Capitilo 10
Descubiertos
Hope Henderson
Estaba de camino a casa de Adasme me sentía tonta, aquel juego que yo quise comenzar y aseguré que no metería mis sentimientos, me estaba dando vuelta la vida.
Quería más, mucho más de lo que teníamos, quería poder caminar con el de la mano, poder gritarle al mundo que no estaba soltera, que estaba con él y eso me hacía feliz.
Hoy cuando tío Dann llego al departamento mi vida se nubló, pensé en salir y explicarle que lo que teníamos no era un juego, que estaba ahí porque estaba enamorada de León desde siempre, pero el silencio de León me confirmó que él no pensaba lo mismo que yo.
Dijo que aquella mujer que estaba en el cuarto era sólo una amiga, podríamos decir que casi su hermana.
Le dije que ya no quería más esto, pero no me refería a que lo nuestro se acabara, me refería a que quería hacerlo público.
Estaba en casa de ellos visitando a Adasme, ella estaba en su cuarto así que solo subí y toque la puerta.
Ella estaba en su escritorio escribiendo, a pesar de que le gustaban los negocios también le apasionaba la escritura, actualmente tenía dos libros en una plataforma de lectura gratuita.
Su última novela iba de una secretaria que se liaba no con el jefe, si no que con el mejor amigo y yo sabía por donde iba aquello, Adasme estaba loca por Alex, el mejor amigo de tío Aitor, pero el era un mujeriego imparable, nunca nadie, ni siquiera el tío Aitor le había conocido una novia.
—¿interrumpo algo?
— solo estaba habiendo volar mi inaginacion
— ¿con Alex?
Ella se sonrojó y yo lo noté
—¡pasó algo! — casi grite de la emoción, me acomode en un pequeño sofá que tiene al lado de su escritorio.
—Nos besamos — dijo susurrando
—¡Ahhhhhhh!
—por favor no hagas un escándalo
— Qué tal estuvo
— amiga ni te imaginas, estuvo delicioso, me beso como nadie nunca me había besado en mis casi 18 años.
—¿Que más paso?
—Nada, se dio cuenta de que esto — dijo apuntándose — no es legal, soy menor de edad y nos besamos.
— No es como si te hubiese obligado.
— claro que no, fui yo la que se lanzó a besarlo en un maldito impulso, pero jamás pensé que me correspondería y que me apretaría hacia su cuerpo. — suspiró emocionada.
— en unas semanas es tu cumpleaños, ¿crees que cambiará algo cuando pases a la legalidad?
— no lo sé, nos besamos una noche mientras tomábamos aquel café, estábamos agotados y desde ahí que no me ha dirigido la palabra, ni siquiera me pidió documentos, se paró de su escritorio y fue por ellos el mismo.
— pero por lo menos sabes que no eres la única que le tienes ganas, esto es recíproco.
Ella sonrió
— ¿como va todo con Leon?
— tengo un problema...
— por favor no me digas que estás embarazada...
— ¿Qué...?, ¡Nooo!
— ¿entonces?
— creo que me estoy enamorando — ella estalló en carcajadas
— por favor Hope, tú estabas enamorada desde antes que comenzaran a acostarse.
— claro que no, sólo era atracción mutua y...
— tensión sexual — completo ella por mi. — eso te decías tú, amiga ya deja de mentirte y asúmelo de una vez, te encanta mi hermano, es más es tu amor platónico desde que recuerdo.
— ok, pero los amores platónicos no se cumplen, y yo llevo acostándome con él unos meses.
— por lo mismo, ahora sabes lo que es tenerle, ahora piensas que estás enamorada, pero en realidad siempre lo estuviste. ¿Y que con eso?, todos sabemos que Leon también está enamorado.
— hoy tu papá casi nos descubre — ella abrió grandemente los ojos. — amiga dije casi, puedes tranquilizarte — ella volvió a respirar —el tema es que le dije que quizás ya deberíamos salir del anonimato y él entendió otra cosa, quiere acabar lo que tenemos y siento que saldré lastimada.
— el tiene miedo de la reacción de papá, él te ve como a mi, y una vez alguien me lastimo y tú lo sabes, y también sabes como acabo aquello. Papá tuvo que dejar de ser el director de carrera, lo ascendieron a decano para cubrir las huellas y evitar rumores, pero estoy segura que por ti haría lo mismo. Y será más difícil por que el es su hijo.
— por favor ambos somos mayores de edad...
Hablábamos pero alguien tocó la puerta
— hija se puede entrar — era tía Ale y Adasme fue a abrirle la puerta.
— ¿qué pasa mamá?
— llegó Leon, cenaremos en familia.
Ambas bajamos y saludamos, sin darme cuenta casi besé a Leon en los labios, él lo noto y giró su rostro, de esto estaba aburrida, quería poder besarlo delante de todos y no tener que mentir delante de ellos.
Estábamos comiendo y Tío Dann hablo.
— vas a hacer alguna fiesta Leon, o vas a celebrar en privado con la muchacha que estabas hoy .
—¿una muchacha? — preguntó tia Ale emocionada.
— hoy fui a ver su nuevo departamento y estaba acompañado celebrando su cumpleaños,—todos nos quedamos en silencio, incluso los gemelos y tío Aitor que miraba mi camiseta sin disimulo.
— papá ya te dije que no es nadie importante...
No pude evitar que aquello me lastimara.
— Y no, no creo que hagamos fiesta, estoy en finales y debo rendir exámenes.
— eso jamás te detuvo —
— este año es más importante, depende las universidades en las que me acepten.
— es cierto — dijo tío Aitor — ahora debe ser responsable.
Todos comimos mientras se hablaban de el trabajo de todos y de los estudios. Leon se paró de la mesa y su tío lo siguió, yo me levante con la excusa de que necesitaba el baño.
— Joder... por eso no quieres presentarla en la familia, si nadie sabe que cena con nosotros cada noche.
— por favor tío baja la voz...
Lo sabía, recordé mi camiseta tirada en el living y la forma en la que me miraba, de un momento a otro me vi buscando algo más que ponerme, tomé una camiseta de Adasme y me cambie. Cuando volví estaban todos en la mesa y mire a Adasme intentando pedirle que no dijese nada de mi ropa y al parecer ella entendió todo.
Salimos de ahí, yo me fui primero y nos fuimos al departamento, cuando llegamos ahí habían más regalos en recepción, entre ellos los de mis padres, él los tomo y los dejo ahí mismo donde estaba el que recibió esta mañana.
— Tío Aitor lo sabe ...
— lo se, me miraba la camiseta de una manera extraña, yo no lo noté pero luego recordé...
— dijo que guardará nuestro secreto, pero que esto se saldrá de nuestras manos en algún momento y lo peor es que tiene razón. Hope esto debe acabarse.
— podemos seguir escondidos... — sin querer reconocer mi mundo se derrumbaba.
— siempre supimos que era esto, quitar las ansias que teníamos, somos como hermanos ...
— tu sabes que aquello no es cierto, somos como hermanos, pero no lo somos, tus padres son mis padrinos y los míos los tuyos, pero nada más. Leon, lo nuestro ...
— lo nuestro siempre tuvo fecha de caducidad y tú lo sabías.
— ¿o sea que no volveremos a vernos ?
—claro que si, eres casi parte de mi familia, seguiremos viéndonos como siempre.
— ok — asentí resignada— podríamos seguir lo que queda de mes, solo para despedirme de ti.
— No te despedirás de mi, yo siempre estaré ahí.
— pero no de la manera que estás ahora, no podré besarte más, ni amanecer contigo...
— este departamento ya no tendrá sentido — dijo acercándose — disfrutemos de el mientras podamos.
El limpio una lágrima que corría por mi mejilla, sin darme cuenta estaba llorando.
— No llores, lo que menos quiero es lastimarte.
— yo sabia que esto sucedería, eso sólo que jamás pensé que me dolería tanto.
— siempre serás mi pequeña tentación.
— siempre serás mi pecado más placentero
— ven aquí — me atrae a su cuerpo y me besa — te quiero nunca lo olvides.
Se acercó a mi boca y me besó de forma lenta, esto se sentía como una despedida, y me dolía más que nada.
Me desvistió de forma cuidadosa, con tanto amor y cuidado que se dio el tiempo hasta de quitar aquella cadena de oro que llevó desde los 15 años.
Me cargo a su habitación rodeada de besos y gemidos, se arrodilló delante de mí como solía hacerlo cada vez que me hacía suya, porque para él mi placer era lo primero.
Al menos eso me repetía cada vez que hacíamos el amor.
Gemí su nombre sabiendo que era la última vez, pero no asumiéndolo.
Se desvistió sin separar su mirada de la mía, se hundió en mi de forma lenta y con sumo cuidado, esta noche fue mucho más que solo sexo y ambos lo sabíamos.
Grite al llegar a mi cima y me acomode en su pecho.
Las lágrimas se derramaron sobre su torso desnudo y así nos dormimos.
Desperté con los gritos.
— ¡¡Dime que es una puta broma Leon, dime que la que está en ese cuarto no es Hope!!!
— papá, yo te lo puedo explicar.
— ¿me vas a decir que no es lo que parece?, porque podría jurar que su ropa interior está regada por todo este puto departamento.
— papá.
— Leon estoy esperando que me digas que no es ella.
Me vestí de forma rapida con una camiseta de León, porque tenía razón, mi ropa estaba regada por el living y comedor.
— si es ella . — dijo y sentí su cuerpo golpear una pared del departamento.
— ¡¡para eso querías el departamento!!, joder, para tirartela sin que nos diéramos cuenta, por eso no la podías llevar a casa. Es como tu hermana Leon en que coño pensabas.
— es como, pero no lo es joder, ambos tomamos una desicion.
— tienes apenas 18 años, ni siquiera sabes tomar decisiones coherentes Leon. Pensaste en nosotros. En sus padres, en lo que pasará cuando le rompas el corazón...
Quería salir y decirle que sabía lo que hacía, pero esto me aterraba más de lo que quería reconocer.
Me arme de valor y me asome y vi sus ojos, me miró y miró a Leon, lo miró con desepcion, y a mi también.
— no le romperé el corazón papá, ambos sabemos lo que hacemos.
— ¿así que son lo suficientemente grandes como para saber lo que hacen cierto?
Me miró.
— sabes que Leon es un hombre que le cuesta tomar desiciones, por eso y a pesar de que sabe lo que hace contigo, se postuló a varias universidades fuera del país. —
Lo mire de forma incrédula ¿se iba a marchar?— es más, lo han aceptado.
Mire las cartas que tenía en la mano tío Dann.
— Vamos Leon, se adulto y dile que te marchas, que postulaste al otro lado del país sabiendo que ella estudiará en la cuidad, sabiendo que lo que sea que tienen es solo Follar, porque así me dijiste ayer o no, aquella chica en tu cuarto era solo entretencion.
Lo mire y el no dijo nada, mis ojos llenos de lágrimas me traicionaron, tomé mi pantalón corto me lo puse y salí de ahí, llore y caminé sin rumbo, llegue a aquel parque donde nos reuníamos de vez en cuando, alejado de la casa de nuestros padres.
No sabía porque estaba lastimada, el acuerdo era de sexo, exclusivo pero sexo al fin y al cabo.
El se marcharía y me dejaría aquí, él volvería a ser él mujeriego de siempre y yo habría conseguido lo que siempre quise, tenerle.
Pero no me sentía como que hubiese ganado, es más sentía que estaba perdiendo una gran parte de mi vida.
Porque hace semanas que mi vida se había vuelto rutinaria, pasábamos la mayor parte del tiempo juntos, enredados entre las sábanas de un hotel, y pensé estúpidamente que aquel apartamento era para nosotros, para poder pasar más tiempo juntos como lo que yo creo que éramos, una pareja.
Pero tío Dann tenía razón, era solo la chica con la que actualmente follaba, lo peor es que yo había sido la de la propuesta, el sabía que yo terminaría enamorada y no quería arriesgar nada, por eso me estaba dejando, porque lo nuestro para él no valía la pena, yo no era y nunca iba a ser suficiente para él.
Después de todo solo matábamos la tensión sexual
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