49. El Bautizo
Viernes 10 de junio de 2022
Días después
Después de pasar todo el día de turismo con Pau, por fin hemos llegado a casa de Rebeca. Y estoy reventado de tanto andar. Y de comer, que bar que veía Pau, bar en el que se metía.
Y nosotros detrás.
Nos vamos a quedar en casa de Rebeca porque su padre y Astrid se quedan en la de Noemi. Mi novia llamó a su madre para pedirle permiso y le dijo que si un poco a regañadientes. Esta mujer siempre tiene que dar por culo de una forma u otra.
Rebeca abre la puerta de su casa y yo estoy deseando sentarme. Hemos subido al mirador de San Nicolás y luego hemos dado un paseo por el Paseo de los tristes. Pau lo ha flipado con todo. Y dice que se ha enamorado de la ciudad. Lo he chinchado un poco diciéndole que podía traer aquí a Verona y me ha mirado muy malamente. Según él, ella ya se ha olvidado de que existe y él va a hacer lo mismo.
No sé lo cree ni él.
- ¿Pedimos unas pizza? Tengo hambre - dice Pau mientras Rebeca y yo lo miramos incrédulos.
- Pau coño, que te has hartado a tapas hijo. ¿Cómo tienes hambre? - le pregunta Rebeca.
- Pues teniendo -Pau encoge sus hombros y mi novia rueda sus ojos.
- ¿Rebeca? -la madre de Rebeca apar.ece por el comedor y veo a mi novia ponerse algo nerviosa conforme se acerca a ella
- Hola mamá. Ya estamos aquí.
Nos acercamos al salón y veo a la madre de Rebeca mirarnos de arriba a abajo. Mi novia va hacia y le da un par de besos. Yo hago lo mismo también lo más educadamente posible.
- Mamá, este es mi amigo Pau -le dice Rebeca mientras el rubio se acerca a saludarla. A mi no se me pasa desapercibido las miradas que mi suegra y Pau se echan dejándome algo flipado
- Encantada Pau. ¿Habéis cenado ya? - dice ella amable.
- Hemos picado algo - le responde Rebeca.
- Pues entonces voy a pedir unas pizzas, ¿os apetecen?
- Claro, mamá.
Eva se mete en la cocina seguida de Rebeca. Me doy la vuelta para ver como Pau le hace un repaso a mi suegra. Le doy un codazo a mi amigo y él se gira haciéndome un gesto con la boca.
- ¿Qué miras idiota? -le digo a Pau porque estoy empezando a mosquearme.
- Pues a tu suegra. No me habías dicho que estaba tan buena.
- Es mi suegra, Pau.
- ¿Y? Tiene un polvazo.
- Pau... ¡no me jodas tío!
- Mi ex-novia no para de ponerme verde por las redes sociales diciendo que soy un cabrón porque me gusta otra, y la que de verdad me gusta, pasa de mi desde que es famosa. Estoy hasta los huevos de las tías. De ahora en adelante pienso disfrutar todo lo que pueda y con quien pueda...
- Menos con la madre de Rebeca. Por dios te lo pido Pau...
Pau me da una enigmática sonrisa y juro que estoy a punto de darle de hostias. Rebeca y su madre aparecen y yo me llevo las manos a la cara al ver la mirada que Pau y mi suegra vuelven a cruzar.
Nos teníamos que haber ido a un hotel.
De madrugada
El bautizo es mañana a las 12.00. ¿Estoy nervioso? Si. Me hace mucha ilusión ser el padrino de Valeria y a la vez es una gran responsabilidad. Al principio me quedé un poco sorprendido porque Rebeca y yo no llevamos ni un año saliendo, pero Noemi, siempre tan categórica me dijo
¿y de verdad tú vas a dejar a mi hermana mañana?
Ni mañana ni nunca, le respondí yo.
Pues ya está Ferrán. No des por culo y hazle un buen regalo a tu ahijada.
Y eso he hecho. Está claro que con las hermanas Miranda no se puede discutir.
Me levanto de la cama con una sed que me muero. Se me ha olvidado traerme una botella. Así que voy a la cocina para beberme un vaso. Rebeca está frita y eso que no nos hemos acostado muy tarde. Después de cenar, estuvimos charlando un rato, pero no mucho, en el comedor con su madre. Ella también va al bautizo y Rebeca dice que se va a liar seguro.
Abro la puerta del dormitorio medio dormido y me llevo la sorpresa de mi vida al ver salir a Pau del cuarto de mi suegra poniéndose su camiseta.
Nos quedamos los dos mirándonos y Pau no tiene cara de estar muy arrepentido. Cierro la puerta del dormitorio y le hago un gesto a Pau para que me siga. Es que casi lo estoy arrastrando. Lo llevo a la cocina y cierro la puerta para que no nos oigan.
- ¿Pero, a ti se te va la olla o qué te pasa Pau? Que es la madre de Rebeca -le doy una colleja porque las ganas de pegarle me pueden.
- No, no se me ha ido la olla Ferrán. Y ya sé que es su madre - me dice asintiendo.
- ¡Dios! Eres un idiota.
- A ver Ferrán, no dramatices. Que solo hemos echado un polvo y ya está. Un polvazo si señor, que no veas como...
- ¡Ya, Pau ya! Que es mi suegra -me cojo a la encimera y Pau se sienta en una silla cruzando sus brazos- si Rebeca se entera, te mata Pau.
- No se lo cuentes y listo -Pau encoje sus hombros y de verdad que le daba de hostias. Es que no se entera de nada.
- Creí que te gustaba Verona...
- ¿Me ves con ella? ¿A qué no? Pues ya está. Déjame que disfrute joder.
- Ay, dios mío. En serio Pau que no sé lo que voy a hacer contigo. Esto es de traca.
- Y lo bien que me lo he pasado -miro a Pau y lo veo reírse el muy cabrón. Y a mi me dan ganas de reventarle la boca.
- Pues espero que te lo hayas pasado bien si. Porque te pido por favor que no se vuelva a repetir, si no quieres que mi novia te mate.
- Te lo prometería Ferrán, pero el fin de semana es muy largo...
Sábado 11 de Junio de 2022
Estoy luchando con la corbata. Los nudos siempre me salen fatal. Rebeca aparece por la puerta del cuarto y yo le hago un buen repaso de arriba a abajo. Lo preciosa que está es poco.
- Estas muy guapa. Bueno, es que tú eres guapa.
Rebeca viene hacia mi y me da una pequeña sonrisa. Pone sus manos en mi cuello y quita las mías.
- Anda trae que te lo haga yo.
Me quedo mirando como me hace el nudo. Me fijo en las pequeñas motitas marrones de sus ojos verdes, de la raya negra que se ha hecho en los ojos, de su rojo de labios, ese que tan loco me vuelve y en como se los muerde cuando está concentrada en lo que hace. Hoy huele a Hugo Woman. Un olor que me enloquece. Además, se ha dejado el pelo suelto ligeramente ondulado. Alza sus ojos y los cruza con los míos. Las comisuras de sus labios se mueven un poco hacia arriba.
- ¿Qué me miras tanto Ferrán?
- Todo.
Pongo mis manos en su cintura y ella deja de hacerme el nudo para mirarme. Fuera hace un día precioso, ideal para un bautizo. Ella sigue con sus manos en mi pecho. Nos miramos los dos sin decirnos nada pero diciéndolo todo.
- Eres el més bonic que he vist en la meua vida (eres lo más bonito que he visto en mi vida) -Rebeca se humedece los labios y se acerca poco a poco hacia mi.
- Tú si que eres guapo hijo de mi vida - la voz de Pau entrando por el dormitorio acaba de fastidiarme el darle un besazo a mi novia.
- ¿Qué quieres pesado? -le pregunto yo.
- Que me ayudéis a hacerme el nudo de la corbata -dice Pau enseñándonos su corbata roja.
- Dile a mi madre que te lo haga que yo estoy ayudando a Ferrán -le dice Rebeca.
