Capítulo 2: La Nueva normalidad. . .
-¡T/N!- Grito la voz, y yo me di la vuelta encontrándome con. . .
-¿Kuroo?- Pregunté incrédula mirándolo
-Llamé a tu madre, me daba miedo lo que podría pasarte y accedió a que pasaras la noche- Este nó quitó los ojos de encima mío -Puedes dormir en mi casa y así tampoco estará Kenma solo por la noche-
Al llegar delante de nosotros tomó mi brazo con delicadeza haciendo un poco de presión para que el teñido me soltara. Hubo una pequeña pelea hasta que Kenma finalmente cedió y Kuro pudo finalmente apartarme de él y guiarme hasta el edificio en donde vivía.
En el ambiente hubo otro silencio bastante pesado y por mi mente pasaban cientos de pensamientos, ¿se había acabado? ¿acaso lo que pasó antes era una pesadilla? ¿ya estoy a salvo?; pero una idea escalofriante fue lo que me llamó la atención. . . ¿No va a hacerle daño, verdad?. Todo se disipó una vez mi mano se sintió más liviana de lo normal.
Me paré en seco ante un sonido sordo, como si un objeto hubiera querido hacer un gran estruendo pero no pudo porque una alfombra lo paró, mire abajo, y mi mente no estaba procesando la imagen que se quedó grabada a fuego en mi mente. Kuro se encontraba tumbado en el suelo, con una navaja clavada en lo que parecía en la parte más cerca del corazón, y no se movía.
-¿Viste lo que soy capaz de hacer por ti?- Murmuró Kenma en mi oído a mis espaldas -¿Por los dos?- Con su mano derecha empezó a acariciar mi brazo derecho hasta llegar a mi mano y con suavidad entrelazó sus dedos con los míos.
Un pánico inhumano inundó mi mente nublando la y alejando la de todo lo que pasaba a mis alrededores, mi cuerpo se negaba a moverse o emitir cualquier sonido, simplemente no podía; ¿Qué estaba pasando exactamente?. La imagen parecía irreal, parecía una broma de mal gusto o una pesadilla muy realista, ¿acaso estaba pasando lo que veía?.
-No llores amor- Kenma agarró mi cintura para girarme y ver sus ojos gatunos, vacíos y sin vida. No me di cuenta cuando empecé a soltar lágrimas. -Ahora solo seremos tú y yo, solos contra el mundo. Me asegurare de cuidarte mejor, porque tú eres mi pajarito, solo para mi- Como de un niño pequeño y malcriado se tratase, el cual compraron un nuevo juguete y se negaba a compartir me abrazó por la cintura pegándome más a él.
Acercó su cara peligrosamente a la mía hasta y junto sus labios con los míos formando un beso. Desde la lejanía podrías verlo como un beso tierno y tranquilo. . .pero para mi era repulsivo. Nunca pensé en sentir tan desagradable un beso, pero así fue; sentía como si estuviera traicionando a la persona que amo, a la persona que apuñaló, a mi integridad y sobre todo a mi por la impotencia de no saber qué hacer. Al igual que cuando lloré no supe tampoco cuando quedé inconsciente.
~~Time Skip~~
Unos leves rayos de sol inundan mis párpados despertandome de lo que parecía haber sido un mal sueño. Mi cuerpo se encontraba encima de una superficie suave y blandita, abrí los ojos poco a poco hasta que ví nuevamente los estúpidos barrotes dorados y me dí cuenta en donde estaba. Me maldije a mi misa internamente.
Escuché como la puerta del sótano se abría y mi piel se erizó, una ola de nerviosismo empezó a inundarme junto una presión en mi pecho; cuando escuché los pasos bajar por las escaleras todos los recuerdos de la noche anterior inundaron mi mente . . . Toda esta situación me parecía irrealista, ¿acaso esto no era una historia de terror o una película de suspenso?.
La presencia de Kenma me sacó del trance, su cara era como una que veía todo el tiempo si hubiera quedado dormida en su casa. Este parecía llevar una bandeja con comida, gofres y un zumo de naranja, buena manera de empezar el día si no supiera que me secuestró y mató a mi amigo.
