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🦄 18 🦄

La semana pasó sin más percances. Las heridas de Jimin sanaron a tiempo para su presentación. Jimin, Jungkook y Taehyung se quedaron juntos todo el tiempo que pudieron, y por eso Tae no logró ir a visitar al pequeño unicornio para no separarse de ellos y cuidarse entre todos.

Estaban en el último día de la semana de ciencias, el día de las presentaciones en el pequeño auditorio del colegio. Taehyung estaba muy emocionado de ver a sus amigos desenvolverse en lo suyo. Con cámara en mano estuvo expectante a todo. Jungkook fue el primero en presentarse junto con el coro del colegio. Pese a ser el menor de todos ellos, era la voz principal, y dejó a todo el público enamorado de su increíble talento.

Cómo último acto estaba la danza del club de baile de Jimin. Los nervios de Tae lo estaban carcomiendo y seguro que Jimin estaba peor. Taehyung estaba preocupado de que esos golpes en su espalda hubieran dejado secuelas en el cuerpo de su amigo.

El acto de Jimin empezó. El solo de abanicos fue impresionante y dejó sorprendidos a todos los presentes. El grupo terminó con la presentación impecable. El público se levantó conmocionado aplaudiendo eufórico. Jungkook y Taehyung estaban orgullosos de su amigo.

El día terminó bastante bien para todos, y felices volvían a sus casas.

—Jimin estuviste bárbaro— Jungkook le dio un golpe en el hombro.

—¡Si! ¡Estuviste impresionante! — Tae se sumó a los golpes de felicitaciones entre ellos.

—Ya basta, chicos — respondía Jimin levemente sonrojado —Kookie también se lució— trataba de distraerlos.

—Ambos estuvieron grandiosos, hicieron que se me ponga la piel de gallina— Taehyung hacía extraños movimiento haciendo reír al par.

—Somos grandiosos— Jungkook inflaba el pecho — más cuando estamos juntos— todos de abrazaron siguiendo su largo camino cuesta arriba hacia sus casas.

—¿Pero no extrañas a tu pequeño unicornio? Esta semana no pudiste ir a verlo — Jimin cambió el tema de conversación, pues nunca fue bueno lidiando tantos elogios.

— Lo sé — Tae cambió su gesto inmediatamente — lo extraño y mucho.

—¡Pues vamos a darle una sorpresa!— Jimin jaló de ambos causándoles sonrisas.

—Pero es tarde, Jiminnie— se quejó Tae.

—Sera un momento, además vivimos cerca — les guiñó el ojo.

No hubo más problema. La verdad Tae se moría de ganas por ir a ver a Jin y si sus amigos estaban predispuestos a acompañarlo, entonces él no se negaría.

Corrieron como cuando eran más pequeños, subiendo la montaña, llegando al arco donde Jin siempre lo esperaba.

Aunque esta vez él no estaba en el lugar.

—Él no sabía que vendríamos— Jimin intentó consolar a Tae que parecía decaído.

—Es verdad, ¿no hay un modo de llamarlo?— Jungkook preguntó husmeando dentro de todas las flores del lugar.   

—Nunca lo había pensado— confesó Tae mirando hacia la nada —siempre estaba acá esperándome, así que no se me ocurrió —

—No es momento de ponernos tristes, vamos a buscarlo— Jungkook los animó.

—Pero no podemos entrar sin su permiso— Tae dijo.

—Exacto y ¿si nos perdemos? — Jimin le dio la razón a Tae.

—Eso no pasará, Tae estuvo todos los días acá por varios años ¿no? Es seguro que lo conoces muy bien — dijo Jungkook.

—Puede ser que sí, pero no me gusta entrar sin ser invitado— Tae tenía miedo por algún motivo de entrar sin alguien que lo invitara. Esa tierra era sagrada, no quería hacer enojar al dios que la protegía.

En ese momento, un Kitsune salió de entre los arbustos asustando a los tres muchachos.

—Eres más correcto de lo que pensaba — Hoseok se puso de pie sobre el gran arco haciendo lucir sus ahora seis colas, con el pelaje blanco más resplandeciente dejando anonadados a los chicos— Aunque haya uno acá que no lo es tanto —retó con la mirada al menor de todos quien tragó fuerte debido al miedo que esa mirada le causó — si no fuera porque Jinnie es muy importante para mí, no les estaría ayudando. Síganme— añadió sin más, yendo al interior del bosque.

Los muchachos que aún estaban en shock, lo siguieron. Nunca antes habían visto a un Kitsune, al menos no en vivo y en directo. Éste era bastante impresionante, con una aura poderosa e intimidante.

—Deja de penar tanto que me provoca náuseas. Mira quién te vino a visitar— habló el Kitsune después de una larga caminata por el bosque hasta llegar a orillas de un hermoso lago.

Tae vio a Jin sentado en una pequeña roca a orillas del lago. Los rayos del ocaso lo hacían ver más brillante, con esos tonos naranjas y violetas que resaltaban en su piel blanquecina. Ambos chocaron la mirada y corrieron al encuentro del otro con los ojos al borde de las lágrimas. Se abrazaron sintiendo al fin paz en sus corazones.

Jin se aferraba todo lo que podía con sus pequeñas manitas al cuello de Tae. Éste apoyaba suavemente su mejilla en el pequeño unicornio acariciándolo dulcemente con una mano. No había palabras, solamente el fuerte deseo de no volver a separarse nunca.

A lo lejos, los demás quedaron enternecidos con la escena.

—No tienen remedio — bufaba el Kitsune —mejor dejémoslos solos. Venga, vámonos— llamó a los dos muchachos, llevándolos a un jardín de flores lejos de la pareja.

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Holis 🥰 volví de mi pequeña Hiatus.

Mucho trabajo en la vida real 🥺🤧

Espero brindar un poco de magia a la suya para sobrellevar mejor nuestra situación actual 🥰

La pregunta del día
¿Cuál personaje de la historia desearían poder ser?

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