Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

4. Besos de chocolate

[Días después]

-Ten, Magus -Alec le tendía, bajo la mesa, uno de los chocolates que Jace había conseguido. Se había quedado uno y le había dado uno a Alec, pero Alec quería ver feliz a Magnus porque había estado triste los últimos días -incluso cuando no llovía-, así que él podía esperar a que Jace consiguiera otros.

Magus merecía ese chocolate.

Su sonrisa fue tan grande, mostrando sus pequeños dientecitos blancos, que la pancita de Alec se llenó de cosquillitas. Llevó sus manitas ahí, como si eso pudiera controlarlo, y sonrió también.

Magus era tan bonito.

Magnus dejó su plato de vegetales olvidado y desenvolvió el pequeño chocolate. A punto de llevárselo a la boca, miró a Alec. Le ofreció antes: -¿Quieres, Aleg?

Alec sonrió. Era bonito como Magus le decía "Aleg", así como él había dicho.

Alec quería, pero el chocolate era muy chiquito. Hizo un puchero y luego negó. -Ya comí uno. ¡Está rico!

Y eso fue todo. Las cosquillitas en su panza fueron más y más grandes mientras veía a Magnus sonreír y hacer ruiditos felices por el chocolate.

Magnus dejó sus manitas en su boca, tratando de ocultar que no estaba comiendo como todos, y sólo logró mancharse de chocolate con sus deditos, ahí donde se había derretido.

Alec también quería chocolate, pero era más bonito ver a Magus sonreír.

Estaba golpeando su brócoli con la cucharita cuando Magnus tiró de su pijama de vaquita -porque todavía la estaba usando, no quería quitársela nunca-. Alec volteó para ver que quería y las pequeñas manitas de Magnus tomaron su cara y le dio un beso.

Un beso en los labios porque los niños no saben diferenciar entre besos, pero sí sentir. Y Alec sintió que lo feliz que se sintió ese beso era lo mejor del mundo y quería besos con Magus siempre.

Un beso con chocolate porque su boquita seguía manchada.

Alec sonrió mucho, tanto que dolía y dijo lo que pareció su primer promesa de amor: -Cuando tenga otro chocolate, te lo doy, Magus.

Porque él siempre le daría sus chocolates si así era feliz. Y le daba un beso.

Magnus tomó la mano de Alec bajo la mesa, entrelazando sus deditos y siguió comiendo. Y si Alec tuvo que aprender a comer con la izquierda para no soltar nunca a Magnus, no se quejó.

¿Siguen diciendo que tenemos que crecer para amar y dar el corazón ?



CONTINUARÁ...

Perdón si se hartan de ver tantas palabras en diminutivo y eso, pero intento narrar como si fuera Alec, el pequeño Aleg :3

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro