Toc toc toc toc toc toc toc

-Santo cielo,¿no es muy tarde para las visitas?-

Toc toc toc toc toc toc toc

-¡Ya voy! ¡Ay esta gente! ¿Qué necesita a es....?¿¡Ruby!?-

Pov. Ruby

-Profesor que bueno que está despierto- le comenté agitado.

-Con esos portazos me hubieses despertado igual- dijo con una mirada sarcástica y yo solo reí nervioso.

Ambos entramos al laboratorio, fuimos a la sala de investigaciones y ahora estaba solo ya que el profesor me ofreció un café y acepté sin dudar. Desde el centro de la habitación, miraba con cuidado el mapa de Hoenn con sus chinches de colores, después fui al escritorio a revisar la bitácora y me di cuenta que habían nueva información desde el suceso en la ruta 119.

Fui alguien cobarde en huir de esta investigación y dejarle todo el peso al profesor, un proyecto complicado que implica pasar todo el día pendiente de los informes sin descansar. Me sentía culpable de escapar de esto sin dar mis razones y ahora debía aclarar las cosas. El sonida de la puerta abrirse me volvió a la realidad y dirigí mi vista al profesor que traía dos tazas, se acercó a entregarla en mis manos, nos sentamos y nos quedamos en silencio unos minutos pendientes del café milagroso.

-Emerald nos contó a todos lo que les ocurrió - rompió el silencio el profesor y dejó la taza vacía en una mesa- estoy muy agradecido que hayas trabajado conmigo tratando de buscar una solución, escuchar lo ocurrido fue un gran golpe para mí como padre, pero me imagino que ser testigo del cambio de mi hija debió ser peor y para empeorar en dos ocasiones-

- Yo me siento culpable de abandonarlo sin avisarle y dejarle todo el peso de investigar en sus manos solo por un problema emocional- le respondí algo deprimido- Pero ahora, quiero volver para recuperar a Sapphire y necesito su ayuda si queremos que todo sea como antes-

El profesor se quedó mirándome unos minutos, esperaba tranquilo su decisión, observando por mientras 10 pokéballs dejadas en un estante suponiendo que eran mis pokémon y los de Sapphire descansando.

-Esta bien- la voz del profesor llamó mi atención y dirigí mi vista a él -me he enterado de su nueva personalidad y por tu determinación puedo comprender que conoces una solución para salvar a mi hija-

-Gracias profesor......y ahora, necesito que nos comuniquemos con los profesores pokémon de las demás regiones y busquemos información sobre una pequeña esfera de colores y de un extraño símbolo al centro-

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Otro día se avecina en Hoenn, taillows cantando, wingull emprendiendo su vuelo y los zubat.....siguen apareciendo en cuevas.

Mientras tanto, en una pequeña cueva oculta alrededor del monte pirico, entraba nada más ni nada menos que Yadira en busca de su compañero Cinder. A decir verdad, la chica pasó toda la noche en busca de megapiedras, teniendo un total de 9 en su poder y 35 que están con Zed en la guarida y que ha recolectado en estos meses. Un total de 44.

-Veamos- pensaba ella- debo suponer que faltan muy pocas, ya he revisado en todas los lugares posibles, a excepción de cuevas y en lo profundo del mar que tal vez sea ahí donde estén las últimas, será mejor que piense esto en otro momento y preocuparme por Cinder para otorgarle una buena vida y a salvo de Zed-

El pequeño Cyndaquil dormía tranquilamente, hasta que los rayos del sol que se filtraban por la entrada de la cueva, lo despertaron de su inocente sueño. Al acostumbrar su vista notó que a partir de esos mismos rayos de sol una figura humana se interponía en la entrada, al identificar a la persona se levantó renovado y se acercó a Yadira.

