Capítulo 3: El inicio de una nueva vida con el pequeño Sekiryuutei
(Residencia Hyodou)
Una escena curiosa se desarrollaba en la sala de la mansión de los Hyodou. Anteriormente había aparecido un pequeño Issei en la puerta de la casa y Rias y Akeno lo recibieron a la vez que llamaron a los demás por tan esplendida noticia. Y Ddraig se encargó de confirmar que era Issei en verdad.
La sorpresa se hizo presente en todos los que estaban en el lugar una vez que se reunieron con el pequeño castaño.
Pero las cosas se pusieron tensas cuando el castañito, en toda su inocencia, pregunto quieren eran los que estaban presentes, salvo por sus padres claro está.
Esto solo hizo que todas las chicas presentes de su harem quedarán devastadas pues ahora Issei no las recordaba.
Aunque… eso no era lo que tenía atentos a los presentes en este momento…
*Boing*
*Boing*
*Squish*
*Squish*
"Kyah!"
"¿Qué son estos globos?"
"Ara, ara, esto me está emocionando… mucho"
Ya que ante los ojos de los presentes se estaba desarrollando una escena por demás extraña con un pequeño Issei amasando los pechos de una Irina que estaba totalmente roja mientras que gemía al sentir las manos del castañito que se movían con genuina curiosidad que solo un infante puede hacer.
Y no está de más decir que las otras chicas estaban sumamente celosas por lo que estaban viendo, aunque Akeno tenía un sonrojo en su rostro mientras veía con su típica expresión de onee-san.
Y los adultos presentes veían con distintas reacciones:
Michael se tapaba los ojos con sus manos para evitar ver esa escena tan erótica y más considerando que era a una miembro de su facción la que estaba en tal situación.
Sirzechs solo veía con una sonrisa, aunque una de sus cejas temblaba y la razón era simplemente porque su hermana no era la que estaba recibiendo esos "cariñitos" de Issei.
Azazel solo veía con una sonrisa de orgullo la acción de Issei, aunque también estaba algo celoso…
'O si claro, el pequeño castaño lo hace y resulta tierno, pero yo quiero hacer lo mismo con alguna otra mujer y me dan una patada en las bolas'
Eran los pensamientos del caído…
Y el padre de Issei veía con una expresión de puro orgullo a su ahora rejuvenecido hijo. Tenía una gran sonrisa mientras lágrimas masculinas bajaban por sus ojos y solo le daba un pulgar arriba a su hijo.
Y la madre de Issei…
*Pum*
"Ouch"
Solo le dio un fuerte zape a su esposo mientras lo veía con una expresión exageradamente dulce y que solo prometía dolor.
Ahora los tres líderes de las facciones sintieron un escalofrío al ver a la señora Hyodou, la cual mantenía aún su sonrisa y se acercaba de manera peligrosa a donde estaban su pequeño hijo y la castaña de coletas la cual tenía un sonrojo marcado y un pequeño hilo de saliva que salía de sus labios.
Las demás chicas vieron esto y sus rostros adoptaron un tono azul que simbolizaba temor. Hasta Akeno se puso nerviosa y eso que ella era la sádica.
*POW!*
"Kyah!"
"Aléjate de mí retoño, pervertida"
Y en un rápido movimiento la madre de Issei le soltó un poderoso golpe a Irina y la enterró en el piso mientras un chichón comenzaba a aparecer en la cabeza de la creyente de la iglesia al mismo tiempo que tomaba al pequeño castaño entre sus brazos.
Todos veía con una gran gota de sudor la acción de la señora Hyodou.
'¿Es que acaso ya se le olvidó que Issei era el pervertido?' Era el pensamiento de todos los presentes.
Bueno, menos de Irina que estaba noqueada en el piso.
"Mi pequeño Issei, ¿Qué te parece si te doy un baño?" preguntaba la madre de Issei al pequeñín que asentía gustoso.
"Si!"
"Bien, entonces vamos" decía la matriarca Hyodou mientras veía a los líderes con una mirada seria "Ya pueden retirarse, no necesito que se interpongan en mi tiempo de calidad con mi pequeñín" decía con una seriedad muy marcada.
Un nuevo escalofrío recorrió la espalda de los líderes quienes solo asintieron y activaban sus círculos mágicos.
"Bueno, yo me retiro, debo avisarle a los demás sobre el regreso de Issei-kun" decía Sirzechs mientras desaparecía.
"Yo también debo avisarle a Gabriel para que deje de estar triste" decía Michael.
