Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

36. Tú eres mi refugio

MÁS TARDE

CASA DE LEO Y NOEMI

Cierro la puerta de la habitación de Amaia, dejándole una pequeña rendija. La pobre está tan cansada de todo el día de hoy, que ha sido cenar y quedarse frita.  Ferrán está en el comedor esperándome. Llego hacia él sentándome a su lado. Pongo mi cabeza en sus hombros y dejo que acaricie mi mejilla.

- ¿Estás cansada? -me pregunta en un tono pausado. 

- Un poco. Bueno, bastante. Ha sido un día de muchas emociones.

- Tenemos que hablar, Rebeca. Y lo siento si piensas que hoy no es el mejor día para ello, pero, yo ya no puedo más. 

Quito la cabeza de su hombro y asiento mirándolo nerviosa. Ahora mismo mi mente va pensando en todo lo malo que se me puede ocurrir después de escuchar sus palabras.

- No te asustes, no es nada malo ¿vale? - Ferrán pone sus manos a ambos lados de mis mejillas y me mira de una manera muy dulce.

- Lo siento, pero no puedo evitar ser tan negativa.

- Conmigo no, mi niña.

- Pues tú dirás -aprieto mis labios y los muerdo mirando a Ferrán. Nunca se ha puesto tan serio como lo está ahora. Y si, me tiene nerviosa.

- ¿Porqué eres tan insegura conmigo Rebeca?

- ¿A qué te refieres?

- Pues que muchas veces creo que realmente no me dices lo que sientes, o cuando te digo las cosas no te las crees. ¿Tú sabes que yo te quiero, verdad?

-Si, claro que lo sé Ferrán -le admito intentando sonreírle, pero, es algo que no puedo hacer. 

- ¿Y cuando vas a asumir de una puta vez que para mi eres lo más importante que tengo ahora mismo?

Trago saliva con fuerza al escucharlo decir esas palabras que me han llegado al alma. Un temblor recorre mi cuerpo y tengo hasta un poco de frio. Bajo las mangas de mi jersey hasta cubrir mis manos y alzo mis ojos mirándolo algo nerviosa.

- Supongo que no estoy acostumbrada a que me digan algo así...y una parte de mi duda muchas veces de que me lo merezca.

Siento las lágrimas como quieren bajar por mis mejillas y hago verdaderos esfuerzos por no llorar sin poder evitarlo. Aunque sé que voy a romperme de un momento a otro.

- Tú te mereces todo mi niña. Y joder, que ahora mismo quien te lo va a dar soy yo. Te quiero, y quiero que seas feliz, que estés tranquila conmigo...

- Si lo estoy, lo que pasa es que ahora todo es tan perfecto que tengo un miedo horrible a que pase algo malo...no sé, a que te des cuenta de que no soy lo que necesitas, a que dejes de quererme, a que a veces haga o diga algo en plan fan loca...

- Ay, Rebeca. ¡Me cago en la puta madre del tío que te hizo daño!

Miro a Ferrán apretar sus puños y echarse hacia atrás llevándose las manos a la cara mientras resopla. Ha dado en el clavo. Me muerdo el labio inferior por dentro aguantándome de nuevo las lágrimas. Es que si me pongo a llorar sé que no voy a parar y no quiero.

- Mira, sinceramente, que yo te guste desde siempre me lo he tomado como otra cosa -me confiesa ante mi confusión. 

- ¿Cómo otra cosa? ¿A que te refieres Ferrán?

- Pues que he llegado a la conclusión de que yo a ti te gustaba y no por ser futbolista, sino porque te gustaba de verdad. Que si seguramente hubiera estado en tu instituto también habrías hecho todas "esas locuras" por mi -el tono de su voz es ahora algo más dulce. Incluso su boca esboza una ligera sonrisa traviesa. 

- ¿Tú en mi instituto? Créeme sería una fantasía -le digo medio riéndome, porque si eso hubiera pasado de verdad, hace tiempo que yo me habría desmayado. 

- Me hubieras perseguido por los pasillos -me dice alzando uno de sus dedos. 

- Hubiera hecho todo lo posible por caer en tu clase y que me pusieran a hacer los trabajos contigo.

- Al final hubiéramos acabado enrollados en los servicios o follando, que seguramente nada más verte es lo que yo hubiera querido.

Siento los colores subirme por la cara porque me estoy imaginando con Ferrán en los baños de mi instituto y siento un cosquilleo en mi vientre sólo de pensarlo.

