capítulo 36: Homicidio y sangre
Billy se había quedado dormido en el sofá, y entonces Hannah volvió a su habitación.
Minutos después, Carly fue hacia la habitación de Hannah, y le tocó.
Hannah se demoró un poco, y luego la dejó pasar.
-¿Qué sucede? -Le pregunta Hannah.
-Necesitaba hablar contigo. -Le dice Carly-, No entiendo qué está pasando entre nosotras, ni qué sientes tú.
-Te haré una buena pregunta, ¿Qué sientes tú por mí? ¿Qué tantos sentimientos pueden surgir en unos días? -Le pregunta Hannah.
-No lo sé, en verdad creo que tengo una conexión contigo, me gustas, pero lo que siento por Billy es algo intacto. -Le explica Carly.
-¿Te gusta más Billy que yo? -Le pregunta Hannah.
-Billy es mi novio desde hace poco más de un año, vivimos juntos incluso, lo quiero. -Le dice Carly.
-Pero tal vez él no tiene mucho tiempo para tí, debido a su trauma que no le deja pensar en nada más. Deberías estar con otra persona, una que esté más sana mentalmente. -Le sugiere Hannah-, Una que te haga sentir cosas distintas.
-Debo apoyar a Billy, si no puede superar a su padre, debo estar allí para él y no dejarlo solo. -Comenta Carly.
-Me parece absurdo que debas sacrificarte por él. -Le dice Hannah, acto seguido comienza a quitarse la ropa, la blusa, el pantalón. Luego se queda en ropa interior frente a Carly.
-¿Qué estás haciendo? -Pregunta la chica.
-Dime algo, ¿Qué sientes cuando me ves así? -Le pregunta Hannah.
-¿Desnuda? -Le pregunta Carly.
-Aún no estoy desnuda. -Le dice Hannah-, Esa sería otra sorpresa.
Luego Hannah se acerca lentamente hacia Carly, y sus caras quedan a unos dos centímetros de distancia.
-¿Qué quisieras hacer ahora? -Le pregunta Hannah.
Carly no contesta, sólo la comienza a besar apasionadamente, no para, en ningún momento tiene la intención de hacerlo.
Luego ambas se acuestan en la cama, y el resto es historia.
Ya estaba comenzando a oscurecer, Billy ve un auto llegar a la mansión, no era Gilbert ni su esposa, por otro lado, era Lucas, quién parecía estar llegando a recoger unas cosas en el cobertizo.
Billy sale de la casa con un paraguas, se acerca a Lucas y lo saluda.
-¡Qué tal! -Le dice el jardinero.
-Te ví llegando y me resultó extraño que estés aquí a ésta hora. -Le dice Billy.
-Vine a recoger unas cosas que había dejado, la lluvia no me importó. -Le responde Lucas-, Si quieres me acompañas al cobertizo.
Billy asiente y entra al cobertizo a ayudar al jardinero a buscar lo que tanto esperaba encontrar.
-¿Es tu teléfono, dijiste? -Le pregunta Billy.
-Sí, mi teléfono lo dejé por aquí. -Le contesta el jardinero.
Billy empieza a buscar bajo unas herramientas, y sin darse cuenta, Lucas estaba tras de él, con un enorme cuchillo en sus manos, y sonriendo de forma siniestra.
-Billy... -Lo llama Lucas.
Billy voltea, y al verlo con ese enorme cuchillo, supo al instante lo que el empleado pretendía hacer.
-Por favor, no me mates. -Le pide Billy en tono de súplica.
-Pero, es lo menos que puedo hacer, maldito demente. -Le dice Lucas, acto seguido apuñala repetidas veces a Billy en el estómago
Era como si la historia con su padre se repitiese, pero con una trama algo diferente.
Basilio escuchó los gritos provenir desde el cobertizo, y salió corriendo hacia afuera, vió a Lucas huyendo e internandose en el bosque, y luego se acercó a Billy.
-Basil, ayúdame, ayúdame. -Le pide Billy temblando-, Lu-Lu-Lucas me ha apuñalado.
-¡¿Qué?! ¡Billy! -Exclama Basilio-, ¡¿Cómo es que esto ocurrió?! ¡Resiste! ¡Voy a llamar a emergencias!
Los truenos sonaban muy fuerte, el cielo estaba furioso, el viento también.
Luego Hannah y Carly bajaron hacia el cobertizo después de que Basilio las llamara por teléfono.
Carly no podía si quiera respirar al ver a Billy cubierto de tanta sangre encima de su cuerpo.
-Está perdiendo mucha sangre. -Dice Hannah.
-¡¿Quién le hizo esto?! -Pregunta Carly llorando.
-Fue Lucas, pero nadie sabe por qué, sólo lo hizo. -Les informa Basilio.
Carly comienza a llorar desesperadamente, la ambulancia no tardaba en llegar.
Uno o dos minutos después, habían intentado pararle la sangre a Billy, pero fue en vano, éste ya no tenía pulso, su corazón se había detenido.
Todo había transcurrido muy rápido, nadie comprendía lo que había pasado.
Nadie sabía por qué.
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