Nueve
“Marvelous: Extraño 2.0”
[Capítulo Largo]
Un irritante sonido interrumpía el tranquilo y acogedor sueño de la tierna princesa, quien se levantó y apagó la alarma soltando pucheros del fastidio. Frotó sus ojos y con pereza miró su alrededor quedándose confundida. Recordaba haberse quedado en la sala esperando a su equipo entonces ¿Cómo había llegado a la cama?
Ella se levantó y colocándose sus pantuflas se dirigió a la sala con bostezos, al llegar se encuentra con Marvelous, quien parecía revisar con Navi algunas cosas en la computadora.
—Buenos días —saludó la chica. —¿Llegaron?
—No —negó en susurro con cierta preocupación logrando contagiarla junto a la contraria.
—¿Cómo? ¿Por qué? ¿No se supone que deberían de estar aquí?
—Voy a buscarlos y quiero que te quedes aquí cuidando del barco —demandó girando a verla con determinación.
—Quiero ir contigo.
—No puedes.
—Marvelous —insistió acercándose a él.
—Siento que es peligroso, buscaré que hacer y descubriré con mis propios ojos lo que esta sucediendo así que por favor, no interfieras —dijo este con un extraño brillo peculiar en sus ojos, la quería proteger por ello no deseaba verla fuera del barco, temía que si la dejaba salir tal vez nunca volviera a entrar y en serio se volvería loco si eso llegará a pasar.
—Marvelous, me voy molestar contigo —se cruzó de brazos mirándolo con el ceño fruncido.
—Esta bien perp que sea en los alrededores y no tardes más de una hora, Navi contará tu tiempo, ¿entendiste? —accedió soltando un suspiro cansador. Debía de estar atento a Ahim para que no se perdiera también.
—¡Gracias! ¡Haré lo mejor que pueda! —dio saltitos de emoción logrando sin querer hacer sonreír un poco a su líder. —Me pondré los zapatos y saldré a buscarlos.
—Oye —llamó capitán la chica antes de que esta fuera a bucar su calzado. Ella se giro hacia él con el ceño fruncido a la espera. —¿Dónde esta tu anillo?
—¿Cuál? —miró entre sus dedos no encontrando nada. —No se de cual hablas.
—Hablo del que usaste ayer. Saliste con el anillo pero cuando volviste al barco estabas sin el, recuerdo perfectamente que lo sacaste pero me distraje y no se cuando lo perdiste —explico de forma obvia un poco pensativo.
—Entonces creo que se me cayó —rascó su cabello con vergüenza. —Por suerte tengo otros. No debo de ser tan despistada.
Marvelous solo asintió un poco confundido y enojado, soltó un puchero de fastidio, él en serio quería ir y reprocharle a la chica por su despiste.
«¡Perdió el anillo que le regale!»
Aquello le enojaba mucho, demasiado a decir verdad pero lo más que le hacia molestar era el hecho de no poder reprocharle ni regañarle ya que el anillo se lo había dado a escondidas y ella nunca se dio cuenta del nuevo material de oro dentro de su colección.
Bueno, los minutos pasaron y ellos dos a fin de cuentas se separaron, por lo menos sabían que de día no había mucho peligro así que no estaban preocupados pero aún así, tenían que mandarse la ubicación entre sí por cualquier inconveniente que podría suceder.
Ahim iba paseando por el pueblo con la foto de sus amigos preguntando a las personas uno por uno pero las cosas no parecían ir le muy bien que digamos, nadie sabía nada. Por lo que una hora fue desperdiciada haciendo nada, su estómago rugió un poco del hambre entonces decidió dirigirse al hogar de Aki con emoción queriendo verlo.
Al llegar tocó la puerta esperando.
—¡Ahim-san! —saludó con emoción el niño pelirrojo dejándola pasar.
—¿Comieron? —preguntó con dulzura mientras desordenaba aquellos cabellos pelirrojos.
—Nop pero ya estaba por hacer la comida —negó tiernamente.
—Tranquilo, les cocinare hoy —al decir aquello el niño festejo con emoción abrazándola desde su cintura ya que la diferencia de altura era demasiada y no alcanzaba a más.
Ahim se dispuso a colocarse un delantal y se quitó sus anillos para empezar a realizar el desayuno en aquella cocina pequeña, desgastada y muy sucia ayudando con la limpieza dejando todo brillante.
Aki, Kiki y Mimi se encontraban rodeando a la chica con emoción analizando cada movimiento de esta.
Unos minutos después toda la familia se sentó en la mesa empezando a comer.
—¡Esta muy rico! —exclamó Aki no dejando de tocar el brazo de Ahim abrazándolo dándole cariñitos.
—Ay, gracias. Ahora come todo o si no me molestaré mucho contigo —dijo esta separándose del chico empezando a comer tranquilamente.
A mitad de la comida el tenedor de Aki se le calló por debajo de la mesa por lo que él se agachó y se metió debajo de esta con rapidez para tomarlo. En aquel instante Ahim sintió algo extraño hurgar su falda y acariciar sus piernas por lo que soltó un grito exaltandose en su lugar, se levantó de la silla encontrándose con un Aki sonrojado.
—L-Lo siento, es que cayó al lado de tu pie —señaló el tenedor en su mano con timidez.
—Ah... Entonces debiste de haberme dicho que te lo pasará —relajó un poco riendo de forma nerviosa.
Los dos se sentaron nuevamente en la mesa sin decir nada. Ahim pensó en ello de forma genuina y al mirar el rostro rojo de Aki no pudo evitar sentir ternura.
Después de un rato la princesa se dispuso a ordenar toda la mesa mientras los niños jugaban pero por alguna razón sintió un extraño escalofrío pasar por toda su espalda, como si le estuviesen mirando fijamente. Para su suerte enfrente de ella había un pequeño espejo un poco despedazado en la pared, solo tuvo que moverse un poco para lograr ver que detrás suyo tirada en el sofá se encontraba la señora Yune, quien la miraba con un extraño brillo malicioso, era una mezcla de odio, desagrado, envidia y celos. Ciertamente daba miedo la forma tan fijamente que la miraba sin siquiera parpadear ni una vez durante los minutos.
Ahim tembló un poco sintiendo una desconfianza repentina. Recogió con rapidez los trastes y los lavó, luego ella se dirigió hacia su cartera buscando colocarse sus anillos pero no los encontró.
«¿Dónde están? Estoy segura de que los traje » Pensó un poco confundida, sin querer un pequeño sentimiento de sospecha adornó su corazón ingenuo que ya parecía desgastarse un poco. Ahim recordó un poco el hecho de que los niños habían pasado muy peligrosamente cerca de su cartera, no quería culparlos ni desconfiar de ellos, ciertamente se sentía un poco avergonzada pero quería verificar si era cierto lo que empezaba a sentir.
Ahim vio a los niños jugar en la sala con cartas y con el pretexto de ir hacia el baño pasó a la habitación de los pequeños empezando a rebuscar un poco. Al final no encontró nada por lo que se reprochó a si misma de ser tan desconfiada.
«Son solo niños»
Cuando estuvo dispuesta a marcharse de ahí ve algo brillante entre las almohadas de la cama de las niñas, Kiki y Mimi. Se acercó un poco y ve debajo de las almohadas los anillos, y no solo eso, también del anillo que Marvelous le había hablado en aquella mañana.
Su corazón empezó a latir de una forma muy rápida, sintió muchos nervios, no sabía como actuar, no sabía si en ir a reprocharles y quedarse con sus anillos o no decirles nada e irse de ahí. Realmente había algo que no le gustaba de esto y solo quería salir de esa casa ya.
Salió de la habitación dejando sus anillos sintiendo como todo parecía darle vueltas, en serio no quería creer en lo que acababa de descubrir, le dolía y mucho.
—¡Ahim, ven a jugar con nosotros! —exclamó Kiki con emoción.
—¡Si, ven a ver como le estoy ganando a ellos dos! —esta vez grito Mimi también emocionada.
—Disculpenme pero tendré que irme. Los visitaré más tarde o mañana otra vez —dijo con un notable nerviosismo mientras tomaba su cartera dispuesta a irse.
—Ay, ¿en serio? Pero vendrás mañana, ¿si? —se acercó con decepción Aki colocando sus dos delgadas manos rodeando la cintura de su mayor.
—Si, vendré mañana —le sonrió un poco sin saber que más responder y el niño con emoción la abraza quedando su mejilla contra el pecho de la mayor. Ahim lo abrazo un poco pero sin tanta fuerza y decidió salir de ahí pensativa.
En su camino no sabía si ir y decirle a Marvelous lo que acababa de suceder, una parte de ella quería decirle por la confianza que le tenía pero otra parte de ella se negaba, lo conocía tan bien como para saber que aquel ser formaría un alboroto en solo cuestión de segundos. Después de todo se irían pronto, tal vez simplemente deban de encontrar a su equipo y marcharse pero la duda y la culpa seguían carcomiendola.
«¿Y si solo me robaron para poder venderlo y comprar algo de comer?»
De igual forma ella les compró suficiente provisiones para dos se semanas o hasta más dependiendo de lo tan cuidadosos que sean con la comida entonces ¿por qué robarle si los había ayudado tanto? ¿Será que todos ellos son malos? Tal vez no, tenía una mínima esperanza con Aki. Ella sentía una obligación de enseñarle, debía de enseñarle a esos niños para que no vuelvan a robar, buscaría una forma y así lograría que estos aprendieran.
En su caminata de pensamientos perdidos pronto logró darse cuenta de la realidad, viendo algo extraño en su alrededor. Ahora que había abierto los ojos no pudo evitar darse cuenta que recibía muchas miradas extrañas de parte de los aldeanos.
«¿Desde siempre fue así o es nuevo?»
La incomodidad e inseguridad la domó ¿por qué repentinamente se sentía tan insegura? ¿Cómo si hubieran muchos ojos acechándola desde cada rincón? Era ciertamente extraño hasta producirle escalofríos.
Un ruido desde su cartera logró sobresaltarla desde su sitio. Se tranquilizo un poco al darse cuenta que era Marvelous llamándola.
—Hola, ¿sucede algo? —preguntó esta al contestar tratando de sonar lo más tranquila estaba posible pero aun así mirando a todo su alrededor con miedo a que se acercarán.
—¿Llegaste al barco? Hace rato que deberías de haber llegado para allá —le reprochó desde la otra línea.
—Ya estoy yendo para allá, me retrace —se encogió de hombros. —¿No encontraste nada?
—No ¿y tú?
—Tampoco, es muy difícil pero hay algo extraño Marvelous, no entiendo lo que pasa pero creo que me pegaste tu paranoia —rió un poco la pelinegra por lo último.
—Los aldeanos están muy extraños hoy por eso ten cuidado y vuelve rápido. —Suspiró, la verdad no tenía ganas de decirle su singular "¡Te lo dije!" ya que la cosa no le estaba agradando mucho.
—Volveré al barco pero te daré como máximo una hora para que tú lo hagas, si no lo haces iré a buscarte, ¿entendiste, Marvelous? —dijo ella en modo mandón.
—Si, si —respondió de forma despreocupada sin darle importancia.
—Te estoy hablando en serio, tu también tienes que cuidarte.
Unos minutos más hablaron hasta por fin colgar. Por suerte hablar con él logro relajarla un poco ya que sentía como se volvía loca de las miradas a parte de que llevaba rato sintiendo como alguien la seguía pero por más que se girara sobre su hombro nadie sospechoso se aparecía.
Ahim se adentro al bosque un poco indecisa mirando hacia atrás hasta por fin llegar al barco y cuando estaba a punto de subir una voz la sorprendió.
—¡Oh dios mío! ¿Ese es su barco? —la voz de un niño extremadamente conocido a sus espaldas la hizo sobresaltar.
—¡Aki! ¿Qué haces aquí? —preguntó girando sobre sus talones encontrandose al niño.
—¿Y-Yo? L-lo siento, n-no era mi intención seguirte pero e-encontre esto en mi casa —dijo el niño extendiéndole una pequeña bolsa con nerviosismo. Ahim la tomó y cuando la abrió se encontró una gran sorpresa, eran sus anillos robados. —¡J-Juro que no lo robe, yo lo encontré! No se como estaban en mi casa pero te f-fui a buscar cuando los encontré, t-te veía caminar pero t-tenía pena de dártelo. E-En serio no soy un ladrón.
Los nervios del niño eran notorios, tenía miedo de que ella lo tomará como un ladrón y pensará que en realidad se lo robó. Ahim al darse cuenta de ello sonrió.
—Muchas gracias por devolvermelo, hiciste bien —agradeció ella acariciando aquellos cabellos pelirrojos.
—¿Y-Yo puedo subir arriba? —pidió este mirando hacia arriba el gran barco.
—No lo sé... —dudó. Si Marvelous se llegaba a enterar se enojaría mucho pero tampoco quería desilucionar al niño. —En realidad tengo que bañarme, limpiar y cocinar, no tendría mucho tiempo contigo.