- ¿Te lo estás imaginando verdad? -me pregunta Ferrán con una pícara sonrisa.

- Me conoces demasiado bien.

Me abrazo a Ferrán y dejo que mi cabeza repose en su pecho. Sus brazos rodean mis hombros y él besa mi cabeza mientras cierro los ojos escuchando el rítmico latido de su corazón. Y si, en este momento lo decido. Creo que ya va siendo hora de que Ferrán conozca mi historia. Confío en él como nunca he confiado en nadie en toda mi vida, y se merece saberlo porque creo que se está montando unas películas y ya va siendo hora de que lo sepa todo. 

- Me decía que era una inútil y que no servía para nada, y que ni siquiera mis padres me querían -empiezo a hablarle a Ferrán y siento como se pone tenso y se pone erguido en el sofá. Me separa de él y me mira muy angustiado.

- Rebeca no tienes porque contármelo. Creo que te he presionado demasiado y puede que no estés preparada. 

- Es que si quiero. Necesito que lo sepas. Ya no puedo más Ferrán.

Ferrán me coge de la cara y sus labios se posan en los míos dándome un pequeño beso que es lo que necesito ahora mismo. Nos separamos y yo cojo aire para poder soltárselo todo.

- Ismael estaba en mi clase en el instituto. A mi me gustaba desde hacia poco pero fue él el que vino detrás mía. Cuando mis padres se separaron, yo ya salía con él. Yo estaba tan mal y tan triste que me agarre a Ismael como si fuera la única persona que me quería. Y él se aprovecho de eso. Al principio todo era bonito y maravilloso hasta que empezó a molestarse por ciertas cosas y a controlarme más de la cuenta...que si con quien hablaba por el móvil, que porque no estaba en casa, que con quien salía o entraba. No me dejaba respirar...y es que encima yo creía estar enamorada de él y pensaba que todo esto lo hacía porque me quería mucho...

- Mierda Rebeca, joder -Ferrán resopla y se lleva las manos a la cara apretando su mandíbula con fuerza.

- Estuve con él un año Ferrán, un infernal año. Entre lo de mis padres, el instituto, Ismael...me daban ataques de ansiedad cada dos por tres... encima perdí mucho peso porque no paraba de decirme que estaba muy gorda porque comía mucho.

Le cuento a Ferrán un poco por encima todo lo que ese cabrón me decía. Nunca llegó a ponerme una mano encima, pero el maltrato psicológico tan grande que me hacía era mucho peor. Le cuento como un día estaba en casa de Noemi y él no paraba de llamarme como loco para ver donde estaba. Me dio un ataque de ansiedad y mi hermana se dio cuenta de todo...se lo acabe contando y ahí fue cuando me fui a vivir con ella...Noe y Leo me ayudaron muchísimo y gracias a ellos encontré el valor para dejarlo. Ismael estaba furioso cuando lo dejé.

-No paraba de llamarme y de mandarme mensajes, Ferrán. Me decía que era una gorda amargada que nunca me querría nadie como me quería él, que no servía ni para estudiar y que se acostaba conmigo porque le daba lástima pero que cuando lo hacía le daba mucho asco de lo gorda que estaba...

Trago saliva y siento las lágrimas que bajan por mis mejillas. Estoy temblando y tengo mucho frío. Me castañean los dientes y siento un sudor helado que me baja por la espalda. Es que no soy capaz ni de mirar a Ferrán a la cara de lo mal que me siento.

- Un día que yo estaba sola con Amaia, apareció aquí. Mi sobrina era muy pequeña y no paraba de llorar mientras Ismael me pegaba voces e intentaba que me fuera con él.  Por suerte aparecieron Leo, Dani y mi hermana, y lo echaron de casa. Discutieron y se pelearon e Ismael incluso le pegó a Dani, de hecho él tiene denunciado a Ismael. Total, que después de muchas amenazas y acoso por su parte, al final me dejó en paz y pude seguir con mi vida. Repetí curso pero a partir de ese momento me centré en mis estudios y en recuperarme...y hasta hoy... y eso es un breve resumen Ferrán, porque no quiero entrar en detalles de todo lo que me hacía porque...

Ferrán me agarra de los hombros y me atrae hasta su pecho mientras yo me pongo a llorar. Lloro por la persona en que me convirtió Ismael, en lo que me hacía sentir y en esos horribles días. Lloro porque hay veces que aún recuerdo sus palabras y me las creo. Ferrán me acaricia y me da palabras tranquilizadora. No deja que abandone el refugio que son sus brazos. Cuando dejo de llorar, me separa de él mirándome con una ternura y una tremenda dulzura como nunca me ha mirado nadie en mi vida. 

