24. Me haces odiar la Navidad
Viernes 24 de Diciembre de 2021
Días después
Miro mi maleta y no sé si meter otros pantalones o cambiarlos por una falda. Siempre me pasa igual. Me voy dos días fuera y es como si me fuera a ir una semana de la de ropa que he echado, pero es que todo lo que llevo de más es por si acaso. Hago malabarismos con mi teléfono en la mano mientras meto la plancha del pelo. Eso si que es innegociable. La plancha va conmigo sea donde sea.
- Deberías decírselo.
- ¿Y si él no siente lo mismo Pau? -me siento en la cama ajustando mis auriculares mientras sigo hablando con mi amigo.
- ¿Qué si él no te quiere? Rebeca por dios, si le falta grabar un video diciéndolo y ponerlo en Youtube. Mierda, acabo de tener un recuerdo de mi adolescencia: yo, Ferrán y un video... Dejémoslo ahí...
-Tampoco exageres Pau -le digo a mi amigo siendo consciente de la realidad de mi vida.
-Créeme, Ferrán está enamorado de ti, lo que le pasa es que tiene miedo Rebeca. Ya entregó su corazón una vez y mira como salió...
-Bueno, en eso nos parecemos los dos Pau. Sé que es Ferrán, sé que jamás me haría daño, pero...yo también tengo miedo -le admito pensando en mi última relación y en como pensé que lo quería y él aprovechó ese amor para destruirme.
- Algún día tendrás que contarme esos miedos tuyos.
- Algún día, Pau.
- ¿Tú lo quieres Rebeca?
- Muchísimo - le respondo sin dudarlo. Porque llevo así desde que vine de Munich. Queriéndolo más a cada segundo que pasa. Y muerta de miedo por decírselo.
- Pues díselo.
- ¿Y si se lo digo y resulta que él no siente lo mismo y no quiere volverme a ver?
- ¡Madre mía! Eres muy insegura, Rebe. Por dios. Si a ti quererte es muy fácil, si hasta yo te quiero y sólo te he visto dos veces...
- Ya, pero tú no cuentas Pau... tu amor y el de Ferrán no es el mismo...
- Ya lo sé. ¿Te he dicho alguna vez que eres mi mejor amiga, que digo, que eres como si fueras mi hermana?
-Si, si me lo has dicho -le contesto sonriendo. Él siempre hace eso, me arranca una sonrisa cuando más me hace falta.
-Vale, pues tu hermano mayor, te va a dar un buen consejo... si vas a decirle que lo quieres, hazlo porque lo sientas, porque tengas esa necesidad. Y no tengas miedo, estoy seguro de que Ferrán siente lo mismo por ti...joder, si no para de hablar de ti desde que llegó a Valencia...
- Vale, me arriesgaré. Por primera vez en mi vida voy a arriesgarme por alguien. Gracias, Pau.
- De nada. Te lo debía. Llevas aguantándome tú a mi con mis cosas un par de meses.
- Por cierto, ¿vendrás el domingo no?
- No creo -me contesta ante mi desilusión. Me lo imaginaba en Mallorca con nosotros.
- ¿Porqué no?
- Tú, Ferrán, Lucas que al parecer se quedó prendado de Vanessa...
- Pero si se viene con nosotros la prima de Vanessa también. ..
- ¿Vanessa tiene una prima? -por la voz del rubio veo que su interés ha cambiado y hasta su voz.
- Si, Irene. Está en Madrid estudiando Ingeniería. Es de la misma edad que nosotras. Viene a pasar las navidades y le hemos dicho que se viniera y ha aceptado. Te gustará, es un encanto
- ¿Es guapa?
- Ven y lo compruebas, rubio. Ahora si, te juro que como no vengas dejo de hablarte lo que me queda de vida.
Pau y yo terminamos de hablar después de que lo amenaze un par de veces más. Cierro mi maleta y miro el móvil esperando el mensaje de Noe. Me recogerán para ir a casa de los padres de Leo a pasar la Nochebuena. Me quedaré a dormir en casa de mi hermana y el domingo por la mañana me llevarán al aeropuerto. Salgo de mi cuarto con la maleta cuando la puerta de casa se abre entrando mi madre por ella.
Esto si que no me lo esperaba. Creía que se quedaba en Málaga con el novio ese que tiene. Mi madre se queda parada en el pasillo mirándome a mi y a mi maleta.
- ¿Te vas? -me pregunta cruzando sus brazos- siempre te vas cuando yo llego.
- Bueno, como nunca avisas cuando llegas.
- Y tú podías informarme de tus viajes...
- ¿Yo? Tengo 22 años mamá, trabajo y llevo viviendo sola en este piso desde hace mucho tiempo...como que lo de informarte de mi vida... pues no cuela
- Y también tienes novio, no lo olvides. Y futbolista -me recalca ella de forma irónica, molestándome bastante.
- ¿Qué, ya lo has investigado? -alzo mis ojos para mirarla y veo que me da una sonrisa ladeada la cual odio.
- No me ha hecho falta. Internet está llena de noticias suyas. ¿Sabías que fue novio de la hija del seleccionador de fútbol?
-Si, si lo sabía -cojo mi maleta y echo a andar por el pasillo. Prefiero esperar a Noemi abajo sola que aquí arriba con ella.
- ¿Y dónde vas Rebeca? Es Nochebuena, creí que la pasarías en casa conmigo
- ¿Contigo? ay, no me hagas reír, que todavía no he bebido nada. Me voy a casa de los padres de Leo y después me voy de viaje con mi novio. Que tengas una Feliz Navidad -me pongo mi abrigo y veo que ella se gira y se pone su abrigo también- ¿Qué haces mamá?
-Bueno, si vais a casa de Rosalía y Eduardo yo también puedo ir ¿no?
Abro mucho mis ojos alucinada sin creerme de verdad lo que va a hacer. Pero si, mi madre coge su bolso y va saliendo por la puerta.
- ¿Vamos o qué? -me dice ella enfilando hacia la puerta de la calle.
- No te han invitado mamá.
- No necesito invitación. Son mis consuegros. Seguro que estarán encantados de verme.
Mi madre me da una irónica sonrisa mientras se va hacia el ascensor pulsando el botón de llamada. Me quedo estática sin saber que hacer porque si, mi madre acaba de estropearme la Navidad aún sin empezar.
Barrio del Zaidín
Casa de los padres de Leo
Me muero de hambre. Pero de hambre. Me he venido a la cocina y estoy atacando el plato de jamón asado ante la atenta mirada de Rosalía que ya me ha regañado un par de veces sin mucho éxito. Noemi aparece acariciando su vientre y se pone a mi lado. Le tiendo el plato de jamón y ella coge también un trozo.
- Siempre tiene que venir a fastidiar -dice ella resoplando, refiriéndose a nuestra madre.
- Chicas, es vuestra madre, tengamos la fiesta en paz -nos dice Rosalía regañándonos.
- Es nuestra madre para lo que le conviene, o sea, nunca -le respondo yo. Me acerc.o a Rosalía y le doy un abrazo intentado alcanzar un trozo de queso de los que está partiendo
- ¡Estate quieta Rebeca! Que desde que tienes novio estás muy suelta -me dice regañándome.
- No hija, desde que tiene novio está muy relajada, ¿o no la ves? el Ferrán le tiene que echar unos polvos que madre mía, tiene cara de felicidad eterna -le dice mi hermana a su suegra mientras las dos me miran riéndose.
- Pues si que me los echa si. Y varias veces al día -les digo sacándoles la lengua.
- ¿Es necesario que tengas que hablar de las veces que te acuestas con tu novio? -la voz de mi madre entrando por la cocina me hace ponerme tensa al igual que a Noemi.
- Pues mira, si -le responde Noemi- es lo que hace la familia, hablar de sus cosas. Mi hermana y yo tenemos confianza para hablar con Rosalía de eso y de más...algo de lo que tú careces...
Abro mis ojos bastante sorprendida con lo que dice mi hermana. Porque está embarazada sino pensaría que está borracha. Mi madre la mira cabreada apretando su mandíbula.
- Se ve que estar embarazada de dos te está afectando al riego hija, porque sólo dices tonterías -le contesta mi madre. Veo a Noemi que va a saltar y la cojo del brazo.
-Con mis nietos no, Eva -Rosalía se da la vuelta mirando a mi madre con gesto serio.
- También son mis nietos, no lo olvides -le contesta ella mirándola con dureza.
- La que olvida que tiene nietos eres tú mamá. Que Amaia no recordaba ni como te llamabas -le dice Noemi mirándola con su sonrisa falsa.
- Bueno, si pasáramos más tiempo juntas mi nieta sabría quien soy -replica ella con una chulería que me mata.
- ¡Más tiempo dice! -le digo yo haciendo aspavientos- ¡pero si nunca estás en casa! yo alucino contigo.
- Y cuando estoy aprovechas para traerte a tu novio a mi casa... -me dice ella. Está empezando a cabrearme, pero a cabrearme de verdad.
- ¡Dios! Tranquila que ya no lo voy a llevar más a TU CASA. En la suya estamos muy agusto, gracias.
- Pues si tan a gusto estás, ¿Qué haces que no te vas a vivir con él? -miro a mi madre alucinada mientras ella me da una irónica sonrisa.
- ¿Estás echando a mi hermana de casa? -le dice Noemi caminando un par de pasos hacia ella.
- Yo no he dicho nada -contesta mi madre poniendo sus palmas en alto.
- Ese es tu problema. Tú siempre lanzas la piedra y escondes la mano, Eva -dice Rosalía haciendo que todas nos callemos- mira, es Nochebuena y no me voy a poner a hacerte reproches que te los mereces y mucho. Rebeca no está sola. Por suerte tiene a su hermana y tiene un novio que seguro que está encantado de tenerla en su casa, y sino, me tiene a mi. Aquí en mi casa siempre tendrá un sitio.
- Vaya, ¡que bonito todo! Yo, la mala madre y ellas las buenas hijas. Bueno, creo que mi ración de Nochebuena está bien por hoy. Gracias por el rato. Que Lo paséis bien.
Mi madre se da la vuelta y la vemos ir hacia la puerta para coger su bolso y su chaqueta e irse.
- ¡Dile adiós a Amaia por lo menos que la próxima vez que la veas seguro que es el día de su comunión! - le grita mi hermana a mi madre desde la puerta de la cocina.
- Eres igual de ordinaria que tu padre.
- ¡Y a mucha honra! - le grita Noemi aún más fuerte.
Mi madre nos da una gélida mirada y abre la puerta para después cerrarla de un fuerte golpe y yo creo que estoy a punto de llorar.
- Todos los años lo mismo con ella - dice mi hermana abrazándome - luego no me preguntéis porqué odio la Navidad.
- Pues este año no, par de dos - nos dice Rosalía - voy a sacar el vino del pueblo.
- Nooo. El vino del pueblo no - le digo yo llevándome las manos a la cabeza - que lo mismo me da por llamar a Ferrán y pedirle matrimonio otra vez.
- Pues mira hermana, así tienes un domicilio fijo.
Sábado 25 de Diciembre de 2021
De madrugada
- ¿Estas borracha Rebeca? -Ferrán me mira divertido y yo pongo mis manos en mi barbilla mirándolo fijamente. ¡Que guapo está el cabron!
- ¿En qué lo has notado Torres?
- Por tus mofletes, están muy colorados y por tus ojillos. Aparte me has llamado cabrón y guapo en la misma frase... -me llevo las manos a la cara y me pongo a reír. Ferrán sacude su cabeza y se echa hacia atrás en la silla.
- Es que te veo guapísimo Ferranito.
- Uy, Ferranito, ¿por qué no me llamas Torres?
- Por qué cuando te digo Torres te pones cachondo y no estoy en mi casa como para hacer sexo telefónico, amor.
- ¿Me has dicho amor?
- ¡Pues claro! No ves que te quiero... en fin, que yo no quería beber vino pero después de lo de mi madre pues he tenido que hacerlo aunque no quería... -miro a Ferrán el cual está mirándome con una mirada extraña y algo confundido.
- Ferrán , ¿me estás escuchando?
- Si, si... perdona. ¿A ver porque no querías beber?
- Porque me pongo muy tonta y siempre acabo diciendo alguna tontería... ¿te he dicho alguna tontería?
- No...
- Vale perfecto. Ferrán, que te echo mucho de menos.
- Y yo a ti también.
- Estoy deseando que llegue mañana.
- Yo también.
- Es que... me gustas mucho Ferrán , pero mucho, mucho... Estoy loca por ti y por tu cuerpo también...
- Mañana no te vas a acordar de nada de lo que me has dicho Rebeca.
- Pues me lo recuerdas tú, sobre todo si te pido matrimonio que el alcohol me confunde...
Ferrán y yo estuvimos hablando un rato más y al final me quedé a dormir en casa de Rosalía con Amaia. A mitad de la noche me dio calor y me levanté para quitarme los pantalones.
Y entonces me di cuenta de que le había dicho a Ferran que lo quería.
Estas para paga Rebeca
Sólo esperaba que no se acordara.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro