Taehyung terminó con sus actividades del club de canto y al salir del salón notó a sus amigos esperando por él.
—Chicos, qué sorpresa— Taehyung se acercó a ellos con una sonrisa.
—Tienes una voz hermosa — confesó Jimin.
—Me… ¿me escucharon?— Tae preguntó con los colores subiendo por su rostro.
—De casualidad, justo habíamos llegado y nos deleitaste con esa tremenda canción — Jungkook puso una cara soñadora.
—Ya basta, no es para tanto— Tae los golpeó juguetonamente sintiendo aún sus mejillas arder.
En ese momento vio a Yoongi salir de su escondite y la sonrisa que llevaba en el rostro se borró en un instante.
—Debemos hablar— dijo Yoongi en tono serio caminando por el pasillo hacia la salida.
—Tranquilo, nos quiere ayudar — Jimin le palmeó el hombro a Tae asustándolo.
—Tú, ¿hablas con él?— dijo perplejo.
—Si, he hablado con él un par de veces — respondió Jimin guiando a Tae por el pasillo.
—¿Tú también?— giró para ver a Jungkook.
—¿Yo qué?— preguntó el menor al no entender a qué se refería.
—¿Tú también hablas con el Bakeneko?— Tae explicó mejor su pregunta.
—¡Oh! No, no puedo verlo claramente y mucho menos escucharlo— el menor rascó su cabeza sintiéndose apenado por estar perdiendo esa capacidad.
—Ya veo— Tae bajó la cabeza, al parecer el Bakeneko estaba logrando su propósito con Jungkook.
Yoongi los llevó a un parque cercano para que pudieran hablar libremente sin que las personas los vieran extrañados.
—¿Se puede saber por qué estás haciendo todo lo contrario a lo que te dije que hicieras?— Yoongi regañó a Tae en cuanto llegaron al lugar.
—Yo…— Tae no sabía cómo responder. Sus amigos estaban presentes, se sentía apenado de hablar algo que hizo para protegerlos, quizás no le entenderían.
—Tranquilo TaeTae. Yoongi ya nos lo contó todo— Jimin le regaló una sonrisa acariciando su espalda.
Jungkook sólo estaba asintiendo con la cabeza a lo que dijo Jimin. Aunque no escuchara al Bakeneko con el que hablaban, quería acompañarlos, ya después le contarían las cosas.
—Ahora explica ¿por qué estás intentando odiar a tu destino? — Yoongi se apoyó sobre sus dos colas con el ceño fruncido.
—Necesito olvidar a Jin — Tae respondió con los ojos llorosos.
—No te dije que te obligaras a dejar de amar — Yoongi suavizó su voz intentando calmar su propio enojo.
—No quiero sentir más dolo. Nunca entenderías lo mucho que duele saber que no volverás a ver al ser que amas— Taehyung no pudo evitar que sus lágrimas salieran descontroladas de sus ojos.
—Es cierto, nunca voy a entenderlo porque jamás he pasado por algo así de manera personal, pero he visto sufrir por un amor perdido y te juro que no es nada bueno cuando se dejan consumir por la oscuridad — Yoongi se acercó a Tae para mirarlo a los ojos — además te dije que no sería una despedida para siempre. Debes mantener tu corazón limpio, no oscurezcas tu alma, esa no es la solución— tomó su rostro con sus afelpadas patitas para obligar a Tae a que lo viera a los ojos.
—¿Entonces cuál es? — Taehyung preguntó con un nudo en la garganta, pese a que ya no quería seguir hablando de algo que lo lastimaba tanto.
—Ya te lo dije, debes demostrar que eres digno de seguir al lado de Jin — Tae lo miraba confundido — sólo lograrás eso si a pesar de todo el dolor que está situación te provoca, tu alma siga intacta y tu corazón siga sintiendo ese amor tan puro. Con eso vas a demostrar a Namjoon que tu amor por Jin es real y con el tiempo los va a aceptar y así podrás volver con Jin. Pero si te dejas consumir por la oscuridad, ahí vas a perderlo definitivamente—
Taehyung quedó pensativo. Quizás ese Bakeneko tenía razón, debía mantenerse firme. Pero era más difícil hacerlo que decirlo.
—¿Estás seguro que si hago eso podré ver a Jin nuevamente? —
—Claro que sí — respondió Yoongi con seguridad, aunque por dentro aún tenía la duda de si eso ocurriría algún día. Pero estaba seguro que no podía permitir que esa alma se dañara, no con un Akunaki rondando los alrededores.
—Nosotros te ayudaremos con todo lo que podamos— Jimin abrazó a Tae, quien seguía temblando.
—Además estás haciendo esto que te lastima tanto por nosotros— Jungkook se unió al abrazo —nos proteges, nosotros haremos lo mismo, de algún modo vamos a recuperar tu ánimo — regaló la mejor de sus sonrisas al mayor quien terminó llorando y temblando aún más.
—¡Muchas gracias!— Tae los abrazó más fuerte — Gracias por ser mis amigos. Estaría perdido sin ustedes — sollozó con más fuerza.
Los contrarios se limitaron a acariciar su espalda y continuar con el abrazo, reconfortándolo.
Yoongi veía enternecido la escena. Esos tres muchachos eran extraños, sin duda se amaban también. Esa cualidad de los humanos de amar de distintas formas era algo que siempre le había llamado la atención.
Ahora estaba más decidido a proteger eso a toda costa, porque el peligro se estaba aproximando. De algún modo tendría que contarles, pero aún no era el momento. Primero debían recobrar la fortaleza de Tae, al menos un poco.
Jin estaba nuevamente en el crisantemo con las manitas estrujando su pecho.
—Tae, te extraño tanto— soltó en un sollozo — ¿Realmente me olvidaste? — las lágrimas volvían a salir, dejando esos hermosos ojos más hinchados cada vez.
Cansado de tanto llorar, volvió a quedarse dormido sobre la flor.
—Esto no puede seguir así— Hoseok lo recogió como todas las noches para llevarlo a su capullo.
Al colocarlo dentro del capullo para que descansara, volvió a notar que la temperatura del unicornio estaba descendiendo.
—¿Cómo hago para ayudarte?— Hoseok sentía una opresión en su pecho — me duele verte así, pequeño— una lágrima cayó por su mejilla — Voy a averiguar qué está pasando y si descubro que ese humano realmente te ha olvidado, no respondo por mis acciones.
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Holis 🥰 les traigo un capítulo cortito pero necesario 😊
La pregunta del día.
Les gusta el café?
A mí me gusta, pero no puedo tomarlo porque me hace daño 😅
Las amo 😘💜 cuídense lindas, nos vemos mañana 💜
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