Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

31. El día de Reyes

Jueves 6 de Enero de 2021

- Entonces los padres de Ferrán son tus suegros ¿no tita?

-Si Amaia. Pero de verdad te lo pido, vayas a soltar lo del poster que te mato.

- Tranquila que ya te prometí que no lo diría más, pero mira, si no es por mi no ligas con Ferrán.

Amaia me mira sacándome la lengua y yo es que lo flipo con esta niña. Dios, es lo que tiene que la esté medio criando, que la hago a mi imagen y semejanza. Estamos llegando a casa de Ferrán. Ayer no lo ví por la tarde porque venían sus padres y yo me fuí a ver los Reyes con mi hermana, Leo y Amaia aquí en Albolote. Me duelen las rodillas de agacharme y coger caramelos, pero desde luego la bolsa que cogimos nos da para todo el año. 

Ferrán me llamó por la noche diciéndome que no podía dormir bien y que era por mi culpa, porque dice que ya se ha acostumbrado a tener mi culo al lado del suyo. Es lo que no hay este hombre.

Ayer me dijo que fuéramos a su casa porque quiere darle los regalos de Reyes a Amaia. Me ha dicho que no le diga nada y así se lleva la sorpresa. Él también ha caído en las redes de mi pequeñaja. Lo tiene loco y se llevan los dos muy bien. Estoy nerviosa la verdad. No sé lo que le contó Carolina a su tía sobre la escena de la cocina y lo que le pudo decir Ferrán al respecto. Él sólo me ha dicho que no me preocupe por nada que está todo zanjado. 

Llego a su casa y llamamos al timbre. A los pocos segundos nos abren y entramos las dos dentro. Detrás de la puerta de casa está Maria Dolores la madre de Ferrán mirándonos con una gran sonrisa.

- ¡Es tu novia Ferrán! -dice ella girando su cabeza hacia dentro de la casa- ¡hola Rebeca! como me alegro de verte.

Subimos los últimos escalones y Maria Dolores me da un cálido abrazo que correspondo de la misma manera. 

- Venga pasad -entramos dentro y Amaia me coge de la mano algo tímida- ¿tú debes ser Amaia? mi hijo me ha hablado mucho de ti cariño. Eres muy guapa, te pareces mucho a tu tía.

- Gracias -le responde ella con la cara como un tomate.

- ¿Me das un beso bonita?

Amaia se acerca a ella y le da un enorme beso y un abrazo. Entramos dentro del comedor y mi sobrina en cuanto ve a Ferrán se va a por él , para abrazarlo como si llevara un mes sin verlo. Mi novio me guiña un ojo y se pone a hablar con mi enana. Saludo a Fernando, el padre de Ferrán con un abrazo también muy cariñoso.

- ¿Qué tal estás Rebeca? -me pregunta él .

- Bien, bastante bien.

- De niñera de aquí el niño ¿no?

- Bah, tampoco es para tanto. Casi ni da ruido -le digo quitándole importancia.

Una muchacha algo más baja que Ferrán, pero bastante parecida a él, se levanta del sillón y viene hacia mi. Es morena también pero tiene los ojos más oscuros que Ferrán.

- Esta es mi Arantxa -dice Maria Dolores cogiendo a su hija de los hombros.

- Hola. Encantada -Arantxa se acerca a mi dándome dos besos tímidamente.

- Igualmente -le respondo riéndome.

- ¿Y a mi no me saludas? -me pregunta Ferrán poniendo sus brazos alrededor de Amaia.

Me acerco a él muerta de verguenza sin saber si besarlo o no, pero él se adelanta y roza mis labios unos momentos mientras me guiña un ojo riéndose.

- Bueno Amaia, vamos a ver lo que te han dejado los Reyes -le dice Ferrán a mi sobrina.

- ¿Me han dejado algo los Reyes aquí? -pregunta ella bastante emocionada.

- Y en Valencia también te han dejado algo -le dice Maria Dolores- te los hemos traído para ahorrarles el camino.

Miro a la madre de Ferrán quedándome bastante sorprendida. Esto si que no me lo esperaba.

- Oh, vaya. Gracias Maria Dolores -le respondo aún emocionada.

- No es nada cariño. Y llámame Dolores, mi familia me llama así.

Me muerdo los labios sonriendo y feliz por lo que ella me pide. Ferrán se levanta y lleva a mi sobrina hasta una esquina del salón, justo donde está el árbol. Debajo hay un enorme paquete y otro al lado de la mitad de su tamaño. Amaia empieza a abrir el regalo grande y pega un enorme grito al ver un patinete eléctrico, sobre todo porque lo pidió en la carta y nadie se lo había comprado. Ahora entiendo porqué.

- ¡Tita! ¡Tita! El patinete que yo quería -Amaia empieza a chillar emocionada y se abraza a Ferrán. Veo a mi novio mirarla enternecido y a mi me dan ganas de comérmelo a besos.

- Ya lo veo cariño, ya lo veo.

Amaia abre el otro regalo y pega otro grito. Los padres de Ferrán le han regalado el parque de atracciones de playmobil. Con lo que a ella le gustan los playmobil. Mi pequeña se levanta emocionada del suelo y le da un abrazo a Dolores y a Fernando que los deja a los dos descolocados y sonriendo.

- Muchas gracias, de verdad -les dijo yo mirando a la madre de Ferrán. Joder, la he visto 2 veces y me cuesta llamarla suegra- no teníais porqué.

- No es nada Rebeca -dice ella haciendo un gesto con la mano- tú y tu familia sois muy importante para mi hijo, y por cierto, tú también tienes un regalo de los Reyes...

- ¿Yo? -le pregunto bastante sorprendida.

Dolores va hacia la mesa donde hay un paquete y me lo da. Ferrán ha dejado a Amaia con Arantxa viendo el patinete y su padre también se acerca para ver como se monta en el. Mi novio se apoya en el sillón cogiéndome de la cintura. Dolores me da el regalo y lo abro mientras ella y Ferrán me miran esperando mi reacción. Es una cajita muy bonita de Swarovski y al abrirla veo unos preciosos pendientes de aro bastante bonitos.

- Jolines Dolores, son preciosos. No sé que decirte. Bueno, si, que gracias, pero no tenías porqué -le digo abrazándola y dándole un beso en la mejilla.

-Bueno, es que ahora eres mi nuera y las suegras tienen que hacerle regalos a las nueras para que traten bien a sus hijos -responde ella riéndose.

- Pues gracias, son preciosos, pero preciosos. De hecho, me los voy a poner ahora mismo.

No suelo llevar pendientes cuando no estoy en el trabajo, así que como en este momento no los llevo, me es más fácil ponérmelos. Le doy la caja a Ferrán para que me la sujete y él roza uno de mis dedos acariciándomelo con mucha ternura. Le miro a los ojos y le sonrió mientras me pongo los pendientes.

- Te quedan muy bien -me dice Ferrán apartándome el pelo de la cara. El mero roce de sus dedos en mi piel hacen que todo mi cuerpo tiemble.

- Gracias -le digo dándole un beso en la mejilla.

- Bueno ¿y mi regalo? -me dice él mirándome impaciente.

Llamo a Amaia y ella se pone de pie cogiendo la bolsa que traíamos dandosela a Ferrán. 

- Pero mejor siéntate anda, que llevas mucho tiempo de pie -le digo yo haciéndole un gesto para que se siente.

Ferrán me hace caso y va despacio hacia el sillón. Amaia se pone a su lado y le ayuda a sacar el primer regalo de la bolsa, que es el que le han comprado Noemi, Leo y ella. Mi sobrina lo mira toda emocionada esperando que le guste. Ferrán rasga el papel y cuando lo desenvuelve del todo se ríe. 

