capítulo 14: La primera cena
Todos se encontraban cenando en una enorme mesa rectangular de vidrio, en medio de un comedor bastante refinado y pulcro.
-Ésta casa es algo antigua, ¿Tiene muchos años? -Pregunta Billy con curiosidad.
-Se la compré a una pareja de ricos hace casi diez años. -Explica Gilbert, el padre de Hannah, Billy le conocía desde hacía tiempo, pero nunca habían tenido una relación muy estrecha.
-Se ve antigua, las puertas, los comedores, incluso el balcón. -Comenta Devon.
-Adoro ésta casa, es como mi patrimonio, es lo más grande que dejaré a mis dos hijos el día en que yo muera. -Confiesa Gilbert-, Muchos de los muebles son muy antiguos, la casa tiene por lo menos cien años de existencia.
-Es mucho tiempo, y se ve que la han sabido mantener, digo, a veces la humedad estropea un poco. -Dice Carly tímidamente.
-Sí, un poco bastante en la orilla de las paredes. -Dice Isabel-, Pero, hemos sabido contratar al personal necesario para su correcto mantenimiento.
Ahora Billy comprendía por qué Hannah era tan Cordial y educada, tenía años creciendo bajo el techo de Gilbert y de Isabel, era común que el ambiente se le contagiara, pero, la enorme amabilidad aún seguía pareciendo extraña, viniendo de ella.
Billy pensaba que Margaret era un tanto más ordinaria, ella y Kevin tenían una vida mucho más común y de clase media que Gilbert e Isabel. Tal vez por ello Hannah había cambiado tanto.
-Me temo que voy a sonar un poco impertinente con lo que diré, pero la curiosidad me está tomando muy fuerte. -Dice Devon-, ¿De dónde han sacado ustedes tanto dinero para tener una vida como ésta? ¿Una mansión tan grande? Y, aún más, ¿Todo su mantenimiento necesario?
Óscar, quién a penas tenía siete años, ríe levemente ante el comentario de Devon.
-Devon, eso no es de tu incumbencia. -Le regaña Bill-, Y, en cuanto a ustedes, me disculpo en verdad por la enorme imprudencia de mi amigo, es ordinario, suele decir mucho lo que piensa, ni siquiera es de aquí, es extranjero.
-¿En serio? ¿De qué país eres? -Pregunta Óscar interesado en la respuesta.
—Holanda. —Responde fríamente Devon.
—¿Sabes? No importa, comprendo tu curiosidad, yo también la tendría si fuera tú. —Le dice Isabel—, Con gusto podemos responder a tu pregunta.
—Me he ganado mucho dinero como ingeniero de minas en territorios extranjeros, he llegado incluso a descubrir centenares de oro en cuevas vírgenes que nadie nunca había visto. —Explica Gilbert—, Debido a eso tengo buena posición económica, aunque confieso no fue fácil llegar hasta donde estoy. Luego de mi éxito compré ésta maravillosa casa, que ha sido lo mejor en lo que he podido invertir.
—Dijo que compró ésta casa hace diez años, ¿No? ¿Entonces por qué no se había traído a Hannah a vivir con usted antes? —Le pregunta Billy sin pelos en la lengua.
—Esa pregunta me parece incluso más imprudente que la de tu amigo. —Confiesa Isabel, mirándolo con desdén.
—Lo lamento. —Dice Billy.
—Por Margaret. Ella tenía la custodia total de Hannah, yo no podía tener a mi hija conmigo entonces. —Responde Gilbert a la pregunta de Billy—, Siempre quise sacar a mi hija de ese apartamento en que vivía, pero no pude. Sólo podía verla de vez en cuando, pocas veces en realidad. Pero ahora... He vivido con mi hija mucho más tiempo que antes.
A Billy casi se le cristalizan los ojos. No pudo evitar pensar en una gran posibilidad. ¿Y si Gilbert había asesinado a Margaret, y, por improviso, también a Kevin, sólo para quedarse con la custodia de su hija? En ese caso, Billy no podría si quiera mirarle a la cara a Gilbert.
—Disculpen. —Dice Billy, retirándose de la mesa.
Luego Hannah le dice a su padre:
—No debiste haber hablado sobre mi mamá, sabes que no me gusta, y con Billy aquí está de más hacerlo.
—Voy a ir a verlo. —Informa Carly.
—No te preocupes, ustedes terminen de cenar. Yo iré a ver cómo está. —Dice Hannah, acto seguido se levanta de la mesa y sube las escaleras en busca de Billy.
Multimedia: Sean Bean, como Gilbert.
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