Martes 14 de Junio de 2022

Hotel Anantara World Island

Miro a través de los ventanales, el azul del agua y la fina arena de la playa. Abro y cierro mis ojos sin poder creerme que esté aquí. Prácticamente hasta que no nos subimos en el avión, no supe donde veníamos. Que por cierto, el avión para venir aquí es una pasada.
Tiene de todo. Me ha faltado echar un polvo en los asientos. Bueno, Ferrán quiso pero a mi me dio vergüenza y me negué. 

Siento sus pasos acercándose y a los pocos segundos sus manos están en mi cintura. Me agarro a él y dejo reposar mi cabeza en su pecho escuchando lo deprisa que le late el corazón. 

- Dubai - le digo a mi novio. Deja un pequeño beso en mis hombros que hace que todas mis terminaciones nerviosas se vuelvan locas. 

- ¿Te gusta? -me pregunta deslizando su boca por mis hombros. De seguir así, creo que voy a derretirme en cualquier momento. 

- ¿Que si me gusta? Esto es una puta pasada, Ferrán.

Me doy la vuelta poniendo mis manos en su cuello. Ferrán me mira con una sonrisa satisfecha. Mis labios rozan los suyos durante unos breves segundos, para, después, volver a mi posición inicial, cerca de su pecho. 

- Vamos a estar aquí más de una semana. Sin hacer nada. Disfrutando de todas las comodidades, comiendo lo que nos de la gana y follando como locos en todos los sitios de esta habitación... - me dice él haciendo que su aliento cosquillee en mi oído.

- Humm. Eso me gusta, lo de follar...

- Por eso pedí la villa con piscina. Te voy a poner fina, Rebeca -me advierte con otro roce de su lengua en mi cuello. 

- Me encanta cuando te pones tan romántico.

Ferrán me vuelve a dar la vuelta y me aparta el flequillo de la cara. Sus dedos bajan lentamente por mi mejilla hasta posarse en mi barbilla.

- Te voy a hacer el amor, te voy a comer a besos, te voy a acariciar hasta dejarte sin aliento. Te voy abrazar bajo la luna y las estrellas. Te voy a querer para todo lo bonito que puedas imaginar... - los ojos de Ferrán me miran con intensidad con cada palabra que me dice.

Trago saliva con fuerza dejando que sus labios me besen con fuerza y que me hagan perder el sentido. Me agarro a su camiseta y tiro aún más de él hacia mi.

- Eso me ha gustado más, Ferrán.

- Me alegro mi niña. Y ahora como te tengo derretida de amor, te voy a echar un polvo.

- Me lo estaba imaginando, Torres. Estabas tardando mucho...

MÁS TARDE

Vale si, estar en un hotel de lujo y muy pijo, es comer cosas raras, caras y buenísimas. El restaurante del hotel es una maravilla y no sé que elegir porque todo tiene una pinta buenísima. Noemi dice que en los buffets hay que comer de lo que nunca hayas probado. Pero es que aquí hay de todo y más.

- Le estás babeando a la comida, Rebeca -Ferrán me llama la atención guiñándome uno de sus ojos y señalándome las diferentes bandejas que hay delante de mí. 

- Eres idiota, ¿qué has cogido? -le pregunto alzando mi mirada hacia su plato. 

- Lasaña de marisco y berenjenas rellenas.

- Uy, eso está rico. Pues yo voy a coger pollo Tandoori y esas brochetas de pescado.

Ferrán me ayuda con mi elección y nos sentamos en nuestra mesa. Todo huele de maravilla y hay un camarero que cada dos por tres. va por las mesas rellenando las copas de vino. 

- ¿Vamos luego a la playa? -le pregunto a Ferrán mientras muerdo mi brocheta y gimo del gusto.

- Sólo si te pones el bikini rojo, el del tanga.

- ¿Encima eligiendo mi ropa? ¿A eso estamos llegando, Ferrán? -le pregunto riéndome.

- Estoy eligiendo lo que luego te voy a quitar -me dice alzando una de sus cejas- por cierto, Pau me ha mandado un mensaje deseándonos buenas vacaciones.

Tuerzo el gesto y bebo de mi copa mientras pienso en Pau. Cuando terminó el bautizo lo cogí por banda y le dije cuatro cosas. Sobre todo que estaba muy dolida con él porque sabiendo como era mi madre conmigo, él se hubiera acostado con ella sin importarle mis sentimientos.

Tuvimos un peleón bastante fuerte y aunque se quedó en mi casa hasta el lunes, yo casi ni le hablé. Y la zorra de mi madre, desapareció el domingo. La que tira la piedra y luego esconde la mano.

- Rebeca. ¿Seguís sin hablaros?

- Yo ya se lo deje muy claro, Ferrán. Estoy muy dolida y hasta que no se me pase no quiero saber nada de él.

- Ya...pero...

- Que sé que es tu amigo, pero joder, que se ha acostado con mi madre. Entiende que esté así.

- Si te entiendo, mi niña.

- Pues no me hables más de Pau. Cuando esté preparada hablaré con él, ¿vale?

- Vale, peque.

Seguimos comiendo y yo bebo otro sorbo de mi copa intentando no pensar en un Pau al que echo mucho de menos y al que si no hubiera sido porque no le hablo, ya le hubiera hecho una videollamada para que viera todo esto.

- ¿Te imaginas a Pau como tu padrastro? -alzo mis ojos y miro a Ferrán que me está mirando descojonado de ver mi cara.

- Ferrán, amor, vete a la puta mierda.

Sábado 18 de junio de 2022

Está anocheciendo en Dubai. Todavía estoy metida en la piscina de nuestra habitación mientras Ferrán habla con su madre. Esta noche iremos a cenar al restaurante del Burj Al Arab y luego al concierto de David Guetta que es a medianoche. Ferrán sacó las entradas en cuanto supo que nuestro destino era Dubai.

Me apoyo en el borde de la piscina y giro mi cabeza poniéndola encima de mis brazos. Veo venir a Ferrán y como se apoya en la cristalera.

- ¿Vas a salir ya? - me dice con una media sonrisa.

- Todavía no. Anda, ven, que el agua está muy caliente.

Le tiendo mi mano a Ferrán y él se sienta en el borde para meterse poco a poco. Me giro y pongo mis manos en su cuello mientras él pone las suyas en mi cintura. Las luces rojas del atardecer poco a poco darán paso a la oscuridad de la noche.

- ¿Estas bien, mi niña?

- De maravilla. Todo esto, estas vacaciones, son de ensueño. Muchas gracias por este regalo Ferrán.

- Te mereces esto y mucho más, preciosa mía. Tengo que hacerte feliz, es mi meta en la vida.

Apoyo mi cabeza en su hombro sintiendo los latidos de su corazón, la suavidad de su piel y su respiración en mi cuello. Sus manos van subiendo y bajando por mi espalda con caricias muy lentas. Ferrán va metiendo las manos por dentro de mi bikini hasta agarrarme todo el culo. Quito mi cabeza de su hombro y le busco la boca para besarlo, para dejar que su lengua acaricie mis labios. Él me apoya en la pared de la piscina y sus manos van subiendo por mis costados. Estoy abandonada a él y a sus besos. A sus manos en todo mi cuerpo. Siento su erección como se clava en mi vientre y bajo mi mano por su estómago hasta alcanzarla. Le acaricio por encima del bañador y lo siento gruñir en mi oído.

- Joder, Rebeca.

Ferrán me da la vuelta muy despacio. Pongo mis manos en el borde de la piscina y siento como hace a un lado la parte de abajo de mi bikini. Su pene me va rozando poco a poco hasta que se desliza en mi interior. Me agarro al borde y echo mi cabeza hacia atrás disfrutando de sus embestidas. Ferrán sube una de sus manos por mi estómago hasta agarrar uno de mis pechos. La sensación es muy placentera y muevo mi trasero casi al mismo ritmo que él.

- Me vuelves tan loco, Rebeca. Me encanta estar contigo.

La mano de Ferrán baja de nuevo hasta colarse por dentro del bikini. Alcanza mi clítoris y sus dedos se mueven ansiosos mientras mis gemidos rompen la calma del atardecer.  Vale, si, hacerlo en una piscina, en Dubai, casi de noche... es una puta fantasía erotica. Ferrán es una fantasía erotica constante

- Cariño - me dice Ferrán mientras muerde mi hombro - se nos hace tarde, ve corriéndote ya, porfi.

- ¡Serás capullo!

Me hago la indignada y Ferrán acelera sus embestidas y los movimientos de sus dedos. Me tiene perdida. Me tiene loca. Aprieto mis piernas y me muerdo los labios sintiendo como el orgasmo me invade por completo y como él intensifica también su agarre en mi cintura viniéndose conmigo.

Ferrán deja tiernos besos en mi espalda mientras sale de mi interior. Me giro para verme reflejada en sus ojazos marrones, sintiendo que quiero llorar y gritar a la vez porque lo quiero tanto que el día que ya no pueda estar a su lado, cree que ese día me voy a querer morir.

Abrazo a Ferrán muy fuerte aguantando mis lágrimas. No quiero empezar a llorar ya, cuando nos quedan tantos días juntos. Porque después, no habrá quien me pare.

Más tarde...

Ferrán ya estamos sentados esperando a que empiece el concierto de David Guetta. La verdad es que todo esto es una pasada. Las luces que ya empiezan a brillar, el escenario, el ambientes... Todo es perfecto. Me agarro de la mano de Ferrán y él se ríe.

- Todavía sigues riéndote. Eres un mal novio -le advierto aún indignada. 

- Es que has estado fabulosa, de verdad -le hago una mueca a Ferrán y él me abraza.

- No te enfades, tonta.

- Si no estoy enfadada. Lo que no quiero es que mañana todo el mundo hable de mi "La novia de Ferrán Torres rechaza que el gran chef Salt Bae le sirva la carne"

- ¡Y qué más da! Yo tampoco quería que tocara mi plato, así que te agradezco que lo hayas decidido tú, mi amor.

Ferrán besa mi mejilla y las luces empiezan a bajar. Una de sus manos va hacia mi barbilla y me gira para que pueda mirarlo. Nuestras miradas se cruzan y aunque sé que el concierto ha comenzado ahora mismo, mis ojos solo están pendiente de él.

- Me voy a volver loco cuando no esté contigo, Rebeca. Me va a costar mucho no estar a tu lado. Eres lo mejor que me ha pasado en la vida. Te amo tanto.

Siento como una lagrima se desliza por mi mejilla y me abrazo a él muy fuerte. Las primeras notas de "Titanium" empiezan a sonar y nosotros seguimos abrazados.

https://youtu.be/lQy-vcO0_5c

- Va a salir bien Ferrán, te lo prometo. Además, si yo te esperé a ti 5 años para encontrarte, esto para nosotros no es nada.

Ferrán besa mis labios tan dulcemente que siento miles de mariposas en mi estómago. Estoy aguantando todo lo que puedo por no echarme a llorar. Porque por mucho que yo intente convencerme, estoy muerta de miedo.
Miedo por perderlo.
Miedo porque ambos nos perdamos.

- No descarto hacerme un póster tuyo, Rebeca.

*** Aquí os dejo un nuevo capítulo. Muchas gracias por los votos. A lo mejor vosotros no le dais mucha importancia a la estrellita, pero para los escritores es una forma de saber que os gusta su historia. Y también me animáis a escribir.
Así que espero que sigáis moviendo el dedito hacia la estrella ***