Un gran silbido se hacia presente en las afueras de ciudad portual. Luego de unos segundos un gran pokemon volador apareció entre los bosques, sus grandes alas agitaban las hojas de los árboles y un grito significativo suyo resonó en el bosque.

Al ver quién le llamó, miró curioso que no fuese su entrenadora y que él sepa cómo llamarlo, pero no quería decir que no le simpatizaba, se acercó a él, dando algunas caricias y recibiendo la misma respuesta de parte del chico. Pasados unos segundos, se volvió serio y miró al coordinador preocupado "¿Dónde está mi maestra?" se decía él.

-Tranquilo Pilo- dijo Ruby acariciando su lomo, no dijo nada por unos momentos y continuó -necesito que me ayudes a llegar a ciudad Calagua, Sapphire no ha dado señales hace más de una hora y no me siento tranquilo sabiendo que ella está en la guarida del team Aqua- al decir esto, el Tropius se estremeció al escuchar aquellas palabras "¿Cómo?¿Por qué lo hizo?¿Por qué no me dijeron?"

El pokemon confió en el coordinador y permitió que suba a su lomo mientras este le agradecía y le acariciaba sus alas, luego se preparó, dio un grito, y se elevo a los aires con su mente enfocada solamente en su entrenadora.

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Pov. Ruby

Ya llevábamos cerca de dos horas desde que partimos de ciudad Portual y mis nervios se acumulaban cada segundo llegando a extremos donde estoy actualmente tiritando y moviendo mucho mi pie. Ya comencé a relajarme cuando comenzamos a ver el gran centro comercial de la ciudad y mis nervios me invadían el cuerpo, mi única meta es estar con ella pero mi preocupación y desesperación me dejó sin un plan previo.

Cuando estábamos a punto de descender pude notar algo que no se distinguió desde lejos: Un humo proveniente de una cueva en las afueras de la ciudad y cerca de la orilla que impresionaba a toda persona que se encontrara cerca. Bajamos con pilo en la playa para contemplar la entrada a la cueva totalmente deformada, al parecer no era una entrada muy notoria, pero ignoré este suceso y me fije en las muchas pisadas que se encontraban en los rincones de la ex-guarida. Concluí que la desaparición de Sapphire no fue cosa rara, sino que debió entrar sin saber que aún existía actividad de uno de los equipos, y lo peor es que yo no estuve ni tampoco sus pokémon para ayudarla.

Repentinamente, la pokeball de Zuzu se agitó y se liberó de la capsula, miré sorprendido su acción sin entender que hacía; olfateaba el perímetro a la vez que movía sus radares en su cabeza y miraba preocupado el mar, y luego de unos segundos corrió al mar y se lanzó desapareciendo en el océano.

Aún seguía sin entender que acababa de hacer Zuzu, no era momento para nadar, debía buscar una forma de entrar a ese lugar infestado de humo negro, se podía escuchar la alarma de los bomberos a lo lejos, la gente que se encontraba mirando observaron cómo llegaban los encargados de apagar el fuego. Sacaron sus pokemon necesarios para esta misión y se aventuraron a disminuir este humo y posible fuego que se encuentre dentro, mientras yo no comprendía cómo estaba tan calmado y únicamente mirando la situación.

Un chapoteo seguido de otro llamó mi atención y fijé mi vista al océano, donde Zuzu aparecía entre las olas cargando algo entre sus brazos y mientras más se acercaba, más aumentaba mi temor al comenzar a distinguir lo que Zuzu traía, corrección, a quién traía.

Mi corazón se detuvo por completo al presenciar su estado; Zuzu la trajo empapada, con su cara muy pálida, su expresión me demostraba dolor y sufrimiento, estaba llena de rasguños, heridas, moretones y sus ropas rasgadas.

Tuve suerte que la gente comenzó a irse y seguir con su rutina, de modo que no se fijaron que apareció una sobreviviente. Debía llevarla a su casa con urgencia, o peor aún, un doctor ya que le comenzó a salir sangre desde un costado de su cabeza. Sin pensarlo llamé a Pilo, este llegó veloz y quedó impactado al ver las condiciones de Sapphire, subí con él lo más rápido que pude a la vez que guardaba a Zuzu en su pokeball y le susurraba un "gracias" desde el fondo de mi corazón .

La observé muy preocupado todavía en su inconsciencia, miré con más atención descubriendo otras heridas, mayores moretones, rasguños en su espalda, sus mejillas, y en sus muñecas se podía distinguir que tenían un color rojo que decía claramente "estaba atada"

Preocupado más que nada en el físico se me había olvidado por completo ver su salud, solo me bastó acercar mi mano cerca de su nariz para asustarme al ver que ella no respiraba

-¡Sapphire!- fue lo único que pude articular y comencé a pujar en su pecho para ayudarla a volver en si. No era de los mejores ni tampoco de los peores pero al ver que no reaccionaba mis mejillas se volvieron rojas al pensar que tendría que usar el plan B.

¡Que importaba! Comencé a darle respiración boca a boca con mi cara toda roja; 5 años mintiendo sobre mi amnesia para protegerla me hizo pensar en ella cada día más, al punto donde solo veía sus labios con ganas de besarla y ahora estaba haciendo contacto con ella por una emergencia, no me sorprende que este tan rojo.

Justo cuando iba a seguir, su cuerpo se estremeció y comenzó a toser escupiendo agua, un liquido recorrían mis mejillas y noté que mis lagrimas no se resistieron, estuve a punto de perder a la chica que me embobada con sus ojos zafiros y que nunca me dejaba de gustar. Sapphire se relajó y siguió en su sueño respirando tranquila y yo también pude relajarme, mirando hacia donde nos llevaba Pilo para ayudar a nuestro ser querido, después de un rato comprendí a donde ibamos y saqué mi pokegear.

-beep...beep...beep...¿ruby?¿estás bien?- preguntó el profesor Birch, quien únicamente se necesitaba escuchar para saber que estaba preocupado.

-Si profesor estoy bien...- me detuve unos segundos, respiré profundamente y continué - pero necesito que vaya al hospital de Ciudad malvalona...ella no está bien-