- ¡Ostras! ¡Una máquina de hacer churros! -dice Ferrán riéndose.

- ¿Te gusta? -le pregunta Amaia mordiéndose el labio.

-Me encanta Ama, era lo que quería. De verdad, gracias, además, que la voy a usar mucho. Dame un abrazo peque.

Amaia se acerca a él y lo abraza. Miro a Dolores y veo mirar a su hijo sonriendo satisfecha. Cruza su mirada con la mía y me sonríe también.  Abro la bolsa y le doy mi regalo. Ayer le dije que eran dos regalos, pero que el otro se lo daría cuando estuviéramos los dos a solas, y el muy cabrón me ha dicho que también tiene otro regalo para darme a solas.

Ferrán abre la otra caja rasgando el papel de plata. Cuando lo abre se queda muy sorprendido y lo veo hasta emocionarse. Es una lámpara personalizada con una foto en 3D. La foto es celebrando el primer gol que metió en el City después de su lesión. Ferrán se gira y me mira con los ojos brillantes.

- Eres increíble ¿lo sabías? 

Le sonrío a Ferrán y él no se lo piensa y me agarra del cuello para plantarme un beso en todos los morros que dura menos de lo que me gustaría. Nos miramos los dos a los ojos y yo siento que ahora mismo me muero de verlo mirarme así.

- Venga, que te doy yo los míos ahora.

La madre de Ferrán le acerca una bolsa a su hijo. Él mete su mano y saca el primer regalo. Es un sobre el cual abro y al leerlo pego un grito más grande aún que los de Amaia con sus regalos.

- ¡No te creo! -le digo abrazándolo y chillando- ¡madre mía! ¡la ilusión de mi vida!

Me separo de Ferrán y él se ríe de ver lo mucho que me ha gustado su regalo.

- ¿Qué es cariño? -me pregunta su madre.

- Un curso de tiro con arco -le respondo yo emocionada- es que me encanta el tiro con arco y tu hijo acaba de hacerme la mujer más feliz del mundo. Dios, es increíble.

- Pues venga, abre el segundo -Ferrán me tiende otro regalo y yo lo miro confundida porque creía que me lo daría cuando no hubiera nadie alrededor. Me guiña un ojo y yo cojo la caja para abrirlo. Dentro hay un reloj smartwatch de Longines que es una puta pasada. 

- Ferrán -le digo casi sin poder hablar porque este reloj le ha costado una pasta.

- ¿No te gusta? -me dice él mirándome a los ojos

- Si, claro que me gusta...pero...

- ¿Pero qué? Me ayudó a elegirlo Amaia ¿verdad peque?

- Es chulísimo tita. Puedes consultar el correo electrónico y hace un montón de cosas.

- Ya cariño ya, si se ve -le digo yo aún sin poder creérmelo.

- ¿Qué te pasa con el reloj? -me pregunta Ferrán .

- Pues que tu novia no está acostumbrada a estos regalos tan caros hijo, ¿verdad que es eso Rebeca? -Fernando se sienta en una silla y me mira son riéndome. Yo asiento algo avergonzada porque ha acertado de pleno.

- Ei -me dice Ferrán cogiendo mis manos- olvídate de todo ¿te gusta el reloj?

- Me encanta -le respondo con sinceridad.

- Pues se acabó.

Abrazo a Ferrán y él me acoge en sus brazos para darme un tierno beso en la mejilla. Sus ojos me miran de esa manera tan especial que no puedo evitar rozar sus labios unos segundos. Me separo de él y me pongo a hablar con sus padres cogida de la mano de Ferrán mientras Amaia da vueltas por el comedor con el monopatín. 

- Esta noche vamos a salir a cenar. Ferrán dice que lo llevaste a un restaurante en Nívar que se come bastante bien, ¿te vienes con nosotros Rebeca? -me pregunta mi suegra.

- Si, claro. Además mañana no trabajo -le contesto.

