracias— Taehyung retomó el paso y la flor empezó a brillar — ¡Mira! Creo que ya lo ha detectado — dijo emocionado.

—Sigamos su señal hasta que brille con mucha intensidad — explicó Yoongi y ambos fueron por el camino que esa flor les mostraba.

Jin empezó a recobrar el sentido. Sintiéndose mareado aún trató de levantarse, cuando vio que una rama del árbol de Momiji lo estaba cubriendo de esos fuertes vientos que lo azotaban.

—Muchas gracias por ayudarme — Jin acarició la rama del árbol en modo de agradecimiento — déjame salir, debo ir a buscar a una persona muy importante para mí — pidió dulcemente el unicornio.

El árbol lo obedeció y movió sus ramas para dejarlo salir.

—Volveré cuando esté más fuerte y te voy a curar. Lo prometo — dijo Jin al notar que muchas ramas estaban rotas.

El árbol lo acarició con su pequeña rama como respuesta.

Sintiéndose mejor, Jin se despidió de su amigo árbol con una reverencia y continúo caminando.

—No es bueno ser tan pequeño con estos fuertes vientos — Jin se quejó al notar que ahora se movía más lento que antes.

En el camino, varios arbustos le ofrecían sus ramas para que pudiera aferrarse a ellas y así caminar con más libertad. Jin se la pasaba agradeciendo la ayuda de todas esas plantas que lo cuidaban como podían.

Era un impulso natural. Después de todo Jin era un espíritu de bosque.

—Miren lo que me encontré— de repente, delante de él apareció una figura oscura, grande, bastante deforme y con unos ojos rojos que lo miraban con apetito.

—No me esperaba ver a un espíritu de bosque en este lugar — dijo otro repugnante ser que apareció al lado contrario del primero.

—De todas formas, no lo pueden tocar, su poder espiritual es asombroso y de seguro es más sabroso — dijo un tercero que apareció dejando a Jin acorralado.

—No digas eso que me hace agua la boca — dijo el primero aumentando de tamaño.

—No puedes y lo sabes. Mejor ve a llamar al amo Akunaki. Éste debe ser al que estaba buscando — ordenó el segundo gruñéndole.

Más enfurecido, no tuvo otra opción que obedecer, pues si se devoraba a quien el Akunaki tanto quería, seguro se desharía de él fácilmente.

—Ya voy — dijo furioso y desapareció para llamar al Akunaki.

—Mientras vuelve, podemos divertirnos con este pequeño — dijo el tercero con malicia y sus ojos rojos brillaron aún más.

—Si, el dolor es el aderezo perfecto — lo apoyó el otro Yokai oscuro que también estaba aumentando de tamaño.

Jin estaba petrificado de miedo. Era la primera vez que veía a los dichosos Yokai de la oscuridad.

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Holis acá está el segundo capítulo del día que les prometí 🥰

La pregunta del día.
Tienen algún momento TaeJin favorito?
En lo personal no puedo decidirme, me gustan muchos. Sobre todo los pequeños detalles.

Cuídense mucho, las amo 💜 gracias por seguir esta historia 🥰💜 que está por llegar a su final 🥺