Quince
—¿Tendremos que quedarnos aquí para siempre? —chilló Luka casi con los ojos cristalinos.
—Hasta que encontremos algún tesoro, sí —contestó el líder a regadientes, odiando la situación tanto como ella.
—A mí me gusta estar aquí —asumió Ahim sonriendo en grande, mientras se levanta de la mesa y empieza a recoger los platos vacíos del desayuno.
—Claro, porque te la pasas "Oh, Hideki" "Hideki" "Hideki, ¿dónde estás?" —soltó con sarcasmo el capitán agudizando su voz imitando infantilmente la de la muchacha.
—Claro que no.
—Claro que si.
—Que no.
—Que sí.
—Que si.
—Que no —rapidamente Marvelous se dió cuenta de su error y Ahim soltó una risilla. Sin poder con la molestia se levantó golpeando la pesa sobresaltando a todos.
—¿Pero qué bicho te ha picado? —Luka interviene sin entender.
—Mi corazoncito —murmuró Doc tocando su pecho que late rápido por la sorpresa.
—Es que... —el capitán no sabe que decir, obviamente no dirá que está súper celoso de este chico, porque estaría diciendo directamente que le gusta la pequeña princesita y él todavía necesita tiempo para asimilar su alocado corazón pero parece que ese tiempo le está costando puesto a que otro hombre, más alto, más guapo, con mucho dinero, amable y de la realeza se quiere robar a su amor. ¡Y lo peor es que hasta admite que ese tal Hideki es de verdad mejor que el!
—¿Sucede algo? ¿Estás molesto conmigo? —le preguntó la gokai pink temerosa, esperando cualquier reacción de su parte.
Estuvo a punto de decirle que dejara de mirarlo de esa forma ya que le dan ganas de caerle a besos pero, tragándose el orgullo solo pudo soltar palabrerías sin sentido.
—¡Si! ¡Tu comida de hoy sabe asquerosa y eso realmente me molesta! —exclamó de pronto, mientras las cejas de la contraria se hundieron con tristeza.
—¿¡Qué!? ¡Claro que no, fue muy rico y lo sabes! —salió la defensora del pueblo.
—¡Hasta admitió que se le quemaron los huevos!
—Solo fue un poco... —murmuró Ahim, rascando su brazo con timidez. —Lo siento, lo haré mejor para la cena. Ahora me iré, llegaré tarde al trabajo.
Dicho esto, tomó sus cosas y despidiéndose en un susurró, dejo el barco.
—¡Estúpido! ¡Tonto! ¡Malo! ¡Feo! —Luka fue exclamando mientras golpea sucesivamente a su líder.
—¡Ay, Auch! ¡Eso duele! ¡Quita tus manos!
Joe, quien estuvo todo este rato sin decir o hacer nada se levantó y cargo a la revoltosa chica, que exclamaba y gritaba que la dejara ya que está muy molesta de que su estúpido líder le dijera algo así a la pequeña, prácticamente su hermana.
(...)
—Que lo disfrute —le sonrió amablemente la princesa a un tierno viejito, después de darle su caja de dulces.
—Gracias, linda.
El señor se fue y justo fue entrando otro, Hideki, su gran amigo de la infancia.
—Hola, pequeña —se acercó positivo y le desordena los cabellos a la muchacha.
—Hola, ya traigo lo que habías pedido —se apresuró a ir por detrás de las vitrinas y tomó una caja que le había encargado un día anterior el muchacho. Se lo extiende.
—Gracias, tus dulces son de maravilla.
—¿En serio? —preguntó con un brillo en sus ojos.
—Si, tu comida es muy buena. Una de las mejores que he probado, y ojo, eso no se lo digo a cualquiera —infló su pecho y rió. La chica se anima con el alago de su amigo.
«Marvelous-san es un tonto, ¿Cómo puede decir que no se cocinar?
¿Y por qué siempre tengo que esperar su opinión cuando es tan mala y fea, mientras los demás me alaban tanto?»
—Bueno, me voy. Cualquier cosa me llamas —dicho esto se despide de la menor y sale del negocio, montándose en su carruaje.
Justo cuando partió, llegó de pronto varias personas en caballo, la mayoría hombres y barbudos con sed de causar destrucción.
—¡Entren a la tienda!
Pegaron la puerta rompiéndola y todos de adentro se asustaron. Ahim lo vio entrar pero ni se inmutó, su gokai Charge está guardado en su cartera. Necesita conseguir la oportunidad de llegar, tomar su espada y listo, hacer que se vayan como nenas auyentadas.
