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Después de ese día en que Tae pidió su deseo, hizo todo lo posible por estar más tiempo con Jin, fortaleciendo más el lazo que los unía.
Pese a que el bullying a su grupo siguió y siguió, Tae seguía manteniendo su alma imperturbable, y sin darse cuenta también la de sus amigos. Así, los años pasaron.
Los tres amigos seguían juntos. Jungkook había dejado el canto por practicar boxeo y defensa personal, debido a los ataques que cada día se incrementaban. Él era el único que respondía a los golpes.
Jimin prosiguió con la danza. Se convirtió en el mejor de su colegio siendo el representante para varios concursos intercolegiales.
Taehyung se apasionó con la fotografía. Aún no pertenecía a ningún club, pero desarrolló esa habilidad al estar en compañía de su unicornio, y le encantaba llenar su habitación de todas esas fotos.
Ahora Tae y Jimin estaban en primer año de preparatoria.
—¡Presiento que este será un gran año! — decía eufórico Jimin mientras abrazaba a sus dos amigos y se colgaba de sus cuellos. Los tres estaban rumbo a su primer día de clases. Un nuevo año escolar había comenzado.
—¡No puedo creer ya están en preparatoria!— dijo Jungkook mirándolos divertido— Aunque Jimin parece de primaria — se burló revolviendo los cabellos del mayor.
—¡Tú tampoco eres tan alto! — se quejó Jimin lanzando la mano del menor con gesto de enojo fingido —Aún sigo siendo más alto que tú—
—¡Pero yo aún tengo 14! Recién me dará el estirón— lo retó con la mirada —Tú ya no vas a crecer — Jungkook estalló en risas.
—Mochi aún tiene esperanzas para crecer — Taehyung, levantó los ánimos como siempre.
—Lo dice el más alto de nosotros — los contrarios lo miraban entrecerrando los ojos.
—Mi abuelita dice que cuando cumplimos 16 algo genial se manifiesta en nosotros. Esto puede ser crecer desmesuradamente o cambiar drásticamente nuestra voz o adquirir algún otro talento que marque nuestras vidas — Tae explicaba lo que recientemente su abuelita le repetía cada día.
—Tu abuelita es muy sabia, ¡así que voy a confiar en que este año creceré más! — Jimin recobró el ánimo.
—¡Woo, entonces yo quiero hacerme más fuerte!— respondió el menor lanzando golpes al aire.
Sus dos amigos estallaron en risas. Al parecer, Jungkook había sólo crecido físicamente, porque aún lo veían como un pequeño niño rebelde.
—Prometan que si Yonsun y sus rufianes los vuelven a molestar, me lo dirán de inmediato — Jungkook cambió el tema porque no podía negar que estaba preocupado por sus amigos, pues estarían en diferentes colegios.
—No te preocupes, Kookie. Ya estamos en preparatoria. No creo que ellos singan con cosas tan infantiles — respondió Tae restándole importancia.
—Además nuestra preparatoria está al lado de tu colegio — Jimin le guiñó un ojo —Estamos aún cerca, a sólo un muro de distancia— golpeó el hombro del menor tratando de transmitir un poco de paz.
—Lo sé, pero igual estoy preocupado — puchereaba Jungkook.
—Entonces para que todos estemos más tranquilos y seguros, quedemos en que Kookie nos vendrá a recoger todos los días — Tae soltó la idea parándose frente a sus amigos.
—Eso me gusta, ¡así los voy a proteger porque ustedes siguen sin defenderse! — Jungkook los golpeó cariñosamente en los brazos.
—Ya, ya. Sabes que eso no es lo nuestro — Jimin se sobó el brazo golpeado.
—Nos vemos a la salida — Tae y Jimin se despidieron del menor.
—Esperemos quedar en el mismo salón— Jimin pidió. Pese a que no estaba de acuerdo con la violencia, se había prometido cuidar de Tae y ahora ya no tendrían la ayuda de Jungkook como antes. Por lo tanto, Jimin quedaba a cargo.
—Este año será muy importante— Hoseok se acercó a Jin, quien estaba ayudando a un conejito con una herida en su patita.
—¿Ah sí? ¿Por qué?— respondió el unicornio sin dejar de atender al animalito.
—¿No te dijeron? En el solsticio de invierno cumplirás la mayoría de edad. Para un espíritu como tú, eso significa que la madre luna te brindará un poder en especial, o puede que alguno que ya tengas se hará más fuerte. Además que toda tu fuerza espiritual en sí va a incrementar en demasía — Jin lo miraba asombrado, nadie le había explicado eso, ni siquiera Namjoon —Nosotros prepararemos una ceremonia para ese día— los ojos del unicornio estaban brillando, se sentía emocionado, deseaba poder contarle a Tae de inmediato y también pedir que ese día lo acompañara — Ah, y por si acaso, los humanos NO están permitidos— el Kitsune enfatizó la negativa adivinando los pensamientos del pequeño, ganándose una miraba de tristeza.
—¿No podré invitarlo? — bajó la mirada sintiéndose triste por no poder compartir algo tan importante para él con la persona que era tan importante en su vida.
—No podrás. Pero no estés triste, no lo verás sólo un día. Estoy seguro que después de eso volverán a estar como garrapatas pegadas el uno al otro— bufó haciendo que Jin se sonrojara por ese comentario.
Yoongi estaba como siempre vigilando a Jimin en sus ensayos de baile. Todos esos años había estado haciendo que esos muchachos malandrines los molestaran.
No eran peleas muy fuertes, pues su plan era subir de a poco los ataques vigilando siempre el estado de sus almas. Y había conseguido contaminarlas un poco. El menor de esos tres era el que estaba más cerca de su objetivo, pero a quien ahora Yoongi observaba ensayar no había cambiado demasiado pese a que era el que recibía la mayoría de los ataques.
Eso lo llevó a vigilarlo más para encontrar sus debilidades, pero por alguna razón no las hallaba, o no las quería ver.
—¿Por qué no cambias? — pensaba Yoongi siguiendo con su mirada al dueño de los movimientos más hermosos que sus ojos habían visto antes.
Yoongi no se había dado cuenta, pero desde hace un tiempo se quedaba horas viendo los ensayos de Jimin, y caía poco a poco en sus encantos. Esos movimientos tan finos lo habían envuelto en su magia. Por lo mismo sus “ataques” a través de esos malandrines habían descendido en intensidad. De grandes golpes, fuertes peleas, a ahora simplemente robarles el dinero, lanzarles agua, ocultarles las tareas, o cosas así. Inconscientemente, Yoongi no quería hacerle más daño a quien lo maravillaba con sus bailes y su corazón imperturbable.
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Holis 🥰 les traigo el capítulo de hoy
La pregunta del día.
¿Alguna vez defendieron a alguien que estuviera sufriendo bullying?
Yo sí y me sentí muy bien, pero no lo hice con violencia eh? sólo les grité y los empujé 😅
Gracias por el apoyo
Las amo 😘💜
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