La señora Lee colocó una bandeja sobre la mesa con un poco de fruta y dos vasos con jugo.

Miró a Jihoon discretamente pidiéndole que se comportará, el blanquecino desvió los ojos pero asintió dejando más tranquila a su madre.

Soonyoung se encontraba sentado sobre un cojín, sus piernas cruzadas y sobre ellas su mochila, la cual abría y cerraba para calmarse un poco, tomó un trozo de manzana llevándosela a la boca para comenzar a masticarla.

Jihoon buscó su computador y acercó algunos útiles por si llegara a necesitarlos, de su mochila sacó su móvil, revisando que este no estuviera en vibrador por si el mayor llegará a necesitar algo. Después de que repaso todo mentalmente tratando de recordar si había puesto todo sobre la mesa, se sentó sobre el cojín, quedando frente al chico de rizos.

—Lo primero que debemos hacer es elegir un tema — Opinó el blanquecino, abriendo el computador, encendiéndolo, su rostro se mantenía fija en la pantalla y con manos delicadas tecleó la contraseña.

—Qué tal hablar sobre el mar, a todos les gusta el mar — Dijo Soonyoung entusiasmado, comiendo un tercer trozo de manzana.

—Es buena idea. ¿Que tal si dividimos el trabajo, de esa manera acabaremos pronto? — Propuso.

La sonrisa en Soonyoung se desvaneció cuando escuchó lo último, nuevamente Jihoon lo quería lejos.

Eso le daba a entender.

—Soy muy bueno en las investigaciones escritas — Declaró el bajito, abriendo el navegador.

—Me encanta diseñar las diapositivas yo podría dedicarme a la presentación.

Jihoon asintió.

Soonyoung sacó el computador de su mochila y lo colocó sobre la mesa para comenzar con su trabajo, pero antes de hacer lo suyo, debía de esperar un momento hasta que Jihoon tuviera la investigación principal y así saber que debía de colocar como introducción.

Por el momento se dedicaría en la hoja de presentación del trabajo y la ficha dónde irían sus nombres, sus labios se fruncieron al pensar en el diseño y colores que debía utilizar. Una luz se encendió sobre su cabeza, sacó su tableta gráfica y la conecto al computador, con una sonrisa y ojos brillantes tomó su Stylus y comenzó a dibujar.

El haría su propia hoja de presentación a su estilo.

Jihoon se mantenía pendiente al computador, en uno de sus cuadernos anoto los puntos clave de los cuales hablaría, resaltando lo más importante. Navegó por distintas páginas para encontrar información con validez y que fuera congruente. Por un momento se llenó de curiosidad y levantó el rostro para poder observar al chico que se mantenía concentrado.

Soonyoung también elevó el rostro encontrándose con los ojos del blanquecino, sintió una calidez en sus mejillas y sonrió. Jihoon suspiró y volvió a lo suyo.

—Jihoon — nombró tímidamente colocando el Stylus sobre la mesa.

—Casi termino la introducción, en un momento te la entrego — Jihoon presionaba las teclas del computador ágilmente, su rostro fijo en la pantalla, ignorando al de rizos.

—Perdón …

Los blanquecinos y delicados dedos se detuvieron abruptamente, Jihoon miró el rostro ajeno y sus ojos temblaron al ver el arrepentimiento en Soonyoung.

Las comisuras de Soonyoung temblaban al igual que sus ojos, el brillo era tenue en ellos, sus manos sobre sus rodillas apretándolas con fuerza, su cuerpo se balanceaba tímido.

—¿Perdón? — Inquirió el bajito confundido, sus labios se fruncieron en una mueca.

—No quise molestar a SeungCheol.

Una risita burlesca se escapó de los labios de Jihoon — Pero lo hiciste, lo asustaste y créeme que no comprendes lo que SeungCheol sintió.

—Se que todo lo que diga no justifica mis actos, pero realmente estoy arrepentido — se encogió ligeramente.

—No acepto tus disculpas — el rostro del blanquecino era serio, hasta al punto de ser tan frío como el hielo. El chico frente a él frunció el ceño al escuchar sus palabras — No las aceptaré porque no es conmigo con el que debes disculparte, es con SeungCheol.

Soonyoung elevó las comisuras de sus labios sutilmente, apretándolas posteriormente, tratando de suprimir la enorme sonrisa que quería esbozarse en su rostro.

—Si el te disculpa, trataré de cambiar mi mirada hacia a ti, pero no te ilusiones, yo no soy como SeungCheol.

Soonyoung asintió — Te prometo no ser el mismo.

El bajito frunció el ceño, todo era tan absurdo para él, no estaba interesado en continuar hablando con Soonyoung después del trabajo en parejas pero la actitud del chico de rizos daba a entender lo contrario.

—Hablas como si quisieras ser nuestro amigo — Exclamó el blanquecino, negando con la cabeza al volver a deslizar sus dedos sobre las teclas del computador.

Soonyoung no respondió, se limitó a sonreír tímido y a volver a su tableta. Realmente no era un Nuestro sino un Tú, porque en los labios de Hoshi se quedó preso un Quiero ser Tú amigo. 

SeungCheol se mantenía en el sillón de la sala de estar, su computadora y algunos útiles escolares se encontraban regados sobre la mesita del centro. La señora Choi les había acercado algunos bocadillos y ambos chicos habían decidido tomar un descanso.

Chan observaba discretamente la habitación, sonriendo travieso al encontrar fotos de Jihoon y SeungCheol de niños. Tomó un poco de soda y se llevo a la boca otro pedazo de galleta — ¿Tú y Jihoon se conocen desde niños?  — Inquirió.

Su rostro atento, esperando una respuesta, después de todo no podía ocultar la emoción de este cerca de SeungCheol, no después de la curiosidad que ambos chicos le provocaban. Eran tan unidos y había notado lo protector que el bajito era hacia el mayor.

Solo era como un niño curioso.

Además los cinco chicos eran agradables.

—Mnh — Respondió SeungCheol como asentimiento.

—¿Es tú novio?

SeungCheol lo pensó un momento — No — Ahora si podía responder a su pregunta. 

Dino sintió que la galleta que masticaba se había ido hacia su estómago sin su permiso, toció un poco y bebió un poco más.

—¿no son novios? — expresó lleno de asombro, sus pupilas dilatadas por la emoción y sorprendente respuesta — Pero si ustedes …

—Solo somos amigos — Dijo entre sonrisas — ¿Por qué piensas que somos No-vi-os? — Su voz parecía tropezar en esa última palabra, no podía decirla sin sentir que su corazón se aceleraba y sus mejillas comenzaban a teñirse. Nuevamente hablaba por partes.

—Ustedes siempre están juntos, además Jihoon te mira de una manera muy especial  — Respondió sin ningún problema, ni siquiera lo pensó por un momento.

SeungCheol abrió los ojos enormes, la emoción podía desbordarse por ellos, se levantó del sillón y se acercó al chico que en ese momento tomaba otra galleta.

—¿En verdad? — Inquirió el mayor inocentemente.

—Claro, sus miradas, siempre están tomados de las manos, el te alimenta, se van juntos a casa, hacen muchas cosas que solo los novios harían — Confirmó sin duda, su rostro mostraba un poco de molestia al no comprender la situación.

SeungCheol se volvió hacia el sillón y se dejó caer, tomó un cojín y lo presionó en su rostro, ocultando un grito interno, ocultando su rostro sonrojado.

Las palabras “hacen muchas cosas que solo los novios harían” rondaba en su mente, convirtiéndose en una melodía que le hacía bien a su corazón.

No se había percatado de ello, jamás había visto con otros ojos la interacción entre Jihoon y él. Se sentía feliz pero al mismo tiempo confundido, no sabía si era correcto mirar a Jihoon con otros ojos.

Era ajeno a los pensamientos del blanquecino.

¿Y si él no sentía lo mismo?

¿Y si se estaba haciendo ideas equivocadas?

Sus sentimientos hacia Jihoon eran especiales desde que lo conoció, pero en estos momentos no podía distinguirlo correctamente.

Necesitaba buscar una respuesta.