Cap. 8:Yadira
El sonido de una puerta hizo volver a la realidad a Zed, quien se quedó pensativo mirando sus nuevas gemas que tanto aprecio les tenía, gracias al nuevo descubrimiento, las bonitas piedras serían el nuevo comienzo de su nueva era.
-¿Cuánto debo esperar para que me abras?-
Al escuchar estas palabras no necesitó pensar para identificar a su "monstruo", se levantó tranquilo y abrió la puerta para encontrar a la muchacha apoyada en la pared y con una jeringa en mano que traía un líquido rojo.
-Vaya vaya, no pensé que estarías tan desesperada por salir de aquí-
Ella se incorporó, entró cómodamente a la oficina de él y se sentó en la silla que acompañaba el mueble de la sala.
-Unos voces extrañas invaden mis pensamientos cada día al igual que la sangre que fluye por mis venas y me siento más poderosa cada momento, y cuando libero este poder esas voces no me molestan y además las gemas esparcidas en la región me llaman a gritos, pidiendo que las encuentre-
La joven respondió con toda tranquilidad girando la silla y mirando hacia el techo de la oficina, Zed solamente permaneció quieto observando a la chica que a veces lo sacaba de sus casillas
-Deja que te diga algo Sapphire, tu...- sus palabras fueron interrumpidas al sentir un objeto que fue lanzado a un lado de su cara, giró su cabeza para encontrar una piedra de forma muy afilada y pulida incrustada en la pared, miró a la dueña del proyectil y esta le miraba con desprecio.
-Esa tal Sapphire que mencionas no existe, yo soy una nueva creación que vive en su cuerpo, no tengo antecedentes ni familia. Tengo un poder increíble que me han otorgado mis guardianes Groudon y Kyogre y a cambio de esto cumplo sus ordenes que me dicen ser fieles a ustedes. Así que ese nombrecito no lo quiero oír nunca más, si es que quieres seguir coleccionando tus piedras-
Zed miró con sorpresa a la joven que con solo hablar era igual de fría y calculadora como el, el solamente pudo asentir y dar por terminado el tema, a veces no podía resistir a la chica.
-De acuerdo, puedo ver que somos muy parecidos mi querida Yadira- ella miró extraña a Zed y este solo esbozó una sonrisa- Así es, desde ahora te diré Yadira, la princesa de los mares y la tierra. Tu identidad pasada será quemada en el fuego,tu invadirás este mundo esparciendo tu poder y aterrorizando al mundo para que todos sepan quién es Yadira- Dijo Zed, ella comenzó a levantarse un poco nerviosa sintiendo una extraña sensación y totalmente nueva para ella. Trató de mantener la postura, hizo una reverencia y desapareció del lugar.
Ahora, la nueva Yadira esperaba impaciente la autorización de los guardias en la bodega de submarinos. El lugar estaba rodeado de los transportes marinos con el símbolo Mercury y una fosa de agua que permitía la entrada y salida de los submarinos a través de un ducto que debían abrir los guardias.
El ruido de cadenas emocionó a Yadira al escuchar la dulce melodia de las puertas abriéndose. Enfocando su vista en el agua, esta comenzó a moverse de un lado a otro hasta que un gran remolino de formó y ella de un clavado perfecto entró en ese.
Pov.Yadira
A través del tiempo que llevo viva, aprendí a conocer mis poderes que me permiten manejar el agua y la tierra, habilidades de mis grandes guardianes. Ahora viajaba en una corriente de agua que me enviaba a la dirección que deseaba en un segundo, esta vez me opté por vagar y llegar a un lugar aleatorio, iba tranquila mirando a los pokémon hasta que una manada de unos peces horribles me distrajeron y mi corriente de agua se disolvió. Mirando con cuidado a mi alrededor comencé a salir a la superficie, encontrando un pequeño lugar con flores y bayas, y no muy lejos unas extrañas estructuras sostenían algo así como un laberinto en el cielo(pds:Haciendo referencia al lugar más apartado de la ruta 119, donde cruzas en bicicleta),como no vi a nadie decidí subir a la tierra y mirar el lugar donde vivían esos pokémon horribles, no sin antes cubrir mi identidad e investigar dónde me encontraba.
Una brisa comenzó a recorrer el teritorio, agitando las hojas de los árboles y llamando mi atención, venía desde el oeste pero al acercarse su rumbo comenzó a dirigirse a todos lados, rodeando el lugar y llevando algunas hojas en el movimiento.