"Yo también ya me voy, debo localizar a Val y decirle que su rival volvió… aunque me intriga el pensar cómo reaccionaría al saber que es un niño ahora" decía por último Azazel mientras también se marchaba dejando solo a los Hyodou, el pequeño Issei y las chicas en la sala.
"Bien, es hora del baño Issei-chan" decía la señora Hyodou con una gran sonrisa mientras comenzaba a marcharse y llevaba de la mano al pequeño Issei.
"Un momento okaa-san" pero el andar de la castaña mayor fue detenido por Rias.
"¿Qué pasa Rias-chan?" preguntaba la mujer con una sonrisa.
"Si gustas yo puedo darle el baño a mi Ise" decía Rias con una sonrisa.
"Un momento Rias-onee-san, yo quiero darle el baño a Issei-san" intervenía Asia haciendo que Rias adoptara una mueca de disgusto.
"Un momento Asia, te recuerdo que soy tu rey y tengo prioridad para pasar tiempo al lado de mi lindo Ise" decía con autoridad la pelirroja haciendo que las demás chicas se molestaran, salvo por Irina que seguía noqueada.
"Ara, ara, eso es hacer trampa Rias" decía Akeno con su típica sonrisa "Issei-kun es mi pequeño kouhai, ahora más que nunca, así que yo como su onee-san debería ser la que le dé su baño"
"No lo harás Akeno, yo me bañare con él" decía Xenovia decidida "El futuro padre de mis hijos debe pasar tiempo de calidad con la futura madre de sus hijos después de todo" la peli-azul de mechón verde decia con una sonrisa de superioridad.
Los comentarios de las chicas comenzaban a molestar a la señora Hyodou quien solo mantenía una sonrisa dulce en su rostro, pero las chicas la ignoraban al seguir discutiendo entre ellas.
"Alto ahí, yo como su representante tengo que pasar más tiempo al lado de mi protegido" decía Ravel, pero luego se puso roja "N-no es co-como si quisiera bañarme con Issei-sama" y volvía la Ravel tsundere.
"U-un mo-momento, yo soy la mayor de entre nosotras" decía Rossweisse con un sonrojo notable "Y sé lo que planean así que seré yo la que bañe a Issei. No permitiré que le hagan cosas pervertidas a Issei"
"No, Issei-senpai no necesita que unas vacas lecheras lo ahoguen en el baño con esos globos super inflados" decía Koneko con celos en su voz viendo los voluptuosos de las demás chicas en comparación a los suyos "Yo me bañare con Issei-senpai, él no necesita ser corrompido por esas bolsas de grasa"
Las palabras de Koneko hicieron que una vena apareciera en las frentes de las demás chicas, excepto Irina que seguía noqueada.
"Ara, ara, eso fue muy grosero Koneko, debería darte un correctivo fufufu" decía Akeno mientras pequeñas chispas salían de sus dedos.
"Eso fue muy grosero Koneko-chan" decía Asia con un puchero.
"Usted no se preocupe Asia-san, ni siquiera tiene pechos tan grandes como las demás" decía Koneko con su típica inexpresividad.
"Eso es peor!" decía Asia ahora con ojos llorosos.
"Vaya Koneko, sí que eres viciosa cuando te lo propones" decía Xenovia cruzando sus brazos y poniéndolos debajo de sus pechos haciendo que se vieran más grandes, cosa que hizo que Koneko se molestara y una vena hinchada apareció en su frente al ver como rebotaban los magumbos de la peli-azul de mechón verde.
"Vacas lechera… todas vacas" decía Koneko con molestia y en un movimiento rápido se acercó a donde estaba el pequeño Issei el cual solo veía todo con una tierna curiosidad infantil mientras que su madre estaba a punto de explotar por la discusión de las chicas.
Le nekoshou peliblanca tomó a Issei y lo abrazaba como si de un peluche se tratara. Ayudaba que Issei fuera más pequeño que Koneko por lo que la cabeza de la chica sobresalía mientras el castañito estaba recargado sobre sus (inexistentes) pechos.
"Issei-senpai no necesita de sus pechos inflados, los pechos grandes no simbolizan la felicidad de un hombre" decía la nekoshou mientras aumentaba el agarre en Issei.
"Suficiente Koneko, si no mal recuerdas a mi Ise le encantan los pechos grandes, ¿verdad, Ise?" decía la pelirroja con una sonrisa confiada mientras se inclinaba para ver a Issei y sus enormes pechos rebotaban de manera provocativa.
"Los pechos grandes podrán llenar la mano de un hombre" decía Koneko con un tono serio "Pero los pechos pequeños llenan el corazón de un hombre!" decía con convicción la peliblanca.
"Ne, neko-onee-san" decía Issei girándose para ver a Koneko la cual lo veía con un pequeño sonrojo por lo tierno que se veía.
"¿Qué pasa Issei-senpai?" preguntaba Koneko mientras su imaginación comenzaba a proyectar una escena y a jugarle una broma…
(Imaginación de Koneko)
"Koneko-onee-chan" decía el pequeño castaño con una mirada de esperanza mezclada con una de temor.
"¿Qué pasa Issei-otouto?" preguntaba Koneko con una mirada de amor.
"Koneko-onee-chan, protégeme de esas malvadas que me quieren corromper" decía el pequeño con una voz temblorosa "Quieren ahogarme con sus enormes bolsas de grasa"
Al momento de decir eso Issei se giraba para ver hacia donde se encontraban las demás y se podía ver a las demás chicas del séquito Gremory, más Irina y Ravel, con apariencias "terroríficas"…
Cuando en realidad solo tenían trajes de payasos y estaban mal maquilladas, además de que sus pechos tenían un tamaño irreal y se la pasaban gritando "pechos, pechos" como si fueran Pokémon…
Vaya que la imaginación de Koneko era extraña…
"No te preocupes Issei-otouto, tu onee-chan te protegerá de esas malvadas" decía Koneko mientras abrazaba a Issei y lo hundía en sus (inexistentes) pechos.
"Gracias Koneko-onee-chan!" decía el pequeño "Solo necesito a mi Koneko-onee-chan para ser feliz, no necesito pechos grandes para ser feliz" el castañito tenía una gran sonrisa.
(Fin de la ilusión de Koneko)
"Neko-onee-san" decía Issei con un tono algo incómodo.
Koneko salió de su trance y veía a Issei el cual seguía con su expresión de incomodidad.
"¿Qué pasa Issei-senpai?" preguntaba la nekoshou peliblanca.
"Tus costillas me lastiman…"
"…"
…
…
…
La sala se sumergió en un silencio extraño hasta que…
"Pfft… JAJAJAJA!"
Xenovia explotaba en una carcajada.
Y Koneko quedo en shock por lo que dijo Issei.
"¿Qué fue… lo que dijo… Issei-senpai?" preguntaba la loli sin creer lo que escuchó.
"Tus costillas me lastiman onee-san" decía con una mueca el castañito "Puedo sentirlas en mi cabeza y duelen" la inocencia con la que lo decía Issei fue fatal para Koneko quien lo soltó y cayó de rodillas mientras murmuraba cosas inentendibles.
"Toma eso tabla neko! Eso fue por ser grosera!" sorprendentemente fue Asia quien dijo eso.
Koneko solo se puso en posición fetal.
"No me rendiré… demostrare que las planas también podemos triunfar" susurraba la nekoshou mientras Akeno la picoteaba con un palito que quien sabe de dónde sacó y Xenovia no paraba de reír al momento de que Asia seguía con un puchero y las demás chicas veían con una sonrisa nerviosa.
Salvo por Irina que seguía noqueada.
"Chicas" pero de repente todo se detuvo cuando escucharon a la señora Hyodou hablar con un tono de voz monótono.
Todas se tensaron y se giraron para ver a la castaña mayor. Incluso Irina se tensó de manera inconsciente, pero seguía en el mundo de los sueños.
"Sé que ustedes quieren y mucho a mi hijo, pero él ahora es un pequeño inocente y no dejare que ninguna de ustedes se aproveche de su pureza, ¿me escucharon?" decía la castaña con una mirada seria.
"…" pero ninguna chica contestaba.
"He dicho, ¿Me. Escucharon.?" Repetía la pregunta la señora Hyodou con un tono que hasta le helaría la sangre a Serafall.
"H-hai o-okaa-san" decían todas en posición seiza y temblando ligeramente.
Hasta la inconsciente Irina temblaba.
"Bien, en ese caso mi pequeño retoño y yo nos retiramos" decía la señora Hyodou tomando de la mano al pequeño Issei el cual ignoraba todo lo que había pasado "Vamos Issei-kun, es hora de tu baño" decía con un tono alegre la señora Hyodou.
"Hai okaa-chan!"
"Oh mi bebé"
Y así madre e hijo se retiraron en dirección al baño dejando a las chicas en la sala.
"Pero… yo quería bañar a mi Ise" decía Rias con tristeza.
"Ara, ara, yo también quería bañar a Issei-kun…" decía Akeno con su sonrisa.
