Decepción

Leon

Hope salió por esa puerta y papá me miraba con odio, pero más que odio podía notar la decepción en sus ojos.

— harás tus maletas y te irás a la universidad que se te de la gana, pero no te quedarás aquí.

— papá, postule a esas universidades a comienzo del año académico, si tengo este departamento es porque pretendo quedarme.

— ¿ con Hope ?, porque no se si lo notaste pero se fue destruida.

— le explicaré lo de las universidades...

— no le explicarás nada, si me tienes un poco de respeto harás tus maletas y te irás.

— papá ...

— ¿respóndeme algo? — se paró frente a mi — ¿estas enamorado? ... — no respondí, peor aún no fui capaz ni siquiera de sostenerle la mirada — eso creí, ya la destrozaste, es mejor que esto se acabe aquí, ella ya está sufriendo ahora, le servirá de aprendizaje para su futuro, luego solo quedará el recuerdo de un mal amorío con un hombre que jamás debió tener.

Sus ojos no se despegaban de los míos, mi mirada se nubló y respiré para que las lágrimas no se desplegaran por mi rostro.

Mi propio padre prefería a Hope delante de mi.

Al ver que no me movía el mismo tomo mi maleta y metió lo poco de ropa que había acomodado en los muebles del dormitorio.

— iremos a casa y te despedirás de Ale y tus hermanos, les dirás que quedaste en la universidad que querías, te llevaré al aeropuerto y te marcharás. Tienes el camino a casa para decidir a qué universidad te irás.

Yo no dije nada, estaba con un maldito nudo en la garganta, el monto aquella maleta en su coche y manejo en silencio, no me dirigió la palabra en todo el maldito viaje.

No quería irme, pero la decepción en su mirada no me dejaba plantarle cara y decirle que no me quería marchar, que lo único que quería era llamar a Hope, decirle que lamentaba haberla lastimado, pero que no quería perderla.

Llegamos a casa y me plante frente a él.

— Papá, no quiero irme, Hope y yo...

— Hope y tú, cometieron un error, se dejaron llevar, lo más seguro es que confundieron ese amor fraternal y ...

— papá ella no es mi hermana...

— ¡crecieron juntos! — levantó la voz — es como si te estuvieses follando a Adasme — me miró con asco.

– Claro que no, Adasme es tu hija, Hope es hija de tu mejor amigo... yo...

— no quiero mas excusas, ve a hacer la maleta.

— papá por favor... — Dio dos pasos hacia mi y vi su rostro enfadado, creí que volvería a golpearme.

— Si quieres que algún día vuelva a verte como mi hijo, subirás, harás tus maletas y te marcharás, Aquella muchacha a la que has estado metiendo en tu cama, es como una hija para mi...

– y yo soy el error de una noche — me miró con indiferencia y no dijo nada — lo entiendo...

Subí las escaleras y llegue a mi cuarto, lancé todo lo que había encima de los muebles, tenía una maldita piedra en el pecho, mamá jamás hizo diferencias conmigo, de cierto modo papá tampoco, pero siempre pensé que yo era el recuerdo constante de aquella noche de locura que dejó consecuencias. Nunca me contó nada de mamá porque supongo que le recordaba aquella separación que habían tenido, le recordaba el error de aquella noche. Por otro lado Hope fue aquella niña que se crió con nosotros, con Adasme y Eider.

Claramente para el ella era más su hija que yo, hice la maleta con un nudo en la garganta, aunque me costase reconocerlo siempre intenté ser el mejor en todo para que papá estuviese orgulloso de mi, sabía que mi madre biológica también era dentista antes de morir, por lo mismo siempre estuve pendiente de mamá, me gustaba el área de medicina dental más de lo que reconocía, sentía que era lo único que me conectaba con la mujer de aquella única foto que guardaba en un rincón de mi billetera, tenía eso y su nombre, Daniela.

No podía evitar pensar que sería si ella estuviese aquí, quizás yo viviría con ella, quizás yo no buscaría aquella aprobación de papá con tanto afán, no sentiría que soy aquel hijo que no comparte con su esposa.

Termine de empacar y baje mis maletas, mi celular sonó en mi bolsillo, Eider venía avisando que estaban por llegar a casa junto a mamá y Adasme.

— cambia esa cara, que de seguro que cuando te la follabas no pensabas en las consecuencias.

Mire las maletas y vi como mamá abría la puerta, papá saco una sonrisa de no se donde.

— ¿y esas maletas? — pregunto mamá.

— A Leon lo han aceptado en una gran universidad fuera del país.

— ¿que ? — todos me miraron y yo apenas levante la mirada y entregué una sonrisa nublada por la sensación que tenía en mi pecho.

— pero si aún no termina el instituto...

— supongo que se han fijado en su desempeño académico de todos estos años ... — dijo papá como si nada, yo aún no podía hablar, mamá me miraba y yo seguía evitando sus ojos. — además ya han rendido los finales.

— en que universidad... — papá me miró y me dejó completar en qué país sería mi nueva casa de estudios.

— una gran universidad en Chile — dije casi sin voz y Eider vio su teléfono iluminarse, supe que era Hope cuando levantó la mirada y yo no supe como mirarlo sin que papá lo involucrara a él, me bastaba con mirar su cara de decepción hacia a mi, como para que también se decepcione de mis hermanos.

— ¿y tienes que irte ahora ? — cuestionó mamá llena de angustia, yo solo asentí sintiendo como sus brazos rodeaban mi cuerpo. — te llevaré al aeropuerto.

— yo lo llevo — dijo papá sin dejar lugar a discusión.

Mi teléfono comenzó a soñar y mire mi pantalla, lo silencié y subí las maletas al coche.

Cuando llegamos al aeropuerto papá me detuvo antes de ir al lugar donde se abordaba el vuelo.

— aunque no lo creas esta es una gran oportunidad, y la distancia te servirá para que veas a esperanza como lo que es, parte de nuestra familia... luego solo recordarás esto como un terrible error.

Yo asentí queriendo sólo alejarme de él.

Vi que mi bandeja de entrada estaba llena de mensajes de Hope.

Justo en el momento que iba a escuchar sus mensajes mi celular volvió a soñar con su nombre en mi pantalla.

— Hola — conteste mirando como comenzaban a abordar el avión.

— ¿es cierto que te vas? —

— Si.

— es por tu papá, ¿te recrimino algo?

— Ambos sabíamos que esto iba acabar mal, al parecer eres la favorita hasta de mi padre.

— yo puedo hablar con él , esto comenzó por mi decisión, es injusto que sólo tú pagues las consecuencias....

— Hope déjalo así, estoy apunto de subirme a un avión, y lo único que me apetece saber es que tú estarás bien... — note los sollozos al otro lado de la línea — lamento si te hice daño, espero que te quedes con los mejores recuerdos de lo que vivimos y no me recuerdes como un error...

— esto fue mi decisión, no se que te dijo tío Dann, pero el no sabe como fueron las cosas, por favor no te vayas, no me dejes aquí, te quiero..:

— y yo a ti, ese fue el problema del principio, lo nuestro estaba predestinado a suceder, pero no con el final que esperábamos...

— Si me quieres por favor quédate, mantendremos las distancias si no quieres seguir con lo nuestro, pero no me dejes sin uno de mis mejores amigos por favor...

— este era el trato, ¿ lo recuerdas?, follar hasta que nos cansemos, eliminar la tensión sexual y seguir con nuestras vidas.

— ¿es eso?, ¿ya te cansaste de mi?

— como dijo papá, follabamos, era algo sin importancia y así debe quedar.

— pensé que siempre sería tu pequeña tentación.

— siempre será una tentación volver a tenerte, pero ya te tuve cuanto quise, quizás la distancia avive aquello que sigues queriendo...

—No lo dices enserio ... — hablo lastimada

— lo lamento Esperanza, comenzamos un juego sabiendo que terminaríamos quemados, jamás debí ceder a esto...

— ¿te arrepientes?

No respondí, quizás era lo mejor.

— debo subir al avión, lamento si te estoy haciendo daño, quizás cuando regrese podamos vernos como antes, como la familia que somos...

— eres un gilipollas — colgó la llamada y yo abordé aquel avión dejando una gran parte de mi en esta cuidad.

—————

Estaba en el aeropuerto con mi maleta a un lado, me senté en una de las sillas y apoye mi cabeza hacia atrás, ni siquiera había pensado que hacer de ahora en adelante, la universidad si me había aceptado pero los calendarios académicos eran distintos aquí y en España. Estábamos a finales de Julio y aquí las universidades impartían la carrera de forma semestral, a estas alturas ya habían cursado su primer semestre y yo no podría incorporarme hasta marzo del otro año.

Mi teléfono sonó y vi a tío Aitor en la pantalla de mi móvil.

— cómo estás — fue lo primero que me dijo.

— en el aeropuerto de Santiago...

— no puedo creer que hiciera que te marcharás...

— yo tampoco, ni siquiera sé qué hacer aquí, las clases comienzan en marzo y yo...

— sabes que si quieres volver tienes mi apoyo ¿cierto?, podemos comprar otro departamento y puedes estar ahí ...

— me odia tío, me miró como si fuese su mayor decepción, siempre pensé que yo soy el recuerdo de aquella noche de tragos donde sus actos tuvieron consecuencias...

— no digas eso Leon, Dann te quiere mucho, se que no lo recuerdas, pero gracias a ti, él salió de una gran depresión que tenía, es solo que es difícil entender lo que tienes con ella, ambos son jóvenes y se dejaron llevar...

— por favor, ambos somos jóvenes, si, pero ambos tenemos nuestra vida sexual resuelta, sabemos con quien meternos y no a la cama y nosotros ....

— ese es el problema, el ustedes es el que le cuesta ver a Dann, los vimos crecer juntos, literalmente tu la tratabas como siempre has tratado Adasme, y si para mí es difícil notar cuando las cosas cambiaron imagina como todo esto afecta a tu papá.

— no quiero hablar de él. — dije intentando evitar el odio que me generaba su actitud

—en que universidad quedaste, quiero ver si puedo mover contactos para que comiences un periodo corto de clases en las vacaciones que se presentan allá entre junio y julio, por lo que recuerdo son dos semanas, y puedes dar los cursos como si los hubieses reprobado, pero necesito que te concentres.

— ni siquiera sé si tengo fuerzas para concentrarme y estudiar....

— recuerda que siempre estaré aquí, haré unas llamadas para ver qué puedo hacer, busca un lugar seguro donde establecerte, puedes usar las tarjetas como siempre, busca algo bueno y seguro, no quiero que por este estupido arrebaro de tu padre pueda perder a mi sobrino casi hijo. Te quiero no lo olvides.

Colgué el teléfono y mire a mi alrededor, ¿han tenido esa sensación de estar lleno de gente pero sentirse solos? Tal cual me sentía, sentía el rechazo de mi padre en el pecho, la sensación de haberle roto el corazón a aquella mujer que desee por años y que tuve solo unos meses en mi vida.

Tenía la maldita sensación de autodestrucción, quería tirar todo, quería emborracharme y quedarme en mi cama recordando que la tuve y la quise más de lo que tenía permitido.

Lo cual era gracioso, por que ni cama donde dormir tenía en este momento.

Me puse de pie y me acerqué a una oficina de informaciones, busqué el hotel más cercano y me marché.

Mamá llamo para saber cómo había llegado y vi a papá de fondo, mamá le decía que me hablara y él se excusaba con que estaba ocupado, esto no llegaría muy lejos, mamá notaría la hostilidad en sus palabras y todo exploraría en nuestra cara, me despedí y pedí servicio a la habitación, unas cuantas botellas de alcohol.

Me emborrache, después de horas mi celular volvió a soñar era tío Aitor.
Conteste sin pensarlo y luego noté que era una video llamada.

— joder estás borracho ....

— no se porque se sorprende de mi... — dije arrastrando las palabras — él seducía a mamá cuando estaba comprometido, es decir... — joder estaba hablando de más — el si que ha hecho cosas prohibidas en su vida.

— Leon... — dijo al otro lado de la línea.

— es que joder solo piensa en el prometido de mamá, estaba seguro que se casarían mientras papá seducía a su futura esposa... que cabrón ...

— si, que cabrón .... — suspiró el del otro lado de la línea — llamaba para darte información de la facultad, pero lo que te diga ahora de seguro no lo recuerdas mañana.

— si que lo recuerdo, así como nunca olvidaré a esa hermosa pelirroja que deje destrozada en Salamanca....

— siento que te estás dejando manipular por aquella obsesión de querer ser el orgullo de Dann, aún no entiendo porque no le plantaste cara, porque no le dijiste que la querías y que querías seguir en la cuidad...

— no lo sé...

——————

Hola hola.

Ayer estuve fuera todo el día y sin señal, aquí su capítulo de la semana, debo reconocer que llore un poquito, ¿ustedes sintieron esa angustia?

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