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69. Lo Que Te Pedí Por Carta

Viernes 12 de julio de 2024

Meses después.

Granada

- Procura calmarte, Rebeca.

Mi hermana sostiene a Hugo en sus brazos mientras yo me pongo a dar paseos por el salón de su casa intentando tranquilizarme. Pero por más que procuro hacerlo, no puedo. Aprieto mis puños y los escondo detrás de mi espalda para que nadie los vea. Y también por sujetarlos y que no ocurra una tragedia. Pero las ganas de dar dos buenas hostias no me las quita nadie.

- Lo estoy intentando. Lo juro.

Cojo aire con fuerza y vuelvo a mirar a mi cuñado Leo mientras él hace una mueca. Y es que ya no me aguanto más. Porque como me siga mordiendo la lengua, me enveneno.

- ¡Como se te ocurre pedazo de idiota! - le digo perdiendo los nervios ya del todo.

- Rebeca - me dice Noemi dejando a mi sobrino en el suelo.

- No, Rebeca no. Joder, ¿como se te ocurre irte a jugar a baloncesto? ¿Cómo? Un puto esguince. Ayer. Dos días antes de mi boda. Esto es genial. El padrino no puede llevarme al altar.

- Ya buscaremos una solución. Puedo ir en muletas - dice Leo mirándome resignado.

- ¡Ni de coña! Es mi día. Quiero que se fijen en mi no en el idiota de mi cuñado que va en muletas a mi lado.

- Rebeca, te estas pasando - me dice mi hermana.

- Cállate, tú. ¿O quieres que te recuerde que encerré a mamá en el baño el día de tu boda para que no te viera el vestido porque no era el que ella te había pagado?

Mi hermana me mira resoplando y se lleva las manos a la cara negando cabreada. Mañana me caso. Y sin padrino, porque al mio se le ocurrió echar un partido con sus colegas del colegio de Fisioterapia. Puto él y putos los colegas

Estoy muy nerviosa. Quiero casarme ya, e irme a Bora-Bora con Ferrán. Necesito estar con él. Después de haber perdido la final de la Eurocopa, ambos lo necesitamos. Vera se queda con sus abuelos aquí en Granada y sé que por ella no tenemos que preocuparnos.

- A ver hermana. ¿Y si Leo te espera en el altar sentado? Estará a tu lado y podrá ser tu padrino.

- Vale si. ¿Pero quien me lleva por el pasillo? No pienso ir sola a lo Megan Markle.

- Bueno. Pues piensa en alguien que te gustaría que te llevara al altar. Que fuera tu segundo padrino -me sugiere mi hermana con una sonrisilla en los labios. 

- Genial. ¿Y quién?

- Ya le he cambiado el pañal. Le he quitado la camiseta porque estaba muerta de calor la pobre mía.

Pau aparece por el comedor con mi pequeña Vera en los brazos. Él y Vanessa son los padrinos de mi niña y Pau se ha tomado en serio su papel. Dice que es el tito favorito de mi hija. Mi amigo lleva hoy también, un día de mierda, y la culpa es suya por ser un puto cabezón.

Noemi y yo nos quedamos mirándonos y luego lo miramos a él. Mi hermana y yo pensamos exactamente lo mismo en estos momentos. Pau frunce el ceño y aprieta sus labios.

- ¿Porqué me miráis así par de brujas?

Sábado 13 de julio de 2024

Al día siguiente

Carmen de los mártires

- ¿Estas nerviosa? - Pau me agarra la mano mientras caminamos por el pasillo lleno de flores.

- No, estoy atacada que es diferente -le contesto aún con todo mi cuerpo temblándome. 

- Aún podemos huir si quieres, pero nos llevamos a Vera.

- Es que sino, no me voy Pau.

- Por eso te lo digo -el rubio rueda sus ojos y entrelaza sus dedos con los míos intentando calmarme. 

- Sería un escandalazo, Pau.

- Si que lo sería si. Como todo lo que yo hago últimamente. Pero tranquila que te daré una buena vida.

- Pero es que yo no te quiero, Pau -le digo frunciendo mis labios. 

- Ni yo a ti tampoco.

- Me quedo con Ferrán que a él si que lo quiero.

- Me has roto el corazón -Pau se lleva la mano al pecho de forma dramática y ahora si que me hace reír. 

- Lo superarás, además, tienes a Verona.

- No la tengo Rebeca.

- La tendrás. Si Ferrán estaba destinado a ser para mí, ella lo será para ti.

Le sonrío a Pau y él vuelve a apretar mi mano. Con sus tonterías, ha hecho que me relaje hasta casi llegar al altar. Ferrán está allí con su madre al lado, la cual está guapísima con su vestido aguamarina. Y él, bueno él me acaba de dejar sin aliento.
Ese traje gris marengo con su corbata en tonos azules le sienta demasiado bien.

Mi corazón late desbocado en mi pecho. Me tiemblan las manos, que digo, todo el cuerpo. Menos mal que Pau me está sujetando porque juro por dios que sería capaz de caerme. La garganta me arde un poco y siento como en mi estómago revolotean miles de mariposas.

Ferrán no aparta su mirada de mi desde que avanzo por el pasillo hacía el altar. Pero es que yo tampoco puedo dejar de mirarlo. Estoy nerviosa. Muy nerviosa. No puedo evitar reír al ver a Vera en brazos de Vanessa dando palmitas sin parar en cuanto me ve. Es una risa nerviosa, y no me calma.

Llego hacia el altar y Leo se pone en pie con algo de dificultad. Pau me coge la mano y después de besar mi mejilla se la da a mi cuñado. Él me recibe con una preciosa sonrisa. A pesar de lo cabreada que estaba ayer con él, quiero mucho a Leo. Él prácticamente me ha criado y es algo que le voy a agradecer toda la vida.

Me hace girarme un poco para poner mi mano encima de la de Ferrán. Siento mis dedos temblorosos encima de los de él.

- Aquí tienes a nuestra niña, Ferrán - le dice Leo haciendo que me emocione - cuidanosla porque es lo más bonito que tenemos.

Vale si, estoy llorando. Ya he empezado y amenazo con no parar.

Ferrán me coge la mano y ambos nos miramos. Su sonrisa cuando sus ojos se posan en los míos, hace que me tiemble todo el cuerpo. Y todos los sentimientos que he tenido por él ahora los tengo todos a la vez y multiplicados por mil.

- Estas preciosa, mí amor.

Le sonrió con timidez a Ferrán, al amor de mi vida, al padre del otro amor de mi vida, al que va a ser mi futuro marido. Ambos nos sentamos y da comienzo la ceremonia. Unas breves palabras del alcalde de Granada, el cual, circunstancias de la vida, tiene un hermano que era compañero del instituto de Noemi. Escucho las breves notas de nuestra canción, la de "90 minutos", algo que hace que me emocione mucho. Giro mi cabeza hacia la música, cuando Verona aparece cantando la canción con el pequeño conjunto de cuerda que está justo al lado de nosotros. Esto si que no me lo esperaba. Me doy la vuelta mirando hacia atrás buscando a Pau y lo veo mirarla embobado. Dios, que les sirva ésto para arreglar las cosas entre ellos.

Miro a Ferrán de nuevo apretando mis labios porque quiero llorar mucho. Él me agarra la mano y yo pongo mi cabeza en su hombro escuchando la canción.

Tantas veces que la hemos escuchado. Aquella primera vez en su cama. Cuando vimos a India Martínez en Mallorca. La noche que casi rompimos y la noche que nació Vera. Canción la cual es su favorita para dormir.

- Te quiero, Ferrán.

Mis labios lo rozan unos segundos coincidiendo con el final de la canción. Aplaudo a Verona y ella me guiña un ojo. Nos da un abrazo a mi y a Ferrán para después ir a sentarse al lado de Pau. Algo que me hace inmensamente feliz.

- ¡Pa! ¡Pa!

El grito de Vera nos hace a los dos darnos la vuelta y reírnos. Mi niña está llamando a su padre desesperada y casi llorando. Vanessa intenta calmarla sin mucho éxito. Ella sigue llamando a su padre gritando sin parar.

Ferrán me da un apretón en el muslo y se levanta de su asiento. Va hacia donde está Vera y mi niña le echa los bracitos. Ferrán acaba cogiéndola y se la trae al altar mientras siento las risas y los ohhh de los invitados.

- Enana. Tú es que tienes que estar en medio de todo, sino no eres feliz ¿verdad?

Ferrán le habla con mucha suavidad a mi pequeña mientras ella le pone la cabecita en el pecho. Dios, están los dos para comérselos. Venga, a llorar otra vez.

Nos ponemos en pie para el momento de los anillos. Vera no quiere soltarse de los brazos de su padre y yo es que me derrito de amor ahora mismo. Ferrán coge mi mano con mucha suavidad sin dejar de mirarme a los ojos. Me pierdo en ellos. En su cálida mirada. En su dulce sonrisa. En todo el amor que veo en ellos cuando me mira.

- ¡Mama! ¡Mama!

Vera empieza a reírse viéndonos a los dos cogidos de la mano. Le doy un beso en la mejilla y ella empieza a chillar emocionada. Ferrán vuelve a cogerme la mano y empieza a deslizar el anillo por mi dedo anular.

- Que sea este anillo el símbolo de mi amor por ti. Rebeca, mi luz, mi todo, eres la persona que me devolvió las ganas de luchar y de perseguir mis sueños. Te quiero. Así pasen mil vidas, te voy a seguir queriendo porque mi destino lleva tu nombre.

Trago saliva con fuerza intentando no llorar. Pero es imposible cuando él me dice las cosas que me dice. Cojo su mano y compartimos una mirada con la que nos lo decimos todo. Le voy poniendo el anillo poco a poco sin dejar de mirarlo, sin apartar mis ojos de los suyos. De esos ojazos marrones que me vuelven loca. Que me miran como si fuera única para él.

- Que este anillo sea el símbolo de todo lo que te amo. Porque me pasé media vida buscándote y al final fuiste tú quien me encontraste. Porque eres más que mi sueño hecho realidad. Eres todo lo que mi corazón quería.

El alcalde pronuncia unas palabras y nos da por casados. Ferrán me agarra de la cintura y me da un besazo que hace que Vera empiece a chillar riéndose. Abrazo al que ya es mi marido y él hunde sus labios en mi cuello para susurrarme en el oído.

- Sino estuviera la niña te hubiera metido toda la lengua en la boca, que me tienes loco con el vestido.

- Tú siempre tan romántico, Torres.

Casi ni he comido de los nervios. Y de que estaba pendiente de ver como Vanessa y Pau se peleaban por darle de comer a Vera. Bueno, también porque antes hemos tenido drama con Verona. Pero por suerte, parece que todo se está solucionando. O eso creo yo. Porque Pau y Verona son los dos imprevisibles cuando están juntos. Y a mi me vuelven muy loca a veces.

Escucho el tintineo de una copa y mi hermana se pone en pie micrófono en mano mientras Dani se pone a su lado.

- Me están dando miedo - le digo a Ferrán en el oído.

- Miedo es que lo que te voy a dar yo dentro de un rato.

Chasqueo mi lengua y Ferrán me coge de las mejillas y me da un besazo que me deja sin respiración. Y si, me mete la lengua a traición.

- Buenas noches a todos - dice mi hermana mientras se baja una pantalla en el fondo del salón y las luces se vuelven más tenues - os voy a contar una historia, la historia de como mi hermana se enamoró de Ferrán...

Nooo. Nooo. Quiero matarla en este mismo instante.

- Todo comenzó un verano en el que España jugaba el Mundial Sub-17 (aparecen imágenes de Ferrán en ese mundial) y en cuanto este chico valenciano apareció en pantalla Rebeca se enamoró perdidamente de él...

-... hasta el punto de pedirle matrimonio por carta ... - la voz de Dani me hace querer asesinarlo- repetidas veces. Que en el Valencia aún guardan las que les mandabas...

- ¿Me mandabas cartas al Valencia? - Ferrán me mira alucinado y yo asiento totalmente avergonzada, otra vez.

- Los mataré a todos - le digo a Ferrán refugiándome en sus hombros.

- Tonta, si es muy bonito. Es tu historia, nuestra historia - Ferrán acaricia mi espalda mientras yo vuelvo mi mirada hacia mi hermana.

- La regla número uno es no confraternizar con los pacientes- dice ahora Leo - y Rebeca no sólo no me hizo caso, sino que encima se quedó embarazada de él...

- ¡Y me he casado! - le grito yo sacándole la lengua.

Empiezan a salir en pantalla fotos nuestras. Desde que empezamos a salir juntos, de nuestras vacaciones, cumpleaños, con los mellizos, de cuando nació mi enana...

Ferrán pone una mano en mi mejilla y la acaricia con mucho cuidado. Me doy la vuelta y le doy un corto beso mientras sigo abrazada a él.

- Te amo tanto, Ferrán.

- Y yo a ti, mi niña.

Las fotos terminan con un vídeo de nosotros dos bailando en aquella clase de salsa a la que lo llevé por su cumpleaños. Lo que nos pudimos reír aquel día.

- El día que Ferrán vio a Rebeca por primera vez - ahora es el turno de Lucas - me dijo que había conocido a la futura madre de sus hijos. No iba desencaminado mi amigo. Esta es una de esas veces en las que sabes que ambos estaban predestinados para estar el uno con el otro.

Lucas alza su copa y el resto de la sala se pone en pie para imitarlo.

- ¡Por Ferrán y Rebeca!¡Que lo que un póster unió no lo separe nadie!

Dios. Que vergüenza. Otro más para mi lista de asesinatos.


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