- ¡No! -le grito a Pau mientras Rebeca me mira algo sorprendida- no vayas a molestar a tu madre. Anda, si conmigo ya has terminado.
Rebeca termina de hacerme el nudo y yo voy hacia la cama cogiendo mi chaqueta mientras le doy una mirada a Pau entrecerrando los ojos. El castellonense va hacia Rebeca y ella le empieza a hacer el nudo de la corbata. Escuchamos pasos en el pasillo y mi suegra aparece también por la puerta. Veo como Pau y ella cruzan una mirada y él le da una media sonrisa.
A este le pego, juro que le pego.
- ¿Qué os queda? -nos pregunta ella.
- Ya estamos. Terminar el nudo y listo -contesta Rebeca sonriéndole.
- Bien. ¿Nos vamos en mi coche? -pregunta ella.
- Como quieras, mamá.
- Bien. Cojo las llaves y lista. Por cierto Rebeca, estás muy guapa cariño.
Eva sale de la habitación y Rebeca abre sus ojos sorprendida. Mira hacia la puerta con mirada rara y me devuelve a mi la mirada.
- ¿Me ha dicho guapa?
- Si, eso ha dicho - le respondo yo también sorprendido.
- Le pasa algo, seguro -dice ella mientras coge su bolso. Miro a Pau y él desvía su mirada mientras yo frunzo mis labios- bueno, ¿nos vamos? presiento que hoy va a ser un día...curioso
Más tarde...
Restaurante Las Yucas
Tener en mis brazos a mi sobrina mientras el cura le echaba agua ha sido emocionante. Joder, si es que hasta he soltado una lagrimilla y me he cabreado cuando mi niña ha llorado porque le han mojado la cabeza. Me siento realmente responsable de Valeria, pero es que me pasa igual con Hugo y con Amaia, los considero mis sobrinos. El bautizo ha transcurrido sin incidentes, menos mal. He dejado de vigilar a Pau, porque ya estoy harto de ser su niñero. Es asqueroso, pero si quiere follarse a mi suegra, que lo haga porque quien luego lo va a hartar a hostias no soy yo.
Los padres de Rebeca se han portado civilizadamente y al parecer a ella le ha sentado mejor de lo que pensaba el polvo con Pau porque está hasta simpática. Algo de lo que las dos hermanas se extrañan. El bautizo se celebra en un restaurante que hay relativamente cerca de donde vivimos. Habrá unas 40 personas como mucho.
Diviso a Rebeca y a Noe que están mirando a su madre mientras ella se ríe con Rosalía y su marido. Le doy una copa a Rebeca y la veo entrecerrar sus ojos.
- ¿De qué habláis? -les pregunto.
- Del novio ese que tiene mi madre en Málaga -responde Rebeca- le tiene que echar unos polvos que no veas porque mira como está de relajada.
Vale si, casi me atraganto con la bebida mientras las dos hermanas siguen elucubrando sobre su madre. Dani viene hacia nosotros con el pequeño Hugo en brazos.
- Oye Noe, ¿Quién ha sido el padrino más guapo, Ferrán o yo? -le pregunta Dani.
- Cada uno en vuestro estilo cuñado. No sois los padrinos de mis hijos por guapos -le contesta Noemi categórica.
- ¿Ah, no? ¿Y entonces?
- Es por el dinero. Uno es futbolista y el otro Ingeniero. Sé que a mis hijos no les va a faltar de nada y espero que los próximos años vuestros regalos estén al nivel de lo que sois.
Rebeca empieza a reír y a aplaudir a su hermana abrazándola.
- Ahora entiendo porqué mi novia es una cabrona -le digo a mi cuñada.
- Yo le enseñé todo lo que sabe, estoy muy orgullosa de mi padawan.
-Voy al baño, ahora vengo -dice Rebeca. Me da un beso y se va mientras yo le miro el culo. Porque ese vestido le hace un culazo de escándalo.
- ¿Le estas mirando el culo a mi hermana Ferrán?
- Pues claro que se lo estoy mirando, ¿tú que te crees?
- Eres un cochino.
