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Cap. 18: destrucción en 3,2,1...

La ruta 104, uno de los lugares más pacíficos en Hoenn, donde una pequeña playa acompañada del mar se puede convertir en el mejor lugar de descanso y tranquilidad para los entrenadores que comienzan su viaje por la región, si llegas al final de esta ruta te encontrarás con la entrada al bosque petalia y al cruzarlo puedes llegar a Ciudad Ferrica, además de entrenar a tus pokémon en el gran bosque y conseguir nuevos compañeros.

Unos 15 minutos atrás, había llegado el dueño de la única casa de esta ruta y además dueño de una pequeña embarcación, ayudando a caminar a una jovrn de ropas moradas y actitud fría.

El Sr. Briney se demoró más de lo planeado en llegar a su casa ya que la chica todavía tenía el efecto del relajante en su cuerpo, de modo que le era más complicado caminar y mantenerse en pie, él y su pelipper le dieron ayuda sin dudar sobre su forma de ser, para ellos siempre había momentos para ayudar a las personas.

-vaya señorita- comentaba sirviendo agua caliente en una taza- no quiero entrometerte en tus problemas pero te debieron dar varios medicamentos para que tus piernas tiritaran un montón - con el té listo, se acercó a la mesa del comedor de su casa y se lo entregó a Yadira que se encontraba sentada. Ella no comentó y probó el té, sorprendida le dio una mirada al líquido, al probarlo sintió como si sus energía habían vuelto a la vida y dio varios sorbos. El hombre mirada atento a la chica que después de varios sorbos se terminó felizmente el té.

-¿Qué tenía esto?- preguntó al fin. El Sr. Briney fue a buscar a la cocina entre sus cajones hasta que trajo una hierba en sus manos.

-Hace unos meses viajé a la ciudad que se encuentra muy cerca del monte cenizo, ahí se encuentra el Herbolario; un local parecido a una farmacia donde venden hierbas y medicinas naturales para pokémon o gente mayor como yo. Como debes notar mi apariencia indica que todavía no me retiro de mi trabajo en el mar, pero como ya estoy viejo las pastillas y medicamentos no pueden con este lobo de mar, lo único que me mantiene vivo y sin agotarme son estas hierbas, agregué un poco de la esencia de esta hierba a tu té, idea propiamente mía - relató orgulloso de sí mismo, cuando miró a Yadira ella ya se había sevido otro té y el hombre cayó de espaldas al suelo dándose cuenta que la chica ignoró por completo su gran historia.

Cuando Yadira acabó su segunda taza, se levantó con cuidado y comenzó a analizar su cuerpo; movió sus piernas de un lado a otro, estiró sus brazos, dio unos pequeños saltos, y con la punta de sus dedos bajaba hasta sus pies hasta tocarlos.

-Veo que esa hierba es muy efectiva anciano- comenzó a caminar hasta la salida- cuando salíamos del bosque me comentó que su hogar se encuentra al suroeste del monte pirico,¿verdad?- le preguntó sin dirigirle la mirada, el hombre solo hizo un sonido de afirmación, y Yadira se fue de la casa dejando solo al capitán Briney.Esa niña era muy misteriosa.

Pov. Yadira

Me acerqué a la pequeña playa del lugar, el sol ya se estaba escondiendo y cada vez mi preocupación por Cinder aumentaba, preguntándome que pensaría de mí, la chica que prometio cuidarlo en las buenas y en las malas, la chica que cada noche se escapaba a trabajar mientras él dormía,todo eso y muchas preguntas más me atormentaban. Estaba por dar un pasó en el agua pero mi atención se fijo en unos pasos detrás de mi, con lentitud me puse el gorro y de un salto me giré y de mis manos creé fragmentos de piedra que lancé a los pies de los que me encontraron.