- ¡Y yo diciéndote que eras una niñata! Seré gilipollas. Joder. Mierda Rebeca. Lo siento tanto -la cara de culpabilidad de Ferrán me llega al alma. Y no quiero que se sienta así porque él no tiene la culpa de nada, al contrario, gracias a él me siento mejor cada día. 

- Ferrán, tranquilo tú no sabías nada -acaricio su mejilla lentamente dándole una sonrisa, que ahora si me sale. 

- Te juro por dios que si tuviera delante a ese tío le daba de hostias Rebeca. Lo que te hizo no tiene nombre. Dios, si tú eres increíble, ¿Cómo ese pedazo de mierda pudo hacerte eso?

Encojo mis hombros limpiándome las lágrimas con el dorso de mi mano. Le doy una pequeña sonrisa a Ferrán y él lleva sus dedos a mis mejillas para acariciarlas muy lentamente.

- Después de Ismael me costó un montón salir con otro chico. Tuve un medio novio el segundo año de Universidad y no funcionó. A veces me daba por pensar que yo no servía para tener relaciones. He tenido un par de rollos y nada más. Al final siempre estoy sola.

- Ya no estás sola, me tienes a mi Rebeca. Y yo nunca voy a hacerte daño ni a dejar que nadie te lo haga, me crees ¿verdad?

- Claro que te creo Ferrán. Jolines, si tú has hecho que vuelva a sentir que de verdad alguien me quiere.

- ¿Por eso cuando te digo te quiero me preguntas si es de verdad? -aprieto mis labios y asiento lentamente. Ferrán chasquea su lengua y su intensa mirada  -te quiero, te amo con locura Rebeca. Y ahora te quiero más todavía porque eres una valiente. Has conseguido salir adelante, más fuerte todavía, y joder. Y no es que no sirvas para tener una relación, es que estabas esperándome a mi. Has conseguido enamorarme en un minuto que eso si que era difícil...

No puedo evitar sonreírle a Ferrán y notar que mi corazón golpea furioso en mi pecho. Siento todas y cada una de sus palabras y es mi corazón el que las escucha.

- No te he contado esto para darte pena Ferran. Es para que sepas lo que he pasado y porque algunas veces me siento mal.

- Tú no me das pena Rebeca. Al contrario, estoy muy orgulloso de ti. Muchas gracias por contármelo, por confiar en mi. Te quiero mi niña valiente.

- Y yo a ti.

Los labios de Ferrán se posan en los míos y me besa muy suavemente. Es como si tuviera miedo de hacerme daño por la forma en que lo hace.
Ferrán coge una de mis manos y se las lleva a los labios después la baja lentamente hasta posarla en su corazón el cual late muy deprisa.

-Late así por ti Rebeca, porque te quiero. Yo siempre te voy a cuidar y voy a intentar que no te pase nada malo. Y no tengas miedo, eres más de lo que necesito, porque yo te necesito a ti. Y el amor no tiene fecha de caducidad, o se quiere o se deja de querer, y yo ahora mismo te quiero muchísimo. Así que, deja de una vez las inseguridades conmigo ¿de acuerdo?

Asiento mirando a Ferrán. Su mano sigue en su corazón y nos miramos los dos con calma, con tranquilidad, sintiendo cada latido de su corazón.

- Eres mi lugar seguro en el mundo, eres mi refugio Ferrán.

- Tú sitio es a mi lado Rebeca, no lo olvides.

Aprieto mis labios al mirarlo y tengo ganas de llorar otra vez. Pero ahora es por Ferrán, por este hombre que ha hecho que me enamore de nuevo y crea que alguien me quiere de verdad.

- ¿Nos vamos a la cama? Estoy muy cansada y mañana tengo que levantarme temprano para ir al hospital -las manos de Ferrán siguen en mi cara mirándome de una manera muy dulce. No veo lástima ni pena en sus ojos cuando me mira.

- Si, vámonos.

Nos ponemos los dos en pie y caminamos abrazados hacia el dormitorio. Ferrán me apoya en el marco de la puerta y sus ojos se clavan en los míos mirándome los labios de una forma muy intensa. Una de sus manos se posan en mi cadera y la otra recorre mi mejilla con lentitud. 

