Después de haber organizado mi habitación, con Angie conversamos un buen rato, me ayudó bastante con el inglés y yo sólo decía lo siento, pero el problema era que cometía esos errores por el nerviosismo.

—Hey Trisha, ya va a amanecer, que te parece si vamos a ver ese sitar?- me preguntó

—Bueno, pero oye, quien será la mala influencia?

—Podemos ser las dos, mis padres creen que yo soy la santa, y soy el diablo, además tus padres te mandaron acá por algo, no?

—Si sobre eso, yo solamente recibí un mensaje diciendo si aceptaba la oferta de venirme acá, y yo tan sólo acepté

—Como es eso?

—Me preguntaron si quería estudiar música en una escuela de Londres que era muy prestigiosa y esas weas, lo siento, y yo solo acepté venir

—Pues... No sé que decirte, eso es algo sospechoso en verdad

—No importa, allá en chile me sentía como la mierda... Y lo siento, deberás acostumbrarte a que no sea muy educada a veces- y reí un poco

—Descuida, a veces no somos tan educados como el resto del mundo cree- y reímos las dos

Caminamos por el pasillo en silencio, aun teníamos que salir de los dormitorios y entrar al recinto del colegio. Estaba algo oscuro, no tanto, pero lo suficiente como para que no nos viesen, bueno, eso y que estabamos vestidas con ropa oscura. Me agradó que Angie fuese la primera en venir, literalmente.

Los pasillos estaban relativamente oscuros, hasta que las dos chocamos con algo, la puerta de salida.

—Eso dolió- dije sobando mi nariz

—Si... Bueno vamos, estamos bien.

Salimos de los dormitorios y corrimos por la plaza que cortaba la escuela de los dormitorios, aun no le había dicho todos los problemas que tenía en temas de enfermedad...

Llegamos finalmente a la entrada de la escuela y entramos. Estaba vacía.
Entramos en silencio y Angie me agarró la mano para guiarme.

—Este es el hall principal, por ahí se va a las clases de arte, teórica, técnica o práctica- y señaló al pasillo izquierdo —Por el otro lado, el central, vas a las clases de fotografía, lo mismo que con arte, al lado derecho el de escritura y finalmente, música, ven.

Fuimos al último pasillo señalado, me sorprendió lo amplio que era, tenía escaleras, supuse que tenía más pisos, pero en ves de subir, bajamos, lo cual me sorprenció un poco.

—Porqué bajamos?- pregunté curiosa

—Abajo estan los instrumentos que no pueden ser utilizados, en el studio que hay.

—Qué? No me estás jodiendo?

—No jaja, ven, ya casi llegamos. 

Y sí, poco después de que me dijo eso, llegamos, dos puertas grandes cerradas. Me hubiese gustado saber como se podrían abrir...

—Sabes como abrir puertas?- me preguntó Angie

—Te iba a preguntar eso...- y volví a mirar la puerta—Que tipo de cerradura es?

—Es un candado, nunca he venido acá...

Mientras tanto...

Las cámaras de seguridad que vigilaban la escuela, transmitían la señal a la casa de su respectivo dueño, y observaba a ambas chicas como intentaban abrir la puerta del studio, sobre todo a la pelinegra.

—Señor, esta el señor Mick al...

—Espera, dile que espere, porfavor- contestó apasible Paul McCartney

—Es sobre la chica, señor. 

—La estoy vigilando, dile que aún no es el momento, que ellos terminen su gira

—Como usted diga

Seguía viendo como ambas chicas intentaban abrir el candado del lugar, él sabía que era por una razón y no las interrumpiría mandando a seguridad, simplemente vería que era lo que hacían una vez dentro. 
La pelinegra de nombre Trisha logró abrir el candado y ambas celebraron victoriosas, Paul las miraba con una sonrisa en la cara. Del otro lado ambas chicas miraron asombradas el gran espacio que había y los instrumentos en este

—Es gigante... Oye y donde están los instrumentos?- preguntó Trisha

—Sigueme, deberían estar acá.

La rubia se dirigió a unas puertas cerradas con simple cerradura y Trisha las abrió sin mayor problema, y como se imaginaba la rubia llamada Angie, ahí estaban los instrumentos.

—Santa patata... Diría que esto es un jodido sueño

—No sé porqué los tienen acá...

—Bueno, saquemos algunos, cuales sabes tocar tú?

—No tantos como tú, tan sólo batería, guitarra y algo de bajo.

Paul se mostró sorprendido ante la observación de la chica y siguió mirando atentamente a la par que las escuchaba conversar.

—Bueno, te sabes Norwegian Wood en guitarra?

—Si, pero, hay algún capo? 

—Es lo más probable, busca tú, yo buscaré el sitar del que me hablas. 

En la escuela

Tenía miedo de que alguien viniese y nos pillase acá, urgeteando en este studio, y que nos retasen por eso, o que me dijeran algo a mí, ya que yo había abierto la cerradura y el candado. 
Como la sala donde estaban los instrumentos estaba oscura, tenía que ir tocando las cosas, había guitarras, bajos, unas que otras baquetas, de todo pero todavía no sentía algo similar a un sitar, hasta que choqué con algo, lo cual era un sitar, justo lo que buscaba.

