*** Muy buenas noches a todo el mundo. Os dejo arriba foto de Jennifer Aniston que interpreta el papel de la madre de Rebeca en este capítulo. Espero que lo disfruteis. Muchos besos y abrazos ***

Miércoles 20 de Octubre de 2021

Días después

Hace un rato que llegué de trabajar y estoy terminando de hacer la bolsa. Mañana sale el avión muy temprano y llegaremos a Florencia a media mañana. Estoy muy ilusionada con el viaje y aunque no conozco a nadie, Ferrán dice que van más familiares y que no estaré sola.

En Florencia hace la misma temperatura que aquí, así que llevo una muda de ropa por si acaso y mi chaqueta. Lo tengo todo listo. Noe me ha dicho que me lleva ella al aeropuerto y estoy deseando que sea mañana.

Miro mi móvil para ver la hora. Ferrán me ha dicho que cuando termine de cenar me llamará. Jolines, es que es pensar en él y me pongo tonta. Cuando el viernes se presentó en casa de mi hermana y me besó casi me da algo. No me esperaba que lo hiciera. Y su sorpresa de cumpleaños fue increíble. Vanessa dice que con la pasta que tiene me podía haber regalado una joya, pero es que a mi me da igual. Son los detalles los que cuentan, y Ferrán tuvo un detallazo llevándome a ver el Generalife de noche y luego a cenar al Parador. 

Es que no llevamos ni una semana juntos, pero parece que llevemos más. Como me dice Pau, es que nos faltaba eso, salir juntos de manera oficial y comernos a besos, que los dos nos devorábamos con la mirada.

De pronto escucho la puerta de la calle y me quedo paralizada. Que yo sepa mi madre no me había dicho que venía. La puerta se abre y trago saliva algo asustada. La luz de le entrada se enciende y yo me asomo por el pasillo.

- Hola cariño. Me alegro de verte -pues si, es mi madre. Mi madre la ausente que aparece siempre cuando menos me lo espero. Camina por el pasillo con su maleta de ruedas dejándola en la puerta de su habitación. Viene hacia mi rodeándome con sus brazos, en un largo abrazo que yo correspondo todavía sorprendida.

- No me habías dicho que venías -le digo mientras se separa de mi.

- Es que hasta el último momento no sabía que iba a hacerlo. ¿Has cenado?

- No, todavía no.

- Pues vístete que te invito a cenar.

- Mamá, no me apetece. Mejor pide algo y cenamos aquí.

- A ver, Rebeca. Que si te acuestas un poquito más tarde no pasa nada -mi madre se mete dentro de su habitación abriendo su maleta encima de la cama- no creo que a Leo le importe que entres media hora más tarde.

-Es que mañana no voy a trabajar -le comento mordiendo mis labios. Porque no quiero que sepa nada de Ferrán aún. Bueno, ni nunca. 

- ¡Pues genial entonces! Mejor me lo pones.

Mi madre se sienta en la cama para quitarse los tacones. Lleva una falda de tubo que si yo me la pusiera, creo que me caería al andar y una camisa que le marca el pecho. Es una mujer muy guapa, algo que yo no he heredado como me dice ella muchas veces. Siempre me recuerda que Noemi y yo nos parecemos a mi padre. Si, cuando quiere mi madre es una auténtica cabrona, que es... siempre

- Venga Rebeca, cámbiate -mi madre me hace un gesto con la mano que hace que me cabree.

- Mamá, mañana me tengo que levantar temprano y no me apetece salir a cenar. Pide algo si quieres.

- ¿No has dicho que no trabajabas? -su mirada escéptica se posa sobre la mía queriéndome sentir culpable. 

- Si. Pero es que mañana me voy de viaje...

- ¿Y dónde vas? -me pregunta con evidente sorpresa en su rostro. 

- Pues...a Florencia...

- ¿A Florencia? ¿Qué coño se te ha perdido a ti en Florencia? -mi madre me mira como si no se creyera lo que le digo.

-Voy a ver un partido de fútbol -le digo resoplando ya porque ya me está cabreando. 

- ¿Un partido? ¿Y de quién?

- Del Granada, es de Europa League.

- Me hablas en chino Rebeca. ¿Y cuando pensabas decírmelo?.

- Te lo digo ahora -le admito cruzando mis brazos. 

- Por lo menos podrías consultarme.

- ¡Venga ya! ¿En serio? la última vez que te vi aún iba en manga corta y dices que te consulte...no tengo porqué hacerlo...

- Que yo sepa aún vives bajo mi techo...

- Mamá, vienes una vez al mes, si es que vienes. No me hagas reír ¿quieres? vivo más en casa de Noemi que aquí. Así que tranquila que si te vas a poner en plan madre autoritaria me largo...

Me doy la vuelta y cruzo enfrente a mi habitación. La escucho resoplar viniendo detrás de mi. Cojo mi mochila y la pongo encima de la silla y saco las zapatillas para mañana.

- Por lo menos podías contarme de vez en cuando que haces o dejas de hacer -mi madre me mira cruzando sus brazos y yo casi me echo a reír.

- Por lo menos podías llamarme más de vez en cuando y contarme que haces o dejas de hacer.

Nos miramos las dos retándonos con la mirada. Si vivo aquí sinceramente es por no molestar más a mi hermana, pero en cuanto nazcan los bebés voy a pasar más tiempo con ella echándole una mano. Y bueno, ahora que tengo novio también quiero pasar rato con él. Así que no necesito esta casa para nada.

- Pues yo si voy a salir a cenar -me dice descruzando sus brazos.

- Vale. Vayas a quedarte a cenar con tu hija a la que no ves en casi dos meses -le recuerdo con ironía.

- Que tú no quieras salir no impide que yo lo haga.

Mi madre se da la vuelta metiéndose de nuevo en su habitación. Me dan unas ganas tremendas de llorar. Cierro la puerta de mi cuarto esperando a que ella se vaya para poder salir. Le mando un mensaje a Noe haciéndole un resumen de lo que ha pasado. Es que ni siquiera me ha preguntado por mi hermana. Y eso si que no se lo consiento.

Salgo de mi habitación cuando la veo ponerse el abrigo para irse y le grito desde la puerta.

- Está de casi 5 meses y no puede tirar de su alma. Tu otra hija, por si se te ha olvidado -mi madre me da una mirada furiosa y coge su bolso echándoselo al hombro.

- No, no se me olvida. Pero a vosotras parece que se os olvida que tenéis una madre.

- No, yo no me olvido, yo lo que quiero es tenerla.

Me doy la vuelta y no la dejo que me replique metiéndome en mi habitación. La escucho dar un portazo que resuena hasta en mi estómago. Por lo menos hoy voy a intentar no llorar por su culpa.

Más tarde...

- Lo siento mucho mi niña. De verdad que lo siento.

-No te preocupes Ferrán. Estoy acostumbrada. Se cree que cuando viene tenemos que dejarlo todo para estar con ella...pero yo hace tiempo que me di cuenta de que la que se tiene que adaptar es ella, no yo.

- Bueno, si tú estás bien, eso es lo importante.

- Estoy bien, no te preocupes. ¿Qué tal por allí? ¿Hace frío?

- Bueno, más o menos como ahí. Pero échate una chaqueta por si refresca por la noche. Por cierto, Gema, la novia de Alex Collado también va y me ha dicho Alex que está sola. Te lo digo por si te apetece hablar con ella o algo...

- ¿Tú la conoces?

- No, pero a ver...Alex es buena gente y no es influencer ni nada, estudia Geografía creo ...

- Vale. Bueno, la buscaré. Por lo menos estará bien conocer a alguien.

- Tengo muchas ganas de verte mañana -me dice Ferrán dejándome toda descolocada y si, algo nerviosa de escucharlo. 

- Y yo a ti -le admito con una tonta sonrisa en mi cara. 

Vale si, me estoy enamorando. 