—¡N-No importa! Solo veré un poco y me iré. —Insistió con emoción.
Ahim no pudo negarse y lo dejo subirse con ella, un rato no sería malo.
(...)
Mientras tanto, Marvelous se encontraba del otro lado del bosque buscando. Él había encontrado en el suelo un pedazo de ropa, la cual reconocía como la de Joe manchada de sangre y lo que más le abrumaba era el hecho de que las personas no se preocupaban en lo mas mínimo de las manchas de sangre del piso, pasaban encima de ello y no hacían nada como si fuese lo más normal del mundo.
El capitán desde ahí empezó a seguir un poco las gotas de sangre hasta que desaparecieron perdiéndose en el bosque. La verdad es que cuando llamó a Ahim tuvo un poco de miedo por ella pero ya se sentía más relajado al saber que estaba segura en el barco sin ningún aldeando acechándola, se sintió un poco culpable al no contarle la verdad pero no quería que se preocupara y viniera con él. Era mejor las cosas como estaban así.
Entre su pérdida caminata ve algo por los arboles, eran varias bolsas tiradas junto a pequeños objetos relucientes muy parecidos a unos anillos. Él se acerco con rapidez encontrándose con una docena de bolsas y miles de anillos tirados en el piso, bueno esta bien, él estaba exagerando al pensar en miles pero tanta cantidad de anillos significaba una sola palabra: Luka.
Lo que más asusto al chico fue encontrar un pedazo de tela amarilla en el suelo con gotas de sangre, debía de ser de la chaqueta de la chica. Al adentrarse un poco más se encuentra con muchos arboles rotos y torcidos, marcas de una infinidad de pisadas y demasiado desorden para ser normal, como si una manada de leones hubiera pasado por ahí.
«Es extraño»
Al caminar un poco más sintió un movimiento detrás suyo, como si hubiera alguien escondido entre los arbustos. Él con rapidez tomó su arma y giró para disparar a quien fuera que estuviera acechándolo pero la persona lo esquivo acercándose ferozmente logrando patear su pistola mandola a volar. Aquel tipo, tenía puesto un traje muy raro, como si fuera un extraño militar, guardián o de esos agentes del planeta tierra, cargando el rostro oculto por un tapabocas y un gorro.
Marvelous inmediatamente sacó su espada para luchar con el tipo quien lo esquivaba con plenitud, algo que lo hizo enojar.
—¿Quién eres? —soltó el rojo.
—Mas bien ¿quién eres tu y qué haces en esta tierra? —preguntó el otro con enojo logrando tirar al capitán contra el suelo. —Es mejor que te vayas ahora mismo sino quieres enfrentarte con muchos problemas.
—¡No, espera! Es nuestro capitán —la voz de Doc hizo eco entre los árboles logrando sorprender a su líder, quien estaba tirado en el piso.
Marvelous se levantó viendo con sorpresa a su compañero, el rubio esbozo una gran sonrisa corriendo hacia el castaño abalanzándose contra él en un emocionado abrazo.
—¡Marvelous, me alegra verte! —dijo con total emoción cual niño.
—¡Ay, ya, sueltame mocoso! Que asco... —se alejo con brusquedad. En si él no era de esos que dan abrazos y cariñitos —¿Qué les paso? Los espere toda la noche y desde el amanecer los estoy buscando ¿y los demás?
—Sucedieron muchas cosas —susurró mientras rascaba su nuca mordiendo su labio inferior con indecisión.
—Nos atacaron —la seria voz de Joe se hizo presente acercándose junto a Luka, Gai y unas cinco extrañas personas en total.
—¿Y quienes son estos? —preguntó señalando con confusión a los desconocidos.
—Tendremos que explicarte muchas cosas, pirata —asumio él tipo que había golpeado a Marvelous.
—Nosotros somos los Guardianes de este planeta —explicó uno con la voz mas gruesa, quien parecía ser el líder entre los cinco.
—Si ¿y eso que tiene que ver? ¿Existen monstruos como los Zangyack? —su curiosidad aumento sin darse cuenta.
—Hace años un extraño grupo de personas llego a este planeta, en el día eran netamente normales pero al anochecer se volvían monstruos atroces, ellos se encargaron de comerse a las personas infectandolas volviéndolas un extraño ser. Este pueblo esta lleno de falsas caras con personas malas solo que en el día no pueden mostrar su verdadero ser pero al llegar la noche las mascaras se caen. Este pueblo es peligroso y ustedes deben de salir de aquí —explicó resumidamente el líder de los guardianes.
—¿Quieren que nos vayamos sabiendo que este planeta necesita de ayuda? —preguntó sarcástico Marvelous de brazos cruzados.
—Pronto destruiremos este planeta, desgraciadamente llegamos hace unos meses y era tarde, es tarde. Aquí, no existen humanos a parte de nosotros, todos son monstruos y fueron consumidos. Nosotros venimos del planeta vecino y para cuidar la galaxia de esa clase de seres vinimos para buscar sobrevivientes y después destruirlo, incluso ya marcamos diversas bombas y esta noche mandáremos a volar este planeta. —Explico el mismo con seriedad.
—¿De cuál planeta son? —preguntó el rojo nuevamente con curiosidad.
—Venimos de Lestar, más que un pueblo tenemos ciudades desarrolladas con tecnologías de alta calidad —explico. —Por cierto, soy Morst.
—Soy Marvelous, el capitán de los piratas —se presentó mirando objetivamente a esas cinco personas extrañas. «Con razón esos trajes tan raros» Pensó. —¿Y qué te paso en el brazo? —Preguntó este al ver las vendas de la amarilla.
—Nos retrazamos un poco y empezó a anochecer, los aldeanos repentinamente se volvieron monstruos y nos atacaron —explicó Luka tomando su brazo con cuidado.
—Tuvimos que escapar pero nos terminó rodeando una avalancha completa de monstruos y ellos nos salvaron la vida —culminó Joe con los brazos cruzados señalando indirectamente a aquellos guardianes a lo último.
—¡Capitán, ellos de verdad daban mucho miedo! —lloriqueo el gokai green al costado de su líder tomándolo del brazo.
—¡Si y tenían garras asquerosas, ojos blancos, sangre negra y la baba salía de su boca! —decía dramáticamente el gokai silver tomando a su líder del otro lado del brazo.
—¡Ay ya, dejenme! —exclamó zafando sus dos brazos de los agarres de aquel par de tontos. —¿Y qué se supone que haremos? —preguntó hacia aquellos dichosos guardianes.
—Solo irse de aquí, no hay nada que pueden hacer. Solo pueden ver como este planeta será destruido —asumió Morst con desdén demostrando pena y un poco de culpa, no había nada que pudiesen hacer para salvar aquel mundo lleno de criaturas atroces.
—Bueno, un gusto en conocerlos y gracias por haber salvado a mi equipo. En algún futuro si nos volvemos a encontrar por favor no tengan pena en pedirnos cualquier cosa, estamos en deuda con ustedes —dijo el capitán de los piratas extendiendo su mano y así estrechándola con el otro líder.
—Gracias a ustedes —dijo el otro.
Y así sin más los cinco piratas emprendieron una marcha hacia su barco listos para partir.
(...)
Ahim suspiró abarrotada ya habiendo terminado de limpiar todo el barco junto al desayuno para su equipo ¿o más bien almuerzo? No importa, lo importante es que ellos deben de llegar sanos y salvo para comer.
Justo ella acababa de despedirse de Aki por lo que decidió ir a su habitación para bañarse, tomar una larga y relajante ducha ayudaría mucho la tensión que ha estado sintiendo desde ese día.
Mientras que la tierna princesa tomaba su ducha alguien, para nada autorizado entra al barco. Un pequeño cuerpo delgado y pálido, de cabellos pelirrojos y con mirada temblorosa, Aki. Este paso discretamente escuchando como las gotas del grifo caían desde algún lugar del barco, Ahim estaba ocupada así que tendría tiempo.
El corrió en silencio tomando a Navi y antes de que este pudiera actuar lo lanzó fuera del barco sin dejarlo entrar nuevamente.
—¡Ladrón, ladrón! ¡Niño ladrón! —exclamaba desde las afueras del barco pero desgraciadamente no podía entrar ni hacerle saber a Ahim que estaba en peligro. —Tengo que buscar a Marvelous-san —al decir aquello empezaba a volar por los alrededores inquieto.
Aki al haber botado el ave corre hacia la habitación de las chicas y toma todas las joyerías costosas, cuando entró a la de los chicos fue tomando lo que consideraba caro llenando así un saco negro.
—Listo... —susurró satisfecho pero antes de irse escucha como la gokai pink apagaba el agua.
Él por alguna razón se sintió curioso... ¿Cómo se vería el cuerpo de una chica bonita?
