capítulo 6
"Viviendo un sueño"
León
Comencé besando su deliciosa boca, mi lengua recorrió su cuello y mordí de forma frenética su cuerpo mientras la desnudaba.
La dejé en aquella cama mientras la adoraba con la mirada.
— por fin dejaré de sentirme así ... — dijo dándose la vuelta y quedando a horcajadas en mi cuerpo.
— ¿ Así como?
— celosa, odiaba escuchar aquellos comentarios en el pasillo de la secundaria, y saber que jamás iba a tener aquello que tanto anhelaba...
— Te entiendo, yo también odiaba que hablasen de ti por los pasillos, y lo sabes...
— por eso siempre te metías en peleas... Lo recuerdo — dijo sonriendo.
— pero ahora me tienes aquí, y te entregaré mucho más de lo que le doy a las demás.
Ella seguía sonriendo mientras se menea sobre mi cuerpo volviendome loco.
Mi polla se hincha antes sus movimientos, joder es tan hermosa, vuelvo a tomar el mando y la dejo bajo mi cuerpo.
Puedo oler su exitacion atravesando aquella pequeña tela que cubre su coño.
Quiero devorarla, y volver a sentir aquel sabor dulce en mi lengua.
Bajo rodeando de besos todos los rincones de su suave piel y llegó a mi paraíso.
Doy un lametazo y ella vibra, yo sonrio. Chupo aquel botón de placer y ella grita, aquello lorgra que mi pene proteste, quería estar adentro, pero nunca fui de esos hombres egoístas, siempre soy el que les entrega placer primero a ellas. Por eso siempre somos recordados los hermanos Smith, al parecer no todos son unos caballeros en la cama, el hecho de que sea solo sexo no tiene porqué influir en el placer que se le entrega, y yo junto a Eider lo teníamos bien claro.
Volví a su boca para que sintiera su delicioso sabor en mi, ella intento volver arriba, y conseguir el mando, pero no la dejaría, se lo que quiere hacer, y si hace eso en este momento no podré resistir lo delicioso que se siente su boca rodeandome.
Y está noche mi único objetivo es que conozca las estrellas mientras yo le entrego placer.
Cuando noto que está lo suficientemente húmeda para recibirme me introduzco lentamente, sin dejar de darle atención a las otras partes de su cuerpo, chupo sus pechos y ella se entrega completamente a mi.
Gime al sentirme dentro y yo suspiro extasiado ante la sensación de calor que me rodea la polla.
Esta mujer es deliciosa, comienzo con las embestidas y sus gritos me llevan al cielo.
Intenta guiar mis movimientos, pero no sé lo permito, necesito asegurarme de que ella llegue a un delicioso orgasmo.
Y estoy seguro que si ella guía mis movimientos acabare antes de conseguir aquello.
Cuando explota en mil pedazos me dejó llevar y explotó en su interior y me dejo caer a su lado acomodándola en mi pecho.
Sonrió como idiota ante la maldita sensación de plenitud que me invade al saber que la hice mía, que la seguiré haciendo mía, saber que desde hoy haré lo imposible para que jamás quiera estar con otro hombre.
Acaricio su cabello mientras ella toca mi abdomen y suspira.
—¿ y ese suspiro? — pregunto preocupado.
— Eso fue grandioso — sonrío ante el alago
— ¿y eso es malo?
— ahora no, pero si esto acaba algún día, no sé cómo seguiré mi vida sin esto.
— no tienes que pensar que acabará cuando recién está comenzando.
Ella asiente y respira tranquila en mi pecho, dejo que descanse cuando noto que está dormida.
Acaricio su espalda y respiro su aroma.
Hope siempre fue aquella mujer que desee, pero que siempre pensé que jamás iba a tener.
No podía evitar sonreír cuando la veía desnuda en aquella cama.
Me aseguraría de que nuestro tiempo aquí este lleno de sensaciones hermosas.
Si es necesario la despertaré con un maldito orgasmo en la boca.
Aquello era mi propósito para mañana.
Tomé mi teléfono y le marque a Eider, el respondió de forma rápida.
— Como van las primeras horas de estadía.
— han sido las mejores horas de mi vida.
— entiendo, ¿y es igual o mejor de lo que esperabas?
—Muchisimo mejor, no sé compara con ninguna sensación que sintiese antes.
—Cuidado con las sensaciones nuevas León, no te vallas a quemar.
Escuché una voz conocida detrás del teléfono.
— ¿divirtiéndote hermanito?
—Algo así.
— pensé que ibas a por la amiga de Adasme.
Bufa — ella cree que soy el mujeriego del que todas hablan —
— ¿y que estes en la cama de Cata no le confirma aquello?
— ¿A que quieres llegar?
— Si piensa que eres aquel mujeriego que a pesar de que no rompe corazones amanece siempre acompañado, demuéstrale lo contrario.
—Como se supone que sabrá ella si yo amanezco solo o acompañado.
— ¿Tu crees que Adasme le mentira en la cara?, Deberías conocer a tu gemela. Además las mujeres siempre corren los rumores de con quién pasan la noche, Salamanca es una cuidad pequeña, si dejan de hablar de ti, será obvio que amaneces solo, y Adasme se lo confirmara.
— Adasme me dejó claro que no intervendrá en esto.
— Es tu gemela, obvio que intervendrá.
— Quizás siga tu consejo, de cierto modo, eres tú el que tiene a aquella mujer que siempre quisiste desnuda en una cama.
Sonreí
— soy muy bueno dando consejos. Y hablando de aquella mujer desnuda en aquella cama. Me iré a hacerle compañía, te quiero hermano.
— Y yo a ti.
Después de aquella charla, volví a la cama y por primera vez dormí con una mujer después de hacerla mía.
***
Estaba en la ducha, sonriendo igual que ayer, hoy había cumplido el primer propósito, hacer que Hope se despertara con un orgasmo en la boca.
Cuando sentí que ya estaba despertando, comencé a besar su cuerpo.
Debía asegurarme de que ella quería esto, cuando note que respondía con gemidos a mis caricias fui bajando a aquel paraíso que tenía entre sus piernas.
Ella me dió el acceso abriendo sus piernas y dejando que mi boca se cuele en aquella zona llena de humedad.
Gimió y estallo en mi boca.
Yo me levanté y me vine directamente a la ducha.
Estaba a punto de salir cuando ella se metió a hacerme compañía.
— Gracias por darme el mejor despertar. — dijo mientras sus manos recorrían mis abdominales.
No alcance a responder porque sus manos se acercaban peligrosamente a mi miembro que claramente ya estaba listo para la batalla.
Me gire para observarla, su cabello rojizo mojado por la ducha, sus pechos húmedos y su delicioso cuerpo junto al mío.
La bese y ella comenzó a dejar besos con un camino descendente.
Sabía lo que quería hacer, y está vez no la detendría.
Había fantaseado con tenerla arrodillada ante mi muchas veces, y estaba a punto de cumplir otra fantasía a su lado.
Jugó con mi miembro para tenerlo completamente erecto antes de llenarlo con su húmeda y pequeña boca. A pesar de que su boca era pequeña, hacia un gran trabajo.
Me apoye en las baldosas de la gran ducha del hotel rendido ante el orgasmo que se avecinaba.
Guíe mis manos hacia el cabello de Hope, para avisarle que debía deterse o llenaría su boca de mi semen, ella ignoro aquella advertencia e hizo algo con su lengua que no pude resistir, di un grito gutural ante el eminente orgasmo que se generaba en mi cuerpo y estalle en su boca.
Ella se levantó y me miró, sus ojos estaban llenos de lujuria.
Joder, la haría mía aquí mismo, pero tenía una reserva en un lugar importante. Si no llegábamos a la hora no podría darle la mejor estadía aquí a esta bella pelirroja.
— termina de ducharte, tenemos una reserva. Yo saldré a vestirme, si sigo aquí no respondo por mis actos.
Ella sonrió y comenzo a moverse delante de mi, era muy provocadora, pero la ignore, ella no merecía de mi un polvo rápido, ella se merecía aquella cama, besos por su cuerpo para encender el ambiente, se merecía todo.
Salí de la ducha, busque mi ropa y sonreí al ver la cama desecha y mojada.
Sabía que era bueno en lo que generaba, pero no podía dejar de sonreír pensando en lo que lograba en ella, sabía que jamás lo había experimentado, su cuerpo expulsando a chorros su placer, ella perdida en una nube y después sin entender porque esta gran cama estaba mojada por aquel líquido que salió de manera exuberante de entre sus piernas.
Me alegraba haberla acomodado en la orilla de la cama, porque no quería que durmiera sobre su propia humedad.
Cuando salió de la ducha, yo ya estaba vestido, ella se paseo en ropa interior tentando su suerte. Pero tenía claro los límites.
Se puso un jeans y un top color celeste, me apoye es su cuello y cubri aquella marca que deje anoche con su pelo.
Ella sonrió y tocó mi abdomen el cual estaba cubierto pero ella sabía que sus uñas habían pasado con gran fuerza.
— Lo siento.
— No te disculpes, valió completamente la pena.
Ella sonríe y salimos de la habitación.
Fuimos a un lugar al aire libre, muy cerca de la torre Eiffel, se veía una preciosa vista, el sol estaba en lo alto y hacia brillar aquel cabello color rojo que me enloquecía.
Moje mis labios viendo cómo bebía vino de su copa, si, éramos menores, pero ambos parecíamos una pareja de adultos, no de adolecentes, por lo que sin duda expusieron aquella costosa botella de vino en nuestra mesa.
Llamamos a nuestros padres para que nos vieran felices y compartiendo en París. Obviando el hecho de que dormíamos juntos. Bueno no solo dormir, pero no entraremos en detalles.
Después de comer salimos a pasear por lugares hermosos, tomados de la mano como si fuesemos novios.
Volvimos al hotel a cambiarnos de ropa para poder salir a la playa que estaba cercana al hotel.
Al llegar al hotel estaba todo impecable, me tente cuando Hope se estiró en la cama agotada y con esa ropa que dejaba expuesta la piel de su abdomen.
Terminamos en una playa cerca del hotel, nos acomodamos en la arena caliente viendo cómo pasaba el día mientras tomábamos un poco de sol.
Aquella sensación fue diferente, ambos sonreímos de la nada, nos miramos y sentí aquello que siempre busque en otras mujeres, una sonrisa sincera que me iluminara la vida.
Mariposas no sentía, pero si una sensación que me llenaba, ¿Felicidad?, ¿Amor?, No sabría decirlo, pero lo sentía y aquello me alegraba.
Volvimos al hotel y le dije que se preparase para salir de fiesta, por primera vez, podría salir con ella y bailar como siempre quise, y terminar aquel baile como siempre desee, con ambos envueltos entre las sabanas de su cama o la mía, en este momento nuestras camas estaban a mucha distancia, pero me conformaba con la cama del hotel.
Busque un jeans blanco y una camiseta gris, arregle mi cabello y estaba listo. Ahora solo me quedaba esperar que Hope estuviese lista para salir. La conocía, sabía que tenía tiempo suficiente como para hacer una videollamada con mi hermana.
Llame y ella respondió al primer tono.
— Hola casanova — saludó guiñándome un ojo, no pude evitar sonreír.
— Hola Adasme, dime qué mi madre no está cerca para escucharte.
— Claro que no León, jamás delataría a una de mis mejores amigas.
— pensé que jamás delatarías a tu hermano favorito. — le recrimine haciéndome el herido.
— Esa pelea la tienes perdida y lo sabes.
— Entonces deberías ayudar a tu hermano favorito en su conquista con tu amiga.
Dije sacando provecho de que reconocía que ellos eran muy unidos.
Ella volteo los ojos y sonrió.
— Si de verdad le interesa, se comportará como un caballero y sabrá conquistarla sin mi ayuda. Sabes que odio estar en el fuego cruzado y por mucho que lo adore, no me pondré en aquella situación por él.
— de verdad le gusta, y lo sabes, ustedes tienen esa conexión.
— Lo se, pero no ha sido lo suficientemente claro con ella, y yo no iré aclarando sus intenciones.
En ese momento iba a seguir luchando por mi hermano, pero apareció aquella hermosa pelirroja y mi mente definitivamente se desvío del tema.
La mire embobado y ella sonrió y se giró para darme una mejor perspectiva.
— Adasme, luego seguimos hablando. Te quiero enana.
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