- No, es que tu hermana está muy buena, que quieres que te diga.
- Espera Ferrán -dice Dani sacando su móvil- grábalo que voy al pasado a ponérselo, seguro que la niña que te pidió matrimonio por carta tendría un orgasmo instantáneo al escucharte ahora.
- Ya los tiene y no hace falta ni que le hable -le respondo yo mientras Noemi nos mira descojonada.
Mi cuñada sigue chinchándome, y yo respondiéndole, al igual que hace Dani. Minutos después, veo a Rebeca que entra en el comedor y me hace un gesto con la cara para que la siga. Me disculpo con los demás disimuladamente, y voy detrás de ella. En cuanto la alcanzo, tardo poco en cogerla del brazo para que se pare.
- ¿Qué te pasa? -le pregunto viéndola muy nerviosa.
- Aquí no que nos pueden escuchar. Vámonos allí, a aquel árbol.
Rebeca tira de mi con rapidez y me lleva hacia un árbol más alejado mientras se lleva las manos a la cara.
- ¿Y bien?¿ ¿Qué pasa? -pongo una de mis manos en su cintura para que me hable.
- Acabo de ver a mi madre dándose el lote con Pau -vale si, lo que nos faltaba.
- ¿Dónde? - le pregunto algo nervioso. Por juro que como esto le cause un trauma a Rebeca, mato a Pau. Lo mato.
- Al lado de los baños. No los encontraba y me he equivocado de puerta. Joder, Ferrán. Que Pau la tenía contra la pared y le estaba metiendo mano por debajo del vestido, ¡que asco por dios!
- ¿Te han visto?
- No, no me han visto. Ferrán, ¿tú lo sabías?
Me quedo mirando a Rebeca y suspiro con fuerza. Pau es mi amigo y ella es mi novia. Y ella va primero siempre. Así que le acabo contando lo de anoche y ella me mira enfadada.
- ¿Porqué no me lo habías dicho Ferrán?
- Porque no quería estropearte el día. Pensaba decírtelo, de verdad. Cuando estuviéramos en un sitio tranquilos. Te juro que no te lo quería esconder. Perdóname, por favor.
Pongo mi otra mano en su cintura y ella se abraza a mi poniendo su cabeza en mi pecho. Su pequeño cuerpo está temblando y no me gusta verla así.
- No es el primer amigo mío con el que mi madre se acuesta.
- ¡Ostia puta Rebeca! -me separo de ella viendo como se muerde los labios y mueve su nariz nerviosa.
- Si hijo si. Cuando estaba en la Facultad tenía un compañero con el que de vez en cuando quedábamos para estudiar. Un día no vino por la tarde a clase. Uno de los profesores se puso malo y yo no tuve ganas de quedarme a la siguiente asignatura. Así que me fui a mi casa, y cuando llegué los pillé en la cama.
- Lo flipo con tu madre, en serio que lo flipo.
- Es que ni me enfadé Ferrán. Ella es tan perra que me dijo que sólo había sido un par de polvos que no es que fuera a ser mi padrastro. Así que decidí no presentarle a más amigos.
- ¿Por eso el día que nos pilló en tu casa quisiste que me fuera tan pronto?
- Si...y lo siento. No era por ti Ferrán. Es que ...no hubiera soportado que ella te tirara los tejos y que tú...
Alzo la barbilla de Rebeca porque sus ojos estaban ya en el suelo y tiene las mejillas ardiendo. Hago que me mire y rozo sus labios unos segundos.
- Ei, mi niña. Yo sólo he tenido ojos para ti y para tu culo desde el primer momento que te conocí -Rebeca empieza a reír y me abraza muy fuerte.
- Lo de Pau me duele más Ferrán porque él es mi mejor amigo y odio que ella también esto lo estropee. Si mi amistad con Pau se rompe no se lo perdonaré nunca.
- No creo que se rompa cariño. Yo creo más bien que se están desahogando juntos y ya está.
- Pues eso espero Ferrán, porque desde luego si resulta que luego hay algo más... no quiero ver como mi madre destroza a Pau.
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