-Aquí estoy-
Miré sorprendida hacia mi entorno buscando al dueño de aquellas palabras en mi mente. La brisa comenzó a girar como un remolino hacia el bosque
-sigueme, por favor-
Esa voz no me daba confianza, pero algo me insitaba a seguirle y me opté por entrar al bosque sin importar nada.
Al seguir el remolino, me guió hacia lo más porfundo y oscuro del bosque, teniendo cuidado con los pokémon y algunas persona que se encuentre por ahi. En un instante este dejó de moverse y permaneció en un lugar, en el cual dio unas vueltas y la tierra se movía. Cuando dejó de hacer eso se hizo a un lado y la voz volvió a aparecer en mi mente.
-Por favor mira la tierra-
Un poco sorprendida, comencé a acercarme con cuidado, pero al ver la tierra un símbolo conocido para mí estaba dibujado en el suelo: un símbolo de megapiedra
-Con que estas aquí - logré decir al bosque.
-Ayudame, estoy bajo tierra- me respondió mentalmente. Feliz de encontrarla, hice hacia atrás mi capa para prepararme, me agaché y toqué la tierra.
-Preparate amiga, sentirás unos pequeños movimientos-
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En una pequeña villa...
Pov. Ruby
-Hola Emerald, hace una hora el profesor llegó con tus herramientas y debo decir que están un poco sucias.......que no soy afeminado, solo conozco el verdadero sentido de la belleza.....y vas a seguir con tus chistes sobre mi sexualidad....de acuerdo te llamo después voy a instalar tus cosas- y colgué el teléfono un poco irritado de Emerald y sus cosas de "por favor no te vayas del camino correcto" o "espero no salgas del closet".Traté de relajarme y me opté por ordenar el lugar con el nuevo equipo de movimientos.
Pasaron unos minutos y conectando unas cosas por aquí y allá la maquina comenzó a funcionar. Iba a descansar unos momentos hasta que escuché la voz de Ruru en mente.
-Maestro,tengo noticias para usted- apareció en medio de la sala un poco apurada
-¿Sucedió algo Ruru? ¿Pasó algo con los demás?- la miré algo sorprendido y ella solo se relajó unos segundos
-No es sobre mis compañeros, estabamos descansando y comiendo un poco pero..... Sentí el aura que descubrimos hoy- dijo ella. No podía procesar este suceso, ella seguía viva, y ahora podía encontrarla.
-¿En qué lugar sentiste su presencia?- le pregunté un poco nervioso y ansioso mientras ella miraba hacia todos los angulos, fijó su atención a un lugar y me respondió:
-Hacia el Noreste, cruzando el río que esta a un lado de la ciudad con el casino- logró decirme mientras ambos mirábamos al noreste desde la ventana.
Un pitido comenzó a escucharse en la sala, al no reconocer el sonido busqué cin cuidado y la máquina recién llegada encendía una luz brillante a un costado, y en la pantalla se mostraba la región Hoenn y en la Ruta 119 a punto de llegar a arborada se encontraba círculos que iban de pequeños a grandes, un sismo.
-Ruru llevame al final de la ruta 119 por favor- le dije a la vez que sacaba mis pokéball y desde la ventana apunté a mis pokémon quienes volvieron a sus pokéballs. Ruru tocó mi hombro y usando su teletransportación me llevó a la ruta.
Unos estruendos me llamaron la atención y al escuchar el sonido de algo caer miré hacia arriba y me hice a un lado al ver las grandes rocas que caían desde arriba.
-Su presencia está arriba maestro- ella me indicó hacia las alturas y con solo asentir, usó su telepatía para subirnos a traves de las cascadas que comenzaban a desaparecer por los derrumbes. Pero cuando subí no esperaba ver esto.
Un gran agujero se formó en un sector donde habían muchos arboles destruidos o derribados, posiblemente era un bosque común y corriente que recibió este sismo. Ruru usó su poder con brusquedad y nos ocultamos en algunas rocas esparcidas en el lugar. No podía entender su acción hasta que una persona salía del agujero con una capa púrpura que no dejaba ver su cuerpo, pero no necesite dudar para reconocer ese cabello castaño que tantas veces cepillé sin su autorización, al fin la había encontrado. Permanecí quieto tratando de no hacer algún ruido y esperar su siguiente carta.
