21 de enero, 2017.

-Bien, Billy, cuéntame, ¿Cómo te sientes? -Le pregunta el psicólogo.

Billy se encontraba sentado en la oficina de aquél hombre, un viejo psicólogo llamado Josephus, sí, un nombre para reírse.

-¿Qué se supone que deba responder? Jamás en mi vida me he sentido peor. -Dice Billy.

-Lamento mucho lo de tu padre, en verdad. Yo estoy aquí para ayudarte, llevas dos meses con fuerte depresión desde ese homicidio, puedo entender cómo te sientes. -Le explica el psicólogo Josephus.

Ésta era la primera vez que Billy tenía una cita en el psicólogo, se había negado a ir veces anteriores, cuando su madre notaba que la muerte de Kevin había sido un golpe fuerte para él.

-No, usted no puede entender cómo me siento. -Dice Billy fríamente-, Mi papá fue asesinado brutalmente el pasado noviembre, yo ví la noticia en televisión, escuché detalladamente cómo fue asesinado, cuántas puñaladas, cuantos golpes, sé cuántos dientes le partieron y le sacaron drásticamente de su boca... Lo sé todo.

Josephus se mantiene en silencio anotando en su cuaderno.

-Lo sé todo, ¿No? ¡Es mentira! ¡No lo sé todo! -Exclama Billy casi llorando-, Sé cómo murió él, sé cómo murió Margaret, pero, lo único que no sé, es, casualmente, lo más importante... No sé quién les hizo eso. No sé por qué lo hicieron, eso me está atormentando, a veces necesito respirar, pero tengo la extraña sensación de que no puedo.

-¿Has pensado en practicar yoga? Podría sentarte bien. -Le sugiere Josephus.

-No, es una mierda.

-¿Qué es una mierda?

-Pensar que me voy a sentir mejor, eso es una mierda. Mi papá era la persona que yo más quería, con quién solía pasar mis mejores ratos, ni siquiera con mi madre me llevaba tan bien, ni siquiera mi madre me entendía como lo hacía él. ¡Y ahora está muerto! ¡Ahora se está pudriendo allá abajo! ¿Y yo aquí intentando sentirme mejor, cuando sé que no hay justicia para él? ¿Para su memoria, por lo menos?

-Tu madre me explicó todo lo que pasó, lo ví en las noticias también, Winterpark es un pueblo relativamente pequeño, todos estamos sorprendidos, nunca antes algo así había pasado, por lo menos no en éste siglo. -Explica Josephus-, Pero debes entender, que atormentarte no va a ayudarte, no va a servir de nada.

-La policía no parece hacer nada. -Comenta el adolescente, con bajos ánimos.

-Dales un poco más de tiempo, y te prometo que en un año por lo menos, todo esto saldrá a la luz, y se descubrirá al culpable. -Le dice Josephus.

-Tiene usted mucha actitud positiva, se nota que no ha pasado por algo similar a lo que he pasado yo.

-Billy, mi madre falleció cuando yo tenía diecisiete años, yo mismo ví su cadáver en casa, me sentí destrozado. Por ello puedo comprender por lo que estás pasando.

-¿En serio?

-En serio.

Poco tiempo después Billy se encontraba en el pasillo del consultorio, mientras que Elenna hablaba con Josephus.

-¿Cómo ha estado Billy? -Le pregunta la mujer.

-Mal, está traumado. Pero, no debería estarlo, ni siquiera vió el cadáver de su padre, sólo una noticia, una depresión lo comprendería, pero ese niño no vive tranquilo luego de esa tragedia, tiene un trauma que le costará mucho superar.

-¿Le dijo lo que le pedí?

-¿Decirle que comprendía lo que sentía? Sí. ¿Inventarme la historia de mi supuesta madre muerta? También se lo dije, eso hizo que me tomara un poco más de confianza.

-De acuerdo, lo traeré aquí otra vez, en unos días quizá.

-Me parece bien.

PRESENTE.
23 de noviembre, 2023.

-Lamento lo que dijo mi padre allá en la mesa. No quiero que te haya puesto a imaginar cosas. -Le dice Hannah a Billy, entrando en la habitación.

-¿Qué cosas pude haber imaginado? -Le pregunta Billy.

-No sé, tú dime.

Billy se queda en silencio.

-Mañana nuestros padres cumplen siete años de fallecidos. ¿Quieres hacer algo? -Le pregunta Hannah.

-¡Claro! ¡Si quieres podemos celebrarlo con un coñac! -Exclama Billy sarcásticamente.

-No me refería a eso. -Dice Hannah tímidamente-, Me refería a que quizás te gustaría ir a una misa, hay una iglesia muy cerca.

-No, muchas gracias, hermana. -Responde Billy-, Dejé de creer en Dios en el momento en que ocurrió la muerte de mi padre. Allí me dí cuenta que, o Dios es un maldito desalmado por no hacer nada, o, simplemente no existe. Así que decidí optar por la segunda opción, a menos que te guste más la primera.

-Lo siento, ambos hemos pasado exactamente por lo mismo. -Le dice Hannah.

-Lo sé.

Luego Hannah abraza a Billy durante unos segundos.

Fue allí cuando él pensó, wow, es la primera vez que Hannah me da un abrazo sincero, nunca antes había pasado.

Multimedia: Morgan Freeman, como psicólogo Josephus.