Miré con atención a los 5 adultos: 2 hombres, 2 mujeres y Steven con su Metagross. Una de las mujeres llevaba un traje de color azul, un casco con gafas similares a los de un aviador, con su cabello violeta y largo en una cola y sus ojos del mismo color, acompañada de un Altaria se acercaron a mí hasta quedar a metros de distancia.

-Cuando me enteré que tu causabas los desastres de la región no podía creerlo por completo. Ahora veo tus ojos y me dicen con claridad que la chica que conocía no está aquí. Yo Winona, encargada de dirigir a los líderes de gimnasio te declaro detenida y forzada a confesar la razón de tus planes y quién es el jefe que te obliga a estos mandatos de destruir Hoenn- me dijo con un aire de confianza, yo solo bufé y seguí observando a los que la acompañaban, había un hombre alto y musculoso acompañado de un Hariyama, el otro hombre era de cabello verde agua acompañado de una boina blanca en su cabeza, de pantalones morados y una camisa con una mancha del mismo color que su cabello con un Milotic a su lado. La ultima chica era de cabello rojizo y largo tomado en una cola de caballo con unos jeans ajustados y una polera que llevaba hasta arriba de su ombligo, en compañia de un magcargo parecía la más joven entres los 5.

-Lamento recurrir a estas medidas- ahora Steven se estaba acercando -Puedes destruir esta región si sigues destruyendo a donde se te de la gana de verdad necesitamos de tu información para detener la organización a la que trabajas, sabemos enfrentarnos a los problemas y siempre daremos todo nuestro empeño en detener a los que no estén a nuestro favor,incluso si es alguien que conocíamos-

De ahí todo pasó en un segundo, un anillo de fuego me rodeó, di un giro en mi posición y un remolino de agua acabó con el fuego, al acabar con el remolino el hariyama se dirigía a mi con un golpe y solo pude reaccionar de golpe cuando el hariyama impactó con una patada en un escudo de roca que formé en mi mano, lo que no pude detectar fue la patada siguiente," doble patada". Su ataque acabó con mi escudo y me hizo retroceder unos metros llegando a la orilla del mar, el agua se empezó a mover y cuando me doy vuelta hacia mi espalda el milotic sale del agua y lanza un rayo al frente de mis pies, congelando la orilla e inmovilizándome en el acto, escucho el grito de un pokemon desde el cielo y cuando dirijo la mirada el altaria con la mujer me miraron concentrados u de la boca del pokémon salió un dragoaliento en dirección a mí, mis ideas se acababan y solo volví a pensar en un doble escudo de roca. El ataque dragón impactó con brutalidad en mis escudos, se me hacía difícil resistir el ataque, y cuando me percaté que el escudo no resistiría me preparé para recibir al dragoaliento.

La fuerza del ataque arañaba en mis brazos y cuando se intesificaba un humo se desprendió en la batalla.

Pov. Normal

Todos los líderes se taparon los ojos por el humo, excepto Winona que sonreía triunfante en los aires, al descender pidió a su altaria despejar con cuidado el humo, al realizar la acción los demas pudieron destapar sus ojos y mirar con atención el lugar donde se despejaba el humo y estaba Yadira.

Cuando el humo se disipó, la frustración de los cuatro aumentó al ver que la chica seguía adherida al hielo con sus brazos cruzados llenos de rasguños y sangre protegiendo su cuerpo, con cuidado dejó aus brazos a un lado y miró su atuendo.

Su capa había sido totalmente destruida, su top estaba arañado y polvoriento y sus pantalones estaban quemados al final.

-Ja. Y yo que pensaba que los líderes eran tan aburridos y fáciles que entregaban toneladas de medallas- se burló la chica quitándose el polvo de su cuerpo.

Flannery enojaba por el comentario dio la orden a su magcargo de una llamarada, que resultó en vano para Yadira que lanzó una hidrobomba que acabó con la llamarada,impactó en el pokémon y lo envió unos metros de distancia, cuando flannery fue a auxiliar a su pokémon ya estaba debilitado.

