Consecuencias

Leon

Había despertado con la peor resaca de mi vida y con un maldito sonido a mi lado que me recordaba que estaba en la otra punta del mundo.

— Buenos días ... — dijo tío Aitor al otro lado de la línea — si no me equivoco allá son las 8 de la mañana y necesito que te des una ducha, elimines la resaca y me llames de regreso.

Asentí como si él me pudiese ver

— Leon, ¿me escuchas ?

— me estoy levantando a la ducha...

— Perfecto.

Me metí a la ducha sabiendo que aquello no mejoraría mi maldito día, salí de ahí y pedí unas pastillas para la resaca a la recepción del hotel.

Le volví a llamar mientras estaba tomando desayuno.

— Estoy sobrio, pero con un dolor de cabeza infernal.

— eso te pasa por beber la primera noche que llegas a otro país.

— no me sermonees por favor.

— tranquilo para eso está tu padre.— no pude evitar aquella nostalgia en mi pecho — ¿recuerdas algo de lo que te dije anoche ?

— ni siquiera recuerdo haber hablado anoche...

— estuve moviendo algunos contactos, tú matrícula y tú beca están cargadas, por tu gran desempeño académico te permitirán ingresar a mitad de año, tomarás 3 intensivos de asignatura de un mes, en los cuales debes aprobar si o si, porque te aceptaron de un intercambio importante, cuando apruebes esas asignaturas tendrás 3 de 6 asignaturas aprobadas inscribirás las 3 que te faltan y adelantarás las del segundo semestre.
Esto hará que quedes al día y con medio semestre adelantado, debido a que tu recién deberías comenzar en marzo tu primer año, pero si todo sale bien en marzo estarás tomando asignaturas de 2 año. De todos modos tú tienes mucha ventaja sobre tus compañeros, Ale y Dann siempre te han dejado estar en la consulta dental y acceder a la universidad.

— crees que seré capaz de hacer todo eso, es decir debo aprobar 3 asignaturas que jamás he visto en un intensivo de 3 semanas.

— hablé con tu mamá por esto, ella realmente no entiende porque decidiste irte, dice que Salamanca tiene un gran prestigio en los dentistas que salen de la universidad donde tú madre se tituló, no quise indagar cuánto sabe del tema, pero le dije que te dejarían adelantar materia porque eres el hijo del decano de una gran universidad y confían en que sabes todo, dijo que te mandaría sus apuntes que conserva en el despacho de tu papá, aquello te ayudará a coger el ritmo.

— no se que haré si esto sale mal.

— si sale mal no pasa nada, en algún momento debes volver, si sale mal puedes postular y comenzar tus estudios aquí.

— ¿sabes porque postule fuera del país? — el espero mi respuesta en silencio —, no quería que todos pensaran que mi rendimiento era por papá, sabía que habrían rumores y quería que mi esfuerzo fuese sólo mío. Y ahora resulta que igual mueven contactos para recibirme aquí, y ni siquiera tengo la opción de volver porque papá me odia.

— Dann no te odia, sólo está lastimado. No entiendo porque su apoyo va hacia Hope, tú eres su hijo...

— ella y Adasme siempre fueron su luz, supongo que siempre supe como iba a acabar esto, no se porque me sorprende tanto.

— hablé con él, discutimos, le dije que su apoyo debería estar en ti...

— no es necesario que intercedas, supongo que él tiene sus razones...

— se que crees que eres el recuerdo de un error, pero no es así, él te adora...

— Hasta mamá me apoya más que él tío Aitor, no intentes tapar el sol con un dedo...

— Dann reaccionará, tú sólo concéntrate, deja que su enojo fluya. Tu solo concéntrate en conseguir tus metas, demuéstrale a toda esa universidad en Chile que no te mueves por los contactos de tu familia, eres quien eres solo por tu esfuerzo, jamás lo olvides.

— ¿Haz sabido algo de Hope ?

— ¿de verdad quieres saber? — mi pecho se apretó y no supe que responder — está encerrada en su cuarto, Adasme comentó que no está bien, supongo que habrás visto sus llamadas perdidas — me dieron ganas de llorar al recodar aquellas llamadas que vi anoche, aquello sólo me llevo a aumentar mi borrachera — Mi consejo es que si estarás a tanta distancia evites saber de ella, el saber lo que dejaste acá te pesara.

— No puedo creer que fuese yo quien destruyera su corazón — dije más para mi que para él.

— tampoco tienes porque sentirte así, ambos sabían las desiciones que tomaban.

— saldré a dar una vuelta al campus para despejarme.

— Leon, jamás olvides que si un día deseas dejar todo y venirte tendrás mi apoyo.

— gracias.

Salí a caminar estaba en el hotel sheraton de esta cuidad, baje al primer piso y la piscina estaba vacía, había un sol radiante, pero a pesar de eso hacía frío.

Me senté en una de las sillas dispuestas alrededor de la piscina y no pude evitar cerrar los ojos y respirar de forma profunda, sin darme cuenta mi mente divagó a unas imágenes, Hope nadando en bikini, acercándose a mi desde lo lejos de aquella piscina, nadaba para poder llegar donde yo estaba. En ese momento hice algo estupido, abrí mis ojos, me di cuenta que sólo era una tonta ilusión, que ella jamás volvería a venir hacía a mi, porque había sido el cabrón que le rompió el corazón y ahora no era capaz ni de responder su celular.

Salí del hotel y fui a arrendar un auto a la automotora más cercana, cuando estaba pagando me di cuenta que no tomé la tarjeta de tío Aitor, cogi la que tenía de extensión de papá.

Se preguntarán como lo noté, pues la compra del auto no pasó, me había bloqueado la extensión de aquella tarjeta.

En un impulso estupido le llame.

— ¿me sacas de casa y ahora resulta que tampoco tengo acceso a la tarjeta de la familia?

— se que tienes la extensión de Aitor, pensé que eras adulto y ser adulto es caro, pero tampoco soy tan hijo de puta para dejarte sin dinero. Se que Aitor te tiene una extensión sin límites igual que a tus hermanos.

— papá se que cometí un error...

— si, comentaste un error, y es hora de que veas la vida como el adulto que eres.

— ¿entonces así será desde ahora?, me tratarás como si no fuese tu hijo.

— siempre serás mi hijo, sólo intento que entiendas que tus decisiones tienen consecuencias.

— estoy en un país que no quiero, créeme que se las consecuencias.

— es un país al que postulaste para estudiar, tampoco me dejes como el hijo de puta de la historia, porque el que no pudo controlar donde metía la polla fuiste tú.

— Se que no soy el único Smith que no controla donde mete la polla...

— cuidado con lo que dices Leon

— yo soy un claro hecho de que al parecer no sabemos tomar buenas decisiones, pero no te preocupes Dann, espero que cuando mamá se entere de esto no te genere una discusión, o peor, un divorcio.

Sabía que había pasado el límite, por lo que corte la llamada para evitar un confrontamiento.

Estaba furioso, nunca pensé que fuese así, si sabía que esto se hiria de mis manos, era algo obvio, pero no pensé que fuese a llegar tan lejos.

Hablé con tío Aitor y le dije que ocuparía su tarjeta para comprar un auto, el cual le prometí sería económico. El por otro lado no le importaba el gasto que generará en esa tarjeta, lo que si supe es que generaría una discusión entre él y papá, lo peor era que realmente no me importaba.

Salí a dar un paseo por la universidad, saludé al decano y me dejó gratos saludos para mi progenitor, sonreí pensando en que no había nada más lejano que yo entregando las buenas nuevas de chile hacia España.

Hice el recorrido por las instalaciones y noté lo lejos que me quedaba del hotel, por lo que pase al hall universitario y noté que habían varios lugares que buscaban estudiantes para arrendar, llame a un número que ofrecía un amplio departamento, no pude evitar el pequeño dejavú, yo buscando aquel departamento que no alcanzamos a disfrutar.

Le solicite la dirección al dueño del departamento y llegue en pocos minutos, estaba muy cerca del campus de Odontología, era un lugar tranquilo y eso me gustaba, tenía un lindo lugar de áreas verdes.

Toque el timbre, el departamento estaba en ñ primer piso y tenía esperanza de que el balcón diera directo a las áreas verdes.

Abrió la puerta una mujer, ella me invitó a entrar y me mostró el departamento, el lugar era pequeño pero muy bonito y además estaba en la zona central de Santiago.

— Me dices si te gusta el lugar, hace unos días estamos buscando alguien para la habitación desocupada, pero la mayoría ya tiene con quien compartir el departamento y la verdad es que llevo años aquí y no me gustaría marcharme.

En ese momento noté que lo que arrendaban no era el departamento.

— disculpa la pregunta, el anuncio decía que se arrendaba departamento no habitación.

—  ¿que?

Saque mi teléfono y el mostré la foto que le había tomado al anuncio para demostrarle a ti Aitor que ya estaba buscando un lugar fijo para vivir.

Ella me miró sin entender nada y tomo su teléfono.

—¡arriendas el departamento!

— ¡esperabas seguir viviendo en el lugar que compartimos por años!

— ¡claro que si! Porque yo no fui quien arruinó la relación metiéndome con media universidad imbecil.

Ella hablaba a cierta distancia pero los gritos a través del teléfono se escuchaban de forma demasiado nítida.

Apareció a mi lado con algunas lágrimas en los ojos.

— al parecer el departamento si lo están arrendando, si te gusta el lugar necesitaría que me des unos días para sacar mis cosas.

— no es necesario, me gusta el departamento, pero a diferencia de todos, vengo solo, no tengo problema con que te quedes en aquella habitación que ya ocupas.

Ella me miró extrañada.

— no me conoces, ¿por que harías eso?

— si te soy sincero, no quiero estar aquí...

— si no quieres estar aquí, qué haces aquí...

— es difícil de explicar, el tema es que no pasaré demasiado tiempo aqui, debo adelantar unas asignaturas en la facultad así que la mayor parte del día supongo que la pasaré allá, no me molesta que te quedes.

Ella rió de forma frenética — no se que estoy haciendo, pero acepto —

— solo estás aceptando seguir en tu casa y compartir un cuarto, tampoco es que fuésemos a dormir juntos.

Ahí noté que había sido una mala elección de palabras.

— no me mal interpretes, eres guapa, pero vengo saliendo de algo y al parecer tú también.

Rio de nuevo y dijo — podría ser una asesina y tú me ofreces vivir contigo — me pare a su lado, era pequeña y dije — con mi porte y el tuyo creo que puedo correr el riesgo.

Ambos sonreímos.

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