20. Los celos viajan en coche
Domingo 14 de Noviembre de 2021
Hace una hora que nos despertamos y Ferrán pidió que nos subieran el desayuno a la habitación. Eso ha sido una pasada. Desayunar en la cama con vistas a los jardines de Cristina y con Ferrán a mi lado son unos de esos momentos en la vida que siempre voy a recordar. Y también que entre medias Ferrán me ha echado otro polvo que me tiene to loca. Vale, si, eso también. Madre mía, si yo llego a saber que el sexo con él era tan bueno no hubiera esperado tanto para hacerlo, joder.
Bajamos del ascensor con nuestras maletas y vamos a recepción para entregar la llave. Nadia y Alvaro también están allí y en cuanto los dos gemelos me ven se lanzan a por mi, abrazándonos los tres entre risas. Nadia también se acerca hacia mi. Mi nueva amiga y yo nos damos un gran abrazo y miles de besos.
- Te voy a echar de menos Rebeca -me dice ella cogiéndome las manos.
- Jo. Yo a ti también.
- Sabes que estás invitada a Turin cuando quieras.
- No me lo digas mucho que te tomo la palabra -le contesto frunciendo mis labios.
- Es que quiero que lo hagas -volvemos a abrazarnos y me despido de ella, de Álvaro y de los enanos.
- Como se te ocurra irte sin despedirte de mi te mato.
Me giro para ver como Pau sale del ascensor y me voy a por él arrojándome a sus brazos. Anoche estuvimos hablando un montón de rato y joder, es la segunda vez que lo veo y parece que llevamos conociéndonos toda la vida.
- ¡Ay mi Pau lo que te quiero!
- Y yo a ti enana -Pau y yo seguimos abrazados porque no quiero separarme de él. Jolines, es que es mi mejor amigo y sino fuera por él, lo de anoche con Kira hubiera sido peor.
- Te voy a echar de menos rubio.
- Y yo a ti. Esta noche hablamos y cuídate.
Me despido de Pau con muchos besos y Ferrán también se despide de su mejor amigo. Nos cogemos de la mano para salir del hotel rumbo a Granada.
- Al final tu primer partido con la selección no ha estado tan mal ¿verdad novia?
- Mejor de lo que esperaba Torres, mejor.
MÁS TARDE
- Me hago pis Ferrán -cruzo mis piernas y me muerdo los labios porque es que no puedo aguantar más de lo que me meo.
- Lo sé, ya me lo has dicho. En la próxima estación de servicio paro.
- Pero es que me hago mucho pipí.
- Rebeca aguántate un poquito que mira en la siguiente salida hay una gasolinera.
-Vaaale
Muevo mis piernas nerviosa porque es que me hago mucho, pero que mucho pis. Soy de las que cuando va de viaje tiene que ir al baño ochenta veces y sólo hace una hora que salimos de Sevilla y ya me estoy orinando. Ferrán toma la siguiente salida y un kilómetro después aparca el coche en una estación de servicio. Salgo disparada hacia el baño casi sin cerrar la puerta y al llegar veo que hay una cola de como cinco señoras delante mía que vienen de excursión. Me pongo a dar pequeños saltitos porque es que no pudo aguantarme más. Miro hacia atrás y veo a Ferrán que murmura un lo siento con sus labios.
Estoy a punto de hacerme pis como estas señoras de mediana edad no se den prisa. Así que, como tengo más cara que espaldas, tomo una decisión. Ninguna se ha fijado en mi, así que me quito la rebeca que llevaba y disimuladamente (miro bien que no me vea nadie) me la meto por debajo de mi jersey haciéndola una bolita y simulando que estoy embarazada. Ferrán que está en la barra y no se está perdiendo detalle de lo que hago, me mira alucinado.
- Disculpen, ¿podrían dejarme pasar? es que me lo voy a hacer encima y no puedo tirar de mi cuerpo -les digo mirándolas suplicante.
- ¡Claro que si chiquilla! ¿Porqué no lo has dicho antes?
Una señora muy amable me deja pasar y hacen lo mismo las de delante mía haciéndome sentir un poquito culpable, pero sólo un poquito. Entro al baño y todas me dan una cálida sonrisa. En cuanto hago mis necesidades siento un alivio infinito. Me arreglo mi ropa y la rebeca tapándome con mi chaqueta y salgo del baño para lavarme las manos. Les doy las gracias a las señoras y ellas me sonríen. Voy hacia la barra andando con una de ellas.
- ¿Y de cuánto estás bonita? -me pregunta la señora mientras llego hacia donde está Ferrán
- De casi cinco meses -le respondo dándole una amable sonrisa.
- ¿Y sabéis ya lo que es? -sigue preguntándome ella.
- Una niña -responde Ferrán agarrándome de la cintura.
- Ay, una niña -dice la señora juntando sus dos manos- las niñas quieren mucho a sus padres. Ya verás lo feliz que vas a ser cuando tengas a tu chiquitina en tus brazos.
La señora mira a Ferrán y tengo que esconder mi cara en su hombro para que no me de la risa. Se despide de nosotros y yo le sonrío.
- Anoche me dijiste que tomabas pastillas -me dice Ferrán señalando mi barriga- ¿cuándo pensabas decírmelo?
- Pues yo estoy igual que tú, ha sido de improviso -Ferrán me abraza llevando sus manos a mi cintura y estrechándome con fuerza.
- Estás muy loca Rebeca.
- Es que me hacía mucho pipi -le digo poniéndole morritos.
Mi novio me da un beso mientras se ríe. Pido un zumo de naranja y nos lo bebemos tranquilamente. Él va al baño también y cuando sale volvemos de la mano hacia el coche. Al llegar a el, Ferrán me agarra de la cintura juntando sus labios con los míos y dándome un lento beso que me hacen estremecer de la cabeza a los pies.
- Estás muy guapa embarazada por cierto -me dice acariciando mi mejilla.
- Anda ya, si te has puesto blanco cuando me has visto con la barriga.
Ferrán sigue acariciándome y sus dedos se detienen justo en la curva de mi cuello. Me mira muy intensamente y lo veo esbozar una ligera sonrisa.
- No es eso Rebeca...es que cuando te he visto así...
- ¿Qué? ¿has pensado en irte corriendo para el coche? -me cruzo de brazos porque no sé por donde coño va a ir esta conversación.
- No, tonta. A mi no me dan miedo los niños...aunque pienso que aún soy joven para eso... pero, si por casualidad algo así sucediera, no me iba a asustar ni poner el grito en el cielo...
-Bueno Ferrán, procuremos que no suceda y ya está.
Le doy un corto beso en los labios y nos separamos para montarnos en el coche. Aún nos queda una hora y media de camino y estoy deseando llegar a casa. Por el camino vamos cantando, bueno, en este caso, YO voy cantando porque Ferrán tararea y se ríe de mi.
Yo nací para ser perra
Por favor, dejadme serlo
Pero no quiero llevar nunca el bozal
Que si tengo la cabeza en otro lado los domingos...
- ¿Qué cantas Rebeca?
- "Perra" de Rigoberta Bandini
- Pues está chula.
- ¡A qué si!
Mi móvil suena en ese momento con un whatsapp de Vanessa. Lo abro y me quedo un poco pasmada. Ayer le conté lo de la tal Kira y mi amiga se ha dedicado a buscarla en instagram y por Internet, aunque le dije que no quería saber nada.
Sé que no quieres saber nada de la ex, pero creo que deberías ver esto
Abro el archivo adjunto y es una publicación de instagram de la tal Kira. Es una foto de ella abrazada a Ferrán donde parece que se están besando. Eso fue cuando él se bajó del autobús y ella corrió a sus brazos para besarlo en las mejillas. Pero en la foto parece otra cosa. Y lo mejor es lo que ella ha puesto.
Sigues siendo mi número uno en todo
Resoplo con fuerza y Vanessa me cuenta por whatsapp que las redes sociales están que arden porque están insinuando que Kira y Ferrán han vuelto juntos. Que se han visto en Sevilla y que, al parecer, han retomado su relación. Dejo mi móvil a un lado resoplando cabreada, muy cabreada.
- Rebeca ¿qué te pasa?
- Nada -le respondo a Ferrán más brusca de lo que pretendía.
- Y si no te pasa nada ¿porqué me respondes así?
Ferrán se gira un poco para mirarme y vuelvo a suspirar furiosa. Vanessa sigue mándandome mensajes y decido ignorarla o me voy a encender más de lo que estoy.
-Tu querida ex, que ha subido una foto contigo a instagram y al parecer habéis vuelto juntos -le respondo con ironía. Ferrán me mira muy sorprendido frunciendo el ceño.
- ¿Kira? ¿Qué ha hecho qué?
- Subir una foto abrazada a ti, y por cierto dice que aún sigues siendo su número uno en todo...
Ferrán aprieta sus labios mordiendose la lengua. Toma la siguiente salida y avanza un poco con el coche hasta aparcar cerca de una nave industrial. Se gira hacia mi y se quita el cinturón.
- A ver, déjame que lo vea -me dice pidiéndome el móvil.
- Míralo en tu instagram ¿no os seguís?
Le hago un gesto con la cara y Ferrán inspira con fuerza. Coge su móvil de la guantera y lo veo navegar por el. En cuanto ve la foto, pone cara de asco y vuelve a dejar el teléfono en su sitio.
- Rebeca que esto no significa nada. Joder, que no le hagas caso -me pide algo enfadado también.
-Díselo tú, número 1 -le digo con retintín- porque parece que para ella si lo significa.
- Rebeca, es que me importa una puta mierda la foto y lo que ponga. Ya te he dicho que paso de ella.
- Pues en todos sitios dicen que habéis vuelto -le recuerdo elevando el tono de mi voz.
- ¿Y?
- ¡Cómo que y Ferrán! ¿Es que te da igual que la gente crea que sales con ella?
- A mi sólo me importa lo que creas tú Rebeca. Sinceramente, yo hace tiempo que dejé de hacerle caso a la prensa y a lo que digan de mi.
- Pues perdona que yo no sea como tú, quizás es porque no esté acostumbrada, además, joder es que te da exactamente igual la foto.
- ¿Y qué quieres que haga? ¿quieres que la llame y le diga que me ha molestado y que la quite?
- ¡Pues yo que sé! -me llevo las manos a la cara nerviosa- pero por lo menos podías fingir que te molesta o algo.
- Es que me da igual - sigue repitiendome Ferran.
- ¡Pues a mi no!
- A lo mejor si me dejaras subir una foto contigo a instagram no pasarían estas cosas.
- ¡No me jodas Ferrán! Que no llevamos ni un mes y ya quieres enseñarme.
- Pues si cojones, que para eso eres mi novia Rebeca.
- Pues yo de esas cosas paso, y lo sabes. No me gustan las redes sociales y no me da la gana que me "enseñes". Que lo hicieras con tu ex no quiere decir que yo lo vaya a hacer.
- ¡Sólo es una puta foto Rebeca! ¡Luego no te quejes si la gente se cree que estoy con Kira en vez de contigo!
Miro a Ferrán y sinceramente, porque queda media hora para llegar a mi casa, pero te juro que me bajaba del coche y me iba andando. Giro mi cabeza mirando por la ventana dando por finalizada la conversación. Ferrán golpea el volante y estamos unos segundos callados hasta que él arranca el coche. No le hablo durante todo el camino y él tampoco hace ademán de dirigirme la palabra.
Estoy tan cabreada que si no fuera porque va conduciendo lo golpeaba bien fuerte.
Llegamos por fin a Albolote y Ferrán se para en un cruce.
- ¿Te llevo a tu casa? -me pregunta mirándome.
- Pues claro.
- Muy bien.
Ferrán sigue hacia adelante bajando por el Paseo de Colón, al llegar al final gira a la izquierda en dirección a mi casa. Unos minutos después para el coche en mi puerta. Me bajo y le digo un escueto adiós. Voy hacia el maletero y cojo mis cosas cerrando con cuidado. Le doy la espalda y llego hasta mi portal. Saco la llave de mi bolso y por el reflejo del cristal lo veo irse. Me meto dentro del edificio y ahora si, ahora dejo que las lágrimas resbalen por mis mejillas.
Joder, pues si que empiezo pronto a llorar por Ferrán.
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