Pov tercera persona

En Miyagi Sugawara estaba muy preocupado, hacía más de una semana que no sabía nada sobre Hinata, uno de sus compañeros de equipo y amigo. Ni sus padres, ni su hermana, ni el resto de sus amigos saben donde está y por más que llamó a la policía estos ya lo estaban buscando, pero no podían hacer mucho ya que no encontraban nada relacionado a él.

-Sugawara,tienes que comer- Dijo Daichi -Todos estamos preocupados por Hinata, pero no tienes que descuidar tu salud-

-No lo entiendes Daichi- Comentó mirando todas las conversaciones que tuvo con Hinata -Fui yo quien le dio permiso para ir a Tokyo-

-Eso me sigue desconcertando- Replicó en duda su amigo -¿Por qué quería ir?-

Suga sin ánimos de seguir con la conversación, le dió el celular para que así leyera los mensajes que se mandaron antes de que el menor desapareciera.

Bebé Cuervo

-Oeeeeeeeee Sugaaaaaa

-¿Que ocurre Hinata?

-¿Puedo ir a Tokyo? :)

-¿Por qué quieres ir a Tokyo?

-Pues es que Kenma me dijo que quería practicar conmigo ataques rápidos :/ Y como Inokua siempre falla quiere que le enseñe.

-Pero, ¿No es mejor que practiquen entre ellos?

-Si, pero quiero ir, de paso iré a visitar a (T/n) :D

-Vale, pero preguntale a tu madre también por si acaso, yo avisare a Ukai

- :D GRACIASSS

-Oye Hinata, ¿Cómo has llegado?

-Hinata responde, ya es tarde ¿Llegaste ya a casa?

-Hinata ¿Estas hay?

-Donde estas, hoy no apareciste en el entrenamiento

-Porfavor respondeme Hinata, me estoy preocupando

-¿Estás bien?

-Hinata porfavor responde, todos están preocupados

-¿En donde te encuentras? Responde cuando lo veas

-Hinata. .. .

-Porfavor

-Dime que estás bien

Cuando Daichi terminó de leer los mensajes puso su vista al frente y vio como Sugawara se encontraba reteniendo lágrimas en sus ojos. Le destrozaba el corazón ver a su amigo así. Se acercó y lo abrazó, el contrario empezó a llorar como una magdalena, se sentía culpable por la desaparición de Hinata. Tal vez si no le hubiera dado permiso, tal vez si hubiera dicho no, tal vez si se hubiera inventado cualquier cosa para que no vaya, tal vez. . . .

Él estaría aquí. . . .

Pov (T/n)

Me desperté con una migraña muy intensa, el dolor aún no se había ido, mi cuerpo seguía medio muerto y mi cabeza no paraba de matarme con las migrañas; Supongo que es normal teniendo en cuenta que estuve un día entero en una jaula de perro.

Me dí cuenta de que Kenma no se encontraba a mi lado, tal vez se haya ido, pero, incluso si quisiera moverme, no podía. Me quedé tumbada mirando el techo blanco y monótono sin nada mejor que hacer.

-Tenía que haber escogido la primera- murmure -Tal vez era la más dolorosa, pero a largo plazo ya no sufriría-

La puerta de la habitación se abrió y dirigí mi mirada hacía esta. Ví a Kenma con una bandeja de plata y un plato de waffles con miel y arándanos azules junto a un vaso de jugo de naranja. Se acercó a mí con una sonrisa y se sentó a mi lado.

-Buenos días princesa- Comentó quitándome unos mechones de la cara -¿Cómo despertaste?-

-(Estoy genial, estoy tan bien que si me atropellara un tren ni lo sentía)- pensé -Bien bueno, supongo que mi cuerpo decidió torturarme- respondí algo indiferente

-No te preocupes- Replicó -Ya veras como hoy estarás mucho mejor-

Quise responder sarcasticamente, pero preferí no hacerlo no vaya a ser que el principito se vaya a ofender y a mi me meta otras 13 putas horas en una jaula. Que cosas ¿no?

Me dio la bandeja y empecé a comer de ella, estaba hambrienta porque ayer no pude comer nada, en sí no pude por estar encerrada. Al probar los waffles no estaban nada mal, se notaba que estaban precalentados pero el gusto es bueno.

-Gracias por el desayuno- Dije mirando al plato

-No hay de qué- Respondió acariciando mi cabeza -Te iré preparando el baño para que puedas darte uno-

En ese momento me acordé del baño, en verdad hacía ya un tiempo que quería darme uno, pero nunca tuve tiempo, ya saben, intentar salvarte y correr por tu vida te mantienen ocupado.

