Revelación
-¿Qué?-. Mello se dio la vuelta, y miró a Near.
-Que si eres gay-. Dijo Near.
Mello se quedó pensativo.
-No..., Osea, no lo sé, creo que si-. Dijo el rubio, tan tranquilo y como si nada.
-¿Y desde cuando?-. Preguntó el albino.
-Desde hace varias semanas-. Dijo Mello, y mordió su chocolate.
-Hm, comprendo...-. Dijo Near.
Allí prepararon la comida, cocinándola como en una barbacoa, ya que les permitieron hacerlo los dueños de la cabaña y del campo. Cuando volvieron, pasaron el día separados. Mello se encontraba en su habitación, mirando fotos que se habían hecho aquel día.
-Near...-. Mello amplió la foto, y vio a Near, y su preciosa cara. Se acordó de cuando se sonrojó, o de cuando le dijo que su físico era muy bueno. -¿Porque te has hecho tan amigo mío de pronto?, ¿Y porque se siente diferente al resto de los demás?-. Preguntó Mello, sin poder despegar la vista del móvil. Se sentía muy bien estar con Near, era tan directo, tan seguro de si mismo, y tan buen amigo...
Pero Mello no entendía porque se sentía diferente que con el resto de sus amigos.
Near no sabía porque se sentía tan diferente con Mello. Es decir, antes estaba bien, se sentía cómodo, pero ahora que Mello está cambiando a mejor, a como era antes, al Mello de siempre, Near nota que es diferente la sensación cuando está con él, y eso..., Le gusta.
Near se encontraba en su habitación, haciendo los deberes, pero de pronto, dejó el boli en la mesa, y se tocó la cara, no podía sacarse a Mello de la cabeza. Todo era Mello, Mello y Mello. ¿Pero porqué ese chico de la universidad que tenía el pelo mojado y olía a café ya no podía salir de su cabeza?. Eso se preguntaba Near, y Mello se preguntaba porque esa bola de pelo y nieve no podía salir de la suya.
Near decidió comentarlo con alguien, y decidió contárselo a Elle, ya que quizás si se lo contaba a Matt, este se lo contaría a la rubia, y no era plan.
Near: L, ¿Porque ahora Mello no sale de mi cabeza?, ¿Porque me noto diferente con él?, Ha cambiado a cuando lo conocí, ha cambiado al Mello que vosotros decís que es el de siempre, y eso está bien, y me gusta, porque eso significa que lo está superando, ¿Pero porque me pongo tan nervioso ahora con él?, ¿Porque es tan directo y porque no lo saco de mis pensamientos?.
L: Porque te gusta.
Near: Ah vale, gracias.
Near dejó el móvil, y volvió a coger el boli.
-Hm...-. Pensaba en la solución del problema, hasta que se dio cuenta. -Espera, ¿Que?, ¿Me gusta Mello?-.
[...]
Mello caminaba por la calle. Era un día soleado y precioso, y estaba disfrutando de los cambios que estaba haciendo.
-¡Hm!-. Sonrió, caminando alegremente al ver que todo a su alrededor estaba poniéndose de un buen color.
Parecía que su vida estaba dando un giro de 180º, y que todo estaba yendo de maravilla ahora.
-¡Ja!-. Sonrió, viendo a los pequeños niños jugar en el parque, y a todos los demás pasando una buena vida. A una pareja de enamorados compartiendo un helado, a gente paseando a su mascota. Mello estaba empezando a ver las cosas de otro modo.
Así que, Mihael decidió hacer algo inesperado para celebrar este acontecimiento en su vida.
[...]
*Ding dooong*
-Ya voy, cielo-. La mujer abrió la puerta, encontrándose con su hijo en la entrada. -¡Mihael!-. La madre del rubio se sorprendió mucho al verlo, ya que hacía tiempo que no se veían.
-Hola mamá-. Sonrió el rubio, dándole un abrazo muy fuerte a su madre. Entonces, los dos pasaron adentro, y el padre de Mello se levantó con una sonrisa.
-¿Cómo estás, hijo mío?-. Preguntó, y Mihael le dio un abrazo.
-Bien, papá. Mucho mejor-. Dijo sonriente. Los dos se separaron.
Mihael se quedó bastante rato hablando con sus padres, contándole sus recientes sucesos.
Aquella tarde, Mello se lo pasó increíble, rememorando todos los bonitos sentimientos que conllevaban estar con tus padres, ya que él se llevaba genial con ellos.
Fue entonces ese mismo día, en el que Mihael se dirigía a su casa andando de nuevo, que se dio cuenta de algo.
-Sí, estoy seguro-. Comenzó a caminar hacia su casa, decidido de que algo tendría que hacer ahora que lo ha reconocido.
Al llegar a su casa, se puso solamente la alarma del móvil, confiando en si mismo. Antes de ponerse el pijama, se dejó en la encimera de la cocina la tostadora y un paquete de pan de molde. En la nevera estaba la mermelada.
Ya lo tenía preparado todo, y ya sabía que todo iba a ser bien.