- Y luego te quedas a dormir -me dice Ferrán pillándome a traición. Le fulmino con la mirada y él se ríe .

- Pues ya veremos -le contesto.

- Ay hija -me dice Dolores- tú haz lo que quieras, pero si dormís todas las noches juntos, que estemos nosotros aquí no quiere decir que no lo sigáis haciendo.

- Es que me da vergüenza Dolores -le digo sinceramente.

- Pues verguenza ninguna cariño, mientras que no lo hagáis en la cocina, por nosotros sin problema.

Más tarde...

Termino de ponerme la camiseta y me meto corriendo en la cama muerta de frío. Ferrán aún sigue en el baño lavándose los dientes. Hemos llegado hace una hora de cenar con sus padres. Me lo he pasado mejor de lo que esperaba y se me han quitado todos los nervios que tenía. Su madre es un encanto y me recuerda un montón a Rosalía. Y si, Arantxa tiene respuesta para todo y nos hemos caído bastante bien.  De hecho lo primero que ha hecho es pedirme el teléfono para poder hablar conmigo siempre que quiera. 

- ¿Te lo has pasado bien? 

Ferrán sale del baño y yo tengo que enfocar mi vista para no babear. Gracias a dios el dormitorio de sus padres está al otro lado, y su hermana duerme en la habitación del ático porque desde luego que esta noche yo a este me lo como.

- ¿Qué me quieres comer?

Ferrán camina despacio hasta la cama y se sienta mientras me mira divertido. Yo y mi puta voz que no la controlo.

- Pues a ti enterito nene -le digo guiñándole un ojo.

Ferrán me da una seductora sonrisa y coge del suelo una bolsa y me la da. Es de Victoria's Secret, algo que me deja bastante alucinada. Alzo mis cejas y abro la bolsa. Dentro hay una caja plateada con el logo de la tienda. La abro y dentro hay un camisón de satén verde abierto por delante que es una fantasía, a conjunto con unas bragas y un sujetador de aro de encaje. 

- A ver, señor Torres, ¿es que ya se ha hartado usted de verme con sus camisetas?

- Señora Miranda, yo no me harto nunca de verla con lo lo que lleve puesto, pero me la imaginé con esto y no me resistí a comprárselo.

- Pues mejor cuando estemos solos en casa que luego te emocionas y me dejas sorda con los gritos.

- ¿Yo? Anda, anda, que tú gimes mi nombre hasta dormida.

Cierro y abro mis ojos muerta de la vergüenza y cojo uno de los cojines dándole con el en la cabeza. Vale si, he tenido un par de sueños eroticos con Ferrán. Pero es normal. Lo normal sería que no los tuviera.

- ¿Y mi otro regalo? -Ferrán se pone a dar palmitas emocionado, lo que me lleva a rodar mis ojos.

- Voooy.

Saco de debajo de la almohada mi otro regalo. Son un taco de vales regalos, envueltos en una cinta roja.

- Uy, vales regalos. Que guay Rebeca.

- Piensa muy bien como los vas a usar Ferrán porque solo sirven para una vez.

Mi novio los coge y empieza a leerlos cada vez más entusiasmado.

- Vale por una foto conmigo para subirla a instagram, uy este vale entre hoy y mañana lo usamos, Vale por un masaje de una hora, Vale por tu comida favorita, Vale por una noche romántica, Vale por un streptease...

- ¿Te gusta? Los he hecho yo, pensé que sería divertido, aunque no sé si lo ves un poco cutre...

Ferrán sonríe ampliamente y alza su mano para deslizarla por mi mejilla.

- Me encanta Rebeca. Me parece súper - original y los pienso usar todos. Aunque echo de menos un vale para un polvo salvaje.

Ferrán pone una de sus manos en mi cintura y me tumba con mucho cuidado en la cama. Su nariz roza mi cuello haciéndome cosquillas.

- No te hacen falta vales para eso Ferrán, contigo todo es salvaje.





Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro