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40. Lo prometí, corazón

Casi dijo mi prometido, pero era una extraña palabra. Una vez había dicho «mi pretendiente» y se sintió un completo idiota. A veces anhelaba, con un dolor casi físico, simplemente decir mi esposo y que fuera cierto.
(The land I lost)

* * *

Magnus estaba preocupado por Alec.

No quería pensar mal, no podían retomar su relación si no había confianza, pero Alec estaba muy raro últimamente. Llevaba un par de días distraído.

Magnus creía que tal vez podía ser porque el regreso de su familia estaba cerca. No creía que Alec fuera a cambiar su decisión sólo porque Robert y Jace volvían, pero obviamente tenía que afectarle de algún modo.

Lo que Magnus no sabía era que Alec llevaba desde el lunes tratando de encontrar la mejor forma para pedirle matrimonio.

Había escrito infinidad de notitas para sus chocolates que había terminado tirando, desde las más simples hasta las más elaboradas:

"¿Una tercera vez, mi corazón?"



"Escuché un poema que suele leerse en las bodas: <<Mi verdadero amor tiene mi corazón y yo tengo el suyo. Nunca hubo un trato más justo realizado.>>**

Sabes que eres mi corazón, Magnus Bane, ¿serías mi esposo?"



"Magnus, fuiste mi pequeño corazón, mi primer beso, mi primer abrazo, la primera persona que durmió entre mis brazos y yo entre los suyos, quien me enseñó a sonreír de un modo diferente. No robaste mi corazón, yo te lo di libremente y recibí el tuyo para protegerlo siempre. Incluso mientras estábamos separados.

Hoy te pregunto, con tu corazón conmigo y el mío contigo, ¿quieres intentarlo, ser mi esposo en la vida real, estar conmigo en las buenas y en las malas?"


"Mi corazón late por ti y sé que lo hará siempre, hasta el último momento, y si hay otra vida después de ésta, volverá a latir por ti. No tengo dudas, eres mi corazón Magnus Bane, lo fuiste desde el primer día. ¿Quieres, si soy lo mismo para ti, casarte conmigo?"



"La primera vez, fue porque aún creía en los cuentos de hadas y pensé que así tendríamos nuestro "Para siempre juntos", que nadie podría separarnos.

La segunda, fue para salvar a tus Pequeños Ángeles y, si somos honestos, para aprovecharnos un poco, para curarnos de los recuerdos, para robarnos un beso...

Te pido una tercera, Magnus, sin mentiras, sin cuentos de hadas, hoy sé que sólo se puede vivir el presente, sin olvidar el pasado pero sin depender de él, sin perder tiempo pensando en el mañana. No sé si tendremos nuestro anhelado "Para siempre", pero quiero cada "hoy" que la vida me regale contigo. Tal vez no existen los cuentos de hadas, pero sí las historias reales, los amores en la vida real, y eso quiero contigo en este presente.

Una tercera boda, Magnus Bane, ¿te casas conmigo?"



Alec no se decidía por ninguna de esas. Ni por un anillo que fuera digno de Magnus Bane, de su corazón, de su príncipe, de su pequeño esposo, y eso lo estaba volviendo loco.

Releyó las notas, haciendo a un lado los chocolates. Por dios, ya era miércoles y él quería preguntárselo antes de que sus padres y Jace volvieran, quería el "" que defendería ante el mundo sin importar nada o el "No" que lo haría luchar más fuerte cada día.

Se frotó la cara con frustración justo antes de que su celular sonara. Sintió su ceño fruncirse levemente, miró por su ventana, ya empezaba a oscurecer, era un día gris, había estado lloviendo la mayor parte de la tarde.

Sintió una pequeña sonrisa al pensar en, hace muchos años atrás, una noche de tormenta que selló su destino.

Aceptó la llamada sin mirar quién era, así que lo sorprendió no tener un saludo cariñoso de Magnus y además escuchar su voz claramente temblando: -¿A-Alexan-der?

Sus dientes castañeaban incluso y Alec se preocupó al instante. -¿Magnus, qué pasa?

-A-Alexander, y-yo... -Magnus ni siquiera podía hablar.

-¿Magnus, dónde estás? ¿Estás bien? -Alec ya estaba buscando sus llaves, iría por Magnus a dónde fuera.

Donde su corazón lo necesitara, él estaría.

Magnus lo susurró, con alivio, como si sólo hablar con Alec lo calmara: -En Pequeños Ángeles.

Alec se detuvo, ¿qué estaba mal entonces?

-¿Hubo algún accidente? ¿Algún niño? ¿Max, Rafa...?

Un trueno demasiado fuerte lo interrumpió y el jadeo de Magnus le dio una pista: la tormenta.

-¿Magnus, tú...? -no sabía cómo preguntar, ¿todavía tenía miedo a las tormentas?, no podía ser, ¿quién estuvo con él entonces todos estos años durante cada tormenta?

Magnus lo dijo demasiado rápido: -Me quedé atrapado en la azotea de Pequeños Ángeles. Vine a revisar los techos porque con las lluvias se están empezando a desgastar. La puerta se cerró. No quiero molestar a mis mamás ni asustar a los niños. Alexander, y-yo... Y-yo p-pensé que t-tú, recordé...

Alec también lo recordó: aquel niño asustado por la tormenta, llorando, el pequeño corazón roto que él había prometido proteger.

Alec no dudó, hoy iba a seguir cumpliendo esa promesa: -Voy para allá. No tardo, Magnus. Espérame, mi corazón.




CONTINUARÁ...

**: Este poema aparece en The lant I lost: "Alec había escuchado un poema que se leía en las bodas: Mi verdadero amor tiene mi corazón y yo tengo el suyo. Nunca hubo un trato más justo realizado.", justo cuando Alec piensa cuánto desea una boda con Magnus 😭❤

¿Cuál nota de Alec les gustó más para pedir matrimonio a Magnus? ¿Cómo pensarían que debe hacerlo?

El siguiente capítulo es de mis favoritos: ellos otra vez en una tormenta 😭😻 espero que les guste 🙌❤

¿Alguna canción para ese momento que se viene?

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