Se puso el pijama, y se tumbó en su cama de un salto.
-Tengo que decirte lo que siento por ti, Nate River-. Dijo sonriente, asintiendo. -Porque..., ¡Me gus...!
[...]
*RIIIIIIIIIIIIING
-¡Ah!-. Mihael se despertó, viendo la hora.
6:30
-¡PERFECTO!, ¡LO HE CONSEGUIDO, SÍIII!-. Se levantó de su cama de un salto. -¡LO HE HECHOOOOOOOOOOOOOO!-. Gritó, pero entonces se dio cuenta de algo. -Bueno, no debo de cantar victoria todavía...-. Comenzó a quitarse la ropa y a dirigirse a la ducha.
Después de darse un buen repaso, se vistió con ropa que no había utilizado en toda la semana, y vio que eran las 7:10. Se hizo unas buenas tostadas con mermelada de fresa, y se las comió mientras daba un repaso a los libros de texto que tenía.
Salió a las 7:35 de su casa, dirigiéndose tranquilamente a la universidad.
-¡Ey, Mello!-.
El nombrado se giró para ver a la bola de pelo andante, quién le estaba saludando con ánimos.
-¡Ey!-. Mello se dirigió hacia Near.
-¿Has tenido problemas para venir aquí?-. Preguntó mientras los dos se dirigían hacia dentro del recinto.
-Que va-. Dijo, y Near le miró sorprendido. -Lo he conseguido-. Dijo sonriente.
-Me alegro mucho por ti, Mihael-. Mello sonrió, orgulloso de él mismo. -Estás mejorando, y sé que todo a partir de ahora irá genial-. Insistió.
-Muchas gracias, Nate, valoro mucho tu apoyo-. Los dos seguían caminando, y hubo un momento en el que Mello miró a Near. -Oye Near..., Tengo algo que decirte-. El corazón del rubio comenzó a encogerse. Quizás no era el momento más adecuado, ya que estaban apunto de llegar a clases y no iban a poder hablar bien de esto, pero..., Mello creía que era el único momento en el que iba a poder decírselo.
-¿Si?-. Near le miró.
Mello tragó saliva, y entonces...
-¡Vaya vaya vaya!-.
Los dos pararon de caminar, y mientras que Mello no entendía quién era aquel sujeto, Nate se alteró demasiado al verlo.
-¿Q-Qué haces aquí?-. Preguntó el albino, bastante nervioso y comenzando a ponerse rojo.
El chico, bastante alto, se acercó a Nate y le abrazó bruscamente, acariciándole la cabeza.
-¿Es que a caso no se me tiene permitido visitarte?-. Preguntó con una sonrisa muy amable.
-H-Hm..., Ya...-.
Mihael estaba demasiado impactado. Parecía que Nate..., Ya estaba pillado....
-Bueno..., Si me disculpas, vamos a entrar a clase-. Dijo el peliblanco, separándose del chico.
-Deja que antes me presente-. Mello frunció el ceño. El chico era bastante guapo, tenía pecas en su cara, el pelo negro, aunque parecía teñido, y era un poco pálido. -Un placer conocerte, me llamo John-. Mihael asintió, y con todo el entusiasmo perdido, le dio la mano a John.
-Un placer...-. Dijo el rubio. Nate torció el labio, y aquel chico se despidió.
-¡Bueno, nos vemos!, Te recojo a la salida, no faltes eh pequeño-. Sonrió John.
-C-Claro...-.
Mihael miró a Nate, y Nate miró a Mihael.
-¿Qué te pasa?-. Preguntó el albino.
-Nada-. Dijo Mihael, y pasó adentro de la clase.
-¡Bueno!, Otra clase más de...-. El profesor Gevanni vio entrar a Mello. -Hm, espero que el señor Keehl no vuelva a liarla otra vez y sea más respetuoso, ¿Puede ser posible, señor Keehl?-. Preguntó el señor Gevanni.
-Que te den por culo-. Respondió Mihael.
-¿¡CÓMO!?-.
Todos se sorprendieron y asustaron.
-¡AL DESPACHO DEL DIRECTOR, YA!-. Mihael se levantó y tiró la mesa.
Después de eso, cogió su mochila y salió de clase.
Nate estaba demasiado sorprendido con lo que había visto. De un momento a otro, Mihael se había cabreado demasiado. Lo que Nate no entendía era el porqué.
[...]
Mihael llegó a su casa, y lanzó la mochila cabreado. Después se lanzó a su cama, y poco a poco, comenzó a derramar las lágrimas...
[...]
-Vamos tío, anímate-. Decía Elle, acariciando la espalda de Mello. Elle y Beyond habían ido en cuánto se habían enterado. Estaban los 3 en casa de Mihael, intentando animarle.
-Sí por favor, ese chico tampoco tiene nada de especial-. Dijo Beyond, intentando convencerle.
-¡NO LO ENTIENDES!-. Exclamó Mihael, y Beyond se asustó. -E-Es distinto...-. Mello negó.
-Vale tío..., Perdón-. Dijo Beyond.
-Ahhh...-. Elle suspiró, negando. -Mira Mello, quizás el destino no quiere que Near sea tu pareja-. Mello le miró, frunciendo el ceño. -A lo mejor..., No está hecho para ti, o..., No sé-.
Mello negó.
-No, no lo entendéis-. Dijo. -Estoy 100% seguro de que en todos los universos en los que él y yo existamos, estamos juntos-.
Elle y Beyond le miraron sorprendido.
-¿Qué dices ahora?, ¿Realidades alternativas?, ¿Multiversos?, ¿De qué mierda estás hablando?-. Preguntó Beyond muy confundido.
-¡Yo quiero estar con él!-. Exclamó Mello. -¡Podéis llamarme enamoradizo, estúpido, imbécil!, ¡LO QUE SEA!-. Exclamó. -¡Pero os juro por todo lo que tengo que mi corazón me está pidiendo estar con Nate!-. Insistía e insistía, y no iba a parar. -¡Sé que vosotros habéis hecho mucho, y si no hubiera sido por vuestra ayuda, este cambio no hubiera sido posible!-. Elle y Beyond asintieron. -Pero si no hubiera sido por el remate de Near...-. Elle y Beyond se miraron. -Si no hubiera aparecido él en mi vida..., A saber cuánto tiempo más hubiera esto jodido-.
Elle asintió.
-Quizás tengas razón, Mihael, pero...-.
-¡Pero nada!-. Mello se levantó de su cama. -¡Me juego lo que quieras en que donde hay un Mello, hay un Near con él!-. Elle y Beyond volvieron a mirarse, demasiado sorprendidos. -¡ESTOY 100% SEGURO DE QUE ESTAMOS DESTINADOS A ESTAR JUNTOS!-. Exclamó. -¡Y EN VERDAD, ME DA IGUAL SI NO LO ESTAMOS, ME DA IGUAL SI EL DESTINO NOS LO QUIERE IMPEDIR!-.
Elle y Beyond comenzaron a extrañarse mucho.
-¡Yo forjo mi propio destino, y yo tomo mis propias decisiones, y lo que quiero es estar con Nate, y yo sé que él también quiere!-.
Beyond se levantó.
-¡PUES A TOMAR POR CULO!-. Exclamó. -¡CLARO QUE SÍ!-. Dijo sonriente. -¡VAS A IR A SU CASA Y VAS A DECÍRSELO BIEN CLARO, Y AL PAYASO ESE DE SU NOVIO LE VAS A HACER PA PA, Y A SU CASA!-. Gritó Beyond.
-¡SÍ, ESO VOY A HACER!-. Gritó Mello.
-¡SÍ, CLARO QUE SÍ, VAS A REVENTARLE!-. Insistía Beyond.
-¡VAMOS A DARLE UNA PALIZA Y DESPUÉS ME CASARÉ CON NEAR!-.
-¡SÍ, ESO ES LO QUE VAMOS A HACER!-.
Elle estaba demasiado sorprendido por el comportamiento de su hermano y su amigo.
-¡¡¡VIVA EL AMOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOR!!!-.
[...]
-¿Y al final qué?-. Preguntaba Matt, pulsando todos los botones posibles del mando para ejecutar un combo en el Mortal Kombat.
-Nah, si eso mañana-. Dijo Beyond.
-Es que no termino de atreverme-. Decía Mello, jugando contra Matt.
-Que es un cagón-. Corrigió Beyond.
-O que es acoso...-. Dijo Elle.
-Lo que sea, pero si eso lo hago otro día..., Cuándo me haya mentalizado-. Dijo Mello.
-Bien, como quieras-. Apoyó Matt.
-La vais a liar-. Dijo Light, limándose las uñas.
-Estoy de acuerdo-. Secundó Linda.
¡SUB-ZERO WINS!
-¡VAMOOOOS!-. Gritó Mello, dando un salto al haber ganado.
-¡Bah!, ¡Este mando está mal!-. Dijo Matt, inventándose una excusa.
-Lo que tú digas-. Sonrió Mello sentándose de nuevo en el sofá.
-Ganas en el juego pero no en el amor eh-. Bromeó Beyond.
-¿¡Eres imbécil!?-. Preguntó el rubio.
-¡Pero si estás bien!-. Exclamó Beyond, y Mello suspiró, negando.
-Que esté aquí entretenido, haciendo bromas y haciendo el capullo, no quiere decir que esté bien...-. Dijo el rubio. -Simplemente intento olvidarme de lo que ha pasado..., Y vosotros conseguís que me olvide de mis problemas-. Dijo cabizbajo.
-¡Ohhhhhhhh!-. Todos le dieron un abrazo a Mello.
Entonces, Beyond y Matt se levantaron.
-¡PUES VAMOS ALLÍ A PARTIRLE LA CARA A ESE TÍO!-.
Mello se levantó.
-¡SÍIIIIIIIIIIII!-. Gritaron los 3.
[...]
Mello y Beyond apretaban todos los botones para ejecutar combos y técnicas.
-Pero mejor mañana-. Dijo Beyond.
-Seh-.
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