Domingo 30 de Enero de 2022

Al día siguiente

Estadio de Los Cármenes

Estoy en el césped de Los Cármenes mirando el terreno de juego y pensando que me voy a poner una camiseta de manga larga debajo de la del equipo. Hace un frío de la hostia. Mira que Rebeca me lo advirtió y le dije que no era para tanto. Pero si, tenía razón, hace frío. El Barcelona ya ha llegado y hay bastante público en las gradas. Va a ser un partidazo.

- ¡Torres! ¡Que frio hace aquí cojones!

El acento canario de Pedri me hace girarme y verlo salir del túnel de vestuarios. Viene hacia mi y nos fundimos los dos en un cariñoso abrazo.

- Lo que me alegro de verte canario -le digo a mi amigo revolviéndole el pelo. 

- Y yo a ti. Te veo bien Ferrán. Tienes cara de enamorao -Pedri me da un ligero puñetazo en el estómago y yo me río. 

- Es que lo estoy, ¿y tú qué?

- Bah, nada de nada. Aún no he conocido a la reina de mi castillo...y qué, ¿Cuándo me la presentas?

- Pues si no pasa nada cuando termine el partido. Le he dicho que baje a los vestuarios, pero te advierto, no se muerte por conocerte, es del Real Madrid, muy del Real Madrid...

- Eso dice Pau...pero bueno, tengo ganas de conocerla, que él y Lucas hablan muy bien de ella...

- Es que es increíble Pedri, pero increíble. Ya verás, te va a encantar, Rebeca es maravillosa...

- ¿Aún sigues con esa tía Torres?

Radio-patio o el colador como le dice Rebeca aparece por el césped. Eric me da una irónica sonrisa que a mi solo me dan ganas de mandarlo a tomar por culo.

- Te mandaría a la mierda Eric, pero ni allí quieren verte.

Me doy la vuelta para ignorar al entrometido este. Aún no sé me olvida la que lio en Mallorca con lo de Kira. Pedri me mira descojonado y él catalán se queda unos segundos pero como ve que lo ignoramos coge el camino hacia los vestuarios y se va.

- Lo ha dejado la novia - me cuenta Pedri poniendo su brazo por encima de mi hombro. 

- No me extraña, es inaguantable -le contesto.

- No, Ferrán si le pasó como a ti con Kira.

- ¿La pillo en la cama con otro? -Pedri empieza a descojonarse y yo lo miro sin saber porqué lo hace. 

- Con otro en la cama si estaba, pero no era ella -Pedri alza una de sus cejas mirándome y yo suelto una carcajada.

- Como diría Rebeca, de culebrón de wattpad.

Final del partido

Le hemos conseguido sacar un punto al Barcelona con un gol mío. Lo he celebrado como si hubiera ganado la Champions, porque sé que Rebeca seguro que lo ha disfrutado. Además, ha sido haciéndole un regate a Eric, con lo cual, seguro que ella estará más contenta. Estoy fuera en el túnel de vestuarios hablando con Pedri y esperándola. Le voy a gastar una pequeña broma a mi novia con ayuda del canario. Sólo espero que no se lo tome a mal.

- ¿Te puedes creer que me han parado para hacerse una foto conmigo? -le dulce voz de mi novia hace que levante mis ojos y deje de hablar con Pedri. Que bonita es coño. Y con mi camiseta está más guapa todavía.

- ¡Tito! -mi pequeña Amaia se lanza a mis brazos y yo la cojo para alzarla del suelo- ¡que golazo!

- ¿Te ha gustado enana? -le pregunto mientras le doy un beso y la dejo en el suelo.

- Me ha encantado y a la tita más que no veas que de palabrotas le decía a un tal Eric...le ha dicho que se coma una...

-Vale ya Amaia, el tito Ferrán lo ha entendido nena -Rebeca le tapa la boca a Amaia y la coge de la mano para que deje de hablar. Pedri la mira divertido y ella pega un respingo al verlo a mi lado.

- Rebeca cariño, este es mi amigo Pedri -le digo mientras la cojo de la mano- y esta es mi novia Pedrito.