"Lo sé" todas las demás (menos la noqueada) decían.
"Y también enseñarle una cuantas… cosillas a Issei-kun" decía con un tono sensual Akeno lamiéndose uno de sus dedos.
"Akeno!" gritaban todas (menos la noqueada).
(Cambio de escena – baño principal de la mansión Hyodou)
"Y listo, ya estás limpio mi pequeño" decía la señora Hyodou la cual llevaba una toalla que cubría su cuerpo y otra que envolvía su cabello.
"Gracias okaa-chan" respondía contento Issei.
"Ahora ve a la tina"
"Si okaa-chan" decía el pequeño mientras se dirigía a la tina "Ne okaa-chan"
"¿Qué pasa hijo?"
"¿Cuándo se volvió grande la casa?" preguntaba el pequeño.
"Hace tiempo mi pequeño"
"Ah, me gusta la nueva casa" decía con una sonrisa el castañito.
"Me alegra escuchar eso mi bebé" la señora Hyodou decía con una sonrisa mientras se acercaba también a la tina cuando de repente.
*Creck*
La puerta se empezaba a abrir dejando ver a una pelirroja la cual solo tenía una toalla cubriendo su voluptuoso cuerpo.
"Con permiso" decía Rias con una sonrisa "Ise, tu querida Rias-chan está aquí para bañarse contigo"
La pelirroja avanzaba con una sonrisa mientras tenía los ojos cerrados.
*Thump*
Pero Rias terminó por estrellarse con algo haciendo que abriera los ojos encontrándose con una sonriente señora Hyodou.
"Hola Rias-chan, ¿qué estás haciendo aquí?" preguntaba la castaña con una dulce sonrisa.
"O-okaa-san yo s-solo venía a to-tomar un baño con Ise" decía con nerviosismo Rias.
"Creo que fui muy clara cuando dije que yo me encargaría del baño de Issei-kun" decía con una sonrisa la castaña.
"Pero… pero… yo… él… mi… prometido…" trataba de decir la pelirroja.
"Nada Rias-chan, ándale, ándale, vas para afuera" la castaña mayor decía mientras sacaba a Rias del baño.
*Thump*
Y cerraba la puerta en cuanto logro sacar a la pelirroja.
*Toc* *Toc*
"Okaa-san déjame entrar por favor, quiero bañarme con mi Ise" se escuchaba la voz de Rias desde fuera del baño.
"Nop" contestaba la madre "No dejare que ninguna de ustedes vuelva a mi pequeño en un pervertido"
"Okaa-san!"
(Cambio de escena – En la noche en la habitación de Issei)
"Y listo, ya estás bien arropado" la señora Hyodou cobijaba a Issei mientras este tenía una expresión cansada. "Buenas noches mi pequeño"
*Chuu* y la señora Hyodou le daba un beso en al frente al pequeño.
"Buenas noches okaa-chan" decía el pequeño bostezando y cerrando sus ojos.
La castaña mayor salía de la habitación y cerraba la puerta con cuidado y al momento de girarse se encontró con todas las chicas, Ravel e Irina incluida, aunque esta última tenía un curita en su cabeza. cada una llevaba puesta su pijama y tenían consigo una almohada.
"Chicas" decía con seriedad la castaña "¿Ocupan algo?" preguntaba la castaña mayor.
"Emm… venimos… venimos a dormir con Issei-sama" decía Ravel con nerviosismo.
"Que dulce, pero me temo que no se podrá" decía la señora Hyodou.
"Pero okaa-san" intentaba hablar Asia.
"Lo siento Asia-san, serás mi hija preferida y todo…"
"Hey!"
"Okaa-san!"
"Eso duele okaa-san"
"Pero en estos momentos mi pequeño Issei-kun es un niño inocente y muy tierno y no me voy a arriesgar a que ustedes lo corrompan" decía la matriarca Hyodou con seriedad.
"Pero okaa-san" intentaba hablar Rias.
"Pero nada, ahora vayan a sus habitaciones"
Las chicas estaban reacias a ir a sus alcobas hasta que vieron que la señora Hyodou tenía en su mano una pantufla lo cual asustó a las todas las chicas sin excepción.
´La chancla!´ era lo que pensaban las chicas viendo con temor el arma más mortífera de todas.
Así que sin más todas se fueron a sus habitaciones, aunque tristes por no poder dormir al lado del pequeño castañito para poder consentirlo y pervertirlo… cuidarlo!, si, cuidarlo y pasar una noche tranquila durmiendo y no corrompiendo al niño.
…
…
…
…
…
Continuara…
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