-Esta me las pagarás,¡ataca Hariyama!- el pokémon lucha obedeció y corrió hasta Yadira preparando un empujón, en el momento preciso Yadira se hizo atrás evitando el ataque y concentrando su energía golpeó al hariyama con lanzarocas al igual que un pokémon. El pokémon salió volando y sin poder evitarlo, cayó sobre su entrenador a punto de debilitarse y mal herido. Aporvechando la oprtunidad creó una roca afilada que usando su fuerza la incrustó en el hielo que se fragmentó en muchos pedazos de variados tamaños, y con un saltó se liberó del hielo.

-Mi turno- declaró Wallace secamente interponiéndose entre Winona que se preparaba para luchar. Steven seguía observando las tácticas de la chica.

-Conozco la debilidad de la roca y el agua, no creas que tienes ventaja- advirtió Yadira adquiriendo una pose de lucha.

-Yo no me aprovecho de la debilidad de mi oponente, así no sería emocionante, ¡Ahora!- el milotic nuevamente lanzó un rayo hielo y Yadira en forma de bloqueo levantaba muros de agua que acababan congelados, cuando ya habían suficientes utilizó pedrada, las rocas impactaron en los muros creando muchos fragmentos filosos de hielo que impactaron en el milotic seguido de las grandes piedras. Unos pequeños rasguños fueron para el pokémon que ahora lanzaba una hidrobomba, la chica aprovechó el agua que se dirigía a ella y comenzando a girar creó un remolino descomunal ayudado por el agua proporcionada de milotic, el pokémon no dudó y de un rayo hielo congeló el remolino, la estructura se comenzó a fragmentar y al destruirse de su interior salieron rocas cayendo al azar, fáciles de esquivar para el milotic. Se dio cuenta que la chica había desaparecido y no la podía encontrar por alguna parte.

De la nada un gran viento comenzó a esparcirse en el lugar acompañado de arena que golpeaba al milotic, en el momento del impacto con la arena de las aguas se creó un remolino donde apareció Yadira justo al frente del pokémon y con un poder pasado acabó con él.

Era el turno de Winona, poniendo nuevamente sus gafas subió al lomo de altaria y emprendió vuelo seguido de Yadira que levitaba en un trozo de roca, ambas se escontraban frente a frente en el aire separadas por unos metros, sus miradas dirigían intimidación y concentración, cuando Winona esbozó una sonrisa su altaria adquirió velocidad preparando un golpe aéreo, Yadira le imitó y en sus manos comenzaba a crear agua. A escasos centimetros centímetros de impactar Yadira cambió la dirección de su ataque y golpeando el trozo de roca con un chorro de agua se elevó unos metros. Winona actuó por la sorpresa y como si fuera un cuchillo el golpe aéreo partió la roca en dos. Fijó su dirección havia arriba y justo donde estaba el sol Yadira preraba su ataque.

-¡Toma esto!- de sus manos, se disparó un rayo que Altaria no pudo evitar, de repente el pokemon comenzó a temblar y al igual que la gravedad comenzó a caer como un meteorito.

-¡Altaria vuela!- gritaba Winona desesperada, estaban por caer a la arena de un fuerte impactó, poniendo su mayor esfuerzo trató de mover la dirección de la caída con las alas de Altaria, al caer acabaron en la orilla de la playa y arrastrándose unos metros en la arena hasta caer a los pies de Steven. Winona estaba mal herida, mojada y llena de arena, miró a su pokémon y en las mismas condiciones que ella se debilitó.

-¿Q-Qué fue..eso?- logró articular Winona tratando de levantarse, quedó de rodillas mirando como descendía la chica, Steven puso su mano en el hombro derecho de la chica.

-Ese ataque se llama antiaéreo o smackdown, es capaz de mandar a todos los pokémon que utilizan bote o vuelo al suelo nuevamente, además de herirlos brutalmente. Les agradezco su ayuda, pero desde un principio la batalla era entre nosotros, alejense lo que más puedan- Dijo el campeon y caminó hacia Yadira que le esperaba de brazos cruzados con una sonrisa.

-Entonces,¿Tu y tu metagross me harán frente? - preguntó.

-Exacto. Mi metragross tiene una gran conexión conmigo. Siendo el campeón siempre debo ser ferte para mantener mi posición, tal vez no me conozcas ni tampoco mis habilidades, pero desde mi regreso de mi viaje adquirí un poder que podrá acabar contigo- buscó en los bolsillos de sus pantalones, al sacar su mano había un pequeño broche con una esfera, la colocó en el cuello de su saco de vestir y cerró sus ojos.

El metagross comenzó a brillar con mucha intensidad, destellos de diversos colores y una gran esfera rodearon al pokémon de acero, cuando la chica trató de ver el suceso vio que un extraño simbolo se formaba con los detellos: el símbolo de una megapiedra.

Cuando la luz desapareció todos los que estaban miraban impactados lo que antes era el pokémon azul, ahora sus brazos eran descomunales como dos pares de pinzas, en la barbilla sobresalía una pequeña pua y la x de su cara era amarilla y su altura era el doble de la original. Él tenía una. Steven tenía una megapiedra de metagross para oermitir que su pokémon megaevolucionara, en su momento de búsqueda ocupó sus energías en rastrar de forma global las megapiedras faltantes, la razón de ir a la cueva granito había sido debido a que las ultimas dos gemas se encontraban en aquel lugar, todavía recordaba la que encontró antes de desmayarse y logró guardar, ahora sabía con claridad donde estaa la última. Ahora su objetivo principal no era ganar.

-Ataca- el pokémon reaccionó a la orden y con su levitación se acercaba a Yadira, ella con un chorro de agua, se dio un impulso al aire, cuando se encontraba a unos metro notó que el metagross ni estaba en el suelo, dio vuelta a su espalda y un puño meteoro impactó en su cuerpo, mandándola al suelo de un impacto. En el pequeño crater de arena, se levantó la chica con cuidado y torpeza, ahora el metagross era más poderoso al megaevolucionar en todos sus aspectos.

-Cuando él megaevoluciona su habilidad cambia y su especialidad de ataques directos son los más efectivos, sería muy tonto pensar si eso fue un ataque
fuerte- comentaba Steven susurrando de un volumen de voz que pudiera escuchar Yadira. No le quedaba de otra.

-Me han forzado a llegar a niveles superiores - buscó en su uniforme la pequea bolsa con las megapiedras, las juntó todas en su mano y las mostró a Steven que asombrado no podía creer que ella las conocía - yo debería tener esa expresión, señor campeón de la liga, no pensé que serías la persona que posee mi ultima gema. Ahora reclamaré lo que es mío - la chica cerró sus ojos. Comenzó a concentrarse a la vez que su corazon se acelera y una extraña fuerza y energía recorría en su sangre. En el interior de su cuerpo, la gema madre reaccionaba al poder de las megapiedras, la energía era tan increíble que con su ambición empezó a atraer las pequeñas gemas. En el exterior, las piedras comenzaron a levitar y lentamente se adherían al cuerpo de la chica, con cada gema insertada su cuerpo brillaba más hasta que su mano quedo quedó completamente vacía. El viento se comenzó a mover con brusquedad, creando grandes corrientes que rodeabana a Yadira. Las nubes se tornaron grises y el mar se descontroló. Syeven miraba atento las acciones de la castaña. De un golpe, abrió sus ojos que ahora estaban blancos, dio un paso y el piso comenzó a temblar, dio otro y la magnitud aumento, cuando dio el tercer paso despareció. Steven asustado miro hacia todos lados buscando el escondite de la chica. Grandes estructuras de roca comenzaron a levitar y al adquirir unos metros de altura, todas se dirigieron a metagross.