-Buenos días para ti también- le saludó ella agachándose y acariciando su lomo- al parecer tus energías nunca se acaban-

Con ese saludo matinal, ambos desayunaron sus bayas meloc mirando el amanecer hasta acabarlas por completo. Luego de descansar salieron al bosque en busca de más provisiones para el día, todo era tranquilo y relajante. Con Cinder, Yadira olvidaba todas sus preocupaciones, todo lo relacionado a las megapiedras o la advertencia de Zed no tenían importancia cuando ella estaba con el pequeño pokémon. Ambos paseaban por el bosque, miraban a los pokémon, cuando Cinder tenía miedo ahí estaba ella para decirle que no temiera por algún pokémon fantasma o un camino oscuro. Sin darse cuenta, la verdadera personalidad de Sapphire estaba volviendo, una joven alegre, energética y llena de vida por amor a la naturaleza y los pokémon.

Después de un día tranquilo, Yadira y Cyndaquil volvieron a su cueva en busca de una pequeña siesta, luego de un aperitivo Cinder se encontraba profundamente dormido en las piernas de Yadira y ella trataba de dejarse llevar por los brazos de morfeo, lo que no esperó fue lo que sucedería en su sueño.

Pov. Yadira

El sueño era en primera persona como la visión anterior, me encontraba en una habitación llena de papeles y carpetas, computadoras y cables esparcidos por todo el lugar, en la mesa se encontraban algunas pokéball dispersas y como nuevas, mi atención se enfocó en el sonido de una puerta abriéndose y miré a la entrada de la habitación para encontrarme con un hombre alto de barba castaña oscura al igual que su cabello levemente rizado, con una bata blanca sin abotonar, unos shorts de campo y unas sandalias comunes.

-Sapphire cariño- ¿¡Otra vez con Sapphire?! ¿¡Qué rayos!?- Veo que estas muy emocionada por tu primer pokémon-

-¡Claro papi!- mis palabras salían involuntariamente con una voz de infante- quiero ser muy fuerte y ayudarte con tu investigación - mi vista se enfocó en mis puños que estaban ejerciendo mucha fuerza -no quiero que vuelva a pasar lo mismo donde no pude hacer nada para ayudarle- susurraba.

-¡Que hija más considerada!- al parecer mi padre fue a la mesa de las pokéball y las junto en su brazo, se acercó a mí y las fue indicando- este pokémon es Treecko tipo planta, este de aquí es un Mudkip tipo agua y con Torchic tipo fuego se convierten en los primeros pokémon que entrego a los entrenadores principiantes. Los demás de aquí son de la región así como un goldeen, zigzagonn y whismur, ahora tu debes elegir si prefieres ser como una entrenadora, comenzar con los inciales y capturar a tus propios pokémon o prefieres que te entregue a estos 3-

-Ya lo pensé papi- y sin pensarlo saqué la pokéball de Torchic de los brazos de mi padre -Si quiero ser muy fuerte debo ser como los demás y no tener una ventaja, que sea una niña pequeña no significa que no pueda ganarles,¿cierto?-

-Claro que si traviesa- me decía acariciando mi cabello - para ser pequeña tienes una gran confianza en ti y serás algún día una gran campeona-

-¡Claro que sí!- lancé la pokéball al aire y el pokémon salió de ella, de un tono rojizo y anaranjado, pequeño y con aspecto de pájaro - ¡Mucho gusto! Mi nombre es Sapphire y espero seamos buenos amigos- el torchic sonrió y me respondió un "Torchic" de su parte. Todo era negro.

Abrí mis ojos con lentitud y cansancio, todo era oscuro y no me di cuenta que Cinder y yo dormimos hasta el anochecer, sentí como alguien se acomodaba en mis piernas, miré y Cinder seguía durmiendo así que con cuidado lo dejé en su nido y salí de la cueva en busca de las megapiedras faltantes.

Después de una media hora, buscaba en las profundidades del mar cerca de un barco abandonado y en pésimas condiciones, miraba en lo más profundo del mar(gracias a mis habilidades podía mantener durante mucho tiempo la respiración como si fuera un pokémon de agua), donde una pequeña cantidad de pokémon marino podían bucear en esta gran profundidad. Tocaba con cuidado el final de la profundidad donde plantas de mar habían brotado y poseían diversos colores, hasta que sentí que algo me empujaba a mis espaldas, me doy vuelta y con una gran sorpresa me encontré con una gran ballena, o como le dicen al pokémon, Wailord.

-¡Maestra, ha vuelto!- se traducía en mi mente automáticamente - ¡¿Qué hace en lo profundo del mar?! ¡La subiré enseguida!- y sin preguntar, el Wailord atrapó en su boca una parte de mi capa y con mucha velocidad me llevó a la superficie y yo solo le miré sorprendida- Ahora está sin problemas -

Miraba al gran pokémon que me dejó en la entrada del barco abandonado con gran asombro, este Wailord me conocía pero para mi era primera vez que lo veía, con cuidado, me acerqué al pokémon con mi brazo extendido tratando de descifrar si esto era un engaño o me estaban haciendo una buena broma.

El wailord se me acercó con un aura alegre y apoyó su gran cabeza en mi cuerpo, opacando por completo mi intento del brazo, su acción me asustó en un instante, pero después de unos segundos comencé a acariciarle como le hago a Cinder y pude notar que este cerró sus ojos tranquilo.

-Para ser enorme eres muy cariñoso y manso- le comentaba sin parar de acariciarlo. De la nada, el gran pokémon dio un pequeño salto(o movimiento, piensen como sería si un pokémon gigante salta en el agua, tendremos un gran tsunami).

-¡Oh! ¡Lo olvidaba! Debo informarle a los demás. Todos le hemos extrañado maestra, no sabe la falta que nos hizo después de este tiempo sin su compañia y su entre.... - decía el gran pokémon moviendo sus aletas, pero dejé de prestarle atención porque sentí un pequeño sonido proviniente de mi espalda, miré fijamente el barco en ruinas y en todos los ángulos posibles.

"Ayudame......no puedo salir"

Era la voz de otra megapiedra, de eso estaba segura. Dirigí mi atención al Wailord que sin percatarse se dejó llevar y ahora hablaba solo, de modo que me alejé con sigilo hasta la entrada sin que él se diera cuenta.

Mientras tanto con Walo...

-mmhhh, no puedo activar el equipo, según me dijo el señor Ruby debía mover mis aletas rápidamente pero no se activa -Decía el pokémon ballena moviendo sus aletas, hasta que un pitido le hizo detener su acción.

-¿Walo que sucede?- se podía escuchar la voz de un chico a través de un pequeño parlante.

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Volviendo con Yadira....

En el interior del barco, todo estaba deteriorado, podías ver habitaciones con las puertas rotas y polvorientas, muebles destrozados, y en algunas de ellas podías ver la luz de la luna iluminando desde el techo de aquellas salas en mal estado. Una de ellas me llamó la atención, en un rincón había un gran charco de agua y profundo, quizás con el paso del tiempo se formó un camino a otro lado del barco que quizás esta inundado, el mejor lugar para una megapiedra, y sin dudarlo me sumergí en el agua.

Mientras nadaba, vi a los magikarp y tentacool conviviendo tranquilamente en la estructura abandonada, me di cuenta que para los pokémon este lugar se pudo transformar en un hogar para aquellos que vivían en esta ruta y se adueñaron del lugar, para ellos debía ser normal vivir en lo profundo de un barco abandonado. Estaba tan pérdida es este asunto, que bajé de las nubes cuando estaba pasando por una parte del agua más iluminada de lo normal, una salida.

Salí a la superficie, y mirando con cuidado, caminé en los pasillos deteriorados con la única luz de la luna que se filtraba por agujeros de pisos superiores, esa sensación de estar cerca se intensificaba más mientras recorría habitación tras habitación.

"¡Espera!"

Paré enseguida justo a un lado de una puerta rota, el sonido de mi mente se sentía de aquella habitación y con cuidado crucé a pequeña sala. Tenía una cama con un colchón carcomido en el centro e incluso podías ver los resortes sobresalir de este, en un costado había un gran armario viejo con moho y húmedo, al centro de la habitación había un charco de agua y el suelo roto, si caías por ahí quién sabe cuán profundo llegarías, y para terminar una estanteria de libros, todos olvidados e inutilizables por la húmedad del lugar. Revisé con cuidado cada rincón de la pieza, tratando de encontrar esa megapiedra que tanto pedía mi ayuda para ser encontrada, pero ya resignada de buscar por cada página de libro y cada parte del armario, no me quedó otra que pensar en el profundo charco. Antes de sumergirme preferí asegurarme de mi idea.

-¿Hola?- preguntaba dirigida al agua- Soy Yadira y escuché que me llamabas hasta aquí, y necesito saber si estás justo bajo este agujero que me lleva al agua-Silencio. Esperé unos segundos de soledad y oscuridad en busca de una respuesta, sentía algunas miradas hacía mi mientras más tiempo estaba callada.

"Sí, aquí estoy. Por favor ten cuidado señorita Yadira"

Con esas palabras, me sumergí enseguida sin soportar permanecer más tiempo en esa sala vacía, una extraña fuerza me traía hacia abajo, todo estaba escuro y lo único que podía hacer era esperar hasta tocar el suelo.

Un pequeño resplandor bajo mis pies llamó mi atención, que me permitió identificar a cuánto estaba del suelo submarino lo cual era muy poco, seguí bajando hasta que pude llegar al fondo, donde ese pequeño resplandor estaba algo escondido por la arena.

Me agaché a la altura del suelo y despejé la arena de la megapiedra, al estar limpia su brillo se intensificó más y pude verla con toda claridad, sus hermosos colores y su pequeño símbolo indicando la megaevolución.

Cuando la quise sacar, una extraña fuerza no me permitía levantarla, parecía que pesara mil toneladas y no podía sacarlo del suelo. Reuní todas mis fuerzas y tiré de la megapiedra, cuando creía que comenzaba a salir algo más fuerte que yo tiraba en mi contra. Ya era el colmo, concentré el agua a mi alrededor y acompañada de mi fuerza la corriente de agua me dio un gran impulso, que con solo aplicar esa fuerza la resistencia se acabó y salí impulsada hacía atrás.

Apenas me restablecí, algo de unos 10 kilos impactó en mi cara y cayó enseguida, miré con cuidado el suelo y encontré una pequeña figura tratando de incorporarse, de repemte unos pequeños quejidos acompañados de "tentacool" se escuchaban.

-Sniff Sniff.....¡Mami!- el tentacool dio un grito que molestó mis oidos y los tapé. Pero no debí distraerme ya que no pasaron ni dos segundos y una manada de tentacool estaba a mi alrededor y mirándome.

-¿Qué sucede hijo mío?- escuchaba de una de los tentacool. El pequeñin que estaba en el suelo se incorporó y corrió a los tentáculos de su madre.

-¡Mami ella me quito mi piedra bonita!- y me apuntó con su tentáculo, ya la situación era tensa e incómoda.

-Eeeemm...jejejejejeje- me reía muy nerviosa, con sigilo comencé a subir y la mirada de todos se enfocaba en mí - esto es un grave error, en realidad solo estoy buscando un objeto muy importante para todos y entonces - la mirada de los tentacool cambió de lugar hacia mi mano, donde todavía estaba la megapiedra y la escondí -¡Jajajajaja! Parece que tengo la misma piedra de su hijo y yo....¡Miren un corsola!-

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Pov. Ruby

Después de agradecerle a Ruru por su teletransportación, con linterna en mano entré al barco abandonado donde Walo me informó que Yadira pasó por aquí.

Sabía que ella me advirtió si nos encontrábamos de nuevo, pero gracias a la ayuda de la región Kalos pude obtener información de las megapiedras y su función, pero todavía mi rompecabezas no estaba terminado, había algo que no encaja con todo esto. Yadira era la única que tenía mayor información y que conocía en este momento, sin embargo, sabía que conseguir su confianza sería complicado.

Dejé de vagar en mi mente y presté atención al piso, este se movía al igual que un sismo, pero un extraño ruido se acercaba con mucha velocidad, miro al frente donde estaba el final de un pasillo a unos cuantos pasos y veo una silueta negra, pareció como si no me vio y siguió corriendo.

Estuvimos a punto de chocar y me hice a un lado, no sin antes mirar a esa figura humana que corría sin razón, el sonido y el temblor se hizo más fuerte y al darme vuelta ci algo asombroso, y con temor corrí con todas mis fuerzas.

Una manada de Tentacool ocupaba todo el espacio del pasillo, eran montones y su cara no se veía muy feliz, activé mis deportivas y aceleré hasta estar a distancia con la figura totalmente negra, el extraño sujeto solo me ignoró y seguía corriendo a mi paso.

Al fin de tanto correr y pasillos salimos del barco, pero los tentacool seguían molestos y se acercaban más.

-¡Oye!- la figura dio un pequeño salto sorprendido y miró a todos lados buscando mi voz. Repentinamente abrió sus ojos purpurinos que alrededor tenían muchas líneas rojas, de nuevo cerró los ojos y dio un grito mientras los tapaba.

-¡R-Ruby!- gritó Yadira fregándose sus ojos-¿¡cómo rayos sabías que estaba aquí?! -

-Eso no importa- me di vuelta hacía la entrada del barco para ver cómo se acercaban los furiosos pokémon- después te preguntaré como enfureciste a todos estos temtacool, por ahora debemos calmarnos - sentí un brazo apoyado en mi hombro y me di vuelta para encontrar y darme cuenta que estaba toda manchada de negro.

-Están muy furiosos y aunque trabajemos muchos ellos son miles y para empeorar nublaron mi vista- di un salto y saqué su mano de mi ropa.

-¡Ya! Esta bien,¡Pero saca tu sucias manos de mi ropa totalmente limpia!- saqué un pañuelo de mis bolsillos y con aaco trataba de sacar la mancha de su mano que estaba en mi hombro.

-Ay que horror eres una princesita- y sin avisar tomó mis manos y comenzó a correr al borde de la entrada que estaba rodeada de agua.

-¡Oye espera! ¡Mi ropa no se puede mojar estaba creada finamente por un gran dise...!-

-¡Corriente de agua!- me interrumpió ella, sin creerlo al frente de nosotros se había creado un remolino hasta que un gran agujero se creó en la superficie, escuchamos el sonido "Tentacool" detrás de nuestras espaldas y miré aterrado hacía atrás para encontrarme con un centenar de pokémon con dos tentáculos.

-¡Tentacool! ¡ten tentacool!- un pequeño tentacool salió de la multitud y miraba enojado.

-Lo siento pequeño, pero ahora necesito esta piedra más que tu así que ¡Adiós!- y saltó al agua seguido de mí que tenía tomada mi mano.

Con cuidado fui abriendo mis ojos asustado de que no cayera ninguna gota en mi delicada ropa y quedé sorprendido al mirar que estaba en algo similar a un tobogán de agua que te permitía ver el fondo del mar sin necesidad de mojarte. Miré a Yadira asombrado de poder presenciar su verdadero poder que le había concedido su malvado jefe, a pesar de estar asombrado no podía dejar de pensar que jugaron con la mente de Sapphire para crearle una doble vida y personalidad que poseía grandes habilidades y poderes.

-Ya debe estar amaneciendo, mejor voy con Cinder- se murmuró a ella misma como si no supiera que estaba aquí, miré a lo lejos buscando el final de este interminable tobogán,y logré encontrarlo, lo malo que era un agujero luminoso. Rogaba con todo, que ese tal Cinder no fuera una manada de tentacool otra vez.

Lamento la demora de este capítulo pero mis ideas se esfumaron estos días hasta ahora que les tengo el capítulo, agradezco a aquellos que siguen el transcurso de la historia, algún comentario son libres de hacerlo y se los agradecería con un voto, muy pronto el siguiente capítulo :)