7. Mi bipolaridad
Que ilusión me hacía volver a París, pero esta vez con compañía. Nos volvimos a subir a aquel ascensor, al mismo que subimos años atrás por primera vez. Bajamos en la misma planta y el paisaje parisino nos recibía, era perfecto. Entrelazamos nuestras manos y nos miramos a los ojos.
- Te quiero. – Me dijo con aquella sonrisa. – Quería volver aquí... - Volvió a ponerse nervioso, igual que cuando me dijo que quería seguir hablando conmigo... Aquella vez en el hotel.- Sé que es muy típico... París...La torre Eiffel... - Se arrodilló delante de mí y sacó una cajita roja de terciopelo. – Pero para mí es el lugar donde me enamoré de ti. Quiero pasar el resto de mi vida contigo. – Abrió la cajita y un pequeño anillo relucía sobre un cojincito blanco. Mis ojos estaban llorosos. - ¿Quieres casarte conmigo?- Decía mientras me lo colocaba.
- Sí...- No pude contener mis lágrimas. Él se levantó y me abrazó.
- Gracias. – Y posó sus labios sobre los míos a la vez que me cogía en brazos y comenzaba a dar vueltas. Se escucharon aplausos y silbidos de la gente que nos observaba alrededor.
Hak Yeon intensificó su beso. Demasiado diría yo. Empezó a faltarme el aire y él no paraba de... ¿Lamerme la cara? Abrí mis ojos y vi una figura peluda. Entonces me di cuenta de la realidad. Un pitido insoportable comenzó a sonar, Leo comenzó a ladrar y yo salté de mi cama. Mi despertador marcaba las seis de la mañana, lo apagué y mi pequeño pequinés me miraba desde la cama mientras movía su colita.
Cogí mi chaqueta mientras Leo saltaba a mí alrededor sabiendo que íbamos a salir. Bajamos al parque cerca de mi casa y lo dejé que hiciera sus necesidades. Me encogí, hoy hacía más frío de lo normal. Me senté en un banco y comencé a pensar en aquel sueño que no paró de repetirse desde que volví de mi viaje.
He de reconocer que Hak Yeon me atraía ¿Pero a quien no? Era un idol, un cantante coreano bastante conocido, miles de chicas en todo el mundo suspiran por él y por el resto de los miembros. ¿Por qué tenía que estar preocupada por tener esos sueños empalagosos y cursis? Era lo normal, lo que no entendía era el maldito cosquilleo cada vez que pensaba en él o en los pequeños momentos que pasé en París.
Leo vino corriendo hacía mi cuando terminó de hacer sus cositas. Aquella carita me alegraba los días desde que lo adopté hacía ya un año. En la perrera me dijeron que lo encontraron medio moribundo cerca de un conteiner. Después de varios cuidados se recuperó, pero su personalidad era distante, no le gustaba jugar con los otros perros y siempre lo tenían apartado, ya que si lo acercabas al resto su actitud se volvía agresiva, igual que un león y de ahí su nombre, por supuesto VIXX también tuvo algo que ver con la elección. Me enamoré de él en cuanto lo vi así que no dudé en traerlo a casa. A las pocas semanas se acostumbró a mí y ahora es el perro más cariñoso y adorable del mundo.
Volvimos a casa, Leo se metió en su casita y yo en la ducha, en media hora salía para el trabajo. Me vestí con lo primero que encontré ya que en el hotel tenía mi uniforme. Como de costumbre cogí el bus a mi hora, y llegué allí veinte minutos antes. Entré en la cafetería que había al lado, donde me esperaba Marina, una señora entrada en sus cincuenta que llevaba en aquel lugar desde que lo heredó de su padre.
- Buenos días Lena, ¿Lo de siempre?
- Sí, por favor.
Se giró y comenzó a preparar una taza de chocolate. Puede que todo el mundo beba café por las mañanas, pero mi cafeína y lo que me despertaba de verdad era el chocolate. Calentito y recién hecho me tomé mi taza junto con una magdalena que Marina me regalaba.
Media hora después ya estaba lista para comenzar otra semana más. Llegué a la recepción donde Aaron, el recepcionista de noche, estaba cerrando su turno.
- Hola Aaron, ¿Qué tal la noche?
- Bastante tranquila. – Dijo haciendo un bostezo. ¿Qué tal el finde?
- Sin novedades.
Esa era nuestra conversación casi todas las mañanas hasta que él se iba y yo abría mi turno de mañana. Dos horas después llegó Gina, mi compañera de recepción y una a las que puedo considerar mejor amiga. La conocí una tarde de casualidad e inmediatamente los caímos bien. Era la única a la que le podía contar mis problemas y también la que sabía toda mi historia pasada con mi madre.
- ¡Lena! – Su voz chillona me atravesó los oídos.
- ¡Buenos días!
- Nada de buenos días, ¿Ya le has enviado el e-mail? – No fallaba. Cada mañana me hacía la misma pregunta. Por supuesto le conté mi pequeño encuentro con los miembros, saltándome la parte de Leo y Ravi y las conversaciones con Hak Yeon. Me inventé la excusa que de casualidad coincidimos en el hotel y comenzamos a hablar.
- Todavía no.
- ¿Y a qué esperas? – La verdad, no se a que esperaba. – ¿No fue él el primero en darte su dirección?
- Si... pero. Estará ocupado y lo más seguro es que no se acuerde de mí.
- Lena... Creo que lo que te pasó en París con los chicos es por algo, tengo un buen presentimiento y ya sabes lo que pasa cuando tengo esta sensación.
No le quitaba la razón, Gina tenía un sexto sentido para percibir las cosas buenas y nunca fallaba. Recordé una chica que vino de viaje de negocios y se hospedó en nuestro hotel. Yo hacía poco que había comenzado a trabajar y me costaba manejar el programa del ordenador, así que, por error le asigné una habitación que ya estaba ocupada por otro chico, el cual también estaba de viaje, pero en su caso de placer. Cuando la chica llegó a su habitación y coincidió con el muchacho, ambos bajaron enfadados a quejarse, con toda la razón. Yo me disculpé y le cambié a una suite más lujosa por las molestias. Gina vio todo el espectáculo y rápidamente me dijo que los dos acabarían juntos, que yo había cometido el error porque, palabras literales, 'el destino había hecho que se conocieran gracias a mi confusión'. No le di importancia a lo que dijo hasta la última noche que el chico se iba. Los dos de despidieron con un apasionado beso en la entrada del hotel. Te lo dije, me repitió aquel día más de una vez.
No volvimos a sacar el tema en toda la mañana, hoy venían varios autocares con turistas de todo el mundo y la faena estaba asegurada. Cincuenta y ocho salidas y setenta entradas después llegó la hora de mi descanso, un momento de relajación tras una mañana de lo más movida. Me senté en la terraza del hotel y estiré las piernas. El clima se había vuelto más cálido gracias al sol que se asomaba entre las nubes, pero el frío no cesó.
Gina apareció a mi lado con un par de refrescos y unos snacks. No tardó en hablar de Hak Yeon
- Piénsatelo Lena, no pierdes más que cinco minutos de tu tiempo. ¿Qué puede pasar? ¿Qué no te responda?
- Supongo que tienes razón.
Claro que la tenía, pero es más fácil decirlo que hacerlo. Horas más tarde me encontraba en mi casa, delante de mi portátil. Hacía tres horas que miraba aquella pantalla, estropeada por los años, y no había escrito una palabra. Bien Lena, concéntrate. ¿Qué le puedes escribir al líder de VIXX? Algo sencillo, pero que no sea muy breve, pero que no parezca desesperada por querer volver a verle. Esto me serviría para mejorar mi hangul, cambié el idioma a mi teclado y comencé a escribir.
Hola Hak Yeon! Soy Lena
¿Cómo va todo?¿Lo estáis haciendo bien?
Tuve un tiempo muy divertido con vosotros en París.
Espero con mucha ilusión vuestra nueva canción.
Saludos desde España.
Bien, corto y conciso, sin enredos ni malinterpretaciones. Lo volví a leer esperando que no hubiera ningún error y le di a enviar. Me arrepentí al instante. Ahora el e-mail me parecía demasiado corto, parecía un telegrama y no era muy interesante de leer. Pero algo es algo ¿no? Al menos le has escrito. Seguro que Hak Yeon no se molestará ni en responder. Pero puede apreciar que te hayas acordado de él. Tantas semanas para poder decirle algo y solo se me ocurre esto. Vamos... tampoco está tan mal. Mi bipolaridad duró toda la noche y no me dejó dormir bien.
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Ainss pobre Lena, ¿Qué hubierais hecho vosotras?
Me hace gracia como discute consigo misma, creo que es algo que hacemos constantemente al menos yo, pero yo nunca le hago caso a mi yo interna, aunque casi siempre tenga razón.
No sabéis las ganas que tengo que lleguéis a los capítulos que estoy escribiendo :D Me dejan con las ganas de lo que va a pasar hasta a mi xD
Bueno, aprovecho este espacio para hacer publi ^^
He escrito por petición popular,al menos los dos únicos comentarios en el último capítulo XD, una pequeña crónica del concierto en París, así que va dedicado a ellas :) FlyingFLant y SorinandaHolic
Aquí foto de mi líder sexy para llamar a atención:
Tampoco puede faltar mi pareja favorita :D
Y por supuesto todos juntos tan preciosos y adorables
Las fotos no son mías, si no del fotógrafo oficial del concierto, podéis encontrarle aquí y ver el resto de fotos:
www.facebook.com/ChungHeeJee/?ref=page_internal
Ale no me alargo más...
Gracias a las personitas que se animan a leer mis locuras ^^
PD: ¿No os encanta el gif de nuestro lider del principio? me ha parecido muy kawaii por eso lo he puesto jiji
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