Sábado 12 de Febrero de 2022

Madrid. Casa de Lucas Hernández

La casa de Lucas es una pasada. Tiene hasta piscina climatizada y todo. No me extraña que cuando Vanessa viene a Madrid no quieran salir de aquí. Ella nos lleva arriba y nos enseña los dormitorios donde nos vamos a quedar esta noche. Mientras entro en el mío y pongo mis cosas encima de la cama, recibo un mensaje de Ferrán.

Me muere por verte ya, mi niña

Yo también a ti. ¿Has desayunado ya?

Estoy en ello, ¿y tú?

Estamos dejando las cosas en casa de Lucas y ahora saldremos

Pasadlo bien. Luego hablamos

Adiós mi amor

- Se te pone cara de pánfila mirando el móvil.

Vanessa y Gema entran en la habitación y se dejan caer las dos encima de la cama. Yo me guardo el móvil y  saco el jersey de Ferrán para ponerlo en un cajón.

- Y tú babeas cuando estás con Lucas -le respondo yo haciéndole burla.

- Es normal que babee, mi novio está que te cagas.

- El mio está más bueno.

- No, Rebe, el mio está más, que es más hombre.

- ¿Le estás llamando niñato a Ferrán? - le digo toda indignada.

- Pues si -Vanessa me mira riéndose. Me echo encima suya haciéndole cosquillas durante un rato, hasta que ella me da un empujón que casi me tira de la cama.

- Eres muy bruta Vanessa - le digo dándole un tortazo en el culo. Me giro para mirar a Gema que casi ni nos mira- ¿y a ti que pasa Gema?

- ¿A mi? Nada de nada - responde ella mordiendo su labio inferior.

- Si, claro -le respondo yo- apenas has hablado en todo el rato que llevamos juntas nena, ¿que te pasa?

- Pues... joder, que creo que estoy embarazada.

Gema se lleva las manos a la cara y empieza a llorar. Vanessa y yo la miramos bastante sorprendidas. Me acerco a mi amiga y la abrazo igual que hace la rubia.

- No llores Gema. No llores cariño - le digo yo acariciandole el pelo.

- ¿Te has hecho alguna prueba o algo? - le pregunta Vanessa cogiendo su mano.

- Aún no. Es que... ¿y si estoy embarazada y Alex no lo quiere?

- ¿Por qué no lo va a querer cielo? - Vanessa me mira por encima del hombro y me hace un gesto de incredulidad.

- Porque cuando hablamos de hijos, siempre habíamos dicho que íbamos a esperar. ¡Joder que los dos tenemos 22 años!

Gema se pone a llorar de nuevo y yo no sé qué hacer o decirle. Yo he sido una hija no deseada y sé lo que es que te lo recuerden a cada instante.

- Mira Gema. Eso no lo sabes hasta que hables con Alex - le dice Vanessa poniéndose en pie - así que lo primero que vamos a hacer es comprar un puto test y luego ya vemos...

Vanessa nos hace levantarnos y coger nuestras cosas para salir de allí. Le damos un gran abrazo a Gema entre las dos y la animamos todo lo que podemos.

- Y creo que la ocasión merece que le coja el Audi a Lucas y nos vayamos de compras como si fuéramos 3 reinonas que para eso somos unas Wags de esas - dice Vanessa mientras la seguimos bajando las escaleras.

- Yo no quiero ser una Wags - les digo cruzando mis brazos.

- Ya lo eres querida. Te estás follando al delantero del Granada y de la selección española.

- Yo no hago eso, nosotros hacemos el amor - le digo mirando a Vanessa con la barbilla alzada.

- Vaya, que si te Ferrán te pone a cuatro patas le vas a decir que no, Gilipollas.

Terminamos de bajar las escaleras y cruzamos el salón.

- ¿Pero Lucas te deja su coche? - le pregunto a mi amiga la cual va muy decidida hacia el sótano.

- Tranquila, que luego le pago con carne.

En casa de Lucas...

Acabamos de llegar del campo del Getafe. Les hemos ganado 0-1. Lucas y Vanessa no vendrán hasta las 21.00 más o menos. A las 22.00 tenemos reserva en Ático, el restaurante de Ramón Freixa.

Hemos llegado hace unos minutos a casa de Lucas. Gema y Alex se han encerrado en el dormitorio donde van a dormir. Mi amiga le va a decir a su novio lo del embarazo. Porque si, ese test dio positivo.

Ferrán y yo hemos subido también a nuestro cuarto que da pared con pared con el suyo.

- Rebeca, ¿Qué haces?

Despego un poco la oreja de la pared y le hago un gesto a mi novio para que se calle. Si, estoy cotilleando, lo admito.

- ¡Cállate!

- Pero... ¿estás espiando a Alex y a Gema?

- Siii. Y no hables tan alto.

Ferrán se sienta en la cama y me mira alucinado.

- ¿Y se puede saber porqué?

Me doy la vuelta mientras lo veo quitarse las zapatillas y tumbarse en la cama.

- Gema está embarazada y se lo está contando a Alex ahora mismo y quiero escuchar lo que dicen...

- ¿Gema está embarazada?

- Si, lo está

- ¿Que guay, no?

Vuelvo a poner mi oreja en la pared mientras Ferrán chasquea su lengua mirándome. La verdad es que no se oye una mierda. Estas paredes están hechas anti-chafardeo.

- Ferrán, si yo te dijera que estoy embarazada ¿tú que harías?

- ¿Yo? Celebrarlo con un buen polvo y si no estuvieras embarazada también lo celebraría con un buen polvo.

Ruedo mis ojos y vuelvo a poner la oreja en la pared. Podrían hablar más alto, digo yo. 

- Rebeca.

- ¿Que?

- Mírame.

- ¿Que quieres? -le respondo sin mirarlo porque oigo murmullos pero no entiendo ni una palabra.

- Qué me mires, joder.

Giro mi cabeza y trago saliva. Ferrán se ha quitado los pantalones y la ropa interior y tiene en su mano su pene y se lo está acariciando de arriba a abajo. Madre mía como está este hombre. 

- Tienes dos opciones, o sigues con la oreja en la pared o vienes aquí y te subes encima. Y date prisa porque me estoy emocionando.

Miro a mi novio y me relamo los labios. Verlo mover su mano de arriba a abajo me tiene encendida y estoy empezando a excitarme mucho.

Me quito las botas, los pantalones y la ropa interior. Me muerdo mis labios y paso por piernas por encima de las de Ferrán. Una de sus manos me agarra de las caderas y me insta para que baje. Me agarro a su brazo y me dejó caer haciendo que ambos soltemos un pequeño jadeo.

- ¡Joder Rebeca!

Le doy una sonrisa algo traviesa a mi novio y empiezo a moverme de arriba a abajo. Sus manos se van deslizando por mis caderas hasta subir muy despacio por mis costados y alcanzar mi camiseta. Él mete sus manos por dentro hasta tocar mis pechos. Ferrán los aprieta y sus pulgares frotan mis pezones. Arqueo mi espalda hacia atrás sin dejar de moverme.

Mi mirada se posa en sus ojos viendo como Ferrán lleva su pulgar a la boca. Se lo chupa y al sacarlo lo lleva a mi hinchado clitoris.

- ¡Dios Ferrán!

Mis movimientos son ahora más rápidos al igual que su dedo en ese punto de mi cuerpo que tan loca me vuelve. Subo y bajo perdida en el placer que recibo de su parte. Ferrán me agarra de la cintura y me atrae hasta que yo me dejo  caer en su pecho. Alza sus caderas y ahora es él el que sale y entra de mi muy rápido. Siento ese cosquilleo en mi cuerpo, las ganas de gritar con fuerza. Busco su boca y lo beso para que engulla mis jadeos, pero es que él está igual que yo. Nos corremos a la vez, con fuerza, abrazados el uno al otro. Ferrán me quita el pelo de la cara y besa mis labios con mucha calma. Me quedo así abrazada a él, tranquila y calmada. Porque si, Ferrán es mi lugar favorito del mundo.

Cuando abro mis ojos ya es de noche. En la habitación solo hay una lamparita encendida. Ferrán está sentado a mi lado acariciando mi brazo.

- Dormilona. Ya han llegado Lucas y Vanesa.

- Me he quedado frita - le admito algo ruborizada.

- Lo sé. Tenías cara de cansada.

Ferrán me mira ahora dándome una tranquila sonrisa. Sus manos son suaves y al mirarlo siento latir mi corazón. Esto es el amor. Que cuando estás con esa persona que quieres tu corazón lata deprisa, y quieres estar con él a todas horas. Ferrán ha conseguido que me enamore profundamente de él. Que sea ahora mismo una de las personas más importantes de mi vida. Le di permiso para entrar en ella y ya no quiero que se vaya. Lo hizo arrasando conmigo y con mi corazón y desde el primer minuto me demostró que quererle a él es la felicidad. Porque él me hace muy feliz.

- Te quiero Ferrán.

Estoy llorando, lo sé porque me noto como las lágrimas caen por mis mejillas. Me incorporo en la cama y lo abrazo. Sus manos me rodean y las mías van a su cuello.

- ¿Porqué lloras Rebeca?

- No lo sé. Bueno si, porque te quiero, por eso.

- Ay mi niña. No llores preciosa mía. No tengo intención de irme a ningún lado. Te quiero, preciosa. No llores por favor.

Me separo de Ferrán y le sonrió entre las lágrimas.

- Te quiero tanto Rebeca. Venga, no llores cariño mio. Vamos a vestirnos, que ya mismo nos vamos.

- Vale. Voy a ducharme.

Salgo de la cama y Ferrán se aparta para que pase. Cuando paso a su lado me coge una de las manos y se las lleva a los labios. Me quedo mirando sus ojos, sus preciosos ojos marrones-caramelo que ahora no los apartan de los míos. Cuando Ferrán me mira, a veces siento que el mundo se detiene. 