Rebeca se acerca a él y le da dos cariñosos besos haciendo lo mismo el canario.

- Me alegro un montón de conocerte Rebeca, aquí mi brother no para de hablar de ti -le dice él. Miro a mi novia y la veo ponerse como un tomate y reírse.

- Normal, lo tengo loco perdío -responde ella- siento mucho el empate...bueno, no, no lo siento, pero tú has jugado de puta madre. Cuando vayas con la selección te prometo que te animaré mucho.

Pedri suelta una carcajada mirándola y entonces es cuando le hago un gesto con la mano. Mi amigo saca lo que tenía escondido detrás y se lo da a Rebeca. Es su camiseta.

- Pues mira, te he guardado mi camiseta. Que tu novio dice que te gusta mucho el fútbol -le dice él mientras yo me aguanto la risa al ver la cara de mi niña.

- No hace falta...de verdad...

Pedri le tiende la camiseta y ella le hace un gesto con la mano para no cogerla. Las caras que pone Rebeca ahora mismo juro que son para enmarcarlas.

- Que si mujer. Que te la estaba guardando... -le sigue insistiendo Pedri.

- A ver Pedri, que seguro que ahí fuera hay algún aficionado que le encantaría tener tu camiseta... -sigue diciéndole ella.

- Pero prefiero dártela a ti que para eso eres la novia de mi amigo.

Pedri le tiende la camiseta y Rebeca no tiene más remedio que cogerla musitando un gracias muy bajito. Sus dedos índice y pulgar la cogen como si fuera radiactiva o algo. Y creo que está hasta intentando no poner cara de asco.

- Abre tu mochila Amaia que voy a meter la camiseta que me ha regalado este muchacho tan simpático ahí dentro -le dice ella haciendo que su sobrina se de la vuelta.

- ¡Tita! Que es del Barcelona, que yo no quiero camisetas del Barcelona en mi mochila -le dice Amaia protestando.

- Tú te callas o le cuento a tu madre que te has zampado una bolsa de palomitas de merienda.

Rebeca le hace un gesto a su sobrina con los ojos y ella encoje los hombros. Mi novia mete la camiseta en la mochila como si le quemara y la cierra poniendo una cara de asco que sólo yo puedo ver. Se da la vuelta y es todo sonrisas con Pedri.

- Pues si Ferrán, tenías razón, tu novia es muy del Real Madrid -Pedri y yo nos reímos mientras Rebeca nos fulmina con la mirada. A mi me da un pequeño golpetazo en el hombro.

- Tú -me dice señalándome- esta noche tu mejor amiga va a ser tu mano derecha porque a mí no me tocas.

Pedri empieza a reírse mientras yo protesto intentando abrazarla, algo que ella rehúye. 

- Y tú Pedrito, te vas un ratito a la mierda. Pero gracias por la camiseta, seguro que en Ebay me dan una pasta por ella -nos dice Rebeca guiñándole un ojo al canario. Y el problema es, que sé que lo haría. 

- Anda mujer, no te enfades y ven aquí -Rebeca se queda mirándolo y al final el canario se gana un sincero abrazo por parte de mi novia.

- Pero bueno Ferrán, ¿por fin me vas a presentar a tu novia? -la cansina voz de Eric García apareciendo por la puerta me hace apretar mi mandíbula cabreado. Siempre tiene que estar metido en todo. 

- Pues no -le responde Rebeca dejando a Eric mirándola algo confundido.

- ¿Cómo? -le pregunta él mirándola sorprendido

- Que no nos va a presentar -le responde mi novia- porque ni Ferrán quiere, ni a mi me interesa conocerte. .Y anda, llama a tu amiguita Kira corre, dile que estamos aquí en Los Cármenes, a ver si le da tiempo a llegar y dar por culo.

Eric baja su cabeza avergonzado y lo veo ponerse como un tomate, pero no tiene otro remedio que darse la vuelta e irse. Pedri empieza a reírse llegando un momento que no puede parar más.

-Dios, Rebeca, de ahora en adelante eres mi ídola -le dice Pedri abrazándola.

- Si, bueno, al final tendré que crear un club de fans y todo -le dice ella dándose aire con la mano.

- Creí que lo tenías -le respondo yo.

- Si, y Pau es el presidente.

- No sé porqué pero no me extrañaría -le digo rodando mis ojos.

- Puedes ser el vicepresidente si quieres, amor.

- ¿Podré acostarme contigo? Sino, paso -me acerco a ella y la abrazo para poder hablarle cerca de su oído-  ¿Y a mi no me hiciste club de fans, mi niña?

Rebeca se acerca a mi para hablarme muy bajito en el oído mientras Pedri habla con Amaia.

- Claro que lo hice mi amor. Yo era la presidenta y mi satisfyer el vicepresidente.

Más tarde...

Han pasado varios meses ya y sólo puedo decir que estoy cada día más enamorado de Rebeca. Lo que hay entre nosotros es muy especial y siento que ella es la mujer de mi vida. Tenemos mucha confianza entre los dos y si, estoy a punto de pedirle que se venga a vivir conmigo. Sé que en un par de meses tendré que irme a Manchester otra vez, pero cuando lo haga quiero que sea con ella.

Mañana jugamos en el Bernabeú un amistoso de la selección contra Alemania. Llevamos casi una semana aquí en Las Rozas, en la Ciudad del Fútbol. Hoy han dejado que nos visiten los familiares para darnos un poco de apoyo, y si, porque después de tantos días lo necesitamos.

Miro hacia la puerta mordiéndome los labios. Mi niña acaba de llegar toda sonrisas y en cuanto me ve se arroja a mis brazos. Yo la agarro de las caderas y la alzo para besarla profundamente. Llevo muchos días sin sus besos y ya la echaba de menos.

- ¡Te he echado mucho de menos gordi! -me dice ella abrazándome del cuello

- Y yo a ti, mi niña.

Volvemos a besarnos hasta que escuchamos gritos a nuestro alrededor. La bajo de mi cintura y paso mis brazos por sus hombros. Algunos de mis compañeros están también por allí con sus familias y sus novias.

- Ferrán tío, ¿Cuándo me ibas a presentar a tu novia?

Me giro para ver como Kepa viene hacia nosotros y se queda mirando fijamente a mi novia. Me doy la vuelta y veo que ella se ha puesto como un tomate y se muerde el labio disimuladamente mirándolo.

- Rebeca, este es Kepa, y ella es mi novia.

Ambos se acercan y se dan un par de besos. Kepa se demora algo más en la mejilla de ella y tengo que convencerme a mi mismo que lo que estoy viendo no significa nada.

- Ya tenía ganas de conocerte Rebeca. Tu novio no para de decir lo guapa que eres, y la verdad es que tiene toda la razón.

Alzo mis ojos para ver como Kepa la mira y ella le devuelve una tímida sonrisa. Y si, me estoy empezando a mosquear. Pedri me llama porque quiere presentarme a la novia que se echado hace poco. Con desgana dejo a Kepa con Rebeca no sin antes darle un beso en la mejilla y voy hacia mi amigo.

La novia de Pedri es muy simpática y agradable. De vez en cuando desvío mi mirada para ver como Kepa y Rebeca están hablando y ella no para de reírse. Hay un momento en el que el portero vasco le dice algo al oído y ella no para de sonreírle. Pau y sus padres me saludan también. Estoy un rato con ellos y los dejo para volver con mi novia. Pero no está donde la dejé. Y Kepa tampoco está.

Empiezo a buscarla por el edificio, y no sé porqué pero me estoy cabreando y estoy empezando a pensar mal. Sé que Rebeca nunca me engañaría, lo sé, sobre todo después de lo que hemos compartido juntos, pero también sé que le gusta mucho Kepa, creo que incluso más que yo.

Unas risas llaman mi atención a lo lejos. Doblo una esquina y lo que veo me deja sin poder hablar y con el corazón a punto de estallarme.

Kepa tiene a Rebeca apoyada en una pared y la está besando. Y ella se está dejando. Tiene sus ojos cerrados y está agarrada a su cuello recibiendo sus besos y sus caricias en su mejilla.

¿Y yo? Yo me quiero morir.