Jueves 21 de Octubre de 2021

Al día siguiente

Aeropuerto Federico Garcia Lorca de Granada

Aquí hay más gente de la que yo pensaba. Al parecer las peñas del Granada han organizado un viaje y el avión se va a llenar, bueno los aviones, porque hoy despegan 4 para Florencia y el nuestro es el segundo. La mayoría son familiares de los jugadores. He visto a la tal Lola de postureo en el aeropuerto. Voy hacia el mostrador de embarque dándole mi tarjeta a la azafata. Hay un miembro del club justo en la puerta y al escuchar mi nombre se gira y me sonríe.

- ¿Rebeca Miranda?

-Si, soy yo -le digo algo sorprendida de que sepa quien soy. 

- Soy Roque, trabajo en el club y me encargo de los familiares de los jugadores. Ferrán me ha dicho que venías.

- Si. Encantada -le respondo con amabilidad. 

- Cualquier cosa que necesites me lo dices ¿vale? Tú quédate cerca del resto de mujeres y novias. Aquí somos una familia.

- Vale, gracias -le doy las gracias a este hombre tan amable. Camino por el pasillo derechita al avión porque estoy deseando montarme y llegar ya a Florencia. 

- ¿Rebeca? -me giro al escuchar mi nombre de nuevo cuando veo a una chica castaña de ojos claros venir hacia mi muy sonriente- soy Gema, la novia de Alex.

-Ay hola. Ya me había dicho Ferrán que tú también venias al partido.

Me acerco a ella y nos damos un par de besos. La primera impresión que me da esta chica me gusta. La veo una muchacha sencilla y muy cariñosa. Avanzamos las dos por la terminal hasta llegar al avión. Por el camino vamos charlando un poquito de nosotras. Me cuenta que Alex jugó la temporada pasada en calidad de cedido por el Barcelona. Al final el Granada ejerció una opción de compra y ambos están encantados de vivir aquí. De hecho viven en Monteluz, una urbanización cercana a Albolote y Peligros.

Encontramos nuestros asientos y por suerte estamos juntas, que me da a mi que esto es cosa de Ferrán. Vamos a sentarnos cuando Lola, la novia de Luis Milla viene hacia nosotras muy sonriente, o más bien con sonrisa falsa diría yo. Ésta es la cabrona que le dijo a Ferrán que se buscara una tía a la que follarse mientras estuviera en Granada. Pues la ha encontrado señora, para follarsela y para más cosas. Aunque todavía no hagamos nada. 

- ¡Hola Gema! -Lola se acerca a ella y le da dos besos al aire mientras yo me acomodo en mi asiento. ¿Porqué las pijas dan besos al aire? Es que no lo puedo entender.

- Lola. Me alegro de verte, ¿qué tal?

- Pues muy liada con lo de mi firma de cosmética natural y todo eso...anda, ¿has venido con una amiga? -Lola me mira y yo le sonrío tan falsamente como ella o más. Señores que soy nacida y criada en Granada y tengo más calle que ésta diez mil veces.

- No, soy la novia de Ferrán -le digo sin levantarme siquiera.

- ¿La novia de Ferrán? -ella me mira de arriba a abajo muy sorprendida y a mi me dan ganas de tirarle de los pelos- no sabía que tenía novia, ¿llevaréis poco, no?

- Lo suficiente -le respondo escuetamente.

- Pues yo soy la mujer de Luis Milla.

- Uy, la mujer. No sabía que os habíais casado...

- Bueno, cuando llevas tanto tiempo con una persona en una relación sólida y estable, es como si ya estuvierais casados.

- Pues para eso se casa uno ¿no? -veo a Lola mirarme con la mandíbula desencajada y a Gema pasándoselo pipa.

- Bueno...pues...

- Yo que tú me sentaría -le digo para que se vaya ya- creo que las azafatas están ya listas.

Ella me da una gélida mirada y se va buscando su asiento mientras yo resoplo fastidiada.

- ¿Tú tampoco la soportas? -me pregunta Gema riéndose.

- ¿Se me ha notado mucho?

- Nooo, que va.

- Pues ya somos dos.