-¡Esquiva!- atento a las rocas comenzó a esquivar una por una, pero justo cuando caían las rocas volvían a levitar y se dirigían nuevamente a él. Escapó yendo hacía el mar de las piedras y usando un hiperrayo pulverizó todas las rocas. Tomando un descanso para recargar, no pudo defender cuando el mar adquirió una forma de muchas serpientes y juntas atraparon al metagross hiriéndolo y llevándolo bajo el agua.

El pokémon algo cansado trató de subir a la superficie pero las serpientes de agua lo atraían mas a lo profundo del mar, hasta que la vio. La chica le miraba con odio y todavía con sus ojos en blanco, de sus manos salió un brillo que le provoco una extraña sensación al plemon y comenzó a sentir que se encogía, su poder disminuía y se sentía más ligero.

Se dio cuenta que le quitaban algo de su ser, y vio con claridad como la megapiedra que le había dado su entrenador era atraída por la chica, a la vez que su megaevolucion desaparecía.

Cuando la piedra llego a las manos de Yadira una aterradora sonrisa salio de sus abios.

-ya no te necesito- las serpientes de agua lo liberaron pero todavia con el cansacio del hiperrayo el pokémon no se podía mover, de modo que no pudo evitar el ataque de la chica, de su mano derecha salía una lluvia de diamantes y de su mano izquierda salía una hidrobomba.

Metagross recibió el ataque directo y muy agotado fue expulsado de lo profunso del mar, impactó en la arena al igual que los demas pokémon que se habían enfrentado a Yadira, Steven miraba impresionado a su metagross ya sin su megaevolucion. Después de esto, el viento se calmó, el mar se tranquilizó y las nubes grises desaparecieron dejando ver las estrellas y la brillante luna llena. La chica se había ido una vez mas, y para empeorar los derrotó a todos.

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En la guarida del equipo Mercury, la alarma que informaba la entrada de algo o alguien sonaba cerca de la medianoche, el guardia que estaba algo adormilado reaccionó sorprendido y con un botón autorizó la entrada, miró la cámara y no era mada más ni nada menos que la chica que se había ido unos días. Aterrado observó cuando la chica salió a la superficie dentro de la guarida, su corazón latía a mil cuando se dio cuenta que la chica mostraba un aura oscura a su alrededor, sus ropas estaban al borde de quedar destruidas y con sus ojos blacos levitó a la puerta de la salida, cuando ella se fue sintió que su corazon habia vuelto a latir.

La puerta de su oficina cayó al suelo, el asustado se levantó de su asiento y miró impresionado a la chica, su aura comenzó a disminuir, de repente las piedras salieron de su cuerpo y cayó al suelo agotada.

-Ya...llegue - respiraba con mucha fuerza- tengo todas....y fue difícil -

Zed se acercó a ella y despues de tener todas las piedras en su poder ayudó a levantar a la chica, observó con atención sus ropas desaliñadas, sus brazos llenos de rasguños y en su cara se le notaba el cansacio y el sudor. Fue hasta la pared vertical derecha de su oficina y con mover sus dedos un armario secreto apareció, enumerados del 1al 48 se encontraban las pequeñas cajas de vidrio de las megapiedras. Dependiendo de cada lugar, Zed colocaba con cuidado las gemas, se quedó quieto cuando vio la última piedra en su mano y luego observó que dos cajas estaban vacías.

-creiste que era un tonto,¿verdad?- dijo con una voz hiriente sin mirarle. Ella se acercó al armario secreto hasta que pudo observar las mismas cajas vacías que Zed y la gema que tenía en su mano. Comenzó a retroceder aterrada pero se detuvo cuando sintió una fuerza que reprimía su cuello, Zed se dio vuelta y su terror aumentó al ver su mirada de odio y sadismo.

-Yadira, yo te lo dije. Debías traerme absolutamente todas las gemas que habían en la región - la golpeó en su estómago que la mando a impactar a la pared co traria-¡y no me obedeciste!¿¡acaso quieres revelarte!?- se acercó a ella y la levantó jalando su cabello, mientras se escuchaban sus gritos de dolor, el la comenzó a abofetear en sus mejillas y le gritaba- ¡Eres una estúpida! ¡ni siquiera eres capaz de cumplir una orden como esa! ¡ni siquiera te fijas que te faltaba una piedra y viniste aquí sin importar nada!- con su mano formada en un puño dio un golpe final en la cara de Yadira y la soltó. La chica comenzó a toser y escupir sangre cuando sus miradas se volvieron a encontrar la chica sangraba por la nariz. A él no le importó y la siguió mirando con odio, si no fuera parte de su plan acabaría con ella......Una idea llegó a su mente, tal vez no podía matarla pero si podía acabar con ella internamente.

Usando sus habilidades psíquicas, levantó a Yadira que se quejaba con mucho dolor, la aprisionó en la pared sin que se moviera, tomo la cara de la chica y la giró hasta que sus ojos lo miraron.

-Mereces el peor de los castigos por no cumplir por mis ordenes Yadira. Pero tu tienes un gran potencial, eres una arma mortal capaz de acabar con todo aquel que te desafíe, estas gemas son tu destino, ellas te ayudarán a buscar la última megapiedra y cuando la tengas en tus manos tu poder se liberará. Pero ahora no dejaré que actues por si misma- dijo Zed. Se alejó unos pasos de la chica y cuando alzó su mano un terrible dolor de cabeza apareció en la chica. El dolor era insoportable tanto así que comenzo a gritar y a llorar de dolor y sufrimiento, Zed comenzó a manipular la mente de la chica hasta destruir y bloquear su mente nuevamente, como aquella vez hace dos meses. Usando Psíquico sacó todas la megapiedras de sus cajas,acercándolas a Yadira para que ellas mismas se insertaran en su cuerpo.

El lugar comenzó a temblar, sus ojos comenzaron a tornarse blancos nuevamente, un brillo iluminó a la chica que comenzó a restaurar sus heridas y sus ropas era transformadas en una más ligeras y cortas. De sus brazos los símbolos legendarios de Groudon y Kyogre comenzaron a aparecer como si venas del cuerpo. Su cabello comenzo a teñirse blanco, su top se había transformado en uno más corto todavía conservando la insignia Mercury en su pecho, sus pantalones llegaban hasta su muslo y se ajustaban perfectamente a su cuerpo, sus botas ahora eran algo mas cortos y de punta tacón de aguja.

Cuando la transformacion acabó, Zed liberó su prisión psíquica y ella lentamente tocó el suelo. Cerró sus ojos y permaneció quieta. El hombre miró a la chica con una sonrisa y tocó su cabello.

-¿Dónde está la ultima megapiedra?- susurró en su oído con una voz seductora. Ella abrió sus ojos de golpe y en su visión vio que la región de Hoenn se acercó hasta.....

-Villa Raíz señor - dijo mirando a Zed con sus ojos más purpurinos que nunca, llenos de odio y deseo de aniquilar a todos.

-Muy bien Yadira- le dedicó una malvada sonrisa- ahora ve por ella-

Continuará...

Al fin hice un capítulo alargado y rápido me inspiré mucho en este momento para ustedes, hoy domingo que acabo de terminar el capítulo decidí actualizar el dia de hoy ya que quiero compartir mi emoción con ustedes,además que comencé el colegio y quisiera terminar esta historia antes de las pruebas y estrés.( ah y todavía sigo inspirada así que aprovecharé)

Si te gustó recuerda dejar tu voto y alguna opinión eres libre de escribir tu comentario

Adios! <3

Pregunta de hoy:¿cuál es tu personaje favorito del pokespe?

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