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Solo uno


Las doce acababan de sonar la puerta de la escuela se abrió y los chicos se lanzaron fuera atropellándose por salir más pronto. Pero no se dispersaron rápidamente, como todos los dias para ir a comer a sus casas se detuvieron a los pocos pasos, formaron grupos y se pusieron a cuchichear

Todo porque aquella mañana habia asistido por vez primera a clase de TaeHyung, el hijo de la JiMin.

Habian oido hablar en sus casas de el tal JiMin, aunque en publico le ponian buena cara, a espaldas de el hablaban las madres con una especie de compasión desdeñosa, de la que se habian contagiado los hijos sin saber por que.

A TaeHyung no lo conocian, porque no sale de su casa, y no los acompañaba en sus travesuras por las calles del pueblo a orillas del rio No le tenían pues, simpatia: por eso acogieron con cierto regocijo y una mezcla considerable de asombro que se la fueron repitiendo, unos a otros, la frase que habia dicho cierto muchachote de catorce a quince años, que debia estar muy enterado, a juzgar por la malicia con que guiñaba el ojo.

- No lo saben?. TaeHyung No tiene papá.

Apareció a su vez en el umbral de la puerta de la escuela el hijo de JiMin. Tendria siete u ocho años era paliducho, iba muy limpio y tenia los modales timidos, casi torpes.

Regresaba a casa de su padre, pero los grupos de sus camaradas lo fueron rodeando y acabaron por encerrarlo en un circulo sin dejar de cuchichear, mirando con ojos maliciosos y crueles de chicos que preparan una barrabasada. Se detuvo dándoles la cara, sorprendido y sofocado, sin acertar a comprender que pretendian. Pero el muchacho que habia llevado la noticia, orgulloso del exito conseguido ya, le pregunto:

-Tu, dinos como te llamas.

Contesto el interpelado:

-TaeHyung

- TaeHyung  que?

El niño repite desconcertado:

-TaeHyung

El mozalbete le grito:

-La gente suele llamarse TaeHyung y algo más. Eso no es un nombre completo.

El niño, que estaba a punto de llorar, contestó por tercera vez

-Me llamo TaeHyung

Los rapazuelos se echaron a reir y el mozalbete alzó la voz con acentos de triunfo

-Ya ven que yo estaba en lo cierto y que no tiene papá.

Se hizo un profundo silencio. Aquel hecho extraordinario, imposible monstruoso -un chico que no tiene papá-, habia dejado estupefactos a los chicos. Lo miraban como a un fenomeno, a un ser fuera de lo corriente, y sentian crecer dentro de ellos el desprecio con que sus madres hablaban de Park y que les resultaba inexplicable hasta entonces.

TaeHyung por su parte, se había apoyado en un árbol para no caer y permanencia sin moverse, como aterrado por un desastre irreparable que ubiera querido explicarse, pero no encontraba nada que contestarles para desmentir aquella afirmación horrible de que no tenia papa. Por fin pálido, les grito, por contestar algo:

-Si, lo tengo

-Dinos dónde - está le preguntó el mayor.

TaeHyung se calló; no lo sabia. Los niños reian, dominados por una gran excitación: eran campesinos, vivian en contacto con los animales y los aguijoneaba el mismo instinto cruel que empuja a las gallinas de un ral a acabar con la que sangra, TaeHyung acerto a ver a un chico vecina o hijo de una viuda, al que siempre habia visto solo con su madre lo mismo que él y le dijo:

- Y tu tampoco tienes papá.

-Si que lo tengo -respondió el otro

- Dinos dónde está -respondió Tae

El pequeño replicó con magnifico orgullo

-Se murio. Está en el cementerio

Corrió entre aquellos tunantuelos un murmullo de aprobación, como si el hecho de tener el padre muerto y en el cementerio hubiese dado talla a su camarada para aplastar a este otro, que no lo tenia en ninguna parte.

Y aquellos trucanes, cuyos padres eran casi todos, malas personas, borrachos, ladrones y brutales con sus mujeres, apretaban más y más el cerco, atropellándose, como si, a fuer de legitimos, hubiesen querido ahogar con una presión comun al que estaba fuera de la ley.

De pronto, uno que estaba al lado mismo de TaeHyung, se mofo de el sacando la lengua y le grito:

¡Que no tienes papá! ¡Que no tienes papa!

Tae lo agarró del pelo con las dos manos y les acribilió a puntapies produciendo un golpe en las pantorrillas, contestando el otro con un feroz mordisco en un carrillo que lo hizo rodar por el suelo, magullado con la ropa en los golpes, TaeHyung armo una batahola fenomenal Separaron a los combatientes y llovieron de a hiert entre el circulo de pilluelos que aplaudian.

Se levantó, y cuardo sus cosas, limpio como pudo su blusita sucia de tierra, le grito a uno de los chicos

- Ve a contarselo a tu papá-

TaeHyung fue presa de profundo descorazonamiento. Eran los más fuertes que le habian pegado, y nada tenia que contestarlos, porque se daba buena cuenta de que no tenia papá.

El orgullo le hizo luchar por espacio de algunos segundos con las lágrimas que lo agarrotaban. Le acometio un ahogo y rompió a llorar en silencio, con un acompañamiento de profundos sollozos que lo sacudian precipitadamente.

Estallo entre sus enemigos un regocijo feroz y al igual que hacen los salvajes en sus jubilos terribles, se dieron espontáneamente las manos y se pusieron a bailar en circulo a su alrededor, repitiendo como estribillo:

"Que no tiene papá! Que no tiene papa!"

De improviso dejo de sollozar. Lo sacó de quicio la ira. Habia piedras a sus pies, las cogió y las tiro con todas sus fuerzas contra sus verdugos.

Alcanzó a dos o tres, que huyeron llorando: cundió el panico entre los demás, al ver su aspecto amenazador. Cobardes, como lo es siempre la muchedumbre frente a un hombre exasperado, huyeron a la desbandada.

El pequeño sin padre echó a correr hacia el campo, asi que se quedo solo, porque lo asalto un recuerdo que lo impulso a tomar una gran resolución ahogarse en el rio.

Se habia acordado de aquel pobre mendigo que ocho dias antes se tiro al agua porque no tenia dinero. Alli estaba TaeHyung cuando sacaron el cadáver, aquel desgraciado, que le habia parecido siempre digno de compasion, sucio y feo, lo impresionó por el aspecto de tranquilidad que tenia con sus mejillas pálidas, su larga barba impregnada de agua y el mirar sereno de sus ojos abiertos. Alguien de los que estaban alli dijo

-Está muerto

Otros agregaron:

-Ahora al menos es feliz

También TaeHyung queria ahogarse. pues si aquel desdichado no tenia dinero, él no tenia papá.

Llegó hasta muy cerca del agua y se quedo viendo le correr. Jugueteaban rápidos algunos peces en la corriente limpia: de cuando en cuando daban un saltito y atrapaban alguna mosca que revoloteaba en la superficie del agua. Dejó de llorar y se quedó mirándolos, atraído con aquellas maniobras. Sin embargo, lo mismo que en las calmas momentáneas de una tempestad cruzan de improviso fuertes ráfagas de viento que hacen crujir los árboles a su paso y van a perderse en el horizonte, así también surge de cuando en cuando en la cabeza del niño un pensamiento que le produce vivo dolor: "Voy a ahogarme, porque no tengo papá".

Hacia buen tiempo y mucho calor. La caricia del sol calentaba la hierba. El agua brillaba como un espejo. TaeHyung pasaba por instantes de arrobamiento de una languidez que suele seguir a las lágrimas. Y entonces le entran muchas ganas de echarse a dormir sobre la hierba, al calor del sol.

Una ranita verde salto en el suelo junto a sus pies. Se inclino a cogerla.

Se le escapo. Insistió en perseguirla y ella lo esquivo tres veces seguidas.

Logro al fin atraparla de la extremidad de sus patas posteriores, y se echo a reir viendo los esfuerzos que el animalito hacia para escapar. Se recogia sobre sus largas patas y las alargaba de pronto con un esfuerzo brusco, poniéndolas rigidas como el hierro, mientras tanto, hinchaba su ojo redondo encerrado en un circulo de oro y manoteaba con sus dos patas delanteras. Le hizo recordar a un juguete de listas de madera clavadas en zigzag unas con otras, con soldaditos sujetos encima y que se movian como un desfile por un movimiento parecido al de la rana Esto lo llevó a pensar en su casa y en su padre: lo acometió una gran tristeza y rompió de nuevo a llorar.

Siento escalofrios en sus brazos y piernas, se puso de rodillas y rezó sus oraciones como antes de acostarse. No pudo acabarlas, porque lo volvió a dominar un exceso de sollozos, tan acelerados, tan tumultuosos, que lo sacudian de arriba abajo.

Ya no pensaba: ya no veia nada de cuanto lo rodea, entregado por completo a su llanto.

Una manzana se apoyo de improviso en su hombro, y una voz ronca le preguntó

-Vamos a ver, hombrecito, qué es lo que te aflige tanto?

TaeHyung se volvio.

Un trabajador fornido, con barba de dos días en el rostro, ojos aseitunados, una nariz prominente y cabellos negros muy rizados, lo contemplaba con cara bondadosa.

Le contesto con los ojos la voz cuajados de lagrimas:

-Me han pegado los otros chicos porque yo yo...no tengo...papá, no tengo papá.-

- ¿Como puede ser eso? Todos tenemos un papá -le contesto el otro, sonriente.

El niño repite a duras penas, en medio de los espasmos de su dolor.

-Yo...yo...no lo tengo.

El trabajador se puso serio: habia caido en la cuenta de que aquél era el hijo de JiMin, y aunque forastero, conocía vagamente su historia, sabía de quien se trataba.

-Ea, pequeño, consuélate, y vamos a tu casa. Ya te buscaremos un papá.

Echaron a andar, el niño de la mano del hombre, y éste, sonriéndose de nuevo, porque no le disgustaba el ver a aquel joven de rasgos finos, de la que se decia que era una de las muchachas más guapas de la región. Allá en el fondo de sus pensamientos, quizá se decia que quien habia caido una vez tal vez caeria otra.

Llegaron delante de una casita blanca, muy limpia.

-Aqui es -dijo el niño, y luego grito-iPapi!

Apareció un doncel y el trabajador ya no siguió sonriendo, porque comprendió de golpe que no estaba para que nadie jugase con aquel buen mozo de pálida cara que se habia quedado en la puerta con expresión severa, como para impedir el acceso de un hombre a la casa en que ya otro la habia traicionado. Se quitó la gorra con cortedad y balbució:

- Buen día,  JiMin,  he traído a su pequeño que se encontraba perdido en río.
   

El pequeño Tae sata al cuello de su padre y le dijo con un nuevo acceso de tacto:

- No es verdad, papi Yo he querido ahogarme en el rio, porque los otros chicos me han pegado., me han pegado porque no tengo papá.

Las mejillas del joven se cubrieron con un rubor que le quemaba, y beso, traspasada de dolor, a su hijo, mientras corrian rápidas por su rostro las lágrimas.

El hombre permaneció alli conmovido, no acertando a despedirse. Tae corrio de pronto hacia él y le dijo:

- ¿Quiere usted ser mi papá?

Hubo un momento de profundo silencio Park se quedó mudo y torturado por el bochorno, con las dos manos sobre el corazón, se apoyaba en la pared. El niño, viendo que no habia contestado a su pregunta, insistió.

-Si no quiere usted serlo, volveré para tirarme al rio.

El trabajador lo echó a broma y contesto riendo:

-Claro que quiero ¿Como no voy a querer?

--Dime cómo te llamas -suplicar entonces el niño- para que pueda contestarles cuando quieran saber tu nombre

-Me llamo Jungkook -contestó el trabajador

Tae tuvo el rostro en forma de pensativo un momento, como grabando bien nombre en su memoria, y luego le tendió los brazos, sin aflicción, diciendole:

-Pues bien, Jungkookie, tú eres mi papá.

Jungkook lo levantó en brazos, lo beso bruscamente en los dos carrillos y salió como huyendo, a grandes zancadas.

                            [v] ○□○□○

Risas malignas acogieron al chico cuando, al dia siguiente, entró en la escuela. A la salida quiso el mozalbete volver a empezar, pero TaeHyung le lanzo al rostro, como una pedrada, estas palabras.

-Se llama Jungkook, para que lo sepas, mi papá.- Estallaron a su alrededor alaridos de regocijo.

- Jungkook qué.? Jungkook cómo?¿has ido a sacarlo a ese Jungkook? ¿Qué significa eso de Jungkook? Adónde..

TaeHyung no contesto, pero su fe era inquebrantable, y los desafiaba con la mirada, dispuesto a dejarse martirizar antes que huir. El maestro lo saco de aquel trance y el chico regresó a su casa.

Transcurrieron tres meses, durante los cuales el fornido obrero Jeon pasó con frecuencia cerca de la casa de JiMin. Algunas veces hasta se lanzó a dirigirle la palabra al verla cosiendo junto a la ventana.

El le contestaba cortésmente, sin salir de su seriedad, ni reir con el.

Jamás le dio entrada en casa. Sin embargo, un poco fatuo, como todos los hombres, llegó a imaginar que cuando hablaban, se ruborizaba con más frecuencia y mayor intensidad que de costumbre.

Pero es tan dificil rehacer la buena reputación perdida y tan expuesta queda a todos los ataques que, a pesar de la reserva suspicaz de JiMin, ya se hablaba de ello en el pueblo.

TaeHyung estaba encantado con su nuevo papá, y se paseaba con él todas las tardes, una vez que salia del trabajo. No faltaba nunca a la escuela, y pasaba por entre sus camaradas muy digno, sin contestarles.

Hasta que cierto dia le dijo el mozalbete que había sido el primero en meterse con él:

-Nos has mentido, porque no es cierto que tengas un papá que se llama Jungkook.

- ¿Que no lo tengo?-contesto Tae, muy emocionado. El mozalbete se frotaba las manos, y siguió diciendo:

-No, porque si lo tuvieses seria el marido de tu padre.

TaeHyung se quedó desconcertado con la exactitud de aquel razonamiento Pero, no obstante, replico:

-Pues, con eso y todo, es mi papá.

Otro le dijo entonces con sorna:

- Puede que si, pero solo es un papá a medias.

El hijo de JiMin bajó la cabeza y se alejó meditabundo en dirección la herreria del tio Yoongi, en la que trabajaba Jungkook.

Se hallaba la herreria como sepultada debajo de los árboles.

Su interior era lobrego, sin más luz que el rojo resplandor de una hoguera formidable que se proyectaba con viveza sobre los brazos desnudos de cinco herreros que caen sobre los yunques con terrible estrépito.

En pie, abrasándose como demonios, no apartar la vista del hierro que sufria sus martirios, y su pensamiento se alzaba y caia pegado a sus martillos.

TaeHyung penetró sin ser visto por nadie y tiro de la manga a su amigo.

Este se volvió.

Los hombres interrumpieron de golpe la tarea y se quedaron mirando, muy atentos. Y en el silencio, tan extraño en aquel sitio, resono la vocecita débil de TaeHyung:

-Oye, Jungkookie, el muchacho de la tia Jisoo acaba de decirme que tu no eres mi papá más que a medias.

- ¿Y en qué se funda? -preguntó el obrero.

El chico respondió con absoluta ingenuidad

-Dice que no eres el marido de mi papi.

A nadie se le ocurrió reise. Descansando su frente sobre el reverso de sus amenazas, que se apoyaban en la cabeza del hastil del martillo.

Tieso encima del yunque, Jungkook reflexionaba.

Sus cuatro compañeros tenian clavadas en el sus miradas y TaeHyung.

Minúsculo entre aquellos gigantones, esperaba con ansiedad. Uno de los herreros, como respondiendo al pensamiento de todos, dijo de pronto a Jungkook.

-Después de todo, JiMin es una chico bueno y cabal, serio y valeroso, a pesar de su desgracia. Ningún hombre honrado tendria por qué avergonzarse de ser su marido, comentó NamJoon.

-Esa es la pura verdad -dijeron los otros tres.

NamJoon siguio diciendo:

- ¿Se le puede echar en cara al chico su caida? Se comprometió a casarse con el. Más de una conozco yo que hizo otro tanto y que hoy vive respetado por todos.

-Esa es la pura verdad -contestaron a coro los tres

Y prosiguió

-Sólo Dios sabe las fatigas que ha pasado el pobre para sacar adelante a su chico sin ayuda alguna y lo que ha llorado desde que no sale de casa si no es para ir a la iglesia o al mercado por su comida.

-¡Eso también es la pura verdad!.

Durante unos momentos no se oyó más que el soplido del fuelle que avivaba la fragua. Jungkook se inclino bruscamente hacia TaeHyung:

-Ve y dile a tu padre que al anochecer iré a hablar con el.

Cogio al chico por los hombros y lo empujó hacia afuera.

Reanudó su tarea, y los cinco martillos cayeron de golpe sobre los yunques. No dejaron de batir el hierro hasta la noche,solidos, potentes.

Alegres, como martillos satisfechos. Pero al igual que la campana mayor destaca sobre los demás  donceles, cuando repican en los dias festivos, asi el martillo de Jungkook, sobresaliendo por encima del estrépito de los demás, cala acompasado, con un ruido ensordecedor.

En pie entre el chisporroteo, brillandole los ojos, forjaba Jeon apasionadamente.

                    [v] ¤♤¤♤¤♤¤


El cielo estaba cuajado de estrellas cuando llamo a la puerta de Park. Vestia su chaqueta dominguera, camisa nueva y se habia dejado la barba.

El joven apareció en el umbral y le dijo con tono dolorido:

-Ha hecho usted mal, Señor Jeon, en venir tan tarde.

Fue a responder, salieron de su boca unos balbuceos y se quedo ante el desconcertado.

El joven siguió diciendo.

- Ya se dará usted cuenta de que es preciso evitar que sigan hablando de mi.

Jungkook solto de golpe:

- ¿Tiene eso importancia si usted consiente en ser mi esposo?

Nadie le contesto, pero creyó percibir en la oscuridad de la habitación un ruido, como un cuerpo que se desplomaba.

Se precipito dentro.

TaeHyung, que estaba acostado, creyó distinguir el chasquido de un beso y el susurro de unas frases que pronunciaba su padre.

De pronto se sintió levantado en vilo por las manos de su amigo, y éste, sosteniendolo en alto con sus brazos estirados, le grito:

- Les dices a tus camaradas que tu papá es Jeon Jungkook, el herrero, y que iré a tirar de las orejas a cualquiera que te maltrate.

                   [v] ♡♤♡♤♡♤♡

Al siguiente dia, con la escuela de bote en bote, y a punto de empezar la clase el pequeño TaeHyung se irguio, muy pálido, con labios trémulos, y les dijo con voz muy clara:

- Mi papa es Jeon Jungkook, el herrero, y tengan por seguro que a cualquiera que me maltrate le tirará de las orejas.

En esta ocasión ya no se rio nadie, porque conocían muy bien a Jeon Jungkook, el herrero es un papá del que cualquiera hubiera estado orgulloso.




FIN


Cualquier error, avisarme.
❤✨✨

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