Capitulo 18
"Volviendo a caer"
Hope
Leon me preocupaba, podía ver aquel dolor en sus ojos, el dolor que veía reflejado en las marcas de mis brazos, no quería que él sufriera lo mismo, aquel dolor no se lo podía desear a nadie.
Cuando llegamos al departamento estaba vacío, la soledad y el silencio cubrían cada rincón de este lugar.
Recordé cuando venía aquí a llorar, a recordar sus caricias, a recordar todo lo que fuimos y lo que no logramos ser. lo seguí en silencio hacia su habitación y puso una película.
Me acoste sobre su pecho sin darme cuenta, pero noté su rigidez e intenté moverme pero sus brazos me rodeaban impidiendo mi movimiento.
Su respiración sobre mi piel me nubló los sentidos, por un momento, sin pensar en nada más quería borrar esos recuerdos míos llorando en este apartamento y quería renovarlos por buenos momentos.
Elevé la mirada recordando sus malditos besos, los sueños eroticos que había tenido desde que volvió me nublaron la razón.
Me acerqué de forma cautelosa a sus labios observando su reacción.
La tensión en el ambiente se sentía, sus labios rosaron de forma suave los míos y su lengua tocó mi labio inferior, gemí sin poder evitarlo.
Me monte sobre él y sentí aquella presión que anhelaba, su ereccion firme y gruesa presionaba entre mis muslos.
Comencé a moverme y el gimió de forma gutural.
respirábamos menos, mi sentidos se nublaron a más no poder, sin poder pensar, sólo actué...
— Que estamos habiendo — dijo en un susurro sujetando mis caderas para parar el vaivén de mis movimientos.
— Solo estamos olvidando el dolor ... y recordando viejos tiempos... no le des más vueltas... —
— No le doy vueltas, es solo que esta vez no quiero cometer errores...
— Leon, por favor, sólo será sexo...
— sabes tan bien como yo, que si algo sucede aquí cambiará nuestras vidas, yo no sólo te quiero para sexo.... Y tú y Diego...
— Yo y Diego hablamos las cosas, nada sucederá entre nosotros...
Vi la lucha interna en sus ojos... pero cedió, me besó y soltó mis caderas...
— si hacemos esto, vuelves a ser mía, seré el más posesivo cuando se trate de ti, no dejaré que nadie te mire con deseo... — lo besé para que sólo se dejase llevar por la situación — dime que lo entiendes...
— lo entiendo...
Sus manos se guiaron a mi camiseta, la levantó y de forma ágil quito mi sujetador, su boca no lo pensó dos veces, rodearon mis duros pezones y yo gemí y me apreté ante su ereccion y me froté tratando de volverlo loco.
Se las arreglo para meter una de sus manos en mis bragas, me avergoncé al sentir la humedad de mis muslos.
— Joder... estás demasiado mojada... que delicia.... — sus palabras me habían perder el control, había olvidado lo que era el sexo con el, siempre me llevaba al límite, sus dedos comenzaron a penetrarme y grite ante la sensación conocida que subía por mi espalda, me arqueé evitando lo inevitable.
El primer orgasmo me arrasó por completo, él seguía ante aquel ataque como si yo no necesitase sentirlo dentro.
—Leon tienes mucha ropa...
— tan ansiosa como siempre, pero no te apresures quiero disfrutar este momento... — besa y muerde mi cuello — sabes cuánto llevo esperando volver a tenerte así?...
—Leon...
— desde que me subí a ese puto avión hace más dos años...
Comencé a moverme porque sabía que si lo tentaba hasta el borde cedería ante la lujuria que veía en sus ojos.
Comencé a tocar su abdomen, y me derretí en el proceso, sus manos se guiaron a aquel punto de inflexión que tanto me gustaba.
Estaba nublada y quería verlo retorcerse de placer así como el me tenía a mi.
Le quite su camiseta y comencé con besos y mordiscos fui bajando por su abdomen y noté sus gemidos, estaba perdiendo el control, su mano se alejó de mi cuerpo cuando se estiró sobre la cama rendidor ante aquellos besos que iba dejando al paso.
Llegue a su ropa interior, la baje y vi aquella capa de semen que cubría su delicioso miembro, quería bajar y hacerle aquello que siempre me elogió... pero el recuperó el control....
— sabes que si haces eso no podré seguir, y he esperado demasiado como para no dar la talla.
Me lamí los labios dejándole saber que realmente lo deseaba.
— en otro momento te dejaré el mando completo de mi cuerpo, pero hoy sólo quiero llenarte de placer. Recuéstate, que no eres la única que extraña aquel sabor en su boca.
Mi mundo vibro, más que mi mundo... — me corregí — aquella zona que tanto anhelaba recordar su boca rodeándola.
Le hice caso y me recosté, su mirada llena de hambre y lujuria me dejo volando, cuando sentí el primer contacto directo de su lengua con mis labios mis piernas le rodearon el cuello.
— me encanta cuando se te aflojan las piernas por culpa mía — dijo apegado a mi clitoris y temblé por completo ante un mordisco.
Aún ni siquiera me desvestía por completa y ya estaba toda editada con ganas de mucho más.
Volvió a dejar mi braga en su sitio y protesté, quería más.
La saco por completo y ahora si tenía una visión directa de mi coño.
— puedo ver tu piel aperlada por la humedad mi bella Hope, no sabes cuando anhelaba esto.
Volvió al ataque y no se detuvo hasta obtener mi nuevo orgasmo.
Justo en el momento en que aún estaba disfrutando de aquel temblor que quedaba en mi cuerpo se introdujo de forma lenta, se quedó ahí y yo me moví.
El gimió y se rindió comenzó a moverse y a sujetarme de las caderas, mi vida se redujo solo a ese momento cuando me apretó y se vació dentro de mi.
Se estiró en la cama y me guío hacia él para abrazarme, me dejé llevar por la sensación unos minutos, cuando lo vi relajado me levante y comencé a vestirme.
— ¿Vas a huir?
Le mire y sonreí
— hace mucho que deje de huir...
— entonces vuelve a la cama ...
— no acostumbro a compartir cama, además tengo cosas que hacer.
Termine de vestirme u antes de irme el me atajo.
— espero que tengas claro que jamás volverás a huir de mi... — me besó en los labios y me dejó ir.
Salí del edificio y no pude evitar sonreír.
—————
Las semanas habían pasado y tenía la casa llena de rosas, había comenzado a pensar que firme un convenio con una florería cuando acepté que volvía a ser suya.
Dejé las flores junto con las demás y tomé rumbo donde Diego, no le había visto desde aquella ves que nos encontró en el departamento con Leon cuando se enteró de mi embarazo.
Aquel día le dije que no podía seguir con lo que teníamos, pero no me refería a alejarnos de forma definitiva.
Me estacioné frente a su edificio y toque la puerta, al abrir me miró y sonrió de forma triste.
— Hola...
El no respondió, fue por una camiseta y se la puso. Ni siquiera había notado que estaba medio desnudo, para mi era algo normal verlo pasearse sin camiseta.
— Como has estado, ni siquiera has contestado mis llamadas.
— pensé que querías tiempo para pensar, sólo no quería estar ahí presionando.
— si te llamo es simplemente porque quiero que respondas, no pensé que el decirte que ya no nos acostaríamos más nos distanciara de esta manera.
— nunca fuimos muy cercanos aparte del sexo.
— pensé que lo veías de otra forma.
— esperanza, seamos sinceros, siempre fui buen sexo, me conseguías de manera rápida y siempre estaba ahí cuando querías, cuando no estaba conseguías a alguien más. ¿O no?
— nunca te importo, era nuestro trato, tú también...
— No, yo no.
— Diego nunca quise lastimarte...
— Lo se, y no te lo reprocho, porque no puedo, pero eso no evita que me duela ver cómo sigues adelante y a mi me cuesta besar a otra tía sin pensar en ti.
— sabias que enamorarnos no era parte del trato.
— yo llegue enamorado, no era un trato Justo y tú lo sabías, pero eso no me frenó, disfrutamos muchas cosas juntos y no me arrepiento.
— Yo nunca me arrepentiría, eres alguien especial para mi.
En ese momento su mirada se centró en mi cuello, noté el ardor y el peso de su mirada.
Sonrió.
— deberías irte, no vaya a ser que alguien mal interprete las cosas.
Tenía un pequeño rastro de un chupeton de aquel día, ya no se notaba casi, por lo que había dejado de cubrirme el cuello, pero claro que él lo noto.
— nadie puede mal interpretar las cosas, sigo soltera.
— pues disfruta tu soltería, que creo que es hora de que yo haga lo mismo y por fin olvide lo nuestro.
Abrió la puerta de salida dándome a entender que debía marcharme.
——————
Tenemos capitulo, ayer no alcancé a editarlo así que me disculpo.
Les comento que me está costando un mundo conseguir actualizar y no quiero forzar nada, intentaré seguir con las actualizaciones semanales pero si me desaparezco una semana no me odien.
Se les quiere.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro