A Basilio le resultaba extraño, la ventana de la habitación de Billy estaba abierta, lo que significaba que quizás una persona había entrado, pero, Basilio estaba convencido de que no era Lucas, de que Billy sólo estaba excesivamente asustado, y, tal vez, había empezado a imaginarse cosas. 

Por otra parte, Hannah ya había llegado a su habitación junto con Billy, cerró la puerta con seguro y ambos se acostaron en la cama.

—¿Estás asustado? —Le pregunta Hannah.

—Sí. —Asiente Bill.

Hannah se le queda mirando fijamente, luego Billy le dice:

—¿Sabes? Cuando me invitaste aquí no tenía ni el más mínimo deseo de venir. Venir a verte hubiese sido sin duda lo último que hubiese querido.

—¿Entonces por qué viniste? —Le cuestiona la chica.

—Porque quería respuestas a cerca de la muerte de mi padre. Me comentaron que tú podrías ocultar cosas. Y... Necesitaba sacarte información. —Le confiesa Bill.

—¿Por qué no querías verme de nuevo? —Le pregunta la chica, con voz dulce—, ¿Acaso te seguía doliendo el hecho de que te haya tratado muy mal antes?

—No, Hannah, yo les mentí a mi madre y a Carly. —Admite Billy—, Yo... Al principio les dije que no quería venir a verte porque tú me tratabas horrible antes, luego, mi mamá se apegó a la idea de que en realidad no quería verte de nuevo porque estaba traumado por la muerte de mi padre y verte luego de siete años me reviviría muchos recuerdos del apartamento, recuerdos que sin duda no quería que se apoderaran nuevamente de mi mente.

—¿Pero? —Hannah frunce el ceño.

—Pero, no quería verte de nuevo por otra razón, hay una verdadera razón por la que no quería acercarme a tí. —Le dice Bill—, Cuando estoy cerca de tí siento cosas extrañas, por un segundo podría olvidar hasta mi propio nombre.

—No te entiendo. —Dice la chica, aún mirándolo fijamente.

—Hannah, tú me solías manipular, para que yo no me defendiera cuando me insultabas, para que yo ocultase tu secreto de la brujería, para que yo hiciera lo que me pedías. —Le dice Bill—, Y cada vez que estaba cerca de tí comenzaba a ver cosas, cosas que veíamos ambos, y, no nos dábamos cuenta de que ocurre cuando nos juntamos.

—Estás diciendo cosas sin sentido, querido hermano. —Le aclara Hannah.

—No, por primera vez estoy viendo las cosas con claridad ahora. —Le dice Billy—, No debemos acercarnos mucho, porque eso nos puede perjudicar a ambos. Me he dado cuenta, y tú, aún con tu enorme intelecto, no.

Luego de unos segundos pensando, Hannah le pregunta, acercándose mucho más a él:

—¿Quieres que te confiese algo de suma importancia? ¿Quieres que te diga la verdad a cerca del asesinato de nuestros padres? ¿Quieres que te diga lo que he estado ocultando?

—¿De qué hablas? Yo vine aquí a sacarte información sobre tu madre, pero, estoy conciente de que probablemente no sepas quién ocasionó ese homicidio doble. —Le dice Bill—, Tú eras una simple niña de quince años que estaba viendo matemáticas a esa hora.

—¿Matemáticas? ¿Cómo sabías que estaba viendo matemáticas cuando ellos fallecieron? —Le cuestiona Hannah.

Billy se pone nervioso, no podía responderle, no debía responderle a esa pregunta.

—Contéstame, ¿Qué te hace pensar que yo estaba viendo matemáticas en clase cuando ocurrió todo? —Le vuelve a preguntar Hannah.

—Lo dije sólo por decirlo, no estoy seguro de qué clase estabas viendo en ese momento. —Le dice Billy, sus enormes nervios delataban con extrema facilidad sus falacias—, Fue hace siete años, Hannah, obviamente no sé qué clase veías en ese momento.

Hannah se pone boca arriba y se queda pensando y pensando, en muchas cosas, demasiadas como para detallarlas.

—¿Qué me querías decir? —Le pregunta Billy—, ¿Qué has estado ocultando sobre el caso de nuestros padres? ¿Sabes quién les pudo haber hecho eso?

—Billy, lo sé todo, sé quién ocasionó todo eso la mañana del 24 de noviembre. —Le confiesa Hannah con extrema seriedad. 

—Pues dímelo ya, si presuntamente sabes. —Le pide Bill con tono exigente.

Hannah se queda en silencio.

—Dímelo ahora mismo. —Le vuelve a pedir Billy—, ¡¿Quién hizo eso?! ¡¿Quién ocasionó toda esa desgracia?!

Hannah se vuelve a quedar en silencio, sólo mirando el techo.

—Respóndeme ya. —Le vuelve a pedir Bill—, ¿O acaso estás jugando conmigo? ¿Me estás haciendo creer que sabes algo de extrema importancia cuando realmente lo desconoces todo?

Hannah se mantiene en silencio unos segundos más, y luego, se voltea hacia Billy, se acerca mucho más a él, lo mira con firmeza a los ojos, sus rostros parecían estar muy cerca, tal vez demasiado.

Entonces, cuando el rostro de ambos estaba a unos tres centímetros de distancia, casi como para juntar los labios, Hannah le confiesa, casi en murmuro:

—Billy, Kevin mató a Margaret, esa es la única verdad que existe. Tu padre asesinó a mi madre... Él la mató.