Gregory se sintió solo. 

Más solo de lo que se había sentido en mucho tiempo. 

En algún momento de la noche, se despertó y simplemente no pudo volver a dormir.

 Hace unos meses, Gregory nunca hubiera llorado por estar solo. 

Estar solo solía ser algo bueno. 

Significaba que estaba a salvo. 

Ahora, significaba lo contrario. 

Estar solo era terrible. 

Debatió si debería llamar a Vanessa.

 Sin embargo

 ¿Qué ayudaría ella? 

Su reloj marcaba las 5:30. Vanessa estaría fuera en media hora, entonces finalmente tendría compañía.

El suave resplandor de la televisión iluminaba la habitación. 

Gregory no reconoció el programa que estaba pasando, no es que lo estuviera viendo de todos modos. 

Acercó sus peluches a su pecho y miró hacia el techo.

Gregory se sintió aliviado cuando finalmente escuchó una llave en la puerta principal.

 Vanessa finalmente estaba en casa. 

Se sentó en el sofá para poder verla. 

Pareció sorprendida de verlo despierto. 

"Te levantaste temprano." 

Ella declaró.

"No podía dormir". 

Respondió, jugueteando con la oreja de su peluche Bonnie. 

Él se quedó mirándolo sin querer mirarla. 

Podía sentirla mirándolo fijamente. 

Se preguntó si ella podía ver lo molesto que estaba.

"Está bien, dame un minuto". 

Dijo mientras desaparecía rápidamente en su habitación. 

A qué se refería con eso, Gregory no estaba seguro. 

Reapareció unos minutos después, vistiendo una camiseta holgada y pantalones cortos.

 Llevaba lo que parecía una consola de juegos en la mano derecha y dos controladores en la izquierda.

"¿Alguna vez has jugado a Mario?"

 Le preguntó mientras conectaba la consola a la televisión.

"No." 

Gregorio dijo tímidamente. 

Siempre se avergonzaba cuando le hacían preguntas como esa. 

No llegó a experimentar cosas que la mayoría de los niños experimentan.

 Estaba demasiado ocupado tratando de mantenerse con vida.

"¡Esta bien!" 

Vanessa dijo mientras le entregaba un controlador. 

"Te enseñare."

 Gregory estaba tan confundido.

"¿No necesitas dormir?" 

Preguntó.

 Ella simplemente lo despidió.

"Puedo dormir más tarde, ni siquiera estoy tan cansada en este momento". 

Ella tranquilizó. 

Gregory no podía decir si solo estaba diciendo eso o si era verdad. 

Se sentó junto a él, con el controlador en las manos. 

"Ahora, déjame enseñarte a jugar". 

Una vez que Gregory se acostumbró a los controles, en realidad fue bastante bueno en eso. 

Él también se estaba divirtiendo mucho con eso.

 De hecho, se sorprendió riéndose y bromeando con Vanessa un par de veces. 

Se preguntó si así era ser un niño normal.

 Sin embargo, no pudo pensar en esto por mucho tiempo, ya que su juego fue interrumpido por Vanessa bostezando y frotándose los ojos.

"Creo que tenemos que terminarlo allí. Realmente necesito dormir. Pero, antes de eso, ¿ya bebiste tu aceite ?"

le preguntó.

 Gregory estaba bastante bajo de batería , pero no quería decirle eso. 

Él no quería ser una carga, obviamente ella estaba muy cansada.

"En realidad, no respondas a eso. Sé que dirás que no de cualquier manera". 

Diablos, ella era buena. 

Él la siguió gateando a la cocina mientras ella hacía un trabajo rápido haciéndole el botellón .

 En silencio

la observó trabajar desde la esquina de la cocina.

¿Hola, Vanesa? 

preguntó tímidamente. 

Dejó lo que estaba haciendo y lo miró. 

"¿Por qué decidiste ayudarme?"

 Vanessa se sorprendió por la pregunta.

"Bueno"

 dijo mientras metía mas aceite al botellón. 

"En primer lugar, te lo debo por no haber podido ayudarte esa noche ,con esa coneja loca y ese conejo amarillo raro que veía con ella. Segundo, mereces tener una buena vida, Gregory. No conozco todos los detalles de lo que te paso  ahora siendo un animatrónico y eso y también lo de tu pasado , pero sé que te mereces mucho mejor de lo que la vida te ha dado. Mereces ser feliz y te ayudaré en todo lo que pueda".

Ella le dedicó una cálida sonrisa.

 Gregory le devolvió la sonrisa. 

Definitivamente estaba empezando a calentarse un poco más con ella. 

Ella le entregó el botellón . 

"Me voy a ir a la cama ahora, chico. Ya sabes dónde encontrarme si necesitas algo. Ella revolvió el pelaje de su cabeza mientras salía de la habitación. 

En ese momento, Gregory no pudo evitar sentirse amado.

Después de un abundante desayuno, Gregory se sentía cansado. 

El insomnio de la noche anterior estaba empezando a pasar factura. 

Tal vez una siesta estaría bien. 

Vanessa estaba en casa ahora, por lo que no estaba solo.

 Además, se sentía demasiado cansado para hacer otra cosa, bien podría tratar de dormir una siesta.

 Se acurrucó en sus peluches y en cuestión de minutos se durmió.

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Estaba corriendo.

 No sabía a dónde, todo lo que sabía era que necesitaba escapar. 

Vio el coche familiar conduciendo justo detrás de él.

 ¿Cómo podría correr más rápido que un auto? 

Le ardían los pulmones, le dolían las piernas, pero siguió adelante. 

El coche estaba junto a él ahora, conduciendo lentamente con la ventanilla bajada. 

El hombre que estaba dentro se estaba riendo de él, burlándose de él.

 Para él, esto era solo un juego. 

Sabía que Gregory nunca se escaparía.

Gregory sintió que tropezaba y aterrizaba de cara en el cemento. 

Oyó que se abría la puerta del coche y unos pasos se le acercaban. 

No se atrevió a moverse. 

No podía soportar enfrentarse a su agresor. 

Tal vez si se hiciera el muerto, se quedaría solo. 

Escuchó al hombre carcajearse.

 "¿De verdad pensaste que te dejaría escapar tan fácilmente?" 

La mano del hombre agarró la nuca y lo levantó del suelo. 

Sintió que empezaba a gritar de terror.

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Gregory disparó hacia arriba desde el sofá, un grito escapando de su boca . 

No solo estaba gritando en su sueño, en realidad estaba gritando. 

Se acurrucó fuertemente en sí mismo. 

Esta no era una de sus pesadillas normales. 

Este se sentía real. 

Como si alguien realmente estuviera allí levantándolo por el cuello.

 Envolvió sus brazos con fuerza sobre su cabeza, preparándose para un impacto que nunca sucedería.

"¿Gregory?" 

Una voz llamó. 

Al instante la reconoció como Vanessa.

 Debe haberla despertado. 

Levantó un poco la cabeza para ver que ella estaba arrodillada a su lado. 

Rápidamente se acurrucó de nuevo en sí mismo. 

El estaba apenado. 

Increíblemente avergonzado. 

No quería que Vanessa lo viera así. 

Estaba llorando ahora, haciendo todo lo posible por mantener sus sollozos callados para que ella no lo escuchara. 

Él se estremeció cuando ella colocó su mano en su espalda, haciéndolo retroceder. 

"Oye"

dijo con voz tranquilizadora. 

"Está bien. Estas bien."

 Gregory se quedó desconcertado. 

Ella estaba siendo tan amable y gentil con él.

 ¿No estaba molesta porque él la despertó? 

Sintió que comenzaba a calmarse. 

Estaba a salvo. 

Nadie iba a lastimarlo. 

Eso fue solo un sueño.

Estaba más tranquilo ahora, pero aún se negaba a moverse. 

Todavía estaba avergonzado y no quería enfrentarse a Vanessa después de todo el calvario.

 Esperaba que tal vez eventualmente ella se fuera, pero no lo hizo. 

En cambio, se sentó con las piernas cruzadas en el suelo, esperando que él se calmara.

 Gregory se secó los ojos con la manga de la camisa y la miró. 

Para sorpresa de Gregory, parecía preocupada.

"Aquí." 

Ella dijo, extendiendo un pañuelo.

"Gracias." 

Susurró mientras lo tomaba de ella, usándolo para sonarse la nariz y limpiar las lágrimas restantes de sus ojos. 

Los dos se sentaron en silencio por lo que pareció una eternidad. 

El sollozo aleatorio de Gregory es el único ruido que se escucha.

"Sé cómo es, es horrible ". 

Ella finalmente dijo.

 Gregory le dirigió una mirada confusa. 

"Tener pesadillas". 

Ella continuó. 

"Yo también los tengo. Por lo general, sobre las cosas que mis padres adoptivos me obligaban a hacer. Sé lo difícil que es. Se sienten tan reales, ¿no?"

 Gregory asintió, sin confiar en sí mismo para hablar.

"Pero no son reales". 

Ella continuó. 

"Recuerda eso, ¿de acuerdo? Sea lo que sea que tengas pesadillas, ya no puede hacerte daño. Estás a salvo ahora". 

Gregory sintió que empezaba a llorar de nuevo. 

Vanessa colocó vacilante su mano en su espalda. 

Cuando él no se inmutó, ella comenzó a frotar pequeños círculos en su suave espalda haciendo todo lo posible para consolarlo.

"Pero dan tanto miedo". 

Dijo entre sollozos rotos. 

Vanessa continuó acariciando su espalda, dejándolo llorar.

"Sé que son. Pero eres tan valiente. ¿Sabes que Gregory? Eres un niño tan valiente. Déjame oírte decirlo".

"Soy valiente." 

Le repitió a ella, su voz no era más que un susurro.

"Más fuerte".

"Soy valiente."

 Dijo con un poco más de confianza. 

Sus sollozos comenzaban a calmarse. 

Vanessa le sonrió cálidamente y le alborotó las orejas .

"Sí eres tu."

Cuando Vanessa tuvo que irse al trabajo, Gregory se sentía un poco mejor. 

Había vuelto a beber su aceite y se había lavado el pelaje.

 Ahora estaba sentado en el suelo coloreando su libro para colorear. 

Las palabras de Vanessa resonaron en su cabeza. 

Ella también tenía pesadillas. 

Ella sabía cómo era. 

A pesar de ser la única persona en el apartamento, no se sentía tan solo esta noche.

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"Entonces," 

comenzó Bonnie, su mano trazando distraídamente la pintura azul en la cara de su amante.

 Freddy estaba acostado en el sofá, con la cabeza en el regazo de Bonnie. 

La pareja sabía que necesitaban tomar una decisión antes de que Vanessa llegara a su turno.

" La conoces desde hace más tiempo que yo a Freddy. Si confías en ella para lograr esto, yo también lo haré".

 Freddy jugueteó con los brazaletes en su brazo, sin saber qué decir.

"Confío en ella, Bon. Creo que su plan es nuestra única opción en este momento. Quiero decir, después de todo, no podemos dejar la pizzería". 

Freddy dijo solemnemente.

 Bonnie se dio cuenta de que el pobre oso estaba de mal humor. 

Lo había estado desde que Gregory se fue, y parecía que solo estaba empeorando.

 Bonnie también estaba de mal humor. 

También extrañaba a su pequeña cría . 

"Me siento completamente inútil en este momento, Bonnie".

"Oye"

 dijo Bonnie mientras tomaba la cara del oso entre sus manos.

 "No eres inútil. Eres un gran padre y un novio muy lindo e increíble también".

 Esto ganó una pequeña risa del oso.

"¡Freddy!" 

Escucharon una llamada de voz de Rockstar Row, interrumpiendo a la pareja que se abrazaban.

 Los gritos fueron seguidos por golpes en la puerta.

"¿Adelante?" 

Freddy dijo que salió más como una pregunta que como una invitación. 

Se apartó del regazo de Bonnie para sentarse en el lado opuesto. 

Chica irrumpió en la habitación, con los brazos cruzados sobre el pecho.

"Será mejor que expliques lo que está pasando. Monty me dijo que Gregory no está en el edificio en este momento. Esos dos idiotas lo están buscando, ¿eh? ¿De que va todo eso? He estado preocupada todo el día, pero no quería causar una escena mientras estaban aquí".

 Su voz estaba llena de preocupación.

"Chica"

comenzó Freddy, agarró la mano de Bonnie para apoyarse. 

"Es una larga historia, y no sé cuán cómodo se siente Gregory conmigo contándotela. Solo sé que está a salvo con Vanessa. Una vez que regrese aquí con nosotros, podemos ver si se siente cómodo contigo y con los demás acerca de esto ". 

Chica no pareció satisfecha con esta respuesta, pero no insistió más. 

Tan preocupada como estaba, nunca querría traspasar sus límites con Gregory.

 Los dos padres estaban muy agradecidos por esto, ninguno de ellos quería exponer su negocio personal sin su aprobación.

"Está bien"

dijo con tristeza.

 "Pero, una vez que regrese ese conejito no se va a librar de recibir un gran abrazo de la tía Chica". 

Freddy se rio de esto. 

Lo hizo tan feliz ver a sus amigos preocuparse tanto por su bebe.

"Iré ahora. Ambos parecían estresados. Os quiero a ambos. ¡Nos vemos mañana!" 

Ella dijo dándoles un saludo. 

Se fue rápidamente, antes de que cualquiera de ellos pudiera responder.

Ni siquiera un minuto después de que ella se fue, Vanessa estaba en la puerta. 

Freddy tomó nota de su aspecto melancólico. 

¿Estás bien, Vanesa? 

Le preguntó a ella.

"Si estoy bien." 

Dijo ella, su tono revelando que en verdad no estaba bien. 

"Gregory tuvo una mala pesadilla hoy. Aunque ahora está bien, lo ayudé a superarlo. Pero, me entristece que alguien lo haya lastimado tanto".

"¿Estás segura de que está bien?" 

preguntó Bonnie, agarrando la mano de Freddy.

"Sí, les prometo a ambos que él está bien. bebió su botellón de aceite por completo , se lavo el pelaje y estaba felizmente coloreando su libro para colorear cuando me fui. Si necesita algo, sabe llamarme". 

Bonnie se relajó al escuchar esto. 

"De todos modos, sin embargo. ¿Se dieron cuenta de lo que quieren hacer?" 

Freddy miró a Bonnie y luego a Vanessa.

"Sí." 

Dijo nervioso.

 "Queremos ir con tu plan. Queremos que confrontes a la madre de Gregory".

continuara..................................................................................................................................