- Eres mi luz Rebeca y quiero verte brillar siempre.

Vale si, ahora es cuando me muero. Y cuando debería pensar seriamente en comprar un carro de reanimación en Amazon.

Estoy terminando de pintarme los labios cuando llaman a la puerta de la habitación y Las Gemeliers entran en el cuarto.

- Nena, estas muy buena con ese conjunto - me dice Vanessa mirándome de arriba a abajo - cuando te vea Ferrán va a querer echarte un polvo.

- ¿Otro? -dice Gema riéndose.

- ¿Cómo que otro? -dejo de pintarme los labios y miro a mi amiga sintiendo mis mejillas enrojecer- ¿tú nos has oído?

- Si, hija si. No veas como le dais al tema. Que las paredes no son de piedra precisamente...

- Imposible. No se oye nada o...Dios, ¡me estoy quedando sorda!

Frunzo mis labios y me dejo caer en la cama para ponerme mis zapatos.

- Bueno ¿qué ha dicho Alex? -le pregunto. Gema me da una pequeña sonrisa y yo le sonrío también.

- Está súper-feliz, pero feliz de verdad...quiere que nos casemos...

Vanessa y yo nos ponemos a gritar y las dos la abrazamos. En poco tiempo Gema se ha convertido en una buena amiga, tanto para mí, como para Vanessa y me encanta la pareja que hace con Alex, es que los dos son geniales. El puto Barcelona no paraba de marearlo, hasta que él se plantó y le llegó la oferta del Granada. Esta es su segunda temporada y en Can Barca ya están arrepentidos de haber dejado marchar a Alex Collado. Pues que les den por culo sinceramente. 

- Me alegro muchísimo Gema, de verdad -le digo cogiendo sus manos.

-Gracias chicas. De verdad. Me alegro mucho de que estéis aquí conmigo y que seáis las primeras en saberlo. Aunque por ahora Alex y yo no queremos que se entere nadie...con calma... -nos dice Gema mientras termino de atarme los zapatos. 

- Eso le dije yo a Lucas en Mallorca, que quería ir con calma y cuando giré mi cabeza ya me estaba metiendo la lengua en la boca -dice Vanessa haciendo que nos reíamos.

- Tú nunca has ído con calma en tu vida Vane -le respondo yo.

- ¿Y para qué? ¿Para que mañana me muera y me haya perdido cosas? Pues no, que quieres que te diga. Lucas es el hombre de mi vida y punto.

- Cuidado Vane, que sólo lleváis un mes y medio -le digo yo medio riéndome. Ella se cruza de brazos y me da una mirada algo sería.

- Hablo la que durmió con su novio a los dos días...

- Pero tardamos más en acostarnos...

- Porque eres Gilipollas.

- Y tú más.

- No tú más, Vanessa Patricia.

- Pero te quiero, Rebeca Valeria.

- Y yo a ti.

Nos miramos las dos y nos reímos mientras Gema rueda sus ojos mirándonos a las dos.

- Además, que cuando Lucas me habla en francés, el chocho me hace palmas.

- Uy, si. Que a mi Ferrán me habla en valenciano y también me pone cachonda perdida.

Gema nos mira sacudiendo su cabeza sin parar de reír.

- Y ahora en serio, y os lo digo de verdad -dice Vanessa mientras yo me levanto de la cama- es que Lucas me tiene to loca, y una persona que pone tanto empeño en estar conmigo cuando sólo me conocía de dos horas...pues que quieres que te diga...

- Si, ya "flechazos Hernández" le llaman -le digo yo- ¿tú quieres un poster de Lucas?

- ¿Tú quieres una hostia? -me responde Vanessa- aquí estoy yo desnudando mi alma y tú riéndote de mi...muy bonito Rebeca. ¿Quieres que le cuente a Ferrán lo de la carta de amor que le llevaste al hotel?

- Ya lo sabe, llegas tarde cabrona.

- Pues le cuento que que le hiciste un video pidiéndole matrimonio...

- Hostias, no. Se me había olvidado lo del video. Madre mía, eso si que no se lo había contado, y mejor que no lo sepa...

- Pues o dejas de reírte de mi, o se lo cuento.

-Vale Vanessa, vale. No me río más de tu relación con Lucas, sobre todo porque yo también estoy con una persona que pienso que es el hombre de mi vida.

Gema y Vanessa se me quedan mirando apretando sus labios y haciéndome muecas. Me doy la vuelta y en el marco de la puerta está Ferrán mirándome divertido. Se va acercando poco a poco hacia mi sin dejar de mirarme. Dios, es tan guapo que me quita el sentido. 

- No és que ho penses Rebeca, és que sóc l'home de la teua vida" ( No es que lo pienses Rebeca, es que soy el hombre de tu vida)

Genial, ahora me desmayo y sigo sin el PUTO CARRO DE REANIMACIÓN !!!