En cuanto puse un pie fuera de aquel taxi corrí sin detenerme, el miedo estaba presente, y es que quizás sería la última vez que vería a la persona más importante para mí con vida.

— ¿Usted es familiar? —solo asentí el nudo en mi garganta y mis ganas de llorar impidieron responder de otra manera.

Realmente los hospitales no me gustan, pero era necesario estar aquí ahora. Abrí la puerta marcada con el número 305, ahí estaba, solo un par de metros me separaban de sus brazos.

— ¿Has venido? — me acerque a ella, su voz era tan débil, su mirada era tan triste...sin duda presentí que se acercaba el final.

— ¿Cómo no hacerlo mamá? — ¿en qué momento la hermosa mujer que preparaba mi desayuno llego a estas circunstancias?

Sujete su delicada y casi esquelética mano, con mi mano libre acaricie su mejilla secando el par de lágrimas que resbalan desde sus ojos hasta tocar mis dedos.

—Morir es duro, pero no tengo miedo de irme, estaré bien YoonGi. Ya no te preocupes por mí, has pasado tanto tiempo cuidando de mí, es hora que disfrutes de tu vida.

—No digas esto mamá.

—No permitas que nadie te haga daño. Se fuerte y lucha por tus sueños. Te amo YoonGi...

El estremecedor sonido del electrocardiograma no se hizo esperar, mi piel se erizó y un escalofrió recorrió mi cuerpo, fue inevitable contener más mi llanto.

—Yo también Te Amo mamá – Puede escuchar la puerta abrirse y personas entrando a la habitación.

—Tiene que salir de aquí. —una enfermera me tomo del brazo dirigiéndome hacía la puerta.

Intente calmarme, pero ¿Cómo sería eso posible?...Me senté fuera de la habitación esperando noticias, noticias que tenía miedo escuchar.

— ¿Qué sucedió? ¿Tu madre está bien? —reconocería esa voz en donde sea, gire mi rostro y me encontré con el rostro de la persona que más odio en esta vida.

— ¿A qué viniste? ¿Has traído a tu zorra y a tu pequeño bastardo? —me puse de pie molesto encarándolo.

—Joven Min, lo siento, su madre... su madre no lo logro. —el doctor agacho la cabeza apenado retirándose.

Mi mundo se derrumbó... ¿Qué sucederá?

—Hijo... Yo...—poso su mano en mi hombro

—¿Qué? ¿Lo lamentas?... —reí sarcástico— ¿Por qué no mejor te largas y dejas de joder?

—Mejor vete tú, yo me haré cargo de todo, ve a casa.

Solo me gire y me fui de ahí, si me quedaba no sabría qué hacer, era mejor que él lo resolviera.

Mientras salía del hospital coloque la capucha de mi sudadera y metí mis manos en mi sudadera sacando una cajetilla de cigarrillos, coloque uno en mis labios y lo encendí. ¿Sería lo suficientemente valiente para seguir sin mi madre?

Llegue a casa después de un par de horas, después de todo el lugar donde me invadirían los recuerdos era en casa... Al entrar a casa, mire directamente a la sala, esperando que mamá estuviera ahí, viendo televisión esperando a que llegara de la universidad, esta vez no sería así, solo mire el viejo y solitario sofá. Arrastre mis piernas hasta ese sofá, me senté meditando todo lo que había sucedido este día.

Pasó una semana en la que me aislé del mundo, pase los días enteros sumergido en mi habitación, perdí la noción del tiempo, así como perdí la importancia de alimentarme. No quería que nadie me molestara, quería estar solo.

  ...

Lo golpes de la puerta me sacaron de mi pensamientos, me dirigí a abrir.

— ¿Qué haces aquí? No tienes derecho a estar aquí. Vete. —quise cerrar la puerta pero no me dejo, puso su pie evitando que la puerta se cerrara por completo.

—Solo déjame hablar. No es bueno para ti estar solo, aquí, en esta casa tan grande. Hijo, ven a vivir con nosotros, Young Mi y tu hermano JiMin están de acuerdo en ello.

— ¿En serio piensas que iré a vivir contigo y tu horrenda "familia"?

Ese hombre estaba loco si cree que aceptare su propuesta, ir a vivir en la casa de esa mujer...la mujer que llego a la vida de mi padre 2 años después de que yo nací, y no conforme con eso, esa zorra dio a luz a su pequeño bastardo que dicen es mi hermano, definitivamente no iré a ese lugar.

—O ¿prefieres que nosotros vengamos a hacerte compañía? ¡Solo mírate! ¿Qué sucede contigo, al menos te has dado una ducha?

— ¿No hay una tercera opción?

Hice mis maletas, mi "padre" pasaría por mí a las 9:00 am así que tenía que estar listo, en algo tenía razón, si me quedaba solo en casa, sería casi imposible soportar la perdida de mamá. Mi padre se estacionò enfrente del pórtico de mi casa, tome mis maletas, y salí. 

Durante el camino, no hubo ninguna palabra, no quería tocar el tema de mi madre, ni tampoco quería decir cuánto odiaba que él estuviera indiferente con este asunto.

Por fin llegamos a su casa, la zo... es decir Young Mi y JiMin esperaban en la puerta principal, me arrepentí de esta decisión cuando mire la sonrisa tan molesta de ese bastardo. Aún estoy a tiempo de salir corriendo ¿cierto?

— ¡Hyung! —corrió hasta a mí con los brazos abiertos. Claro solo lo ignore... ¡es tan escandaloso! Que fastidio.

—YoonGi, te mostrare tu habitación, acompáñame, tu habitación está en el piso de arriba—la madre del chico poso su mano en mi hombro.

Entramos era una casa linda, grande, muy espaciosa, el tapiz de la sala, era rojo, un rojo tan profundo como la sangre. Mientras la señora me guiaba escaleras arriba, en el camino pude observar fotos familiares, se veían tan felices... esa felicidad nos pertenecía a mamá y a mi desde que yo era pequeño.

—Esta será tu habitación, entra y acomoda tus cosas, si necesitas algo no dudes en pedirlo.

—Hyung, mi habitación está al lado de la tuya, ¿no es maravilloso? —Ignorando a JiMin entre a mi nueva habitación, y cerré la puerta en su cara.

★Mi pequeño Hermano★