Pov. Yadira
No pensé que una piedra de un pokémon volador se encontrara tan bajo tierra, al subir me di cuenta que ese hermoso prado ya no existía, pero no me importaba cómo quedara, las megapiedras eran más importantes para mí. Estaba lista para irme pero sentí a que alguien más estaba pisando la misma tierra que yo, y todos los pokémon que habitaban el bosque huyeron al ver que usaba mi habilidad en el suelo. Oculté mi identidad con cuidado y comencé a buscar al individuo que se encontraba en mi perímetro. Alcé mis brazos al encontrar mi presa.
-¡Te encontré!- al levantar mis brazos, enfoqué mi energía en la Tierra y detras de unas rocas el suelo se levantó a una altura de 4 metros, trayendo consigo a un Gardevoir y un muchacho de cabello blanco. Ambos me miraron impresionados y el chico dirigió sus ojos carmesí hacia mí. Al ver esos ojos, mi mente se paralizó, esa mirada se veía tan peocupada y enfocada en mí que gracias a mi gorro no se pudo notar que me sonrojé....Un momento,¿¡Sonrojada!? Vamos Yadira debes controlarte, ahora sigue las reglas que te enseñaron cuando alguien te descubre.
Pov. Normal
-¿Qué hacen aquí?-Les respondió Yadira con una voz fría y amenazante que dejo a Ruby y a Ruru impactados. Miraban a esa persona con ropas moradas que con solo levantar sus brazos había levantado el suelo donde ellos estaban y dejarlos a unos metro de altura. Ruby en especial, estaba desconcertado al fijar su atención en que la tela que fue hallada hoy coincidía con las ropas de su amiga pérdida. Pensó un poco en la situación, y con cuidado dejó caer dos pokeball sin ser visto por ella, justo cuando llegaron al suelo estas se activaron y Mimi y Zuzu aparecieron frente a ella y creando una gran ola con el ataque "surf". El ojirubí aprovechó de bajar de un salto y esconderse pero al llegar al suelo vio aterrorizado cómo la gran ola estaba congelada al frente de la castaña, ella solamente tenía su brazo alzado al frente de la gran pared de agua, y con solo cerrar su puño, el agua se acumuló en una gran esfera y movió su brazo a un lado mientras que la esfera de agua imitaba la acción, desapareciendo a la lejanía.
Ella miraba tranquila a los dos pokémon acuáticos que la miraban con miedo y extrañeza, no podía ser la misma persona que ellos conocían.
-Me parece que es muy descortés evitar mis pregunta y atacarme, ademas de eso me espiaban mientras trabajaba, debería enseñarte unos moda...- cuándo miró hacia la torre de roca, se sorprendió al ver únicamente al pokémon, estaba a punto de rastrear a Ruby pero unos brazos la tomaron de los hombros y de un segundo a otro el misterioso chico de ojos carmesí la miraba fijamente frente a frente mientras la tenía acorralada en una gran pared de roca.
-Estoy aquí en busca del culpable de los extraños derrumbes e inundaciones que suceden en Hoenn y a mi amiga, pero veo que encontré a las dos personas de un tiro- y con un solo movimiento, retiró el gorro de Yadira y revelando su rostro asustado con un par de ojos purpurinos, causando un gran sonrojo de parte de Ruby y sorpresa al ver la una nueva cara; de un cabello suelto y liso, unos mejillas sonrojadas y unos ojos de un color tan relajante como la amatista. Él sin poder creerlo solo pudo reaccionar y le dio un gran abrazo. Ella solo se quedó quieta y sin pensar algo.
-Pensé que nunca te volvería a ver Sapphire- ella comenzó a procesar al escuchar ese nombre, pero fue interrumpida por unas manos que se posaron en sus mejillas y miró al muchacho- ¿dónde has estado? ¿Qué te hicieron en tus ojos zafiros? ¿Qué organización malvada te hizo esto?-
Ella no podia actuar, con solo mirar esos ojos sentía que se perdía en un extraño vórtice y no podía buscar una forma de escapar. Su mente volvió a funcionar y unos gritos le decían "sal de ahí", así que reunió todo su poder y una gran explosión de rocas llamó la atención de Ruby y Yadira logró zafarse de sus brazos y se quedó al borde del agua mirando al misterioso chico.
- Esa tal Sapphire ya no existe, si quieres permanecer con vida deja de espiarme o lo lamentarás porque mi nombre es Yadira- y con ese final dio un clavado al agua y creó una corriente lo más rápido posible escapando del lugar y dejando a Ruby en shock. No fue cómo él se esperaba encontrarla.
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