-Buenos días- Este sonrió levemente -¿Cómo has dormido?-
-(Como la mierda, pero estaba mejor antes de que llegaras)- Pensé mirándolo seria- Bien supongo- Respondí dando un suspiro, no iba a insultar lo, a saber que me hacía.
-Me alegro- Dijo con una pequeña sonrisa
Con su mano libre abrió la jaula para cerrarla inmediatamente y guardarse en uno de sus bolsillos las llaves, se notaba que no se fiaba de mí. Se acercó al borde de la cama para sentarse y dejar la bandeja en esta. Los gofres estaban salpicados con miel y frutos del bosque. . . Este era mi desayuno favorito, lo como todos los domingos junto con mi madre.
-¿Hay algún problema?- Cuestionó Kenma -¿Acaso es la miel o los frutos?-
-No. . .nada, no pasa nada- en sí no mentí, aparte de que me daba miedo que se supiera mi desayuno favorito no había nada malo.
Pude ver como con un cuchillo y tenedor cortó parte de un gofre y lo acercó hacía mi boca; me aparté y cerré lo máximo que podía mis labios, ¿y si estaba envenenado? ¿droga tal vez?, no me iba a arriesgar.
-Abre grande- Habló pegando el trozo a mis labios -. . .¿Porque no te la comes?-
-Puedo comer sola- Comente alejando el gofre de mi cara
-Pero yo quiero darte de comer- Respondió volviendo a acercar lo a mi boca
En verdad no quería pelear y mucho menos cuando acababa de despertar, encima con un asesino que ya había matado a una persona. Abrí la boca resignada y mordí el trozo de gofre. Al final me deje alimentar, seguro hemos pasado unos 15 minutos
Seguimos haciendo lo mismo hasta que termine las tostadas y empecé a beber el jugo, para ser sincera, es algo incomodo comer mientras alguien te observa incesantemente, espero que no sea así todos los días porque no me podría acostumbrar.
-Bien- Dijo finalmente dejando la bandeja con el plato y el vaso vació en la mesita de noche- Levántate-
-¿Porque?- Pregunte, pero aún así me levante por si acaso
-Te voy a cambiar- Este se agachó y sacó una caja con ropa dentro -Creo que esta ropa es más de tu estilo. Desvistete te pondré la ropa-
Miré la ropa más detenidamente, era un sueter muy grande de color negro con un estampado de Sailor Moon, una falda blanca y unas mallas de rejilla. . . si, estaba mucho mejor que el vestido rosa de antes.
Espera, espera ¿Dijo que me iba a vestir?. Mi vista se fijó en él, el cual parecía estar devorándome con la mirada, tapé instintivamente la parte de mi pecho con mis manos y retrocedí unos pasos.
-¿Qué ocurre? ¿no te gusta la ropa?, pensé que estaría bien- Concretó mirando la sudadera
-No, si no es eso- Especifique y me gané una mirada confusa -Veras. . .no me gusta mucho que me vistan, y mucho menos cuando estoy consciente-
Se quedó unos segundos en silencio para luego reír levemente.
-No es como si no te hubiera visto antes- Dijo mirándome de arriba abajo -aparte, prometo no hacerte nada-
-No es lo que me puedas o no hacer- Respondí que también era parte del problema- Es que da vergüenza que mientras te cambies alguien te observe ¿Sabes?-
Este suspiro cansado y ya estaba con los nervios a flor de piel, pensaba que ya había agotado su paciencia, pero me sorprendí cuando lanzó el suéter, casi no lo atrapo, pero lo logre.
-Bien, te cambiaras tú- Parecía decepcionado -Por la tarde ya veré qué haremos-
Abrió la puerta de la jaula y la cerró con candado para dirigirse a las escaleras. Escuché atentamente sus pasos subiendo por la escalera y solo pude suspirar tranquila cuando escuché la puerta del sótano cerrarse. Miré nuevamente el outfit que había elegido para mi e indignada me lo puse.
Para ser sincera era mucho más cómodo y suave de lo que esperé, aparte de que era lindo dentro de lo que cabe. Me tumbé en la cama y sentí mis ojos aguarse recordando lo que había pasado ayer. . . demasiadas cosas, fui secuestrada, testigo de un asesinato. . .¿por qué me pasaban estas cosas?. No lloré, aguanté las lágrimas, pero no me sentía con fuerzas de hacer otra cosa más que estar tumbada.
Un tiempo después mis sospechas de que se vió obligado a asistir al instituto se hicieron realidad ya que no lo volví a ver, no tengo un reloj que me avise que hora es, pero seguro que estaría en clase si no estuviera aquí encerrada. Tomé un largo suspiro y me senté en la cama, veamos que me esconde esta gran cárcel. . .Jaula perdón. Inspeccioné un poco por encima sin encontrar nada, hasta que abrí los cajones de la mesita de noche; dos libros y una Game boy. Los libros eran novelas policíacas (mi género favorito) y la Game Boy tenía dos cartuchos de pokémon rojo y azul. . .Que buenos gustos.
Saque la Game Boy con el cartucho de pokémon rojo y lo metí en la hendidura, me sorprendí al ver que aún funcionaba, era obvio que eran de hace tiempo, pero no parecía tener ningún tipo de imperfecto, lo más curioso era que no tenía ninguna partida guardada. No le dí mucha importancia y me dediqué a jugarlo.
Me reté a mi misma a hacer un nuzlocke y me arrepiento de haberlo hecho, lloré con muchas de las muertes de mis pokemons aunque logré pasarme el juego, te echare de menos Leopoldo, tu muerte no ha sido en vano tranquilo. (Leopoldo es el bulbasaur).
No supe cuánto tiempo pasó, pero me sorprendió que aún no haya vuelto. Aburrida y sin ganas de leer me tumbé en la cama colocándome en una posición cómoda para así poder dormir y esperar hasta que vuelva. Estaba apunto de dormir cuando de la nada escuché la puerta abrirse nuevamente. . .No le dí importancia, se que debería de estar atenta a lo que haría, pero no quería hacerlo. Al bajar ni me inmute en levantarme, solo me dí la vuelta para verlo a través de los barrotes.
-Lo siento por tardar- Este no entró en la jaula -Tuve unos pequeños contratiempos- No me dí cuenta, pero llevaba una bolsa de plástico -Pero traje la comida- De la bolsa sacó unas bolas de arroz.
Pasó entre los barrotes las bolsa con las bolas de arroz y yo las tomé. Su mirada penetrante obligándome a comer con la vista me preocupaba, no sabía si quería verme comer para asegurarse de que coma o porque le puso algo a las bolas. Mi tripa gruñó dando a entender el tiempo que pasé sin comer, su mirada se intensificó más y decidí no darle más vueltas.
Cuando saqué una de la bolsa y la desplante su envase, su dulce olor inundó mis fosas nasales y cuando le dí un mordisco tenía el dulzor perfecto que a mí me gustaba. . .había una fresa deshidratada en el medio.
-Las bolas son del restaurante al que fuimos los dos- Kenma estaba comiendo otra de las bolas, era de ciruela -Se que después de que fuimos te encantó el restaurante pero casi siempre estaba abarrotado de gente, por eso ibas a las 16:00 de la tarde los domingos ya que no había tanta gente-
Cuando dijo eso un pequeño escalofrío recorrió todo mi cuerpo, me acosaba de eso ya no había duda ¿Sabía todo lo que hacía todos los días?. Es ahora cuando me arrepentía de no haberle hecho caso a mi madre cuando me dijo de cambiar de rutina una vez le dije sobre el sentimiento de sentirme observada.
-Gracias- Farfullé en voz baja mientras seguía comiendo
-No hay de que- Respondió con una pequeña sonrisa y siguió comiendo
No volvimos a entablar conversación después de comer las bolas de arroz, siempre me pasa cada vez que me llenaba me inundaba el sueño y esta vez también pasó, pero no me quería dormir no me fío de que podría hacer si me duermo, así que me apoye en los barrotes mientras lo miraba, este tampoco me quitaba la vista de encima, parecía una batalla de miradas, que finalmente cedí a los brazos de morfeo.
~~Time Skip~~
Me desperté tumbada en la cama,(vamos en donde me había dormido) me estiré para así mirar la pequeña rendija que daba al exterior, era por la tarde ya que veía como el cielo era anaranjado y algunos rayos de sol traspasaban los barrotes iluminando el sótano. Cuando me senté en la cama miro a mi alrededor; la piel se me erizó cuando crucé mirada con Kenma el cual estaba sentado en el mismo sitió que antes.
-(¿Lleva ahí todo el rato?)- Me pregunto mirándolo confusa
-No- Respondió
-¿Qué?
-Se en lo que estabas pensando- Respondió levantándose del suelo y acercándose a los barrotes- No llevo aquí todo el tiempo-
Su expresión no cambió a la habitual monotonía, pero algo en sus palabras alivió mi ser un poco. Aunque sé que seguramente me vió dormir un tiempo, no lo estuvo del todo. . o tal vez si y me estaba mintiendo, no soy adivina como para saber, asique para mi salud mental le creeré.
-¿Sabes algo T/n?- El teñido se apoyó en los barrotes y mirándome a través de estos -Todos en la preparatoria me preguntan por ti. . . y por Kuroo también- Prosiguió con una mirada vacía y perdida
Cuando mencionó a Kuroo volvió a mi mente la horrible imagen de este en el suelo con un cuchillo en la espalda y desangrándose, se me heló el cuerpo y por auto reflejo mis ojos se me nublaron, pero inmediatamente me sequé los ojos.
-Me dio mucha gracia ver sus falsas caras de preocupación- Comentó con una sonrisa -Fingiendo que se preocupan por ti y aún así dicen barbaridades a tus espaldas-
Al escuchar eso me quede confundida ¿Hablan mal de mi? ¿El qué?
-Tus "amiguitas" le dijeron a toda la preparatoria de que te prostituyes hace unos días- Comentó haciendo comillas en la palabra amiguitas
Entonces me acordé de algo que me pareció extraño, hace una semana los chicos se me insinuaban y las chicas se apartaban de mí o me miraban con asco y despreció.
-Por eso, mi querida (T/n)- Prosiguió Kenma -Tuve que encargarme de ellas hoy-
Cuando dijo eso sacó de su bolsillo una navaja bastante afilada ensangrentada, sonrió levemente pero su mirada era de triunfo, satisfacción y orgullo. Yo me quedé petrificada viendo la navaja con sangre. . .¿Lo ha vuelto a hacer?, ¿No era suficiente con Kuro si no que con otras personas también?.
-Solamente digamos que ya no volverán a montar un escándalo como ese
Me quedé pensando, no puedo permitir que siga matando gente, y no puedo hacer mucho si sigo aquí encerrada. Una idea suicida pasó por mi mente. . .No es de las mejores que he tenido, aunque tampoco tenga muchas más teniendo en cuenta en la posición en la que me encontraba.
-Kenma- Dije mirándolo, estaba algo insegura pero lo intentaré -¿Puede ir a la preparatoria?
Cuando dije eso se me quedó mirando estático y sorprendido, creo que no parecía digerir mis palabras, ya estaba segura de que la cague.
-¿Por qué quieres ir a la preparatoria?
-No quiero que sigas dañando a gente- Le respondí, estaba por protestar pero le interrumpí- Hagamos un trato-
Se quedó callado mirándome fijamente analizando todos y cada uno de los movimientos que hacía.
-¿Qué trato?- Preguntó finalmente después de unos interminables segundos
-Iré a la preparatoria, podré hablar con Sakura, estaré al lado tuya todo el tiempo y- Pare de hablar un momento, no quería decir aquello, pero no tenia de otra opción -No hablaré, o miraré a nadie, ni a los del Nekoma y si lo hago. . .Podrás castigarme-
No respondió de inmediato, y me parecía normal, es decir no siempre la persona a la que secuestras te pide que la saques y encima te da condiciones, pero pasan que cosas ¿no?, los caminos de la vida no son siempre los que queremos y nos mete en estos aprietos. Mi mirada no abandonaba el cuerpo del teñido mientras que este se quedó mirando al suelo.
-Pues. . .
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