"El viaje más esperado"

Hope

Desperté con la magnífica sensación de haberme dormido post el orgasmo de mi vida, me levante porque león no estaba a mi lado, me mire en su espejo y sonreí al verme con las mejillas aun sonrojadas y al ver mi cara iluminada.

Sabía que venir con aquel atuendo de ropa interior era tentar a León, la verdad es que pensé que su resistencia era menor, quería y deseaba que me hiciera suya, pero entendía que quería que fuese especial.

Tome mi teléfono e ignore aquel mensaje del último chico con el que había pasado la noche, en realidad no me quedé a pasar la noche con él, solo nos acostamos, él se durmió y yo arranque como cada vez que me acostaba con alguien.

Él : te gustaría salir a tomar algo?

Lo dejé en visto pensando que sería una respuesta suficiente, no se que les hacía pensar que las mujeres no podíamos tener un rollo de una noche, quería sexo, lo conseguí y ahora claramente no quiero ir a tomar algo, no cuando prometimos exclusividad con León.

Me levante de la cama y me fui a casa, Leon estaba abajo con Eider, les sonreí y me despedí.

Llegué a casa y vi un coche aparcado, sabía que mamá y papá no estaban, de seguro estaban con mi hermana menor, me tocaría lidiar con esto sola.

Estaba ahí, aquel chico nuevo de la secundaria, me sonrió y yo le mire de forma despectiva.

— ¿que necesitas?

— Repetir quizás — dijo sonriendo, lo reconozco era guapo, por algo había llegado a su cama, pero nada más.

— No lo creo — fui clara

— Al menos dejame invitarte a tomar algo.

— Mira, no se que os hace pensar que nosotras no podemos tener un rollo de una noche, la pasamos bien, pero no se repetirá.

— sabes que eso solo me alienta ¿no?

— Si te alienta o no, no es mi problema, yo estoy siendo clara, con eso me conformo.

Me alejé y él quedo sonriendo, la mayoría lo veía como un reto, pero siempre se rendían cuando León terminaba a los golpes con ellos. Ya sea por los comentarios de pasillo o por celos que jamás reconoció.

Yo reconozco que lo hacía para llamar su atención, sabía que me protegía con la excusa de que era como su hermana, pero el verlo a los golpes con alguien que habla de la noche que pasó conmigo me causaba gracia, y me animaba a seguir tentandolo

Sonreí al saber que por fin cayó, que por fin nos besamos, que por fin nos tocamos, por fin tenía su olor pegado en mi piel.

Llegue a mi cuarto y mire la ropa en mi maleta, iba a ser suya, en aquel viaje cambiaría mi vida, sabía que esto no era un acoston, esperaba que esto fues emucho más para ambos.

Mis padres llegaron a casa y comimos en familia, me levanté de la mesa con la escusa de seguir ordenando mi maleta y ellos no dijeron nada.

Después de unas horas mamá llegó a mi cuarto.

— como vas con la maleta, ¿Necesitas ayuda ?

—No te preocupes mamá.

— Vine a dejarte esto.

Deja una pequeña bolsa al lado de mi maleta, y puedo jurar que se lo que contiene.

— se que solo vas con León, pero uno nunca sabe lo que puede salir después de una fiesta.

Le sonreí a mi madre, me encantaba tener está confianza con ella, siempre se preocupo de mi vida sexual y de que aquello no fuese un tema Taboo en la familia.

Claramente no me sentaría a hablar con papá de los tipos con los que me acuesto, pero jamás me sentí avergonzada de mi vida ni mucho menos de mis desiciones sobre mi cuerpo.

— mamá, ¿te puedo preguntar algo?

— Claro hija.

— ¿cuando supiste que papá era el indicado?

— cuando la persona indicada llegué simplemente lo sabrás, no te agobies.

— es solo que no quiero dejar pasar a alguien y después pensar que era la persona correcta.

— la persona correcta será aquella en la cual no puedas dejar de pensar, que aunque aveces por las cosas de la vida intentes alejarte, volverás a caer, porque aunque intentes estar lejos, el destino se empeñara en ponerlos en el mismo camino.

— gracias mamá.

— Sabes que si quieres hablar de alguien siempre estaré aquí.

— lo sé.

— no olvides guardar aquello en la maleta, te adoro.

Sonreí revisando la bolsa y viendo todo tipo de condones.

Mamá también se había encargado de darme aquella charla de la sexualidad abiertamente, me contó que habían muchas formas de disfrutar mi vida sexual activa aparte de la convencional.

Yo sabía que mamá y papá no eran convencionales con el sexo, no me pregunten cómo, pero lo sabía.

Mamá me llevo una vez a la tienda de Sexshop y me sorprendió saber lo amiga que era de la dueña, me compro mi primer vibrador para que experimentará con mi cuerpo.

Bueno en conclusión tenía una madre genial.

El fin de semana por fin había llegado y yo ya tenía todo listo, León paso por mi casa el viernes por la noche con los boletos de avión y de hotel, pero no quiso decirme en que hotel nos quedaríamos.

Por lo que me fui a ciegas con él.
Me despedí de mis padres y mi hermana y me subí al coche, cuando ya no habían ojos viéndonos le bese castamente los labios mientras estábamos en un semáforo en rojo.

Llegamos al aeropuerto y pasamos directamente al avión después de dejar mientras maletas en el área correspondiente.

Estaba nerviosa, no podía negarlo, mis manos temblaban, me sentía como si fuese mi primera vez, de cierto modo había esperado toda mi adolescencia por este momento, Por fin aquel hombre que me roja el sueño me haría suya.

León toma mis manos y ambos miramos el paisaje mientras el avión comienza a despegar.

Apoye mi cabeza en su cuello intentado tranquilizar mi respiración.

No soltó mi mano durante todo el viaje, aquello me tranquilizó.

Dieron el aviso que estábamos llegando a nuestro destino y yo di un suspiro profundo, León me miró confuso.

— sabes que aún puedes arrepentirte, ¿Cierto?, Pordemos pasar estos días como unas vacaciones...

— ¿Crees que estoy arrepentida?

— te noto muy nerviosa, no quiero que hagamos algo que después te puedas arrepentir.

— Te lo dije aquella noche que te bese, yo jamás me arrepentiría de algo que pase entre nosotros León, es solo que estoy ansiosa...

Aquella confesión le saco una sonrisa.

— ¿Ansiosa?

— no lo diré de nuevo... — sentí como mi cara se sonrojaba.

El acaricio mis mejillas — yo también estoy ansioso de recorrer tu cuerpo.

El avión aterrizó y nos bajamos, no sé que había hecho león, pero un auto del hotel ya estaba esperando por nosotros con las maletas listas en el coche, por lo que solo nos subimos y nos dirigimos al hotel.

El hotel estaba frente a una hermosa playa y unas secciones con muchas piscinas.

Lo primero que hicimos al llegar al hotel fue seguir a la chica que nos recibió, nos guío a una sección del restaurante y nos dijo que nuestra cena ya estaba lista para servir.

Dejaron una botella de champagne y Leon sirvió dos vasos, le mire nerviosa y sonreí.

— Tomarás solo dos copas, no quiero que te emborraches.

Asentí tomándole sentido a sus palabras, quiere que recuerde todo de este viaje.

La comida llegó hacia nosotros y comimos lentamente, mientras hablábamos de cosas triviales.

Cuando terminamos agradecimos al chef por la comida, y nos dirigimos a la recepción por la tarjeta de la habitación.

Los nervios volvían a mi cuerpo y Leon tomo mi mano y la entrelazó con la suya, aquello me dió la tranquilidad que necesitaba.

Subimos al acensor y nisiquiera note a qué piso íbamos.

Cuando llegamos a la habitación y León paso la tarjeta antes de que diera un paso me detuvo.

— ¿estás segura de esto?, Aún puedo reservar un cuarto extra.

— yo si estoy segura León, ¿tu lo estas?

No me respondió, solo beso mis labios y sonrió, aquello era el si que necesitaba.

La habitación era hermosa, tenía una sección de comedor, una de living y el baño era hermoso, tenía una bañera gigante, en la cual me ví hundida en espuma junto a León después de hacer el amor.

Llegamos a la habitación y estaba tal cual me prometió ese día, llena de pétalos de rosas, al prender la luz se activo una melodía de fondo que nos daba un ambiente ideal.

— ¿te gusta?

— es hermoso león...

— te mereces esto y mucho más.

Me besó lentamente y yo me derretir en sus brazos, el se alejo y fue en busca de su maleta.

— ¿hiciste lo que acordamos ?

Yo asentí y sonreí, busque aquel sobre en mi bolso y se lo di, el me entrego su sobre y yo lo abrí.

Ambos sobres estaban sellados, aquello era parte del trato, demostraba que ninguno de los dos pudo alterar nuestros análisis.

El sonrío al ver los míos, y yo al ver los suyos.

— ¿Que pasa león no quieres comprar condones?, Porque si es por eso, mi madre ya me entrego bastantes.

— Tu madre me entrego condones a mi también — ambos sonreímos. — pero contigo no quiero que ninguna barrera nos separé. Quiero que seas la primera mujer que me tenga por completo.

— ¿Aquello no es muy peligroso?

— tomas anticonceptivos, lo sé, pero si te incómoda podemos usar protección.

— Claro que no me incómoda León, y si, uso anticonceptivos, pero siempre hay un rango de error y lo sabes. ¿Estás dispuesto a correr el riesgo?

— ¿tú estás dispuesta?, Esto es una decisión de ambos...

— estoy dispuesta.

— estoy dispuesto...

— ¿entonces que viene ahora?

— Ahora prepárate, porque te haré mía de mil y un maneras.

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Hola panditas, el capítulo es corto, como saben estoy con gripe, peor aún estoy con COVID, pero la semana pasada no les di capítulo y esta semana se los debía, aunque sea corto.
Por otro lado con este capítulo queria dejarles el mensaje de formalizar está conversación de los análisis antes de una actividad sexual, por favor sean conscientes con su vida sexual.

Las adoro.

Aquí pueden opinar del capítulo y dejar sus teorías ❤️