—Cheolie se ve tan bonito los sábados, bueno, Cheolie siempre es tan bonito — Expresó Jihoon con ternura, tocando con delicadeza el cabello del mayor, despejando suavemente su frente — gracias por aceptar acompañarme.

SeungCheol se mantenía sentado sobre un cojín que se encontraba en el suelo, recargando su espalda en el sillón.

Muchos se preguntaban el ¿por qué en el suelo y no sobre el sillón? Pues, era algo que al mayor le gustaba hacer cuando se encontraba en casa de Jihoon. De esa manera él de baja estatura permanecía sentado sobre el mueble y podía recostar su cabeza en las piernas ajenas.

Jihoon se sentó y lentamente acercó la cabeza del mayor para colocarla sobre sus piernas y poder acariciar su frente. Lo había hecho por tantos años, lo hizo antes de entrar a la preparatoria, en la secundaria cuándo se burlaban de SeungCheol, en la primaria cuándo los padres hablaban si piedad frente a él, resaltando lo raro que era, sin saber nada al respecto, era la manera que había encontrado para calmar su llanto.

Pero desde que habían entrado a la preparatoria, el mayor ya no visitaba la casa de Jihoon por las tardes, al principio fueron las consultas de Jihoon que mantenía a escondidas con el médico Joshua, posteriormente, las terapias que SeungCheol tomaba sin que nadie supiera al respecto.

El mayor mantenía sus ojos cerrados, mostrando sus frondosas y largas pestañas. La mano de Jihoon recorría gentilmente por todo su rostro, dando toques suaves a sus párpados, a sus pestañas, a su nariz, hasta llegar a los gruesos y rosados labios de SeungCheol. Su dedo dibujando pequeños círculos sobre ellos, sintiendo como su corazón se aceleraba de a poco. Su rostro comenzaba a ganar colores, agitó su cabeza para poder controlar el impulso que se formaba en su pecho, pero fue imposible. Su cuerpo comenzó a inclinarse, sus labios temblaban porque sabían que no era lo correcto, no podían besar a SeungCheol sin su consentimiento, pero sus sentimientos eran cada vez más fuertes.

El dedo que mantenía sobre los labios ajenos era lo único que lo separaba de tocarlos, los deslizó con miedo pero su corazón dio un vuelco cuando escuchó el timbre sonar, inmediatamente se apresuró a ocultar su rostro a un lado de la cabeza del mayor. Un ¡ah! Salió de sus labios junto a un suspiro.

Lo único que podía pensar era en que estuvo a punto de besar a la persona que le gustaba, sin saber lo que dicha acción ocasionaría, su mente había estado nublada por sus sentimientos que nunca pensó en las consecuencias que eso podía provocar.

—¿Estás bien Jihoonie?

—Sí — Mintió. Se levantó después de haber retirado la cabeza del mayor y se dirigió a la puerta.

—¡¡Jihoon!! — Pronunció Hye, la hermana pequeña de Soonyoung, saltando encima del bajito para rodearlo con sus delgados brazos.

—Hola Pequeña — saludó correspondiendo al abrazo de la niña, haciendo un gesto con la cabeza para indicarle al chico detrás de ella que pasara.

—Hola Jihoon.

—Hola, pasen — Les dijo a ambos.

La pequeña Hye liberó a Jihoon y obedeció, se adelantó dejando a ambos mayores caminar lentamente mientras ella ya había llegado a la puerta que daba con la sala.

—¡¡Qué lindo!! — Chilló con total entusiasmo, apresurándose a entrar.

Hoshi frunció el ceño ligeramente al escuchar los gritos de su hermana y las preguntas que hacía, ¿Cómo te llamas?  Pronunció más de dos veces. Su rostro se congeló al ver a su hermana sentada a un lado de SeungCheol, mientras le acariciaba su rostro encantada.

—¿cómo te llamas? Yo soy Hye — preguntaba impaciente y curiosa.

Jihoon apretó sus labios para no reír al ver la cara de SeungCheol asustado, tratando de quitar la mano de la pequeña de su rostro. Sonrió cuando los ojos de SeungCheol lo miraron pidiendo misericordia, asintió y se acercó para tomar a la pequeña de los hombros e indicarle que se levantara.

—¿verdad que es lindo? — le preguntó a la pequeña.

—Sí, ¿Sus pestañas son reales? — Inquirió al sentarse en el sillón.

Jihoon se inclinó para quedar por detrás del mayor, posando sus manos sobre sus hombros — Por supuesto que son reales. Hye, él es mi pequeño SeungCheol — las manos que estaban sobre sus hombro ahora se encontraban apretando las mejillas ajenas — Es un poco tímido con las personas que no conoce y no le gusta que lo toquen.

La pequeña ladeó la cabeza sin comprender mucho — Lo siento SeungCheol, es que realmente eres muy lindo.

—Tú también eres muy linda — Articuló con más confianza. Sus mejillas se colocaron rojas cuándo la niña sonrió y se lanzó nuevamente encima de él.

Soonyoung miraba a su hermana desde el marco de la puerta, la observaba como si fuera una alta traición lo que ella estaba cometiendo, pero se limitó a rodar los ojos.

Cuando llegaron al Zoológico Soonyoung no tuvo ni la más mínima oportunidad de poder acercarse a Jihoon. Él mencionado llevaba a SeungCheol a todas partes mientras lo tomaba de la mano.

Después de que SeungCheol no quería ser tocado por Hye, ahora la abrazaba y le regalaba besos en las mejillas de vez en cuando mientras la llevaba de la mano.

El día que sería perfecto para Hoshi, había terminado en un total fracaso.

—Regresamos madre — Dijo Jihoon al entrar a su casa y escuchar ruido en la cocina. Encontrándose con la señora Lee con un mandil puesto.

—Mis niños, en un momento les tendré lista la cena — Dijo cariñosa, besando la mejilla de SeungCheol y Jihoon en saludo — pero que guapo estás Cheolie.

—Buenas noches señora Lee, usted es muy amable — Dijo tímido, apretando la mano de Jihoon sutilmente.

La madre de Jihoon se quedó en silenció por un momento, una débil sonrisa se esbozaba en su rostro, una que se distorsionó en el momento en que dejó escapar unas lágrimas. Ella al igual que Jihoon había conocido al SeungCheol tímido, a ese que cada que visitaba su casa se escondía detrás de su hijo. Su corazón se llenó de felicidad cuando escuchó su voz y se percató de que no estaba escondido.

Ahora estaba junto a su hijo, hombro a hombro.

—Ya veo el por qué Jihoon lloró desde que llegó a casa después de que expusieran — Confesó, limpiando sus lágrimas y acercándose al mayor, tomándolo en un abrazo.

—Se supone que eso era un secreto — reclamó el menor.

—Era como un bebé pidiendo biberón, bajó las escaleras hipando y entró directo a la cocina mientras tomaba una cajita de leche, Jihoonie sigue creyendo que crecerá.

—¡¡Mamá!!

SeungCheol dejo escapar una risita mientras seguía en los brazos de la señora Lee.

—Su nariz estaba tan roja y llena de mocos.

—¡¡Mamá!! Debí ir a casa de la señora Choi y quedarme ahí con SeungCheol.

—Ignóralo, realmente hiciste muy feliz a mi hijo — susurro solo para él mayor.

SeungCheol pasaría la noche en casa de los Lee, después de la cena y ayudar a ordenar la cocina, ambos subieron a la habitación de Jihoon, el de baja estatura abrió su armario para sacar la pijama del mayor.
Todo el armario contenía ropa de Jihoon a excepción de un lugar dónde estaba perfectamente ordenada algo de ropa del castaño.

—Esta es perfecta — él de baja estatura le entregó una pijama de camisa de botones y un pantalón con un estampado de caritas de gatos.

Después de que SeungCheol la recibió, se volvió para buscar la suya, ambos tenían pijamas idénticas, siempre las utilizaron cuando pasaban la noche juntos. Cuando él de baja estatura encontró la suya se giró para encontrarse con un SeungCheol sin camisa, sus ojos se abrieron de par en par y su voz se ahogó por completo.

Parpadeó un par de veces antes de poder articular su pregunta — ¿Qué haces Cheolie?

—Me desvisto para darme un baño — Respondió sin problema.

—Pero no aquí, debes de entrar al baño, Cheolie, ya no somos niños — Dijo rápidamente, los nervios podía percibirse en cada palabra.

Jihoon estaba sorprendido, había pasado tantas cosas con SeungCheol, era normal cuando eran niños desvestirse hasta quedar solo en boxers, no le tomaba importancia a algo que le parecía tan normal, menos si eran dos chicos, pero ahora ya no eran esos niños, eran dos jóvenes y no solo eso, Jihoon tenía sentimientos hacia él mayor, lo que volvía las cosas incómodas.

Su corazón estaba desenfrenado, sus mejillas ardían mientras trataba de desviar la vista hacia otra dirección, sus pensamientos comenzaron a atormentarlo, no podía persuadirlos, realmente SeungCheol, realmente era lindo de rostro y cuerpo.

—Entiendo, entonces ¿tú entrarás conmigo?

SeungCheol es tan inocente. Pensó Jihoon sintiendo ganas de llorar de tantos nervios.

Después de explicarle al mayor, ambos terminaron de bañarse por separado, ya estaban dentro de la cama cuándo SeungCheol se acercó a Jihoon y se acurrucó en su pecho, abrazando su cintura. Se sentía tan agradable estar de esa manera, estaba tan feliz de poder pasar la noche con el bajito, estaba tan feliz de poder abrazar a la persona que le gustaba. Sus labios temblaron ligeramente cuándo el ritmo cardíaco del blanquecino comenzó a acelerarse, elevó su rostro preocupado, para poder ver al contrario pero antes de que preguntara  Jihoon le dio las buenas noches y cerró los ojos.

—Buenas noches Jihoonie — respondió depositando un dulce beso en la blanquecina mejilla.

Jihoon sentía que su corazón explotaría en cualquier momento, ya no podía resistirse más, necesitaba abrazarlo, poder besar sus labios, poder decirle lo que su corazón moría por liberar. Pero no podía, no podía arruinar la amistad de años que mantenía con el mayor, tenía miedo de que solo él estuviera teniendo estos sentimientos de amor.

Las horas transcurrían, los leves ronquidos de Jihoon podían ser escuchados por el mayor, él cuál se empujó con sus brazos para sentarse en la cama, manteniendo su espalda sobre el respaldar. Soltó un suspiro mientras se deleitaba con el rostro tan bello y tranquilo del blanquecino. Estuvo así por unos cuántos minutos hasta que su pecho se sintió tan prisionero, con miedo se acercó a los labios ajenos y los besó con delicadeza, tan lleno de amor, fue un beso no correspondido y un total robo, pero, aceptaría todos los cargos en su contra.

Buenas noches ♥️.