Termine el desayuno y como pude me levanté de la cama, mis piernas temblaban asique me apoyaba con cualquier cosa que pudiera y me iba dirigiendo al baño. Me encontré a Kenma en el pasillo, este me miró y rió levemente por mi intento de caminar.

-No te rías- Comentó avergonzada -¿Te recuerdo quien me dejó toda dolorida a noche?-

-Así lo hacer sonar bastante erotico pajarito- Dijo acercandose a mi con una mirada coqueta -No pensé que fueras tan pervertida-

Mis mejillas se tiñeron de un color rosado tirando a carmín, no podía ser que estuviera así, no ahora.

-De igual forma te ayudare a bañarte- Comento intentando cargarme en brazos -Vamos al baño-

Nada más escuchar eso lo empuje y me caí de lleno al suelo. Espera espera espera, que creo que no escuche bien. ¿Quieres que me bañe contigo? ¿O que me bañes? porque en las dos estoy desnuda en una bañera junto contigo y tengo demasiada dignidad como para aceptar ese tipo de ofertas.

-No, me niego, nu-uh- Negué con todas las palabras que sabía -Soy demasiado joven y demasiado guapa como para ser desvirgada-

Escuché una carcajada sonora por parte de Kenma. Seguro que esto para él es todo un show, pero yo no pienso caer en la tentación, antes muerta.

-No vamos a follar (T/n)- Dijo riendo -te ayudare a lavarte ya que estas dolorida, pero nada más-

-No me fio- Respondí mirándolo incrédula

-Como quieras, pero dudo que te puedas mover mucho con esas piernas débiles que tienes- Recalco para empezar a irse lentamente

Será cabrón, me obliga a necesitarlo para poder moverme. Me quedé mirándolo con desprecio, pero al final tenía razón, mucho no me podía mover si él no me ayudaba.

-Esta bien- Dije derrotada -Ayúdame a bañarme-

Este se dio la vuelta con una mirada triunfante y yo desvié la mía con un notorio sonrojo. Se acercó a mí y me cargó en brazos como una princesa para llevarme al baño. Porfavor, porfavor que no pase nada malo.

(NT: La autora decidió que no va a pasar nada pervertido. . . . . .De Momento)

Llegamos al baño y me senté en una silla que se encontraba allí, me pidió que me quitara la ropa mientras calentaba el agua de la bañera. Acepté y empecé a quitarme la camiseta de pijama mientras él encendía el agua y la dejaba caer para que saliera agua caliente. También me quite los pantalones y me deje la ropa interior. Después de unos minutos el agua estaba finalmente caliente y cuando Kenma se dio la vuelta me miró extrañado.

-¿Te lavas con la ropa interior puesta?- Pregunto

-¿Quieres que me quite la ropa interior con un chico delante?- Le respondí con una pregunta

-Touche- Suspiro derrotado -Vale, los panties te los quedas, pero el sostén te lo quitas-

-Pero

-O te lo quitas, o te lo quito

Me quedé unos segundos en silencio ante la atenta mirada de Kenma, sabiendo que no iba a cambiar de opinión me quite mis sostén y me tapé mis pechos lo más rápido posible para que no los viera, tal vez no tenía mucho aunque tampoco eran inexistentes.

Nuevamente me cargó como princesa y me dejó en la bañera. Le dí la espalda para que así no pudiera ver mis pecho y empezó a mojarme el pelo con la manguera de la ducha. El agua era bastante caliente pero no tanto como para quemarte, estaba perfecta. Todos mis músculos se relajaron y mi entero ser estaba en paz, por un momento no tenía que preocuparme por que algo malo ocurriera.

Aunque Kenma sea un psicópata, hacía muy buenos masajes, he de admitir y en ese punto ya no me importaba si me veía prácticamente desnuda, estaba disfrutando de ese momento como nunca antes.

Que ilusa era yo, y saber que ese sería el último momento de paz y tranquilidad que iba a tener

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Próximamente

-(T/n) Hay que irnos ya

-Encontrare al responsable de todo esto

-No, no es cierto, él es inocente

-Kuroo. . . . ¿No está muerto?
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Bueno mis amores, como ya dije, actualmente puedo publicar mucho más seguido asique eso haré uwu.

Hasta la próxima

Bye byesssss