- Tú también fuiste mi salvación sin saberlo,Ferrán. Cuando me vine a vivir con mi hermana fue cuando te descubrí. El que empezaras a ser mi crush de alguna manera también me ayudó a tirar para adelante.

Ferrán me da una larga mirada y apoya su frente con la mía. Su aliento me hace cosquillas y respira entrecortadamente.

- Porque respeto la casa de tu hermana y su cama, que sino te hacia el amor ahora mismo.

Le doy una pequeña sonrisa a Ferrán y me mojo los labios. Me inclino un poco para susurrarle al oído rozando la piel desnuda de su cuello. Siento como se estremece al contacto de mi boca con su cuerpo. 

- Tienes suerte de que yo no la respete.

Sábado 29 de enero de 2022

Hospital Materno Infantil

Amaia y yo hemos bajado a la cafetería a por un zumo para ella. Esta mañana después de desayunar con Ferrán, él nos trajo al hospital y se fue a entrenar. Esta tarde se concentran para el partido de mañana contra el Barcelona.

Noemi se ha quedado en la habitación con Alicia y Dani. Hemos obligado a Leo y a Rosalía a que se fueran a dormir porque ésta noche se quedan los dos con ellos. Mañana si no pasa nada les darán el alta. Los padres de Leo se van a ir a su casa por lo menos la primera semana para echarles una mano. Leo se va a coger la baja paternal y yo les he dicho que también les echaría una mano. 

Ferrán se ha empeñado en que me quede con él en su casa y la verdad es que no le voy a negar nada. Se está portando tan bien conmigo que se lo merece todo. Si antes lo quería, ahora lo quiero aún más. Estoy profundamente enamorada de Ferrán y confío en él más que nadie en el mundo. Entramos en la habitación de Noe y lo que veo me deja descolocada y me hace temblar de los pies a la cabeza. Ferrán acaba de llegar y tiene en sus brazos a Valeria. La mira con mucha ternura y le brillan los ojos. Tiene una preciosa sonrisa mientras mira a la pequeña. Alza sus ojos y cuando me ve a mi me sonríe aún más todavía y yo que estoy que me derrito.

Joder, este hombre es perfecto, encima le queda de puta madre un bebé en los brazos. Vale si, si alguna vez me imaginé como sería Ferrán con uno de nuestros hijos (los que imaginé millones de veces que tendríamos) ahora que lo veo me doy cuenta de que podía ser el nuestro el que sostuviera en sus brazos.

- ¿En qué piensas Rebeca? -la voz de mi hermana me hace volver a la realidad y miro a Ferrán el cual me mira con una sonrisa burlona meciendo a mi pequeña sobrina muy lentamente.

- ¿A qué me queda muy bien un bebé Rebeca? -Ferrán me da una sonrisa traviesa y yo lo fulmino con la mirada. Él y Noe me miran riéndose a carcajadas.

- Bueno, nosotros nos vamos -dice Dani- luego vendremos para que puedas irte Rebeca. ¿Te vienes a dormir con nosotros Amaia? Y si quieres mañana vamos al cine o algo.

- Gracias tito, pero no. Le he prometido al tito Ferrán que mañana iré a verlo jugar contra el Barcelona -le dice Amaia cruzando sus brazos. Se va hacia donde está Ferrán y se pega a sus piernas. Miro a mi novio y lo veo con una cara de felicidad que no puede con ella. Que Amaia le llame tito le ha llegado al alma.

-Amaia, cariño, ya te he dicho que no sabemos si podemos ir -le digo yo mirando como Hugo duerme en su cuna- mañana le dan el alta a mamá y tendremos que echarle una mano.

- Pero es que se lo he prometido al tito, tita -los pequeños ojitos azules de mi niña me miran suplicando a mi y luego a su madre.

- No te preocupes que irás al partido cariño -le dice Noemi. Me giro para mirarla y ella me hace un gesto para que me calle- Rebeca, prefiero que te quedes con Amaia por favor. Necesito que estés con ella ¿vale?

Mi hermana me guiña un ojo y yo lo entiendo perfectamente.

- Pues vale. Mañana nos vamos a ver al "tito Ferrán" -le digo haciéndole burla a mi novio.

Amaia se pone a saltar y se abraza a Ferrán. Él la coge en brazos y la hace girar ante sus risas.

- Pienso insultar a los del Barcelona que mi tita me ha enseñado un par de palabrotas muy chulas -dice Amaia guiñándole un ojo a Ferrán. 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro