Capitulo 8
Midoriya veía algo alejado del lago a las chicas betas, las veía algo embobado. La escena era nostálgica para él... le recordaba a su madre.
Nunca había hablado de ella después de que huyó de su aldea y en cierto modo reprimió sus recuerdos de su madre. Una mujer de cabello verde y sonrisa cálida, un aroma tan dulce y cálido que siempre lograba calmarlo.
Tuvo que sacudir su cabeza para olvidarla de nuevo... tener esos recuerdos lo deprimían y muchas veces lograban hacerlo llorar por varios días, pero justo ahora no podía darse ese lujo.
-Ey... no quieres intentarlo?- le hablo la chica más pequeña, cabello largo de un tono verde casi negro, ojos grandes y con un aroma demasiado hostigante, su aroma natural era casi a humedad.
-Estoy bien desde aquí...- trato de rechazarla con amabilidad.
-Me llamo Tsuyu...- se sentó de cuclillas a su lado.
-Mucho gusto, soy... Midoriya...
-Definitivamente eres diferente...- la oí olfatearme y me incomodo aún más su presencia.
-Déjalo en paz- intervino la castaña, dejando una canasta llena de peces junto a él- podrías cuidar esto mientras vamos por agua?
-Si...- prefería no ser un inútil, pero tampoco quería interferir en sus tareas, además aún trataba de evadir sus distracciones pasadas. Tanto Shinso, su madre y el estúpido collar que ese alpha le había ordenado usar, eran cosas que no le dejaban concentrarse, al menos de esa manera podía ayudar mejor.
-Cuidado!- escucho que grito Tsuyu.
Eso lo puso en alerta. Vio que Uraraka cayó al río. Tsuyu nadaba detrás de ella pero no la alcanzaba.
Dudo un poco, pero no las pondría en riesgo cuando el podía hacer algo. Se quitó su playera, el collar y los tenis que traía puestos. Se lanzó a correr a la orilla del lago hacia donde la corriente fluía y se hacia más fuerte.
Aumento su velocidad y cuando estuvo en el radar de las chicas ambas veían muy atentas lo que hacía. Ya se habían logrado alcanzar, pero la corriente no las dejaba llegar a la orilla.
Entonces fue cuando vieron al omega transformarse. Era algo alucinante... normalmente todos ellos buscaban privacidad al momento de transformarse en sus lobos, por lo tanto era algo digno de ver, aunque no era precisamente el momento.
Midoriya estaba totalmente centrado en rescatarlas, su mente estaba bloqueada y algo alterada. Sin pensarlo, salto al agua tratando de llegar a ellas.
La corriente era fuerte, pero siendo lobo tenía un instinto más animal y una fuerza aún mayor; cuando por fin llegó a ellas, ambas se sujetaron a su lomo y entre los tres trataron de empujarse hacia la orilla. Escucharon voces a lo lejos y creyeron que habían llegado a ayudarles.
Las chicas salieron del agua y el omega aún estaba descansando un poco en la orilla. Su cuerpo aún resentía la transformación y se cansaba de más en cualquier acción que hiciera, por lo tanto necesitaba tiempo para recuperarse.
Uraraka lo estaba cuidando, cualquier cosa que hiciera le iba a ayudar, pero se puso en alerta cuando Tsuyu también se transformó y se puso en posición de defensa.
Cuando volteo a ver que sucedía, vio como Bakugo y Kirishima peleaban con otro lobo. La pelea se veía brutal, pero no estaban doblegando para nada a ese lobo.
Por esa pequeña distracción no notaron cuando Midoriya salió corriendo hacia la pelea. Ambas reaccionaron y trataron de ir por él, pero se detuvieron cuando se lanzó en medio de ambos bandos.
Los tres lobos se sorprendieron y fue mayor la sorpresa cuando se puso en defensa del lobo forastero.
Kirishima estaba confundido, retrocedió un poco y trato de razonar lo que sucedía, pero con Katsuki fue diferente.
El alpha no dudo en gruñirle, saco el pecho y veía al omega por encima de él. Midoriya no se intimidó y sacó los colmillos en forma de advertencia, el lugar se puso tenso.
Empezaron a rodearse, ambos mantenían la distancia y ninguno de los otros ahí presentes se movían, tenían miedo hasta de respirar. Pero en cuanto el alpha dio un paso al frente todo ocurrió muy rápido.
El forastero iba a intervenir, pero no tuvo oportunidad, Midoriya se lanzó hacia delante y derribó al alpha al tomarlo por sorpresa, su intención no era ganarle, solo quería llamar su atención y lograr que dejara a quien estaba protegiendo.
Sin perder el tiempo salió corriendo de ahí, trataba de ganar distancia y por lo menos lograr que su distracción funcionara, pero no tardo mucho en ser atrapado.
Katsuki saltó encima de él y lo derribó. Mordió parte de su pata para impedir que corriera más, pero el omega se defendió y mordió el cuello del otro para que le soltara. Se escuchaban gruñidos, golpes y parte de la naturaleza que destruían a su paso. Hasta que por fin se detuvieron.
En la mirada de ambos se veía demasiada determinación a no dar un paso atrás, pero al mismo tiempo existían dudas... entonces el alpha decidió transformarse y Midoriya siguió su ejemplo.
-Que mierda fue eso!- grito el alpha.
-Iban a matarlo! Claro que tenía que intervenir!
-No eres nadie para tomar decisiones por esta manada!
-Y tampoco quiero serlo! Pero a quien estabas tratando de asesinar... si es parte de la mía!
-De que carajos estás hablando?
-Al lobo que estabas tratando de matar es amigo mío! Era de mi antigua manada!- por fin soltó lo que quería, toda la adrenalina aún seguía palpable y su mente difusa, le costaba razonar que debería decir y que guardar en secreto, pero estaba frustrado.
-El... era de tu manada?
-Si... y aunque me hubiera gustado decírtelo por las buenas, tu ya estabas tratando de matarlo!
-Porque estabas en tu forma de lobo?- parecía querer cambiar de tema.
-Las chicas cayeron al río... quise ayudarlas.
-Les he dicho que no salgan al río en estos días- gruño.
-Le dejarás ir?- el pecoso aún necesitaba una respuesta, aunque entendió que el otro no quería mencionarlo, no quería tener la duda de perder a su amigo.
-Hablare con él, si me convence lo dejaré ir.
-Iré contigo...
-No!
-Pero...
-Dije que no y es una orden!
-Pero el será más sincero si estoy ahí, el confianza en mi y...
-Porque estas tan emocionado? Acaso te jodia antes o algo parecido? Parece que moverías la cola con solo verle...- le recriminó.
-El cuidaba de mi- le contesto en protesta- y para tu información, pensaba que era el único sobreviviente de mi manada... verle vivo cambia muchas cosas.
-Aunque sea así, tu tienes cosas que cumplir en este lugar...
-Nunca dije que aceptaría!
-Y de igual manera yo tampoco he dicho que aceptaría tus demandas!
Estuvieron en silencio un momento, Bakugo sonrió con descaro y se acercó casi al límite de no dejar espacio entre ambos.
-Que... que haces?- se puso nervioso el omega.
-Creo que estas malinterpretando mi buen comportamiento con otra cosa... quieres protestar? Bien... quieres enojarte conmigo? Bien... quieres odiarnos? Me da igual... pero no te irás de aquí...- le amenazo.
Bakugo estaba furioso, pero sabía que tenía el control, sabía que tenía más poder y si por las buenas no funcionó... lo iba a retener a la fuerza.
-De que... hablas?- tembló el omega ante sus palabras.
-Sabes que... cuando alguien se une a una manda, pasa un ritual por el cual hace una promesa?
-Si...- trato de retroceder, pero Bakugo avanzó al mismo tiempo.
-Normalmente es una promesa vana... pero cuando se unen a los líderes y son de su total confianza se hace una marca, algo que los una hasta la muerte y que no los comprometa como su pareja...
-Comprometes tu vida...- tembló su voz.
-Así es...
Bakugo se le abalanzó encima y lo tiró contra el suelo, dejó sus manos aprisionada y sus piernas abiertas.
Para el pecoso era incomodo, tenía su piel desnuda contra el suelo y el cuerpo del alpha en las mismas condiciones reteniéndolo.
El alpha no le importaba la lucha del otro, solo buscaba un buen lugar para que ese chico llevara esa marca, algo que nunca había hecho y que solo había visto.
Ese maldito chico, le estaba provocando jaqueca y de verdad que nunca pensó hacer tantas cosas que le recordaran a su pasado junto con el, pero parecía que no lo lograría retener si no usaba cosas anticuadas.
Y por fin se decidió por un lugar. Era común que estas marcas se hicieran en las muñecas de los betas... ellos siempre han sido los más confiables para estos rituales ya que eran los más leales, pero no dejaría que alguien más se enterara de esto.
Era casi una amenaza por lo que lo estaba haciendo, así que no tenía caso que el lo presumiera y que el otro quisiera mostrarla.
Así que procedió a lamer la cadera del omega y sintió como tembló bajo sus acciones, no dejo que el otro razonara y tratara de huir, así que mordió su cadera y recito las palabras.
-"Promessa della lune"- susurro sin despegar los labios de la piel.
Ambos sintieron una pequeña descarga y por si fuera poco, Midoriya quedó en shock, Bakugo trato de hablarle un par de veces pero no funcionó, después simplemente se quedó dormido.
El alpha refunfuño y pensó que definitivamente era muy débil, pero con unas agallas muy grandes al retarlo. Aunque ahora... literalmente estaban unidos, no como pareja... pero era algo parecido, tendría que plantear algunas reglas cuando despierte si ambos querían llevar la convivencia en paz.
Volvió a redoblar y tomó la decisión de llevar al omega a la cueva que le había mostrado antes. Ahí tenía alguna ropa de reserva y después podrían regresar a la casa...
No le preocupaba porque seguramente Kirishima retuvo al otro lobo y ya después tendría tiempo para interrogarle. Ahora que el omega estaba noqueado podría hablar con el sin que el otro intervenga...
Y después hablaría con esas dos que provocaron todo ese jaleo con el omega... definitivamente las va a mantener lejos de ese río por un buen rato, era la tercera vez en este año...
Aah... jodidos irresponsables.
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