—Angie hey, lo encontré- susurré

—Y yo encontré el capo! Vamos

Salimos de esa sala y regresamos al studio, no pensé que uno de estos pesara tanto, pero suponiendo que por eso se toca sentado, debí habermelo imaginado.

—Pesa mucho?

—Pues conmigo siendo debilucha... Pues sí, oye acá hay wifi?- pregunté sacando mi teléfono

—Sí, porqué? Oye que teléfono es ese?

—Un samsung galaxy j1 ace... Porqué? 

—Nunca escuché de ese modelo, bueno, te pongo la clave

Le pasé mi teléfono y me sentí algo incomoda, claro... Lo más probable es que acá todos o la gran mayoría sean millonarios, o clase media alta y yo sea la única pobre que su guitarra tiene cuerdas robadas de metal marca Fender, un teléfono de gama baja y que es pobre.

—Oye... Acá todos son hijos de millonarios o que tienen plata?- pregunté incomoda

—Como dices? Millonarios? Porqué lo dices- ella se encogió de hombros —Pues no lo sé, me compraron un iPhone cinco el año pasado... Cuando había salido el seis

—Ah... Si tu dices...- y yo me encogí de hombros   

—Porqué preguntas? 

—Bueno... No, no es nada, sólo que... Nada, nada- dije toqueteando el sitar —Oye, comenzamos? 

—Claro, ya puse la clave, ten

Me pasó mi teléfono y los mensajes de WhatsApp no se hicieron esperar y yo me sorprendí, acaso importaba tanto allá en Chile como para que me bombardearan con mensajes? Supuse que la mitad serían de mi familia y el resto de mis amigos... Ellos ya se habían desesperado... Sonaré muy depresiva, pero de verdad importaba tanto allá?

—Me esperas un momento? Tengo que revisar todos estos mensajes...

—Claro

Comencé a revisar los mensajes, como me imaginé, encontré unos cien al menos de mi mamá... Y uno de mi hermano, y nada de mi papá, bueno, me preocupaba más el de mi hermano... Y el resto... Amigos, me preocupaban mucho, decidí responder el chat de mi hermano con un simple "estoy bien" y preferí contarle todo a mi mejor amiga, Anais.

—Listo, lo lamento, pero tecnicamente llevo desaparecida un día allá, como sea, no importa, seguimos?

—No te preocupes, desaparecida?

—Sí, creo que tu fuiste la única que vino a verme de madrugada, eh... Podemos dejar esto y después te explico?

—Claro, tranquila.

Ella asintió y comenzó a tocar guitarra, miré por encima de lo que vendría a ser el mastil en una guitarra, y entré justo en la parte correcta, casi no lo hago de mi nerviosismo, y por un momento pensé en cantar, pero me arrepentí, aunque sin canto no tenía gracia, por lo que me puse a cantar algo más tarde de lo que empezaba, pero no importó mucho, Angie me miró asombrada y yo sólo seguí. 
Una vez terminada la canción, ella dejó la guitarra de lado y me dijo que nos fuesemos, que pronto abrirían el colegio y teníamos que salir.

—Me sorprendiste bastante, sabes?

—Porqué?

—Pues, llevas apenas unas horas acá, y te salió muy bien, no te conozco mucho, pero te irá muy bien acá, sabes, dicen que esta escuela le pertenece a Paul, por eso la construyó. Dicen alumnos antiguos que se aparece por acá ciertas veces...

—Pol is ded ai mis jim ai mis jim jajaja ok, no 

—Al menos no osy la única que bromea con eso jajaja

Reímos un rato con ese tema, pero me dejó pensativa a la vez, será cierto? Paul? Mi ídolo? 

—Mientras los profes de música no se agarren conmigo por no saber leer partituras...

—No sabes leer partituras?- preguntó Angie sorprendida

—Nunca he aprendido... Además, desde que tengo memoria no sé, y siempre he sacado al oído... Y compuesto también...- eso último lo sususrré

—Eso no es malo, de todos modos, esta escuela es para gente que es artistica, y que también tienen que tener un trato "especial" por ser hijos de famosos y esas cosas, una tontería- dijo haciendo una mueca

Me reí bastante, pero luego me tapé la boca y cerré los ojos por la risa

—Osea que todos son millonarios acá, bien

—Porqué lo dices?   

—Allá en chile vivía en un departamento con un living equivalente a mi dormitorio, y en tamaño total a tres dormitorios, y antes era peor

—Debió ser duro...

—Y mucho, pero bueno, eso ya da igual... Extrañaré chile, pero estoy en Londres, soy feliz.

Salimos de la escuela tal y como entramos y entramos a los dormitorios tal y como salimos, nos despedimos y cada una entró a su pieza, lo bueno es que Angie tenía su pieza al frente de la mía. 
En mi pieza contemplé como había quedado, magnifíca, me tiré a mi cama donde estaba mi peluche de Paul y en mi teléfono puse alarma a las seis y media... Antes le cambié la hora, y viendolo bien, sólo tenía un par de horas para dormir, suspiré, al menos era algo, y cuanto tiempo pasé con Angie allí dentro?

Me quedé dormida sin pensar más.