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34. Vuelve a ser mi corazón

Hoy te vuelvo a encontrar. No hay distancia entre los dos, siento tu cuerpo temblar, timidez al viejo amor que abrigó tus labios con sus besos un bohemio soñador... 🎶

👆 recomendación

* * *

<<¿Puedo besarte, Magnus? Sin inocencia. Sin pretextos. ¿Puedo besarte sólo porque ambos, hoy, lo queremos?>>

Magnus sintió su corazón saltar, detenerse, y después latir tan rápido que parecía querer salir y tocar esa mano que estaba en su pecho.

Alec debió notarlo, pensó Magnus, no había forma de que no lo hiciera.

Pero Alec estaba perdido en sus propias sensaciones. Su corazón también latiendo enloquecido, emocionado y asustado. Sus ojos estaban perdidos en esos verde dorado. Estaban tan tan cerca. Alec siguió acariciando la mejilla de Magnus, con ternura, con amor, esperando su respuesta.

Magnus, a su vez, se perdió, en esos ojos tan azules. Esos que siempre, desde niño, le parecieron como pedazos de cielo. Alec siempre fue su ángel, desde el primer día.

Aferró la flor azul entre sus manos. Con fuerza. Este era el momento. Daban el paso, no olvidando estos cuatro años, pero sí dispuestos a superarlos...

...o le decía que no podía. Que su corazón roto no podía olvidar.



Hoy te quiero decir cuánto dolió ir por el mundo sin tu amor, sin tus caricias, sin tus besos en mi corazón... 🎶



Aflojó el agarre a la flor con una de sus manos, llevándola también al pecho de Alec, su Alec, su corazón.

En ningún momento rompió el contacto entre sus miradas. No dijo ninguna palabra. Soltó un suspiró, cerró los ojos, y hubo una pequeña sonrisa justo antes de eliminar los últimos centímetros que los separaban.

Para Alexander Lightwood, él, Magnus Bane, nunca tendría un "No".

Alec se quedó sorprendido cuando sintió los labios de Magnus de nuevo. Porque, como le dijo, aquí no había pretextos, no había donaciones, no era caridad, o un acto inocente...se estaban besando sabiendo lo que hacían y porque querían.

¡Magnus lo estaba besando!

Tardó unos segundos en cerrar los ojos y responder el beso. Magnus ya se estaba retirando, por la no respuesta de Alec, pero entonces ambas manos tomaron su rostro con fuerza, Alec soltó un suave gemido, casi adolorido, antes de que sus labios respondieran a los de su esposo.

Hubo otro gemido cuando Alec lo creyó así. "Esposo". Tal vez no era legal, o religioso, no habían sido adultos, pero, dios, fue de corazón. De corazón se dio a Magnus Bane, de corazón pensó "Te quiero como mi esposo, quiero ser tu príncipe, quiero toda una vida contigo".

Oh. Dios. Cuanta perfección.



Hoy quisiera sentir una vez más la sensación de ser el hombre que te amó con la locura y la pasión que un día existió... 🎶



Las manos de Alec aferraron a Magnus con fuerza, mientras que sus besos eran suaves, era un beso sentido y consentido, pero era lento, los movimientos tan suaves uno contra otro, no era pasional, era un beso tan esperado y por fin tenido, por fin probado.

Ninguno de los dos presionó. Hubo un frotar suave de labios contra labios. Hubo lenguas tentativas recorriendo, probando, explorando un lugar nuevo, pero que les pertenecía por derecho.

De corazón.

Magnus dejó la flor en su regazo, llevando también ambas manos al cuerpo de Alec, los hombros, el cuello, las mejillas...

Cuando se quedaron sin aire, todavía se negaron a separarse. Juntaron sus frentes. Los labios apenas separados un par de centímetros. Respirando el mismo aire. Compartiendo el mismo aliento.

Alec se rió, feliz, sorprendido, lleno de adrenalina.

Magnus sonrió, sin abrir los ojos. Sólo sintiendo su corazón latir tranquilo otra vez, y el cuerpo de Alec tan cerca, y sus brazos rodearlo, y el rostro de Alec enterrado en el hueco de su cuello cuando se movió y lo apretó más contra él, su aliento y su risa erizando su piel.

-Todavía queda mucho por luchar, por recuperar, por ganar... -Alec habló entre susurros-, pero, ¿esto es un sí? Dime, por favor, que es un sí. Porque siento que mi corazón va a explotar de felicidad y no quiero emocionarme si he entendido mal ese beso.

Magnus llevó sus manos a la espalda de Alec, frotando suavemente, manteniéndolo cerca también.

-¿Cómo has entendido ese beso?

Alec dejó salir un suspiró tembloroso. Tras sus párpados pudo ver cada beso con Magnus. Todos aquellos "¿Beso?" en Pequeños Ángeles, los besos torpes cuando se reencontraron años después, besos inocentes entre ¿amigos?, y los besos de ayer, por una donación, besos comprados, besos por una segunda "boda"...

-No lo sé, como que... ¿Me quieres?

Magnus se rió. Sus pechos vibraron juntos. -¿Y cuándo no te he querido, Alexander? Cariño, eres mi corazón, siempre lo has sido.



Renace el deseo de amar, el fuego no quiere morir, tu cielo se funde en mi mar, dos matices de un mismo sentir, arde la nostalgia en tu mirada, queda atrás la nube gris 🎶




Alec, a regañadientes, se separó para buscar los ojos de Magnus. Esto era importante. -¿Qué somos? ¿Me estás perdonando? ¿Aceptas intentarlo de nuevo, empezar una nueva historia conmigo?

Magnus se veía muy serio cuando lo dijo: -Honestamente, después de tantos años, no sé que somos. Y no me refiero a estos cuatro años separados -agregó ante la expresión triste de Alec-, me refiero a todos los años de conocernos, de quererte, ya sea juntos o separados. Prácticamente te conozco desde siempre, Alexander. Eres ese niño que me dio su corazón y al que yo le di el mío, ¿cómo llamarle a eso? Amigos no parece suficiente. Tú eres...eres mi todo. No encuentro una palabra. Hemos crecido, cambiado, y sí, quiero conocerte, a este nuevo tú, que juntos superemos lo que ha pasado. No sé qué somos, pero es un .

La sonrisa de Alec creció lentamente hasta ser enorme. Quería reír, quería llorar, quería gritar, quería abrazar a Magnus y nunca soltarlo, quería besarlo.

-Yo... -Alec se rió-, yo tampoco sé qué somos, Magnus. ¿Novios? ¿Podríamos ser novios?

-Creo que somos algo para lo que no hay una palabra -dijo Magnus-. Podemos llamarlo "novio", si quieres.

Alec hizo una mueca. Sólo ser novios no parecía abarcar lo que ellos eran.

Acarició suavemente, de nuevo, el rostro de Magnus. Amando su piel. Después sonrió. Su corazón saltó antes de decirlo: -Vuelve a ser mi corazón, Magnus.

-Lo soy, Alexander. Y tú...

-Yo siempre he sido tuyo, Magnus Bane. Sólo hemos vuelto a donde pertenecemos. Juntos, otra vez.



CONTINUARÁ...

Final del maratón 🙌 espero que les gustara el maratón, el inicio de la reconciliación, y este capítulo ❤

Dejaré en mi tablero de mensajes una publicación para que puedan decirme cuál quieren después 😌

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