capítulo 72: Lo viste todo
Al terminar con el acto más reciente, Basilio baja hacia la primera planta de la mansión, era como si fuego saliera por su cabeza, estaba extremadamente enojado.
No quería matar al niño, pero, le había dado la oportunidad de que se encerrara en su cuarto y no hiciera ruido, sin embargo, el niño le desobedeció, y, lamentablemente Basilio se vió en la obligación de hacer lo que hizo, pues, nada podía romper sus planes... Y mucho menos un niño de siete años.
¡Ese niño estaba a punto de destruir todo lo que Basilio tanto se había esforzado en armar! ¡El pequeño Óscar iba a llevarlo a prisión, y él, por supuesto, no podía permitir eso!
Matar a Óscar fue como aplastar una mosca que no te deja comer en paz.
Una mosca que sabes que tarde o temprano, esperando el momento en que te distraigas, te va a cagar en la comida, entonces, y sólo entonces, ya no podrás hacer nada.
—¡Vieron lo que me hace hacer sus malditas estupideces! —Les grita Basilio a Billy y a Hannah.
—¡¿Lo mataste?! —Le pregunta Hannah sin parar de llorar.
—¡Oh vamos! —Exclama Basilio—, ¿Ahora vas a fingir que le tenías afecto? ¡Tú no querías a ese niño! Lo tratabas indiferentemente.
—Basil, era un niño de siete años, no tenía la culpa de nada. —Le dice Billy, nunca nadie lo había escuchado más serio, o bueno, quizás sí.
—¡Tú no vengas a hacerte aquí la víctima! —Le dice Basilio—, Mataste a un pobre y anciano psicólogo que sólo trataba de ayudarte.
—Tú no estuviste allí, no sabes cómo fueron las cosas. —Le dice Billy—, Yo... No quería hacerlo.
Hannah junto a Billy sólo continuaba llorando.
—Eso es lo que todos dicen. —Comenta Basilio—, "Yo no quería hacerlo", "Yo no quería hacerlo", la frase ya me tiene harto.
—¿Tú armaste todo esto? —Le pregunta Billy.
—Sí, tarde o temprano llegarían a mí, tarde o temprano descubrirían quién asesinó a Kevin y a Margaret, y yo no podía darme el lujo de que ustedes se acercaran más a la verdad. —Explica Basilio—, Convencí a Hannah de que te invitara a ésta casa, ella hizo lo que hizo para alejar a Devon y a Carly, y, agradece que no están muertos aún.
—Basilio me sugirió, de forma sutil, matar a Devon y a Carly, pues, tú no debiste haberlos traído aquí... La invitación era sólo para tí. —Le dice Hannah, aún sollozando—, Devon y Carly eran como esas piezas extras del rompecabeza que nadie necesitaba.
—¿Y qué pasó luego? —Pregunta Billy, se sentía un estúpido, y sí, lo había sido todo este tiempo. Pero, llegar a la verdad antes de que la verdad llegara a él... Era imposible.
—Yo le comenté a Basilio que, sería muy drástico y evidente matar a esos dos jóvenes, por ende, los alejé de otras formas que sí podrían llamarse sutiles en comparación con semejante idea. —Explica Hannah.
—Y yo, por mi parte, arreglé anónimamente, un plan para que Isabel y Gilbert se fueran de la ciudad. —Agrega Basilio.
—¿Y todo esto con qué propósito? —Pregunta Billy—, Hannah, sé que es duro lo que Basilio acaba de hacerle a tu hermano, pero, por favor deja de llorar y explícame.
—Basilio me hizo creer que hacíamos todo esto para matarte a tí, pero, no es así. —Dice Hannah.
—Yo la engañé a ella para que pensara eso. —Dice Basilio con tono de orgullo a sí mismo—, Pero, en realidad mi plan era tenerlos a ustedes dos en frente de mí, justo como están ahora.
Hay un corto mutismo, y luego Basilio termina de hablar:
—Quería tenerlos así para matarlos a ambos. Me tienen harto con sus estúpidas y constantes investigaciones a cerca del homicidio de sus padres, y cómo sé que el imbécil de Alfred Bennedick no llegará a ninguna cuerda conclusión, sé que ustedes sí podrían. En especial tú, Billy.
—¿Por qué yo? —Pregunta el jóven—, ¿Por qué crees que yo pude haber descubierto que fuiste tú? Han pasado siete años y aún no había estado ni cerca de descubrir nada.
Basilio ríe a carcajadas muy fuertes, luego contesta:
—Sí que estás mal de la cabeza, Bill.
—¿Qué? No entiendo nada. —Billy frunce el ceño.
—Estos siete años que han pasado he vivido con miedo. —Confiesa Basilio—, Con miedo de que tú, Billy, llegaras a tomar conciencia de lo que viste.
—¡¿Conciencia de qué?! —Billy se altera—, ¡Yo no ví nada!
—En realidad... —Basilio hace una gran pausa, y continúa—, Lo viste todo.
Billy traga saliva y su corazón se altera, sabe a lo que Basilio se refiere, pero, él no hizo nada porque no quisiera, simplemente no supo qué hacer.
Pero ni Billy sabía qué le había ocurrido en ese momento, en ese 24 de noviembre de 2016.
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