—¡Todos, quietos! —exclamó su líder, feo y barbudo.
Unos hombres se encargaron de apuntar a varias personas con su espada, mientras otros fueron en dirección a la caja registradora para abrirla a la fuerza y llevarse el dinero.
Ahim se dió cuenta que no alcanzaría a buscar su arma, pero tomando el palo de escoba a su lado salió a defender el lugar donde trabaja.
—¡Oye, esto que haces es ilegal!
—No me digas —se rió irónico.
—Ya verás —murmuro resentida.
El tipejo no la tomó en serio por su apariencia, bueno pues, ahora le va a mostrar quien es y lo que sabe hacer.
Apresuró su paso y se dispuso a luchar con aquellos hombres, intento de ladrones, con su palo versus las espadas. Los fue tumbando uno a uno como si estuviese danzando con delicadeza, sorprendiéndolos.
—¡Oh, ella es una pirata, señor!
—¿Pirata? —el hombre sin espera toma a una muchacha de rehén rodeando su cuello con la espada. —¡Alto ahí, niña! ¡Un movimiento y le arrancó la cabeza!
La desconocida grito de miedo y temor, con lágrimas deslizándose por sus mejillas.
Ahim se detuvo en seco y lo miro, tratando de buscar una forma de salirse de esta sin que hubiese una muerte.
—Las manos al aire y suelta ese palo.
Con lentitud fue dejando su "arma" al suelo, y levantó sus dos extremidades rendida. No puede hacer nada, si lo desobedece y trata de jugarle al tiempo para correr y salvarla, no lo logrará. No puede permitir que alguien muera por su negligencia.
—¿Cuál eres de los Piratas? ¿La rosita o la amarilla? —cuestionó curioso para después escupir saliva a un lado.
—Es la rosita, señor. La princesa de Famille —habló uno con seguridad.
—La amiga del tal Hideki hijo del Conde, ¿no? —al decir esto humedece su labio inferior tentativo. —Bueno, princesa. No tienes muchas opciones, o vienes con nosotros y dejamos a esta chica o por aquí correrá sangre.
Sin muchas opciones, la chica tuvo que aceptar ser llevada. Un hombre le amarró las manos y los pies, y fue llevada como saco de papas. Lo malo fue que aún así se llevaron a la desconocida, en todo momento amenazando su vida con un arma, puesto a que sabían que la Pirata podría salirse de esto sola pero con una persona en medio, no podría.
—Envienle una carta al Conde, vamos por una buena suma de dinero —ríe avaricioso partiendo con ambas muchachas.
(...)
Después de atrapar a unos cuantos ladruonzuelos, Marvelous se haya un poco hastiado. Él dinero que les dan por eso es demasiado poco, incluso ha estado haciendo unos cuantos trabajillos aparte, todo por Ahim. Si, por ella.
Y ahora se preguntarán ¿Por qué?
El día de ayer cuando volvían al barco después de su jornada de trabajo, notó como la princesa se le quedó viendo un collar brillante con forma de corazón. Joyas no le faltaban, pero aquel era especial. Le reveló que se parecía el que su padre le regaló años atrás.
No pudo evitar sentir pesar en su corazón.
De por sí el dinero que ahorró a parte lo quería usar para el y sus desgastes a lo bruto, pero no pudo evitar y mas aún con la mañana de hoy, sentirse mal. La trato y le dijo mentiras, solo por sus estúpidos celos.
Se siente un poco cohibido, Hideki es mejor que él en muchos aspectos. Le puede brindar seguridad, estabilidad, paz y una vida tranquila en cambio con él, viviran en un barco viajando, no tiene sueldo fijo y una idea a futuro. Nada, él solo vive el día a día sin importarle nada más pero tal vez, la princesa no sea como él.
Saco el dinero de una bolsita y los contó moneda por moneda. Si, le alcanzaba justo para comprarle la joya y a su vez pedirle perdón.
Sin espera corre a la tienda dejando caer accidentalmente su gokai Charge. Mala suya, porque segundos después ésta empezo a sonar y sonar, eran sus compañeros llamándolo para avisarle la delicada situación de Ahim.
Ajeno a todo lo que está pasando, felizmente entro a la tienda de joyas y gastando toda su mesada le compra el collar.
—Espero que le guste, gaste todo mi dinero en él —murmuró viendo como la trabajadora se dirige a sacar el collar y empezar a guardarlo.
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