-No, ya te he dicho que no tío-. Dijo Mello caminando hablando por el móvil. -Que no Matt, que antes quiero entregarle una tarta, por eso no puedo ir a jugar antes-.

Mello seguía caminando por la calle.

-Bien tío, gracias por entenderlo, adiós-. Mello colgó la llamada, y se dirigió a la pastelería, pero en su camino, se encontró con una tienda de chocolates.

-Wooow-. Se quedó a verla unos cuántos segundos, y sonrió, entró y decidió que en vez de una tarta, compartiría chocolate con su hermano pequeño.

Al salir de allí con dos bolsas de chocolate, se dirigió ya al hospital, antes de nada, sacó su móvil para ver qué hora era, llegaba pronto...

De pronto, un trueno sonó, Mihael se asustó bastante.

-¿Pero que..?.. -. Siguió con su camino, pero de pronto se había puesto a llover, así que guardó el móvil, fue cuando de pronto un coche pasó a su lado y Mihael se alejó, y por suerte el coche no le mojó.

-Uff, por poco, había un charco tremendo allí-. Mihael sonrió y siguió con su camino.

Pero de pronto se paró, al ver a una chica hermosa allí, sonriendo y riendo, mientras hablaba por teléfono.

Mihael sonrió, y sin darse cuenta había parado su camino, la chica cruzó la acera y Mihael se alteró..

-Si tía, lo que te cuento.. -. De pronto el móvil de aquella chica se colgó. -Mierda, la batería-.

Mihael andaba cabizbajo y a paso lento, se pasó un mechón detrás de la oreja, cuando hacía eso, significaba algo, significaba que estaba nervioso, porque sentía algo en su corazón..

-Disculpa, ¿podrías dejarme llamar con tu móvil a alguien?, será solo un segundo te lo prometo-.

-Si claro-. Mihael le dio su móvil, y después de unos segundos de aclaración, la chica le devolvió el móvil.

-Muchas gracias guapo, me llamo Rebeca-. Mihael sonrió.

-Yo Mihael-.

-¿Quieres ir a tomar algo?-.

Mihael asintió.

...

-Y dices que desde ese entonces.. ¿Llegas tarde a todos los sitios?-. Preguntó el psicólogo apuntando en una hoja.

-Si-. Mihael respondía fríamente, no quería estar allí, quería irse.. Pero sus amigos le habían obligado..

-Bien Mihael, lo que te pasa es que te sientes tan culpable por lo de tu hermano, que tu cerebro es incapaz de acordarse de las cosas, es como si un nervio se hubiera desactivado, y no sólo eso, si no como si tu autoestima se hubiera ido por siempre..-. Mihael se encogió de hombros.

-Según me han dicho, tu eras alguien completamente puntual, alguien un poco chulo y bravucón, borde a veces.. Y demasiado demasiado impulsivo, pero esta otra cara de la moneda.. No eres tú Mihael Keehl, debes aprender a valorarte, y lo más importante.. A perdonarte..-.

...

Mihael salió de allí encogido de hombros

Sus amigos se levantaron de las sillas.

-¿Como ha ido?-. Preguntó Light.

-.. De pena-. Mello se dio la vuelta después de decir eso, y se fue..