La mañana del lunes siguiente, iban los dos Lightwood muy sonrientes. Alec y Max de su mano. Casi saltando de camino a Pequeños Ángeles.

-Estás sonriendo como tonto -le dijo Camille a Magnus, aunque ya no había tanto juicio en su voz, seguía sin estar de acuerdo del todo, pero su amigo se veía feliz y parecía que Alexander esta vez sí lucharía por él, así que estaba bien.

Aunque todavía tenía en mente una charla a solas con Alec. Había ciertas cosas que él tenía que saber y Magnus parecía haber olvidado mencionar o decidió que no valía la pena.

Magnus miró a su amiga y le sacó la lengua. Él sabía que estaba sonriendo bobamente, ¿y qué?

Realmente lo valía cuando aquel pequeño Lightwood se soltaba de Alec y corría hasta él con un "¡Maguuuss!".

Magnus se agachó justo a tiempo de atrapar al pequeño Max en sus brazos, todavía riendo mientras el niño se aferraba a él. Entendía a Alec, mucho más en estos momentos, mucho más al conocer a esa pequeña razón por la que se habían alejado.

-¡Hola, Magus! -Max se echó para atrás para mirarlo, sonriendo ampliamente, aunque sin quitar sus bracitos que rodeaban su cuello. Sus ojitos grises brillantes y felices.

-Hola, Max -Magnus revolvió su cabello-. ¿Dónde está Izzy? -preguntó cuando sólo vio a su novio acercándose.

-Izzy no despertó -Max hizo un puchero-. Ella dijo "Ya hice mi trabajo" y no quiso dejar su cama.

Magnus se rió. Eso sonaba como Isabelle Lightwood...

Aunque seguro volvería, si quería ver a Sheldon.

Antes de que Magnus pudiera decir más, Max miró sobre su hombro y agitó una de sus manitas. -Hola, Mile. ¿Puedes llevarme con Max y Rafa?

Camille miró a Max y asintió. Él apresuró a Magnus para que lo bajara y así poder dar la mano a Camille para entrar a Pequeños Ángeles. Ni siquiera esperó a que Alec llegara, sólo gritó un "¡Adiós, Aleg!"

Alec llegó un poco agitado. Magnus se rió, apoyando las manos en los hombros de su novio, cuando éste quiso hablar y no pudo. Alec estaba sonrojado, pero sonreía ampliamente. Esos ojos azules llenos de luz.

Magnus alzó una ceja, presionando los hombros de Alec suavemente. -¿No me saludas? Incluso Max fue más efusivo que tú, mi corazón.

Ese "Corazón" juguetón llenó de mariposas el estómago de Alec y sus mejillas se ruborizaron un poco más, ya no por la carrera.

-¿Qué... quieres...? -todavía seguía sin aliento-. ¿Me aferro... a... tu... cuello?

Magnus sonrió e hizo exactamente eso, movió sus brazos, rodeando el cuello de Alec, entrelazando sus manos tras éste. -Yo no me quejaría.

-M-magnus -Alec lo tartamudeó-, los papás de los niños...

-Ellos serán felices de ver al profesor sonreír de nuevo, de corazón, porque, después de años, lo ha recuperado. Su corazón. Tú, Alexander.

Y eran momentos así en los que Alec se olvidaba del mundo, mirando aquellos ojos verde dorado, y perdiéndose en ellos. En los recuerdos, pero también en una nueva oportunidad.

Sus labios se rozaron suavemente. Pero no hacía falta más, no cuando en ese beso dejaban eso: el corazón.

-Te amo. Te amo, Magnus -Alec lo susurró, cuando se separaron sólo un par de centímetros.

De repente una urgencia de rogarle que lo hiciera real: "Sé mío para siempre. Sé mi príncipe, sé mi esposo en la vida real."

¿Y qué diría Magnus si le pedía tal locura justo ahora?

CONTINUARÁ...

¿Qué diría Magnus? 🙊

¿Saben lo que Camille quiere contarle a Alec? 👀

Es la segunda semana, los últimos días antes de que los Lightwood regresen 🙈💔

Habrá muy buenos momentos en los próximos capítulos, muy emotivos, espero que les guste ❤