Mello caminaba, comiendo su chocolate, y con la capucha puesta, ya que estaba lloviendo. Cuando llegó a casa de Matt, picó al timbre, y le abrieron casi al instante.

Mello subió por las escaleras, y cuando llegó a la puerta, esta estaba abierta. Mello pasó, con un poco de cierta vergüenza.

-¡Melloooo!-. Gritó Matt, y todos estaban allí, y vieron a Mello, a este no se le veía la cara, la capucha se la tapaba. -¿¡Estás bien colega!?-. Preguntó, esperando que la respuesta fuera un si.

Mello se guardó el chocolate, y se bajó la capucha.

-Perfectamente-. Dijo sonriendo.

-¡¡¡BIEEEEEN!!!-. Gritó Beyond, y todos se dirigieron corriendo a abrazar al rubio.

-¡¡¡EH, EH, EH, EH, EHHHH!!!-. Gritaban todos, menos Mello y Near, Mello solo sonreía, y Near se alegraba mucho por su amigo, ya que se encontraba bien, pero Nate pensaba que no había superado el trauma del todo, y normal, algo tan grave se supera con el tiempo, y ahora que ya tiene las ganas de superarlo, lo hará, de eso está seguro.

Pero de lo que se preocupaba Near, era de si ahora Mihael iba a cambiar, ya que según sus amigos, él era de otra forma antes, ¿Y si cambiaba y ahora a Near no le caía bien?, De eso tenía miedo, pero muy poco, a lo mejor le cae hasta mejor...

Ese día, jugaron videoconsolas, y le enseñaron a Near, ya que nunca había jugado a una, casi me matan cuando les dije que no tenía ni idea de como se jugaba a esa maquinita del demonio, o al menos así la llamaba mi padre.

Near se divirtió aquel día con sus nuevos amigos, y estaba tan contento de que Mello ahora estuviera superándolo.

Al día siguiente, Near se dirigía al cole, preguntándose como estaría Mello hoy.

Pero Near no se esperaba encontrarse lo que se encontró.

-Me-Mello...-. Dijo Near asustado.

-¿Si Near?-. Preguntó el rubio, en las escaleras de la universidad.

-Son..., Las 7 en punto, y has llegado antes aquí incluso que yo-. Dijo Near.

-¿¡En serio!?-. Mello miró la hora, todavía no había vuelto a ser el de antes, pero su plan había funcionado. -¡Si!-. Gritó, celebrándolo.

Mello se levantó, y mordió su chocolate, para comérselo.

-Es que ayer me puse una alarma a las 6 en punto para hoy despertarme y a ver si podía llegar pronto, para estar contigo Nate-. Dijo Mello, y Near sonrió.

-Me alegro mucho de que ya lo estés superando Mello-. Mello sonrió. -¿Vamos al árbol y hablamos?-. El rubio asintió, y los dos se dirigieron bajo al árbol a hablar, Mello le contó a Near que el psicólogo le había recomendado contar cosas de su hermano a sus amigos más cercanos, así que se lo quería contar a Near.

-Le encantaba el chocolate, eso es culpa mía, siempre íbamos juntos a la tienda a comprarlos, ahora no puedo ni poner el pie dentro, es él jefe de la tienda quién me entrega cada semana los pedidos de chocolate, y yo se los pago-. Mello miraba al cielo.

-Decidido-. Near se levantó del árbol. -Después de las clases, nos vamos a esa tienda-. Mello se levantó, asustado.

-¿¡Pero que dices Near!?, ¡Ni en broma!-. Gritó, y Near sonrió.

-Hazme caso Mello, ¿Quieres superarlo no?, Pues esta es la mejor manera-. Dijo el albino.

Mello bufó.

-De acuerdo..., Pero..., No te separes de mí, por favor-. Near asintió.

Los dos entraron en clase, y fueron más o menos bien, en el recreo también fue bien, Mello se comió un bocadillo, y Near unas galletas. Los dos salieron de clase a su respectiva hora, y Mello le indicó a Near el camino hacia la tienda.

-Aquí está...-. Dijo Mello, enfrente de la tienda. -Oye Near, no quiero entrar, por favor-. Near le paró, cogiéndole de la mano, al ver que se echaba hacia atrás.

-Vamos-. Sonrió Near. -Entraremos, saludarás al dueño, y comprarás un chocolate, después, te irás a casa, y no habrá pasado nada, no te va a dar un ataque o algo-. Near estiró a Mello del brazo, obligándole a entrar.

Cuando entraron, el dueño se acercó.

-Bienveni...-. Se asustó al ver a Mello. -¡Mello!-. Gritó, y el dependiente se acercó a Mello.

-¡Cuánto tiempo!-. Gritó, y abrazó al rubio, el rubio suspiró, y le devolvió el abrazo al dependiente, que tendría aproximadamente 35 años.

-Me alegro de volver a verte Mark-. Mello se separó del dependiente, Near se sorprendió, ¿Mark no era el hermano de Mello?..., Eso..., Era eso, por eso Mello no quería ir, aparte de que era la tienda donde compraba chocolates con su hermano, era porque el dependiente era tan buena persona con Mihael desde pequeñito, y con los padres, que pusieron a su segundo hijo Mark, si, por un dependiente, pero por el más noble.

-Como has crecido rubio, aparte de eso, no has cambiado mucho-. Mark acarició la cabellera de Mello. -Encantado, soy Mark-. Mark le dio la mano a Near.

-Nate River-. Mark asintió, y los dos se dieron un apretón.

-Bien, genial, ¡Dime Mello!, ¿Como estás?-. Mark se puso detrás del mostrador, y preguntó, queriendo saber como estaba Mello, preocupado.

-Tranquilo Mark, ya estoy bien, mi amigo Near me está ayudando en..., Ya sabes, eso-. Dijo Mello señalando a Near para dejar constancia que él era Nate River.

-Ah..., Lo siento mucho de nuevo, de verdad que me sabe fatal-. Dijo Mark.

-No te preocupes-. Sonrió Mello, y sacó su cartera. -Dame un chocolate de siempre por favor-. Dijo Mello.

-No te preocupes-. Mark se lo entregó. -Invita la casa-.

Mello le miró sonriente.

-Muchas gracias Mark, ha sido un placer verte-. Mello salió de la tienda junto a Near.

-¡Vuelve pronto!-. Gritó.

Mello y Near salieron de la tienda, y Near sentía un poco de vergüenza, quería pedirle perdón a Mello.

-Perdóname Mihael..., Yo..., No sabía que...-. Mello le interrumpió.

-No te preocupes, ¿Como ibas a saberlo?, Solo intentabas ayudarme, y creo que lo has conseguido enano-. Mello acarició la cabeza a Near, y este se sonrojó, pero ignoró eso, y intentó evitarlo, ya que al tener albinismo, se le notaba demasiado, Near sonrió.

-Me alegro Mello, no sabes cuánto-. Mello sonrió.

Después de aquello, cada uno se fue a su casa, y Mello se tumbó en la cama, con el colgante en la mano.

-Hermano...-. Pensaba Mello en su cabeza. -¿Me perdonas-.

Su hermano le miraba.

-Pues claro, te quiero Mihael-. 

A Mello le salió una lágrima.

-Te quiero hermano-. Dijo en voz alta.