Peligrosmanete se acerca a la puerta y por el rabillo en donde se insertaba la llave se puso a chismear. Ve como la chica sale del baño con una toalla enrollada secándose el pelo. Ahim se quitó la toalla empezando a vestirse pero para la mala suerte del niño no podía ver mucho de aquel pálido y delgado cuerpo más que su espalda y piernas desnudas, algo sensual para su vista.
«Vaya, ella realmente es muy linda»
Justo en aquel instante siente como alguien lo jala fuertemente del cabello llevándolo hacia atrás.
—¡Ahhh! —gritó el niño con lágrimas en sus ojos del dolor.
—¿¡Qué hacías niño!? —la voz autoritaria de Marvelous hizo eco por todo el barco e inmediatamente y sin espera tomó el pomo de la puerta queriendo ver lo que el niño se encontraba espiando. —¿Qué hay adentro?
Al hacerlo ve a una Ahim totalmente ruborizada queriendo taparse rápidamente con la toalla ya que no cargaba más que su ropa interior.
—¡Marvelous-san! —grita ella con ira. —¡Me estoy cambiando!
Luka llega rápidamente azotando la puerta para no exponer más a la pobre chica pelinegra.
El gokai red quedo estupefacto, un niño había visto el cuerpo de Ahim antes que él, un niño se le adelanto y de paso haciendo trampa. Eso no se valía, era totalmente indignante a tal punto que aventó al niño contra el piso.
—¡Aparte de ladrón eres un pervertido! —le grito para luego tomar el saco negro viendo toda la cantidad de objetos caros y hermosos que estaba a punto de llevarse el niño.
—¡Mis bebes! —exclamó Luka casi que llorando dramáticamente al ver casi todos sus anillos.
Justo en ese momento la puerta se abre demostrando a una Ahim totalmente indignada por lo que acababa de pasar.
—¿¡Qué esta pasando aquí!? ¡Marvelous no puedes abrir la puerta de chica que se esta vistiendo! —exclamó mirando al culpable de su vergüenza.
—¡Es el niño! —contestó con nervios ya que la imagen del cuepo de ahim seguía rondando por su mente, algo que quería olvidar ya que por ética moral suya no era lo correcto.
—Ahim, el niño no es bueno —intervino Luka señalando al menor, el cual trataba de escapar de las garras del capitán.
—¡Es un ladrón y pervertido a su pequeña edad! —exclamo el líder con enojo. —Te estuvo espiando y mira todo lo que nos ha robado, que bueno que dejaremos este planeta ahora.
—¿Por qué lo hiciste? —preguntó la rosada totalmente herida mirando de forma impotente al niño, el cual sin previo aviso empezó a llorar, lágrimas silenciosas salían de sus ojos y con sus temblorosas manos limpiaba.
—Y-Yo... ¡Lo siento, Ahim-san! S-Solo pensé que s-si les quitaba esto no p-pasaría nada, l-lo tienen todo y e-esto no es nada —arrugaba tiernamente su nariz sollozante.
—Pues esta mal, lo que haces esta mal —dijo ella totalmente dolida. —No quiero verte más, Aki.
—Escuchaste a la princesa, te irás pequeño ladrón —sonrió sarcásticamente Marvelous mientras arrastraba al niño, cuando llego el momento en que lo botaría del barco escucho un diminuto "Lo siento" de parte del niño con una voz totalmente ahogada, algo que le hizo sentir cierta pena pero el recordar que todos aquellos aldeanos eran unos simples monstruos salvajes se le pasaba. —Gente como tú no sabe lo que es pedir perdón y merecen un caro castigo.
—Tienes razón, debería dejar que me coman... —al decir aquello dejo perplejo al líder, quien lo miro con incógnita.
—¿N-No eres un monstruo? ¿Cómo que te coman?
Aki sólo lo miró con cierta pena reflejada para luego salir del barco sin previo aviso dejando aún más confundido al líder.
—¿Cómo es que sabe salir y entrar por si solo? ¿Cuándo ese mocoso aprendió eso? —su duda existencial se hizo grande sin poder creer que un niño de ocho años haya sido muy inteligente como para entrar y salir solo del barco. —¡Navi, cambiemos el sistema de seguridad!
••••••
¡Hola a todos!
Les traje un capítulo largo como regalo ya que sera la ultima actualización de este año 2019.
¡Feliz año nuevo a todos y espero que disfruten!
¿Les gusto este episodio?
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